Corridas en la boca y en la cara

No me extraña. ¿A quién le amarga un dulce? Yo pondría mi arma a su disposición también. O también recibiría a gusto todas esas lefadas. Es que me gusta todo. Qué problemón ¿no? jejeje
Estamos en la misma situación, jejeje
 
Deliciosa el ansia con la que la espera, la sorpresa ante la tragada de sable y como podemos apreciar cuando cada chorreton le empapa las amígdalas
Oocomo se la trag
 
Atrás
Top Abajo