Despedida de soltera, el amor de mi vida

ikarusulu

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Fue en una despedida de soltera


Fue en una despedida de soltera a la que me invitaron de rebote. Yo era amiga de la novia pero al resto no las conocía de nada. La noche anterior ya nos habíamos despedido de su soltería como se debe: pasando juntas un buen rato, desnudas en la que iba a ser su cama de matrimonio.


Así que me dijo por qué no vienes, lo pasaras bien. Estaba organizada de lo mas típico, cena en un reservado con diversos juguetes imitando con mayor o menor fortuna el órgano sexual masculino. Luego unas copas donde se suponía que tal grupo de salidas sacarían los colores a mas de uno y el gran final en un striptease de boys con transexual incluido. No era esa mi ideal de diversión pero aparte de reírme de sus tonterías... bueno nunca se sabe.

Así que me dirigí al restaurante vestida con uno de mis mejores atuendos de guerra, botas altas de fino tacón, minifalda de cuero muy cortita, top palabra de honor, una gargantilla de plata como único adorno y la melena lisa suelta.


Una altura respetable, mis muslos ahusados, el vientre plano y un culito respingón, unos pechos que aunque no sobresalen demasiado del tamaño medio así oprimidos son capaces de llamar la atención, la piel de nudista integral bien bronceada y una cara con cierta personalidad no suelen dejar indiferentes.


Tras las presentaciones y los besos de rigor ninguna de ellas me llamó especialmente la atención ademas de que todas ellas eran terriblemente heterosexuales. Bueno excepto la novia, que en un vestido blanco como en anticipación del de la boda, de minifalda y escote vertiginoso estaba francamente espectacular. Pero esa era su noche y no podía estropeársela poniéndome cariñosa con ella. Al comienzo de la velada ella consiguió deslizar en mi oído :

-Todavía falta gente.

Al principio se repartieron los impresentables, digo imprescindibles, complementos eróticos de esas ocasiones: penes de plástico y objetos similares y se comenzó con las bromas obscenas mas o menos subidas de tono. Menos mal que en ese grupo ninguna sabía del pasado bisexual de la novia, Seguro que las bromas hubieran sido mucho mas jugosas.


Y por suerte ninguna de ellas sospechaba que yo era lesbiana convencida. Con la cena ya bien comenzada hizo su aparición en el comedor un verdadero angel, una belleza próxima a la divinidad que se dirigió derecha a la novia y le dio un par de besos que a mi me pusieron celosa. Todavía no se de cual de las dos. Nos la presentó como Sonia otra amiga desconocida para el resto del grupo como y suponía que como yo algo mas que amiga de la protagonista de esa celebración.


Era rubia, incluso un poco mas alta que yo, guapa, como es imposible imaginarse, de piel clara, un cuello perfecto sostenido por unos hombros aún mas bonitos. Las puntas de sus pezones se marcaban insolentes en la seda del breve pañuelo que anudado con leves cordones al cuello y la espalda desnudaban esta del todo. Sus vaqueros parecía que le hubieran crecido directamente sobre la piel.


Debí quedármela mirando con tal cara de asombro que la morenita pizpireta que tenía al lado me dio un codazo y me dijo cierra la boca que entran moscas.


-


Cuando llegó mi turno en los dos besos de rigor conseguí sujetar su cintura un segundo más con manos que debían temblar y pasar las yemas de los dedos sobre la desnuda y suave piel. Recordaré siempre el suave contacto firme de la primera vez que la toqué.


Al final de la cena llegó la hora de los regalos, desde el libro de "cómo dominar a un hombre", de lo mas light, a un enorme y realista vibrador que imitaba el miembro gigantesco de un negro testículos incluidos.


-"Por si con tu marido no te basta".


Fue el comentario que se hizo. Y yo que se lo metería al marido por su virginal culo, testículos incluidos.


Pasando por cosas mas inocuas como mi conjunto de lencería un suje y tanga blancos de fino encaje con liguero y medias a juego perfecto para usarlo el día de la boda. El regalo de Sonia era un body calado negro con terminado en tanga con medias de silicona negras. La grandes mentes piensan igual.


Como el día y la noche. Había algunas cosas más, un camisón de tirantes cortísimo y trasparente. Todo se lo hicimos probar y hacernos un improvisado pase de modelos, que no por no preparado fue tremendamente sexi.


Ni que decir tiene que todos esos momentos quedaron reflejados en mi cámara digital. Mientras las demás se fijaban en las prendas, Sonia y yo mirábamos el cuerpo de la modelo y lo bien que lucía con las sensuales prendas.


De allí fuimos a un bar de copas donde estuvimos bailando y calentando al personal. Al que un grupo de desenfrenadas féminas parecía poner cachondo. Conseguí por fin un baile con Sonia. Lo hicimos tan sensual y desenfrenado como nos atrevimos a hacerlo. La diferencia con las demás fue que mientras ellas miraban al tendido nosotras nos mirábamos a los ojos.


Detectando cada una de nosotras algo en los de la otra. O mirábamos a los ojos azules de la novia mientras todos los tíos que había a nuestro alrededor se calentaban sin remedio.


Su muslo firme enfundado en el algodón del vaquero entre mis piernas desnudas mis manos sobre la piel de su espalda. Deslizando caricias casi imperceptibles únicamente para nosotras. Sus antebrazos rodeando mi cuello, acariciando mi nuca y la base de mi cabello. Sus labios sobre mis hombros dejando allí algún suave beso sobre mi piel.


De camino al siguiente bar la novia pasó sus brazos sobre nuestros hombros desnudos en un descuido de las demás y nos dijo:


- se que queréis perderos pero tened un poco de paciencia. Os quiero a las dos y se que vais a tener una bonita amistad.


Bendiciendo con esas palabras todo lo que pudiera surgir entre nosotras.

Y para sellarlo nos besó a ambas en los labios, empujándonos con sus brazos nos juntó en el primer beso que nos dimos. Suave y casto en medio del abrazo de las tres. Mirándonos a los ojos en un entendimiento casi total. Parecieron eras mientras nos deslizábamos de bar en bar sin poder acercarme mas de la cuenta al objeto de mis deseos, Dulce tortura de la espera aun mas sabiendo que ella también quería acercarse a mí.


Por fin llegamos al local del strip tease. Algunas de nuestras acompañantes ya iban visiblemente afectadas lo que no fue impedimento para pedir una nueva ronda de alcohol de alta graduación a un camarero sin camisa y de músculos hiperdesarrollados.

El ambiente ya estaba caldeado en la no muy iluminada sala, al poco de estar allí salió al escenario el típico cachas vestido de bombero con cara de salido que correspondía a los piropos y bromas de los diferentes grupos acercándose a ellas.

El nuestro no se quedaba atrás y el muchacho perdió el tanga cuando sacó a bailar a nuestra novia. Ella que para nada se corta le arrimó el culo prieto a la polla morcillona hasta que en cuestión de segundos consiguió ponérsela tiesa. Todas en la sala coreaban y abucheaban tan dedicada actuación Ella mirándonos a Sonia y a mí le besó los pechos al chico y mordisqueó sus pezones lamiéndolos como había hecho miles de veces con los nuestros y dedicándonos así tan bello espectáculo.

A la siguiente ronda uno vestido de torero sacó a una cuarentona de otra mesa algo pasada de kilos pero maciza y de muy buen ver. que terminó con unos pechos preciosos al aire cuando el mozo se los magreó a base de bien. La siguiente actuación fue la de la travesti como novedad una autentica belleza que hasta a mi me hubiera llamado la atención pues ninguna pista daba de su origen masculino.

Una autentica hembra de la punta del larguísimo tacón al último cabello perfectamente peinado. Hasta que su mini short no desapareció y de entre las piernas comenzó a salir un pene demasiado pequeño para merecer dignamente ese nombre y que no llegó a ponerse duro en ningun momento de la actuación no me convencí que se trataba de un chico.

Pero la colita rotativa consiguió mantener el ambiente caldeado y el resto de su cuerpo el interés de las dos lesbiana presentes. Por fin había algo en el espectáculo mas de mi gusto. sus contoneos sensuales y los movimientos de los bellos pechos sin duda operados conseguían distraerme solo un poco de las piernas desnudas de la novia pegadas a las mias o de la espalda de Sonia sentada delante de mí. Con la actuación de otros dos chicos terminó aquella tortura y por fin pudimos dirigirnos a los coches.

La protagonista con un disimulo y una cara de ladrillo sin igual consiguió que Sonia que era de otra ciudad se viniese a dormir a mi casa hasta donde nos acercaron en el coche de otra chica. Al bajar a despedirnos consiguió quedarse a solas con con nosotras en mi portal y con una voz susurrante nos dijo que la próxima boda a la que quería ir era la nuestra. y nos abrazó fuerte, a mi acariciándome el culo y a Sonia los pechos.

Por fin solas en el ascensor nos lanzamos la una hacia la otra con verdadera ansia de lengua de boca y sed de saliva. Conseguí que mi mano bajara por dentro de su vaquero y como sospechaba la presencia un mínimo tanga no fue impedimento para que le tocara su bellísimo culo. Solo fueron unos segundos pero muy intensos.

Tras la puerta de mi apartamento me acorraló contra la pared y sin darme tiempo a reaccionar bajó el escote de mi top dejando mis pechos a aire, sobre los que se lanzó de inmediato para chuparlos y mordisquearlos. a mi no me hacía falta mucho para empezara suspirar.

La situación era muy intensa para las pocas palabras que habíamos cruzado en toda la noche y la sencilla recomendación de una amante compartida. Su top no tardó en revelarme los dos tesoros que apenas escondía dos cónicos y perfectos senos de color claro con sus durísimos pezones rosados y una areola tan clara que apenas se distinguía de del resto de su piel.

Casi sin aliento la conduje a mi dormitorio sin paradas previas y alas mismas sabanas sobre las que había dormido nuestra común amiga unas noches antes, bueno no solo dormido. Me pareció de justicia poética iniciar nuestra relacion sobre las mismas sábanas con las abundantes corridas de la que nos abandonaba por una polla. Aunque en aquel momento nada de aquello importaba, nada sino nuestra calentura.

Mis botas quedaron al pie de la cama y tumbándome ella se llevó uno de mis pies a la boca y comenzó a lamer los dedos sin importarle para nada el sudor de toda la noche, me encantó que no fuera remilgada. Sin separar su larga lengua de mi piel fue subiendo por la pantorrilla y la cara interna del muslo sin dejarme hacer nada a mí salvo suspirar.

Una eternidad tardó en llegar al borde de mi falda que se había subido justo al ras de mis nalgas dejándole mi muy húmedo tanga al alcance de su ansiosa lengua. allí pude sentir con solo la liviana tela el roce de sus labios en mi vulva. por fin metió la mano por dentro del cuero y consiguió retirar la ligera prenda copia de la que yo había regalado a la novia.

Golosa me preguntó si me había comprado el conjunto entero. y riendo le dije que sí, que había comparado dos iguales uno para ella y otro para mi. Sin mas charlas volvió a depositar sus labios sobre los míos y procedió a succionar mi clítoris como si quisiera arrancármelo consiguiendo que me corriera abundantemente en su boca. Un poquitín mas calmada conseguí desnudarla del todo besando sus pies cuando le quité las sandalias y sacando juntas sus braguitas y pantalones.

Ella me ayudó a terminar de desnudarme pues estaba hecha un desastre con el top recogido en la cintura y la falda subida hasta el culo. Ella elogió mi bronceado total y tuve que contarle que solía ir a la playa así tal y como estaba en ese momento para ella completamente desnuda. Me tumbé directamente sobre ella para besar sus hermosos labios y tomar de ellos mi sabor mientras nuestros cuerpos tomaban contacto por primera vez sin el estorbo de la ropa.

Mis pechos sobre los suyos y mis muslos entre los suyos. Ardía en deseos de probar los jugos de su coñito. Me aparté iniciado un terrible esfuerzo de voluntad y le pedí siéntate sobre mi cara, quiero lamerte. arrodillada sobre mis hombros, sus caderas sobre mi cabeza bajó lentamente su coñito sobre mi cara hasta dejar al alcance de mi lengua el tesoro de su vulva.

Sacando mi lengua enseguida le hice los honores agarrando sus nalgas con las manos como si las fuera a perder. Incluso abriéndolas y deslizando algunos dedos por el canal entre ellas buscando el ano. Maniobra que pareció gustarle pues movió la cadera para que continuara mi obra con la lengua. Sin mas problemas pasé lamiendo el perineo buscando el agujerito oscuro y clavando allí la lengua jugando con sus alrededores.

Mis dedos no abandonaban su clítoris tocándolo y humedeciéndolo con sus propios jugos. Medio ahogada pues tenia la nariz en el interior de coño cálido. Ahora era ella que gemía y suspiraba agarrándose los pechos y pellizcando los pezones. Volví a por su coñito con la boca justo cuando se corria por ni se la vez y seguí lamiendo su clítoris hasta que lo hizo una segunda y una tercera.

Se iba con cierto salvajismo que a mí me encantaba como todo lo demás de ella. aunque agotadas por la agitada noche nos tumbamos la una junto a la otra para descansar algo entre mimos y caricias. Alternado ratos de puro sexo salvaje con ternura increíble. No dejó de masturbarme suavemente mientras nos besábamos de forma dulce y lenta y yo acariciaba sus soberbios senos segura que eso le gustaba.

Por fin conseguimos un rato relajado y podíamos charlar de forma libre y contarnos lo que estábamos deseando saber de la otra. Comenzando por las relaciones con la novia. Me conto como se habían encontrado en una disco de la ciudad de la costa donde vive Sonia y la novia veranea Podía imaginármela perfectamente vestida muy sexi calentando al personal meneando las caderas y acercarse a su presa la belleza con la que yo ahora compartía mi cama.

Me contó que ese día iba arrebatadora con botas mini de vuelo y que cuando la sacó a bailar y apoyó las manos en su culo confirmó que debajo solo tenia un mínimo tanga y de como terminaron esa noche desnudas haciendo el amor sobre sus ropas tumbadas en la arena húmeda de la marea. Yo tuve que contarle como nos habíamos encontrado en un bar de ambiente en un duro día de invierno como estuvimos hablando y como aunque ella me había confesado su bisexualidad acabamos la noche empañando las ventanillas de mi coche a las afueras de la ciudad.

Comparando fechas descubrimos que había estado con las dos a la vez aunque ninguna de las dos relaciones era exclusiva sino amistad con sexo en los dos casos. nos resulto gracioso que en algun caso había dejado los brazos de una para ir a a reunirse con la otra o con su novio después de un viaje en coche.

Todo esto sin dejar de acariciarnos tiernamente ni un segundo, desnudas como estábamos yo le tocaba los pechos que me fascinaban y ella las caderas o el vientre. seguimos contándonos nuestra vida que ambas eramos lesbianas ahora sin pareja, el trabajo los amigos y la familia.

Sabiendo antes de hablar que eramos compatibles de forma perfecta y que la inmediata atracción que habíamos sentido la una por la otra podia llevarnos al amor a compartir la vida y la cama y una bonita boda solo que en esta iba a haber dos novias y muchas damas de honor lesbianas amigas y ex amantes y la unica despedida de soltera la íbamos a celebrar a solas con nuestra común amante.






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