Hola a td@s,
Más que un relato, quiero compartir alguna situación excitante, al menos para mí, que he vivido a lo largo de este proceso de fantasía que compartimos muchos de nosotros.
De forma resumida, los antecedentes a día de hoy son los siguientes:
Ella es consciente de mí fantasía, lleva tiempo alimentándola, también se excita con esa posibilidad de tener amantes pero, hábilmente, se va evadiendo de dar el paso definitivo. Yo soy consciente de la dificultad que entraña llevar dicha fantasía a cabo, tiempo, espacio y sobre todo la idoneidad del candidato, porque tanto ella como yo, seríamos muy exigentes...
El caso es que para que el jugueteo no caiga en rutina, hace unas semanas le pedí que me contaste alguna situación o polvo morboso con alguno de sus novios. Ella, no lo hizo de forma inmediata pero a principios de semana, una noche en la que yo no estaba muy receptivo, apagó la luz y me susurró al oído que durante un tiempo, en una época en la que tendría en torno a 24 años, se echó un noviete sin coche con el que adquirió la costumbre de follar en el portal, bueno, más que en el portal, en un descansillo del hueco de las escaleras, que en el portal de mis suegros va independiente de los espacios para ascensores. Según me contó, después de toda la tarde bebiendo, magreándose y poniéndose calientes, esperaban a la noche y a la ausencia del portero, para meterse en la subida por escaleras y hacerlo en el descansillo.
Me dijo que después de algunos besos tórridos y sobeteo, el tío se sacaba la polla y tiraba de sus hombros hacia abajo para que ella se arrodillara a chuparla.
Una vez satisfecho, la levantaba, la ponía contra la pared, y rodeándola con sus brazos desabrochaba sus pantalones y se los bajaba con fuerza hasta los tobillos junto con las bragas. Después, le sacaba las tetas por debajo del sujetador, le subía la camiseta hasta la boca y le ordenaba que la mordiese para que no se le bajara, luego con los antebrazos apoyados contra la pared, la masturbaba con una mano, y con la otra, le pellizcaba los pezones y así hasta que la notaba bien húmeda, momento en el cual la empotraba contra la pared hasta correrse sobre sus nalgas y espalda.
Hasta este momento, mi excitación con su relato era fantástica pero la cosa no acaba aquí. Pese a que mi esposa no es especialmente gritona, me contó que era tal el morbo de la situación y las embestidas que le daban, que jadeaba como una posesa, así hasta que un día, la puerta del hueco de la escalera se abrió de golpe y la mujer del portero, harta de aquel escándalo los echó de allí entre amenazas e insultos. El novio de mi chica huyó escalera abajo y mi novia escalera arriba con el culo al aire, las tetas colgando y tropezando torpemente con todo con los pantalones por los tobillos....
Todas mis expectativas de que me contase algo morboso con otra persona que no fuera yo, estaban más que cubiertas, esa noche follamos como locos pero al terminar mi curiosidad seguía despierta así que le pregunté, si alguien de la comunidad se había enterado del suceso, fue entonces cuando me contó que más o menos una semana después de la pillada, estaba sola en casa, en la ducha, llegó su madre a casa, la oyó preguntar que dónde estaba con tono amenazante y sin que pudiese contestar apenas, entró su madre hecha una furia en el cuarto de baño y tirándole del pelo, la sacó de la ducha y la llevó a rastras hasta su habitación azotándola sin parar por todo el cuerpo, llamándola puta y lamentándose profundamente de que la hubiera avergonzado de aquella forma.
La anécdota de la paliza que le dió su madre mientras estaba en pelotas me puso tan berraco que volvimos a hacerlo otra vez jjjjjj.
Más que un relato, quiero compartir alguna situación excitante, al menos para mí, que he vivido a lo largo de este proceso de fantasía que compartimos muchos de nosotros.
De forma resumida, los antecedentes a día de hoy son los siguientes:
Ella es consciente de mí fantasía, lleva tiempo alimentándola, también se excita con esa posibilidad de tener amantes pero, hábilmente, se va evadiendo de dar el paso definitivo. Yo soy consciente de la dificultad que entraña llevar dicha fantasía a cabo, tiempo, espacio y sobre todo la idoneidad del candidato, porque tanto ella como yo, seríamos muy exigentes...
El caso es que para que el jugueteo no caiga en rutina, hace unas semanas le pedí que me contaste alguna situación o polvo morboso con alguno de sus novios. Ella, no lo hizo de forma inmediata pero a principios de semana, una noche en la que yo no estaba muy receptivo, apagó la luz y me susurró al oído que durante un tiempo, en una época en la que tendría en torno a 24 años, se echó un noviete sin coche con el que adquirió la costumbre de follar en el portal, bueno, más que en el portal, en un descansillo del hueco de las escaleras, que en el portal de mis suegros va independiente de los espacios para ascensores. Según me contó, después de toda la tarde bebiendo, magreándose y poniéndose calientes, esperaban a la noche y a la ausencia del portero, para meterse en la subida por escaleras y hacerlo en el descansillo.
Me dijo que después de algunos besos tórridos y sobeteo, el tío se sacaba la polla y tiraba de sus hombros hacia abajo para que ella se arrodillara a chuparla.
Una vez satisfecho, la levantaba, la ponía contra la pared, y rodeándola con sus brazos desabrochaba sus pantalones y se los bajaba con fuerza hasta los tobillos junto con las bragas. Después, le sacaba las tetas por debajo del sujetador, le subía la camiseta hasta la boca y le ordenaba que la mordiese para que no se le bajara, luego con los antebrazos apoyados contra la pared, la masturbaba con una mano, y con la otra, le pellizcaba los pezones y así hasta que la notaba bien húmeda, momento en el cual la empotraba contra la pared hasta correrse sobre sus nalgas y espalda.
Hasta este momento, mi excitación con su relato era fantástica pero la cosa no acaba aquí. Pese a que mi esposa no es especialmente gritona, me contó que era tal el morbo de la situación y las embestidas que le daban, que jadeaba como una posesa, así hasta que un día, la puerta del hueco de la escalera se abrió de golpe y la mujer del portero, harta de aquel escándalo los echó de allí entre amenazas e insultos. El novio de mi chica huyó escalera abajo y mi novia escalera arriba con el culo al aire, las tetas colgando y tropezando torpemente con todo con los pantalones por los tobillos....
Todas mis expectativas de que me contase algo morboso con otra persona que no fuera yo, estaban más que cubiertas, esa noche follamos como locos pero al terminar mi curiosidad seguía despierta así que le pregunté, si alguien de la comunidad se había enterado del suceso, fue entonces cuando me contó que más o menos una semana después de la pillada, estaba sola en casa, en la ducha, llegó su madre a casa, la oyó preguntar que dónde estaba con tono amenazante y sin que pudiese contestar apenas, entró su madre hecha una furia en el cuarto de baño y tirándole del pelo, la sacó de la ducha y la llevó a rastras hasta su habitación azotándola sin parar por todo el cuerpo, llamándola puta y lamentándose profundamente de que la hubiera avergonzado de aquella forma.
La anécdota de la paliza que le dió su madre mientras estaba en pelotas me puso tan berraco que volvimos a hacerlo otra vez jjjjjj.
