El juego de Karol

BuBu77

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21 Jun 2023
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Karol dice:
te gustaría tener ese tanga?

Jose dice:
hmm... me lo dices en serio?

Karol dice:
si claro, dime si lo quieres y es tuyo ;)

Jose dice:
claro que lo quiero... pero me gustaría más poder sacártelo yo, despacio
deslizándolo lentamente por esas caderas que tan bien perfila...

Jose dice:
poder tocar tu piel... ¿me dejarías hacerlo así?

Jose dice:
Karol sigues ahí?

Karol dice:
si... estaba pensando que quizás a mi también me gustaría más de ese modo. A los dos nos gustaría más ;).

Jose dice:
:p

Karol dice:
tengo q dejarte cariño, se me hace tarde y mañana tengo que madrugar...
mañana seguiremos y veré si dejo que me lo saques o no ;) Besitos

-Karol ha cerrado sesión-



Jose se quedó mirando la luz azul de la pantalla y suspiró. Había pasado un buen rato con aquella chica y todavía sentía su falo oprimido por el pantalón y la sensación de excitación y morbo por todo el cuerpo. Respiró profundamente y se frotó los ojos antes de cerrar la tapa del portátil, se incorporó y mientras caminaba hacia la cocina para preparar la cena pensó que efectivamente no estaría nada mal convertir aquella fantasía en realidad.

Todo había comenzado como un juego unas horas antes, unas fotografías de Karol en ropa interior habían hecho que la conversación que hasta entonces habían mantenido subiera de tono. Estaba realmente preciosa con aquel conjunto negro apoyada en el cabecero de la cama, con su cabello descansando sobre la espalda y un tanga de hilo negro que dibujaba sus caderas.

Wow - había dicho Jose - estas increíble, ese tanguita marcando cadera, el pelo cayendo sobre la espalda. Me encanta. Me encantas ;).

No pudo evitar pensar cómo sería aquel momento, si algún día se convirtiera en realidad, desnudar lentamente a Karol, acariciar sus caderas y deslizar aquella prenda por sus muslos mientras besaba y mordisqueaba sus nalgas.

No estaría nada mal, no - fantaseó Jose mientras se dirigía al dormitorio.

-Karol ha iniciado sesión -

Había estado esperando aquel momento durante todo el día. En el trabajo no había podido sacarse de la cabeza aquel trozo de tela que tan bien dibujaba las formas de Karol. Cada vez que cerraba los ojos allí estaba ella, con su brazo agarrado al cabecero, ligeramente girada de modo que se podía adivinar uno de sus pechos entre el antebrazo y el costado.

Jose dice:
Hola preciosa que tal ha ido el día?

Karol dice:
Holaaaaaa

Karol dice:
Bien, la mañana ha estado un poco liada pero la tarde ha sido algo más tranquila :)

Jose dice:

ahora a relajarse jeje

Karol dice:

sip... ¿y tú que has hecho?

Jose dice:

pensar en ti... pensar en el tanguita de ayer...

Karol dice:

jajaja veo que te ha impactado

Jose dice:

no lo sabes tú bien mi niña, loquito me trae :p

Karol dice:

ya será para menos jajaja que sepas que sigue en pie la oferta de ayer ¿todavía lo quieres?

Jose dice:

lo dices en serio?. Me lo enviarías en una bolsita hermética para que pueda apreciar todo tu olor jajajaja... anda que...

Karol dice:

si te hace ilusión que te lo envíe así... te lo envío así ;)

Jose dice:

mujer... ilusión ilusión... me haría más ilusión llevármelo de recuerdo de un encuentro :p

Karol dice:

jajaja... o sea q si quedamos es para quitármelo, y te irías tan fresco con el tanga y a mi que me den ¿no?. Ya te vale.

Jose dice:

bueno.. si el que te da soy yo XDD... ya me agacho yo para recogerlo del suelo y me marcho tan fresco con mi trofeo XDD

Jose dice:

me lo llevaría de paseo por la ciudad, de copas y después lo guardaría en casa y lo cuidaría mucho :p

Karol dice:

jajaja estas como una cabra...

Jose dice:

eres tú que me pones malito :$

Karol dice:

ya ya... casi me gusta más esta otra forma, porque mira que si se pierde en el correo o se lo queda el repartidor

Jose dice:

noooo! Un cartero pajillero que se queda con mi tanga? Quita quita, sin duda alguna prefiero servirme yo mismo :p tú solo dime lugar y fecha y ya paso yo a recogerlo personalmente ;)

Karol dice:

jajaja... pongamos un lugar público ¿te atreverías?

Jose dice:

hmm... morbosilla en qué estarás pensando :p

Karol dice:
tu ven a recogerme a la estación del tren. Mejor dicho, como te importa más un trozo de tela que yo ven a por el :p.

Jose dice:

hecho, pero como te reconoceré?, nunca te he visto la cara

Karol dice:
ahhh... tu busca un tanga de hilo negro ;). Besitos wapetón.

-Karol ha cerrado sesión-
 
II.


El teléfono móvil vibró en el bolsillo del pantalón cuando se disponía a tomar el ascensor para subir a la oficina.
"Hola wapton, spro q no te hayas olvidado d tu tanga.Mñna a las 8.30 n la stacion d trn.Buskme q tngo prmio.Bss K."
Jose esbozó una sonrisa mientras entraba en el ascensor, saludó al resto de pasajeros y pulsó el botón del tercero. Aquel iba a ser un día muy largo.

Su reflejo desapareció de las puertas de aluminio pulido del ascensor cuando estas se abrieron dejando al descubierto un enorme pasillo, torció a la derecha y se dirigió a su despacho. Colgó su abrigo en el perchero,aflojó el nudo de la corbata se desabrochó los puños de la camisa volviéndolos sobre el antebrazo. Susana, su secretaria, le había dejado la correspondencia y las tareas del día encima del escritorio, pero se encontraba demasiado excitado como para pensar en el trabajo. Se acercó a la enorme ventana que presidía la sala, justo detrás de su mesa de trabajo, entreabrió las hojas de la veneciana y durante unos minutos perdió su mirada en el bullir de la gente por la calle. ¿Cómo demonios iba a reconocer a Krol entre la multitud que a esas horas de la mañana llega a la estación?. Sólo la conocía de las fotografías que se habían intercambiado y precisamente, en la estación no se presentaría tan ligera de ropa como en ellas. "Por desgracia" pensó sonriendo "si no sería demasiado fácil". Acarició la tapicería de la silla con la punta de los dedos, como si fuera la piel de Krol y se sentó dispuesto a terminar la jornada cuanto antes.

10:30. Era la hora que mostraba el reloj digital que tenía sobre la mesa. Dos horas, hacía dos horas que había llegado a la oficina y todavía no había sido capaz de pasar de la primera hoja del informe que tendría que presentar esa misma tarde. Solo podía pensar en el pelo de Krol, en sus pechos redondos, en sus labios, sus manos... y en que en unas pocas horas todo aquello que solamente conocía por fotografías se convertiría en algo real y palpable "Nunca mejor dicho" pensó mientras jugueteaba con un bolígrafo intentado reproducir las formas de Krol en un post-it amarillo. A cada trazo, cada línea que formaba una parte del cuerpo, el cuello, un pecho, una pierna, Jose la sentía como suya y notaba como aumentaba su excitación y su pene se clavaba contra el escritorio. Levantó el cuerpo para sentirlo contra la mesa, imaginando que se trataba del cuerpo de su objeto de deseo y cerró los ojos disfrutando de la sensación mientras deslizaba su mano bajo la ropa interior.

Se imaginó entrando en la habitación de Krol y encontrándola como en la fotografía, de espaldas apoyada en el cabecero de la cama, con un ligero giro que le permitía ver como sonreía. Se acercaba a la cama y de rodillas en ella la abrazaba, acariciando su vientre suave mientras sus labios recorrían sus hombros. Apartaba su cabello hacia un lado y la besaba en la nuca mientras acercaba su cuerpo a ella para sentir su calor. Sus manos subían hacia sus pechos mientra ella apretaba su trasero contra su sexo.... bajaba las manos por su cuerpo hasta las caderas y comenzaba a bajar aquel tanga negro por sus muslos muy despacio....

"Señor Gómez" - la voz de Susana lo devolvió al mundo real. Al abrir los ojos pudo ver como su secretaria lo observaba con una sonrisa desde el otro lado de la mesa, "Espero no molestarle pero tiene una visita, han llegado los clientes que esperaba. Les hago pasar o les digo que esperen un momento" - continuó mientras bajaba la vista hacia la entrepierna de Jose y le guiñaba un ojo.

"Dígales que esperen unos minutos" - le respondió mientras se colocaba en la butaca y arreglaba el pelo nervioso - "Ahora mismo los atiendo".

Siguió con la mirada el cuerpo de Susana y se levantó dirigiéndose al baño, necesitaba refrescarse la cara antes de enfrentarse al grupo de inversores que tenía en la agenda aquella mañana. Abrió el grifo de agua fría, se humedeció la nuca y las muñecas y durante unos segundos fijó su mirada en la imagen que le devolvía el espejo. Contó hasta diez, comprobó que en los pantalones no quedaba ningún rastro que delatara su fantasía matinal. Se colocó la corbata y los puños de la camisa antes de ponerse la chaqueta e indicar a Susana a través del interfono que hiciera pasar a los clientes. Definitivamente iba a ser un día muy largo.

15.43. Esa era la hora que marcaba el reloj cuando despidió al grupo después de una dura reunión. Había conseguido un provechoso acuerdo con ellos y durante unas horas había conseguido sacarse de la cabeza el cuerpo de Krol. Pocos segundos tardó en recordarlo al encontrar en el fondo de la papelera el post-it amarillo. Se agachó para recogerlo, lo dejó sobre la mesa y con un lápiz dibujó tres líneas... "Mañana será mio" murmuró mientras lo pegaba en la base del monitor de su ordenador.

"Susana, ¿hay alguna otra reunión programada para esta tarde?" - preguntó a través del interfono
"No señor Gómez, no hay nada programado."
"De acuerdo, me tomaré la tarde libre, si hay alguna llamada importante desvíela al móvil, muchas gracias".

Con el abrigo en el brazo abandonó el edificio de oficinas. Tres pitidos le avisaron de que había recibido un nuevo mensaje de texto.

"Buenas trds :).Qtal l trbajo?.Has pnsado n mi? jaja.Rqrda q t spro mñna.Bss.K"

Mientras caminaba hacia el bar de tapas para tomar algo antes de irse a casa, tecleó la respuesta

"Hola prciosa!Me he psdo todo l dia pnsando n ti y no m olvido dl reto. Bsitos nl qello niña mala"

Mientras apuraba la clara y la ración de patatas bravas que había pedido pensó en cómo adivinaría al día siguiente quien era Krol. Sabía que era morena, aproximadamente de su altura, en torno a la treintena y por lo que había podido apreciar en una de las fotografías que le había enviado los ojos marrones. El detalle de los ojos no era de demasiada utilidad, tendría que estar muy cerca para poder distinguirlo y lo más probable es que en caso de equivocarse de chica, además de ganarse una bofetada tendría que explicar a los guardias de seguridad qué hacía acosando a todas las mujeres morenas de metro setenta de la estación. Decididamente, y hasta que encontrara otra señal tendría que centrarse en el color del pelo y la estatura. Durante unos instantes observó a la clientela del local. Había al menos tres mujeres con esas características y sin embargo, sabía que ninguna de ellas era Ella.

Al llegar al apartamento encendió el ordenador. Revisó una por una todas las imágenes que tenía de Krol intentando encontrar algo que la diferenciara del resto y que fuera fácilmente reconocible. Sintió como su pene crecía dentro de sus pantalones mientras revisaba una y otra vez aquellas fotografías. Su garganta estaba seca y comenzó a fantasear de nuevo.

Sus manos bajaban lentamente el tanga negro de Krol pos sus muslos, el tacto era suave y con las palmas de las manos acariciaba cada trozo de piel mientras sentía la espalda de Krol sobre su pecho y su culo apretando su sexo. Cuando el tanga quedó a la altura de las rodillas, la tomó por la cintura y ella arqueó el cuerpo mientras Jose la besaba en el cuello. Su mano se deslizó por la cadera en dirección al sexo de Krol y cuando lo alcanzó un suspiro salió de sus labios. Pudo sentir como ella estaba también excitada al introducir la mano entre sus piernas. Al comenzar a acariciar su vagina con movimientos suaves. Krol acercó más su trasero al cuerpo de Jose aprisionando su falo, Comenzaron a moverse rítmicamente, Jose la masturbaba estimulando su clítoris con los dedos y Krol lo masturbaba con sus nalgas. Al principio lentamente mientras la besaba en el cuello y le mordisqueaba la oreja y después más rápido, cuando la otra mano de Jose acariciaba sus pechos y pellizcaba sus pezones, erectos y duros.

Un tlonk sacó a Jose del sueño
Krol dice:
toc toc

Jose dice
Adelante adelante :)

Krol dice:
Qué tal el día? ;)

Jose dice:
Uff duro... muy duro, como algo que tengo entre manos :p

Krol dice:
jajaja a saber en qué estarías pensando tú :p

Jose dice:
estaba pensando en ti jajaja

Krol dice:
ah si? uy entonces no quiero saber más, miedo me das XDD

Jose dice:
solo te dire que había tres cosas, tu, yo y una cama ;)

Krol dice:
jajaja.... anda termina lo q tenías entre manos ;)

Jose dice:
me parece que hoy no es el día de terminar nada... es la segunda vez que me cortan el rollo XD

Jose dice:
espero que mañana no me ocurra lo mismo :p

Krol dice :
jajajaja pobrecillo

Jose dice:
y sobre todo que adivine quién eres tú entre todas las mujeres que habrá a esa hora en la estación, que mira que como me equivoque y le arranque el tanga a mordiscos a la que no es... la que se puede liar

Krol dice:
jajaja... eso eso tu no te equivoques ;)- Besines niño malo y felices sueños.

Krol dice:
nos vemos mañana.... o no XDD. Besitos.

- Krol ha cerrado sesión -


Jose volvió a mirar las miniaturas en la pantalla, cerró la carpeta y apagó el ordenador.
 
III.

La estación a aquella hora de la mañana era un ir y venir constante de gente. Cada cinco minutos llegaba un cercanías lleno de trabajadores con cara de sueño. No iba a ser tan fácil distinguir a Karol entre la multitud como no encontrara un buen lugar desde el que poder observar el andén.

08:20 marcaba el enorme panel digital que anunciaba las salidas y llegadas de los convoys. Jose había recorrido toda la estación intentando localizar una posición desde la que pudiera ver al menos la mayor parte de las dársenas. Era una tarea complicada ya que la estación tenía tres andenes paralelos unidos por una red de subterráneos, por lo cual no era tan fácil conseguir una visión directa de los tres trenes que podían estar estacionados en el mismo momento. Había pensado en apostarse en una de las intersecciones de los túneles pero pronto lo descartó, había tres puntos en los que se unían y quedarían dos sin cubrir. "Las puertas de salida" . pensó mientras salía por las escaleras del túnel 2 - " Por ahí tendrá que pasar seguro".

La salida de la estación se hacía a través de una estancia enorme con el techo decorado con frescos y las paredes alicatadas con azulejos con dibujos azules. A ambos lados estaban dispuestas las taquillas y cuatro grandes puertas acristaldas, dos separaban el recinto de las dársenas y las otras dos de la calle. Dividiendo el vestíbulo había una fila de bancos de madera. Jose se sentó en uno de los bancos, situado entre ambas puertas y miró el reloj de pulsera. Había llegado el momento.

La megafonía anunció la llegada de un tren al andén 1. Pronto se abrieron las puertas y la gente comenzó a atravesar el vestíbulo. había tenido suerte, a esa hora solo llegaba un tren y no llevaba demasiados pasajeros con lo que la búsqueda sería relativamente más fácil. Jose comenzó a mover los ojos entre ambas puertas estudiando a cada una de las mujeres que pasaban por ellas intentando adivinar cual de ellas sería Karol. "Demasiado vieja.... demasiado alta... demasiado delgada, el pelo es demasiado rizado..." pensaba mientras iba descartando a las pasajeras a medida que salían por las puertas de cristal. Ya quedaban pocos pasajeros por abandonar la estación y comenzaba a estar nervioso ¿y si ya había pasado por delante de sus narices y no se había dado cuenta?¿y si al final había decidido no aparecer?. Jose estaba cada vez más nervioso hasta que algo llamó su atención.

A través del cristal de la puerta que daba a la dársena pudo ver a una mujer apoyada en una de las columnas que sostenían la bóveda acristalada que protegía a los pasajeros mientras esperaban los trenes. Estaba de espaldas y por la estatura bien pordría ser ella. Vestía una minifalda vaquera y una camiseta negra ceñida. Un cinturón blanco delimitaba su cadera. "Tiene que ser Karol" - pensó mientras cruzaba el arco de seguridad. Se paró varios metros antes de la columna y la volvió a observar de arriba a abajo. En la mano llevaba una bolsa de papel de Woman`s Secret ¿Una pista para ayudarle a reconocerla?. Llevaba el pelo suelto y le caía sobre la espalda, tal y como había visto tantas y tantas veces en aquella fotografía pero aún no estaba completamente seguro de que fuera ella. Se acercó intentando buscar alguna otra pista que le diera la certeza de que aquella era Karol. Dio unos cuantos pasos alrededor y se decidió a probar suerte, lo peor que podría pasar es que tuviera que disculparse.

"¿Si te digo Karol?" - dijo situándose detrás de ella y tocándole el hombro.

"Lo que llevo puesto es tuyo" - respondió con una risa burlona mientras levantaba ligeramente el borde de la camiseta para dejar al descubierto un hilillo negro. "Te ha costado encontrarme jajaja, ya pensé que no vendrías".

Jose se acercó a Karol por detrás y le dio un beso en el cuello antes de susurrarle al oido "Tienes algo que he venido a recoger". Pasó su dedo por el hilo negro y aprovechó para tocar su piel. Suave como había imaginado. Karol se dejó caer sobre él y pudo sentir su espalda contra su pecho. La abrazó mientras le decía con tono burlón "Y pienso llevármelo a casa querida".
 
Tomó a Karol por la cintura y la besó mientras se dirigían a los baños de la estación. Había imaginado aquella situación la noche anterior y no permitiría que nada le impidiera llevarla a cabo.

Habías puesto la condición de que lo tendría que recoger en un sitio público, sígueme - le indicó mientras empujaba la pesada puerta de seguridad que separaba la dársena de los baños de la estación. Ante ellos se abrió un enorme pasillo que terminaba con una esquina a noventa grados en la que se encontraban las puertas de los lavabos.

No tendrás pensado.... Karol no llegó a completar la frase antes de que una mirada de Jose le diera la respuesta.Tú elegirás cual prefieres, señoras o caballeros. Karol abrió la puerta del lavabo de señoras y con un movimiento de cabeza le indicó que entrara.

El baño no era demasiado grande y tenía un olor a desinfectante y lejía perfumada típico. Una pila de mármol con cuatro grifos y un enorme espejo con tubos fluorescentes ocupaba una de las paredes y justo enfrente de una línea de retretes todavía blancos y resplandecientes a aquella hora de la mañana ocupaba el resto del espacio disponible. Entre ambos una máquina de aire caliente y una pesada papelera de aluminio pulido.

Déjame asegurarme de que nadie nos moleste. Jose empujó la papelera y bloqueó la puerta de entrada. Si alguien intentara entrar tendría que empujar con fuerza y el chirrido del metal les indicaría la hora de esconderse. Preferiría no tener que explicarle al guardia de seguridad lo que estamos haciendo aquí dijo con tono burlón al tiempo que comprobaba que la puerta estaba efectivamente atrancada.Listo.

Karol se apoyó en la pila de mármol. Mientras se arreglaba el maquillaje podía ver los movimientos de Jose a través del espejo y como se acercaba para abrazarla. Sintió un escalofrío cuando las manos de Jose acariciaron sus muslos por encima de la falda. Me encanta este culito ¿lo sabías? - dijo al tiempo que la besaba en el cuello y levantaba el borde de la camiseta, dejando al descubierto su cintura morena. Me encanta este culito, me encanta este cuello, me encanta como hueles... repitió mientras seguía besando su cuello y jugueteando con su vientre. Aquellas manos masculinas recorrían su vientre acariciándolo por debajo de la camiseta, acelerando su respiración. Tomó la mano de Jose clavando su mirada en la imagen que le devolvía el espejo, suspiró y la dirigió hacia su sexo lentamente. Quería sentir el calor de aquellas manos recorriendo su cuerpo, aquellos dedos juguetear en su interior. Separó las piernas permitiendo a Jose acariciarla por encima de la ropa interior.

Cuando uno de sus dedos dibujó la entrada de su sexo con una ligera presión Jose sonrió. Los pezones de Karol habían despertado y se adivinaban bajo la camiseta. Mientras con una mano seguía explorando el pubis de Karol, la otra se abría camino por debajo de la ropa hacia sus pechos. Mordisqueó su oreja y Karol giró la cabeza para que la besara en los labios. Apretó su cuerpo contra el de ella sintiendo su pene crecer bajo los pantalones y ocupar el poco espacio que quedaba libre entre ambos. Un brillo característico inundó sus ojos, sus labios entreabiertos, los ojos cerrados y una sonrisa en la cara de Karol mientras estimulaba sus pezones con el pulgar y el índice era la imagen que le devolvía el enorme espejo. Giró su cuerpo con una media vuelta y la besó en los labios buscando su lengua.


Las manos de Jose se clavaron en su trasero cuando la levantó en el aire y la sentó sobre la encimera de mármol beige. El frío de la superficie bajo sus muslos hizo que cerrara las piernas alrededor de las caderas de Jose, que se abalanzó sobre ella. Comenzó a besar sus labios lentamente y a mordisquearlos mientras trataba de dejar al descubierto su cuerpo. Podía adivinar los movimientos de las manos enrollando la camiseta sobre su tronco, buscando sus pechos, apretándolos y tirando de los pezones, que estaban a punto de estallar. Con la espalda apoyada en el espejo arqueó ligeramente la espalda y sus pechos quedaron desafiantes ante la boca de Jose. Qué pezones mas apetitosos tienes dijo al tiempo que los tomaba entre sus labios - pequeños, rosaditos, duros y traviesos continuó mientras los dejaba escapar para volver a cogerlos. El calor de aquellas manos sobre sus pechos la hizo suspirar de nuevo, hundió sus dedos en el cabello de la cabeza de Jose y la fue empujando hacia su vientre, notando el rastro tibio de saliva que iba dejando en su recorrido.

Pronto la falda vaquera se convirtió en un cinturón alrededor de la cintura de Karol y ante los ojos de Jose, de rodillas en el suelo, apareció su objeto de deseo. Su trofeo, aquel minúsculo pedazo de tela que tanto deseaba se encontraba pegado a su cuerpo. Pudo comprobar lo húmedo que se encontraba al separarlo con sus dedos para dejar al descubierto su sexo. Se detuvo unos instantes acariciando los muslos de Karol, besándolos y disfrutando del olor a deseo que inundaba su nariz antes de separar ligeramente aquellos labios brillantes e introducir un dedo en ella.

Comenzó a penetrarla lentamente con un dedo al tiempo que con la lengua buscaba su clítoris. No tardó demasiado en encontrarlo y nada más rozarlo con la punta de la lengua de Karol brotó un gemido. Jose continuó moviendo sus dedos dentro su cuerpo, en cada embestida la penetración era más profunda y esto, junto a la cálida lengua alrededor de su clítoris la hacía estremecer de placer. Cerró los ojos y descargó su peso sobre el espejo cuando sintió que su orgasmo venía en camino. No pares ahora dale un poquito más fuerte y más rápido le ordenó mientras sentía los dedos de Jose mover su clítoris en círculos. Cuando sintió la presión de los dedos sobre su botoncito, supo que había llegado el momento, agarró el borde de la encimera y se dejó morir mientras Jose la miraba y sonreía mientras deslizaba el tanga por sus piernas, lo olía y lo guardaba en el bolsillo de la chaqueta.

Cuando Karol abrió los ojos Jose se estaba bajando la cremallera del pantalón y su pene asomó por la abertura. Una gotilla transparente brotaba de su glande, completamente rojo de la excitación. Se sentó en el borde de la pila con las piernas abiertas y lo agarró con una mano. Estaba caliente y podía sentir los latidos del corazón de Jose al cerrar su mano sobre el para dirigirlo hacia la entrada de su sexo. La tomó de las caderas y con un movimiento de cintura aquel trozo de carne desapareció en el interior de Karol. Durante unos instantes permaneció inmóvil, disfrutando de la sensación cálida alrededor de su pene, después comenzó a penetrarla lentamente estudiando cada una de las reacciones del cuerpo de Karol, sus pezones continuaban erectos y los mordisqueó camino de su cuello boca. ¿No creerías que me iba a escapar ahora que ya tengo mi trofeo verdad? dijo antes de besarla.

Un chirrido metálico los asustó. Alguien estaba empujando la puerta. Mierda, esta visto que esta semana no es la mía dijo Jose mientras cerraba la cremallera y la ayudaba a poner la camiseta y la minifalda en su sitio. Es la tercera vez que me cortan el rollo en dos días.
Escóndete anda, no vaya a venir el guardia de seguridad y te encuentre colorado, sudando y con mi tanga en el bolsillo dijo Karol señalando uno de los retretes y sonriendo.

Buenos días - acertó a escuchar desde detrás de la puerta blanca del retrete.
Buenos días esta vez era la voz de Karol.

El ruido de una cisterna, un grifo abierto, del secador de aire y de la puerta al cerrarse marcaron el inicio de un enorme silencio.

No me. Masculló Jose mientras entreabría la puerta y descubría que Karol ya no estaba allí.


11.25. Sobre la mesa del la oficina estiró el pedazo de tela que tanto había deseado, estaba todavía húmedo. Se lo acercó a la nariz y cerrando los ojos la imagen de Karol apoyada en el espejo vino a su mente. Volvió a dejarlo sobre la mesa y deslizó sus dedos sobre él. Al fin era suyo.
 
Que inoportunos. Le han cortado el rollo.
Bueno, seguro que se volverán a ver. Historia interesante.
 
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