Uf… qué situación tan cargada, ¿eh? Porque cuando hay amistad de verdad, y además se abre la puerta al tema sexual, todo se vuelve más eléctrico. Te entiendo cuando dices que estuviste a punto, porque cuando confías en alguien y encima hay morbo en el aire… mostrar algo tan íntimo como fotos de tu pareja puede sentirse casi como una confesión compartida. Un vínculo.
Yo nunca he enseñado fotos mías a un amigo de mi chico, pero sí he tenido alguna conversación donde notaba que si él me lo pedía, quizá… habría pasado algo. Y esa tensión se queda, aunque nunca se cruce la línea.
Romper el hielo, por lo que me han contado, muchas veces es cosa de segundos. Una mirada más sostenida, una frase del tipo “¿seguro que quieres verlas?”, o incluso soltar el móvil en la mesa y decir “tú sabrás hasta dónde quieres mirar…”. Es todo juego mental, ese momento donde sabes que si el otro da un paso, ya no hay vuelta atrás.
¿Y tú? ¿Te quedaste con las ganas… o fue solo el inicio de algo más?