Todos tenemos una amiga que da especial morbo, porque además de amiga y buen cuerpo, tiene unos pies bonitos.
Es el caso de una buena amiga mía. Tiene unos pies de infarto. Tobillos finos, deditos largos y rectos, talla acorde a su estatura y es aseada.
Cuando llega el verano y vamos a la playa o la piscina me pongo enfermo. Deseando estoy de que llegue de nuevo la temporada.
Un día nos invitó a su casa a cenar y beber y fumar. Iba descalza y no podía parar de mirarle los pies. En un momento, estábamos todos sentados en el sofá y subió los pies a la mesa apoyando los deditos en el borde. Me puse cachondísimo e incluso me empalmé. Pensé en tirarle una fotillo de estrangis pero era demasiado cantoso. Yo creo que muchas mujeres saben perfectamente del fetiche que tenemos la mayoría de hombres con los pies y ella sabe que los tiene bonitos y quiso exhibirlos.
Jamás me he atrevido a hacerle una foto, me daría muchísima vergüenza que me pillase. A ver si llega el día y el ángulo adecuado.
Es el caso de una buena amiga mía. Tiene unos pies de infarto. Tobillos finos, deditos largos y rectos, talla acorde a su estatura y es aseada.
Cuando llega el verano y vamos a la playa o la piscina me pongo enfermo. Deseando estoy de que llegue de nuevo la temporada.
Un día nos invitó a su casa a cenar y beber y fumar. Iba descalza y no podía parar de mirarle los pies. En un momento, estábamos todos sentados en el sofá y subió los pies a la mesa apoyando los deditos en el borde. Me puse cachondísimo e incluso me empalmé. Pensé en tirarle una fotillo de estrangis pero era demasiado cantoso. Yo creo que muchas mujeres saben perfectamente del fetiche que tenemos la mayoría de hombres con los pies y ella sabe que los tiene bonitos y quiso exhibirlos.
Jamás me he atrevido a hacerle una foto, me daría muchísima vergüenza que me pillase. A ver si llega el día y el ángulo adecuado.