Barnana38
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La trampa
Hace algún tiempo, tenía una relación con una mujer. Después de un tiempo de estar juntos como pareja, las cosas empezaron a ir de mal en peor. La relación iba muy mal. Discutíamos mucho, no nos entendíamos. Todo llegó a un punto en el que dejamos de vivir juntos y nos tomamos un tiempo para pensar.
Al estar separados, me di cuenta de que esta relación no iba a ser positiva para ninguno de los dos, así que estaba decidido a terminarla.
Aun así, de vez en cuando nos veíamos para charlar, para ver cómo nos iban las cosas... Y esas citas solían acabar en mi casa, follando. La verdad es que follaba muy bien, era muy apasionada, y me encantaba hacerlo con ella. En esos momentos era ella la que tomaba la iniciativa, ya que yo era más reacio a tener sexo para no complicar las cosas.
Mucho antes de la penetración, siempre tenía listo el preservativo y me lo ponía, ya que no quería sustos ni problemas por un embarazo no deseado. Ella no estaba usando ningún método anticonceptivo, por lo que era fértil. Y cada vez, CADA VEZ, cuando follábamos, me quitaba el condón con cualquier excusa: para chupármela, porque estaba demasiado "seco", porque le molestaba...
Me lo quitaba lentamente mirándome a los ojos, pidiéndome permiso... sabiendo perfectamente que yo era incapaz de negárselo. Ella sabía perfectamente que me encanta el sexo sin protección y el riesgo de embarazo... Y una vez que me quitaba el condón, era ella misma quien guiaba mi polla desnuda hacia su coño fértil e indefenso, y ahí yo ya perdía totalmente el control. En ese momento, tomaba posesión de mí y me volvía totalmente suyo. Podía hacer lo que quisiera conmigo. Y solía cabalgarme hasta hacer que me corriera dentro de ella. No podía detenerlo o evitarlo. Me rendía cada vez, incapaz de controlar mis impulsos una vez que sentía que mi polla desnuda la penetraba.
Al poco tiempo me di cuenta que ese no era un momento específico de locura, de pasión o de lujuria, sino que lo que estaba pasando es que ella estaba tratando de atraparme con un embarazo en esa relación que se hundía. Comprendí que todo era parte de un truco para dejarla embarazada y así quedar ligado de por vida por un hijo, o incluso tener una excusa para pedirme que continuara la relación por el bien de nuestro hijo. Eso era lo último que yo quería, porque ya no la amaba, y quería que tomáramos caminos diferentes en nuestras vidas.
Sin embargo, durante meses venía esporádicamente a mi casa; yo me ponía un condón para follármela; ella me lo quitaba y jugaba conmigo hasta que la penetraba a pelo y cada vez salía de mi casa con el coño encharcado con mi potente esperma. Yo sabía perfectamente que eso era exactamente lo que tenía que evitar, lo que era peligroso para mí, pero una vez que la penetraba a pelo me convertía en un animal acéfalo cuya única tarea era disfrutar del placer sexual y fecundar a su hembra. Y ella lo sabía.
![r/Morboporembarazar - La trampa r/Morboporembarazar - La trampa](https://preview.redd.it/lmo2vcdyk1oc1.jpg?width=735&format=pjpg&auto=webp&s=5ceb080b23171710afafc9e0272c6ccd906d4d9e)
Para controlarme y asegurarse de que me correría dentro de ella, solía follarme en sentándose sobre mí a horcajadas. Yo la avisaba de que me iba a correr y ella aceleraba la follada más rápido para provocarlo. En ese último momento, cuando me daba cuenta de que lo que iba a pasar era un gran error y de que probablemente me estaba jodiendo la vida al hacerlo, solía mirarla a los ojos mientras ella me sonreía... y luego me dejaba llevar irremediablemente y empezaba a correrme dentro como un animal. Mmmmm... esos momentos sintiendo como el fruto de mi placer fluía inevitablemente y, probablemente, con él me estaba jodiendo la vida y el futuro... Cada eyaculación vaciaba mis cojones de lefa, y mi futuro de opciones.
Esa combinación de dominio por su parte, de sumisión por la mía, de riesgo de embarazo, de peligro de arruinarnos la vida con el enorme problema que hubiera supuesto un hijo... Me encantaba. Trataba de evitarlo no quedando con ella, pero al final ella siempre me convencía, me engatusaba y "quedábamos para hablar"... logrando casi siempre que una buena riada de mi ADN anegara su útero. Odiaba esa situación y a la vez me encantaba... Me volví adicto a esas sensaciones.
Me despreciaba por no poder controlarme. Sentía dolor y angustia al darme cuenta de lo que ella estaba tratando de lograr. Me sentía cosificado, utilizado, prostituido a cambio de un momento de placer y excitación. Me sentía totalmente dominado por una mujer que conocía mi punto débil y lo empleaba para tratar de atraparme en una relación que yo ya no quería.
Sin embargo, cuando pasaban días o semanas sin saber de ella, sin que me propusiera "quedar una cita para vernos", comencaba a ponerme muy nervioso, a sentir una ansiedad horrible y un deseo incontenible de verla. Aunque me avergonzaba, deseaba que me obligara a follarla de nuevo sin protección, que me utilizara en un juego del gato y el ratón. Imploraba en mi pensamiento que volviera a contactarme para que, ante mi total indefensión, viniera a cosechar el fruto de mis testículos, a ordeñar mi fértil semilla. Y cuando me llamaba, sentía miedo y excitación, pero solo hasta que mi glande desnudo comenzaba a hundirse en sus entrañas. Entonces el miedo desaparecía y simplemente me dejaba llevar, absorto y aturdido por el placer que sentía al ser usado como un semental.
Y su gesto, esa sonrisa de poder y dominio sobre mí...
Finalmente, reuní el coraje suficiente para terminar la relación para siempre. No se quedó embarazada y eso me libró de muchos apuros. Fue casi un milagro que no sucediera porque mi lujuria inevitablemente me llevaba a ser usado y caer en la trampa.
Hace algún tiempo, tenía una relación con una mujer. Después de un tiempo de estar juntos como pareja, las cosas empezaron a ir de mal en peor. La relación iba muy mal. Discutíamos mucho, no nos entendíamos. Todo llegó a un punto en el que dejamos de vivir juntos y nos tomamos un tiempo para pensar.
Al estar separados, me di cuenta de que esta relación no iba a ser positiva para ninguno de los dos, así que estaba decidido a terminarla.
Aun así, de vez en cuando nos veíamos para charlar, para ver cómo nos iban las cosas... Y esas citas solían acabar en mi casa, follando. La verdad es que follaba muy bien, era muy apasionada, y me encantaba hacerlo con ella. En esos momentos era ella la que tomaba la iniciativa, ya que yo era más reacio a tener sexo para no complicar las cosas.
Mucho antes de la penetración, siempre tenía listo el preservativo y me lo ponía, ya que no quería sustos ni problemas por un embarazo no deseado. Ella no estaba usando ningún método anticonceptivo, por lo que era fértil. Y cada vez, CADA VEZ, cuando follábamos, me quitaba el condón con cualquier excusa: para chupármela, porque estaba demasiado "seco", porque le molestaba...
Me lo quitaba lentamente mirándome a los ojos, pidiéndome permiso... sabiendo perfectamente que yo era incapaz de negárselo. Ella sabía perfectamente que me encanta el sexo sin protección y el riesgo de embarazo... Y una vez que me quitaba el condón, era ella misma quien guiaba mi polla desnuda hacia su coño fértil e indefenso, y ahí yo ya perdía totalmente el control. En ese momento, tomaba posesión de mí y me volvía totalmente suyo. Podía hacer lo que quisiera conmigo. Y solía cabalgarme hasta hacer que me corriera dentro de ella. No podía detenerlo o evitarlo. Me rendía cada vez, incapaz de controlar mis impulsos una vez que sentía que mi polla desnuda la penetraba.
Al poco tiempo me di cuenta que ese no era un momento específico de locura, de pasión o de lujuria, sino que lo que estaba pasando es que ella estaba tratando de atraparme con un embarazo en esa relación que se hundía. Comprendí que todo era parte de un truco para dejarla embarazada y así quedar ligado de por vida por un hijo, o incluso tener una excusa para pedirme que continuara la relación por el bien de nuestro hijo. Eso era lo último que yo quería, porque ya no la amaba, y quería que tomáramos caminos diferentes en nuestras vidas.
Sin embargo, durante meses venía esporádicamente a mi casa; yo me ponía un condón para follármela; ella me lo quitaba y jugaba conmigo hasta que la penetraba a pelo y cada vez salía de mi casa con el coño encharcado con mi potente esperma. Yo sabía perfectamente que eso era exactamente lo que tenía que evitar, lo que era peligroso para mí, pero una vez que la penetraba a pelo me convertía en un animal acéfalo cuya única tarea era disfrutar del placer sexual y fecundar a su hembra. Y ella lo sabía.
![r/Morboporembarazar - La trampa r/Morboporembarazar - La trampa](https://preview.redd.it/lmo2vcdyk1oc1.jpg?width=735&format=pjpg&auto=webp&s=5ceb080b23171710afafc9e0272c6ccd906d4d9e)
Para controlarme y asegurarse de que me correría dentro de ella, solía follarme en sentándose sobre mí a horcajadas. Yo la avisaba de que me iba a correr y ella aceleraba la follada más rápido para provocarlo. En ese último momento, cuando me daba cuenta de que lo que iba a pasar era un gran error y de que probablemente me estaba jodiendo la vida al hacerlo, solía mirarla a los ojos mientras ella me sonreía... y luego me dejaba llevar irremediablemente y empezaba a correrme dentro como un animal. Mmmmm... esos momentos sintiendo como el fruto de mi placer fluía inevitablemente y, probablemente, con él me estaba jodiendo la vida y el futuro... Cada eyaculación vaciaba mis cojones de lefa, y mi futuro de opciones.
Esa combinación de dominio por su parte, de sumisión por la mía, de riesgo de embarazo, de peligro de arruinarnos la vida con el enorme problema que hubiera supuesto un hijo... Me encantaba. Trataba de evitarlo no quedando con ella, pero al final ella siempre me convencía, me engatusaba y "quedábamos para hablar"... logrando casi siempre que una buena riada de mi ADN anegara su útero. Odiaba esa situación y a la vez me encantaba... Me volví adicto a esas sensaciones.
Me despreciaba por no poder controlarme. Sentía dolor y angustia al darme cuenta de lo que ella estaba tratando de lograr. Me sentía cosificado, utilizado, prostituido a cambio de un momento de placer y excitación. Me sentía totalmente dominado por una mujer que conocía mi punto débil y lo empleaba para tratar de atraparme en una relación que yo ya no quería.
Sin embargo, cuando pasaban días o semanas sin saber de ella, sin que me propusiera "quedar una cita para vernos", comencaba a ponerme muy nervioso, a sentir una ansiedad horrible y un deseo incontenible de verla. Aunque me avergonzaba, deseaba que me obligara a follarla de nuevo sin protección, que me utilizara en un juego del gato y el ratón. Imploraba en mi pensamiento que volviera a contactarme para que, ante mi total indefensión, viniera a cosechar el fruto de mis testículos, a ordeñar mi fértil semilla. Y cuando me llamaba, sentía miedo y excitación, pero solo hasta que mi glande desnudo comenzaba a hundirse en sus entrañas. Entonces el miedo desaparecía y simplemente me dejaba llevar, absorto y aturdido por el placer que sentía al ser usado como un semental.
Y su gesto, esa sonrisa de poder y dominio sobre mí...
Finalmente, reuní el coraje suficiente para terminar la relación para siempre. No se quedó embarazada y eso me libró de muchos apuros. Fue casi un milagro que no sucediera porque mi lujuria inevitablemente me llevaba a ser usado y caer en la trampa.