Experiencias humillantes por durar poco

[filemon]

Ella se llama Sofía. Es de pelo castaño, alta, pechos de tamaño medio y un culo casi perfecto. Piel morena. Unos 35 años de edad. Habíamos quedado por ******. La primera cita quedamos y tomamos un par de vinos, fue bastante agradable. En algún momento salió el tema del sexo, pero más como una broma: algún comentario jocoso, algún doble significado, ese tipo de tonteos.

Hubo segundo cita, en su pueblo, en un bar cerca de su casa. Tomamos un vino y picamos algo ligero. Al despedirnos me ofreció ir a su casa a tomar otra. Subimos, nos sentamos en el sofá, trae dos vinos y se desata. Se sienta encima de mí, se levanta la camiseta y se quita el sujetador. Mi polla se endurece debajo de mis vaqueros. Al poco rato me lleva a la cama, me deja en boxers y se tumba encima de mí. Mis manos juguetean por su culo, sus pechos, su espalda, sus ingles. No tardo en desabrochar sus pantalones y bajárselos. Nuestros sexos se frotan solo con la barrera de la ligera tela de nuestra ropa interior. Meto la mano por debajo de su braga, noto que está totalmente depilada y le empiezo a frotar el clítoris, ella gime en mi oído "¿has visto lo mojada que me tienes?". Mi polla ya palpita debajo del boxer.

No debieron ni pasar tres minutos cuando ella empieza a deslizarse hacia abajo, buscando mi polla con su boca, mientras va bajando con una mano me acaricia el pecho y con otra me baja el boxer, mi polla sale disparada hacia el techo, totalmente descapullada, húmeda y palpitante. Me la agarra con la mano, su cara ya está a la altura de mi polla, me dedica una sonrisa que sin duda es la previa a metérsela en la boca. Me masturba suave unos segundos para hacer más esperada la mamada. En ese momento, tras no más de quince o veinte segundos de paja suave, noto que no voy a poder, que no puedo hacer nada. "Sofia Sofia...." me muevo un poco hacia arriba, intentado quitar su mano de mi polla, respirar medio minuto, pero en ese momento noto que ya ha empezado. Dos, tres, cuatro chorros de semen salen disparados ante el asombro de Sofia primero y su sonrisa después. Ella intenta disimular, no darle demasiada importancia, pero no sabe muy qué decir ni qué hacer...seguir?, parar?

"Y yo que te la iba a chupar" es lo único que pude acertar a escuchar de su boca cuando abri los ojos y la miré avergonzado...

 

[Hombre]

Ella se llama Sofía. Es de pelo castaño, alta, pechos de tamaño medio y un culo casi perfecto. Piel morena. Unos 35 años de edad. Habíamos quedado por ******. La primera cita quedamos y tomamos un par de vinos, fue bastante agradable. En algún momento salió el tema del sexo, pero más como una broma: algún comentario jocoso, algún doble significado, ese tipo de tonteos.

Hubo segundo cita, en su pueblo, en un bar cerca de su casa. Tomamos un vino y picamos algo ligero. Al despedirnos me ofreció ir a su casa a tomar otra. Subimos, nos sentamos en el sofá, trae dos vinos y se desata. Se sienta encima de mí, se levanta la camiseta y se quita el sujetador. Mi polla se endurece debajo de mis vaqueros. Al poco rato me lleva a la cama, me deja en boxers y se tumba encima de mí. Mis manos juguetean por su culo, sus pechos, su espalda, sus ingles. No tardo en desabrochar sus pantalones y bajárselos. Nuestros sexos se frotan solo con la barrera de la ligera tela de nuestra ropa interior. Meto la mano por debajo de su braga, noto que está totalmente depilada y le empiezo a frotar el clítoris, ella gime en mi oído "¿has visto lo mojada que me tienes?". Mi polla ya palpita debajo del boxer.

No debieron ni pasar tres minutos cuando ella empieza a deslizarse hacia abajo, buscando mi polla con su boca, mientras va bajando con una mano me acaricia el pecho y con otra me baja el boxer, mi polla sale disparada hacia el techo, totalmente descapullada, húmeda y palpitante. Me la agarra con la mano, su cara ya está a la altura de mi polla, me dedica una sonrisa que sin duda es la previa a metérsela en la boca. Me masturba suave unos segundos para hacer más esperada la mamada. En ese momento, tras no más de quince o veinte segundos de paja suave, noto que no voy a poder, que no puedo hacer nada. "Sofia Sofia...." me muevo un poco hacia arriba, intentado quitar su mano de mi polla, respirar medio minuto, pero en ese momento noto que ya ha empezado. Dos, tres, cuatro chorros de semen salen disparados ante el asombro de Sofia primero y su sonrisa después. Ella intenta disimular, no darle demasiada importancia, pero no sabe muy qué decir ni qué hacer...seguir?, parar?

"Y yo que te la iba a chupar" es lo único que pude acertar a escuchar de su boca cuando abri los ojos y la miré avergonzado...

Muy buen relato! Me ha gustado la reacción de ella. Sin dramatizar, cosa que se agradece. Y sin humillarte, cosas que -imagino- habrás agradecido aún más. No somos máquinas de follar....estas cosas pasan y creo que es bueno tomarlas con naturalidad.