Creo recordar que era un sábado tarde de primavera porque no recuerdo llevar mucha ropa. Ese día me quedaba en casa de una tía abuela mía, yo pasaba muchas días con ella mientras mi casa estaba vacía por el trabajo materno.
Mi tía recibía la visita de su hermano pequeño con frecuencia, un señor de 50 años. Pero ese día no vino solo, lo hizo con su hijo. Digamos que rondaba ya los 18 años. Mientras mi tía y su hermano jugaban al chinchón en el salón, él me mantenía "aislado" en la cocina.
La cosa iba entre risas, bromas, juegos, etc. pero aquella situación subía de tono por momentos. Recuerdo a la perfección la pregunta:
-¿ya tienes pelos en los huevos?
-Claro yo ya tenía... pero no le contesté.
-¿quieres ver los míos? tengo muchos.. insistió.
pero yo me negué a verlos por pudor, vergüenza o no sé qué..
Él hizo el gesto y se bajó los pantalones y los calzoncillos dejando al aire aquello que no me atreví a mirar. Insistió en que mirara pero no lo hice.
Del mira, mira, pasó a ¿quieres tocar?, pero yo continué con la negativa. Tras un buen rato de insistencia su padre lo llamó porque se marchaban.
Ahora con lo que sé, supongo que se marcharía con un calentón tremendo, confieso que allí yo tuve una erección brutal, supongo que por eso me daba vergüenza enseñársela. Aquella "primera vez" la recuerdo a menudo y me lamento la oportunidad que perdí ya no solo de ver una polla sino la de tocarla.
Nos volvimos a ver en más ocasiones pero nunca volvió a tener un trato afable conmigo. Se casó con una mujer pero errores cometemos todos.
Mi tía recibía la visita de su hermano pequeño con frecuencia, un señor de 50 años. Pero ese día no vino solo, lo hizo con su hijo. Digamos que rondaba ya los 18 años. Mientras mi tía y su hermano jugaban al chinchón en el salón, él me mantenía "aislado" en la cocina.
La cosa iba entre risas, bromas, juegos, etc. pero aquella situación subía de tono por momentos. Recuerdo a la perfección la pregunta:
-¿ya tienes pelos en los huevos?
-Claro yo ya tenía... pero no le contesté.
-¿quieres ver los míos? tengo muchos.. insistió.
pero yo me negué a verlos por pudor, vergüenza o no sé qué..
Él hizo el gesto y se bajó los pantalones y los calzoncillos dejando al aire aquello que no me atreví a mirar. Insistió en que mirara pero no lo hice.
Del mira, mira, pasó a ¿quieres tocar?, pero yo continué con la negativa. Tras un buen rato de insistencia su padre lo llamó porque se marchaban.
Ahora con lo que sé, supongo que se marcharía con un calentón tremendo, confieso que allí yo tuve una erección brutal, supongo que por eso me daba vergüenza enseñársela. Aquella "primera vez" la recuerdo a menudo y me lamento la oportunidad que perdí ya no solo de ver una polla sino la de tocarla.
Nos volvimos a ver en más ocasiones pero nunca volvió a tener un trato afable conmigo. Se casó con una mujer pero errores cometemos todos.