Fantasias, anecdotas y vivencias con curas y monjas

Voy a continuar.
Como podéis imaginar, el cura, después de esa primera noche y del éxito cosechado, no podía dejar pasar mucho tiempo, hasta afianzar bien la relación. Al día siguiente, por la noche, volvió a presentarse a cenar. Esta vez, quiso llevarla primero a la habitación, mientras su marido preparaba la cena y la mesa. Nerviosa, le pidió esperar un poco, mientras, como el día anterior, subió al piso de arriba a asegurarse de que los niños estaban dormidos. Mi mujer se volvió a hacer la dormida.
Cuando bajó, se dirigió directamente a la habitación matrimonial y el cura le siguió, procurando dejar la puerta bien abierta para que el marido se fuera haciendo cargo de la situación.....
Nada más entrar, la mandó inclinarse sobre la cama, le levantó el vestido, le quitó las bragas que se guardó, y desabrochado si sotana, le empezó a pasar la verga entre sus muslos, cuando sintió su sexo húmedo y receptivo, la penetró hasta hacerla gemir y gritar de placer, mientras el se derramaba en su interior......
El marido, mientras ponía a punto la cena y la mesa, no perdió detalle del goce de los dos.
Cuando salieron de la habitación la cena ya estaba a punto. Mientras se sentaban, el cura le indicó al marido que tenía también trabajo debajo de la mesa ... y mientras el marido se metía debajo, el cura acercó su mano para abrir los muslos de la mujer......esta para no manchar su vestido, lo había subido por detrás, sentándose directamente en la silla de madera.
La siguiente orden del cura fue que la dejara bien limpia para después de la cena ......
Qué pensáis que encontró el esposo debajo de la mesa???
 
Voy a continuar.
Como podéis imaginar, el cura, después de esa primera noche y del éxito cosechado, no podía dejar pasar mucho tiempo, hasta afianzar bien la relación. Al día siguiente, por la noche, volvió a presentarse a cenar. Esta vez, quiso llevarla primero a la habitación, mientras su marido preparaba la cena y la mesa. Nerviosa, le pidió esperar un poco, mientras, como el día anterior, subió al piso de arriba a asegurarse de que los niños estaban dormidos. Mi mujer se volvió a hacer la dormida.
Cuando bajó, se dirigió directamente a la habitación matrimonial y el cura le siguió, procurando dejar la puerta bien abierta para que el marido se fuera haciendo cargo de la situación.....
Nada más entrar, la mandó inclinarse sobre la cama, le levantó el vestido, le quitó las bragas que se guardó, y desabrochado si sotana, le empezó a pasar la verga entre sus muslos, cuando sintió su sexo húmedo y receptivo, la penetró hasta hacerla gemir y gritar de placer, mientras el se derramaba en su interior......
El marido, mientras ponía a punto la cena y la mesa, no perdió detalle del goce de los dos.
Cuando salieron de la habitación la cena ya estaba a punto. Mientras se sentaban, el cura le indicó al marido que tenía también trabajo debajo de la mesa ... y mientras el marido se metía debajo, el cura acercó su mano para abrir los muslos de la mujer......esta para no manchar su vestido, lo había subido por detrás, sentándose directamente en la silla de madera.
La siguiente orden del cura fue que la dejara bien limpia para después de la cena ......
Qué pensáis que encontró el esposo debajo de la mesa???
el rabo del cura
 
historias de esas hay muchas pero conocerlas de primera mano es muy dificil, en mi pueblo habia un vicario, que confesaba a solteronas beatas de noche en su casa (de ellas), y salia a las tantas mirando a derecha e izquierda que no lo viera nadie, pero siempre hay un ojo que observa,
Que morbazo 👏👏
 
historias de esas hay muchas pero conocerlas de primera mano es muy dificil, en mi pueblo habia un vicario, que confesaba a solteronas beatas de noche en su casa (de ellas), y salia a las tantas mirando a derecha e izquierda que no lo viera nadie, pero siempre hay un ojo que observa,
Jaja la vieja del visillo siempre está, no falla
 
Los primeros cuernos fueron un poco confusos para la pareja, pues no sabían cómo hacer, ni como reaccionar a todas las proposiciones del cura. Él si sabia muy bien lo que quería y como manejar la situación. El cura después de follar a la esposa por primera vez, les dejó solos para que entre ellos hablaran y fueran asimilando la situación. En cuanto se fue, el marido entró en la habitación y se abalanzó a besar a su mujer, como si hiciera siglos que no se veían. Ella le recibió con los brazos abiertos, mientras le decía gracias, por haberle permitido recibir tanto placer. Después de los primeros besos y abrazos, la esposa con los muslos bien abiertos, le indicó a su esposo como la había dejado, al tiempo que le comentaba la gran polla que tenía y la gran cantidad de semen que había recibido. Como sabía que a su marido le gustaba, pues a veces había saboreado el suyo propio, le agarró la cabeza y la dirigió a su coño, rebosante de leche de su nuevo macho. Fue un placer inmenso para los dos, compartir el semen del sacerdote y para ella percibir el placer de su esposo, limpiando y sintiendo su lengua dentro de su intimidad, asumiendo su nuevo papel de marido cornudo.
Esa noche durmieron plácidamente después de tantos nervios y preocupaciones. El veneno ya estaba en ellos y el cura se encargaría de que sus efectos no tuvieran marcha atrás. Cuando por la mañana fue la mujer a limpiar la casa y prepararle la comida, cuando lo vio preparado para irse, se puso roja como un tomate, mientras algo placentero sentía entre sus muslos. Él solo le comentó que le esperaran para cenar a la noche .....
Sigue, por favor... Me está encantando la historia
 
Sigue, por favor... Me está encantando la historia
Dejo el interrogante, para que cada cual piense lo que quiera y deje volar su imaginación.
Lo cierto es, que a partir de ese día, el cura se hizo el dueño y señor de la casa y de la pareja. Ese día durmió con ella toda la noche y sus ordenes fueron tajantes, a partir de ese momento el marido tenía que dormir en el salón en una cama supletoria. Se acostumbró a ir sobre las 10 de la noche a cenar e irse temprano antes que despertara el vecindario. Los niños aprendieron a ver con normalidad que cenara con ellos.
Consiguió convencerles para que la mujer, le hiciera la limpieza de la casa, las comidas y oficiara de monaguilla y la limpieza de la iglesia. A cambio les ayudaba a mantener la economía familiar.
La primera exigencia para ella fue que siemore tenía que estar sin bragas.
Así poco a poco fue llevandolos a su terreno y a dominar toda la situacion, haciendo de ellos unos buenos sumisos. Ella encantada, ya que con su esposo no se enteraba de nada, con un pene pequeño y eyaculador precoz, había sido un milagro que la dejara preñada tres veces. Y él ante el poder que en esos tiempos tenía la iglesia y los curas en los pueblos, ante la altura y fortaleza del cura y sobretodo ante sus atributos y habilidades para con su esposa, aceptó humildemente su superioridad, posiblemente también influido por cierta bisexualidad.
 
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