Creo que te pongas lo que te pongas, te quedará bien.
¿De niña buena? Creo que nunca. De mujer maravillosa, siempre.
Ese blanco saca a relucir tu lado más romántico, el más mimoso, el de un dulce despertar (aunque deba despertarse sin ropa)... Pero si el de salir a la calles después de una noche muy buena.
Te queda precioso.










