Historias secretas, de un hetero.

lenodi

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Como ser una puta en secreto.
Historias reales de un hetero, bisex, cd, sumiso, cornudo, swinger, durante 20 años.
 

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OBLIGADO A FOLLAR POR MI INDECISIÓN.

Es martes por la tarde, poco que hacer y aburrido en un hotel de la ciudad.

Empiezo a mirar los perfiles del “grind” y a buscar algún macho para que me deje comerle la polla. Fantaseo con unos y otros, empiezo a conversar con varios que se les ve más animados, con experiencia, hay dos que me tienen cachondo, se me pone dura mientras hablo con ellos y me la toco la polla.

Uno de ellos, el que más me gusta, es muy rudo y se le ve que me quiere follar sí o sí, pero quiere que vaya a su casa y follarme toda la tarde a lo bestia, vamos que sea su puta gratis.

Pero salir de la habitación ahora, con lo a gusto que estoy, me da mucha pereza.

El otro más educado, pero que apunta maneras de dominante, si está dispuesto a venir al hotel, después de charlar un rato, ver unas fotos, le doy mi número de habitación y le digo que venga.

Ya me ha confirmado que en 20 minutos viene, que se está preparando. Como siempre me entran los nervios, las dudas de por qué soy tan puta, con lo tranquilo que podría estar en el hotel, pero ya está hecho, hay que servir al macho.

Me doy una ducha rápida, dejo la puerta de la habitación abierta con una tarjeta, me tumbo desnudo en la cama, con las luces apagadas, la cortina a medio echar, una luz tenue para que el morbo sea mayor.

Mientras espero, me leo unos relatos porno, entro en algún foro gay, para seguir cachondo.

Me manda un mensaje, me dice que ya está en el ascensor, le digo que entre directo que he dejado la puerta abierta.

Llama a la puerta, pasa, al verlo en frente mía, lo primero que pienso es que no se parece nada a las fotos, que son de hace 10 años o más.

Mal empezamos, se acerca a mí, empieza a acariciarme, diciendo lo que le gusto, lo bueno que estoy, eso me alegra y a quien no le gusta un alago, ¿no?.

Me levanto y empezamos a acariciarnos, tocarnos la polla, besarnos, le voy desnudando, tiene un olor a Brúmel muy fuerte, yo pensaba que esa colonia ya no la fabricaban.

El caso es, que entre las fotos antiguas, el olor brumel, que se está poniendo cariñoso, me pega un bajón y se me pasan las ganas.

_ Mira Jose, vamos a dejarlo que me ha dado un bajón.

_ ¡Pero que dices!. Mira como me tienes, dice señalándose la polla.

¡No me jodas!.
_ es que se me ha pasado el calentón, pírate, lo siento.
_ Por lo menos, déjame que me corra, cabrón.
_ venga, ya que has venido por lo menos córrete.
Se acerca a mí, cogiéndome la cabeza, empieza a meterme la polla en la boca con fuerza pero a un ritmo lento.
Quiero sacármela y meneársela con la mano, rápido mientras le como el capullo un poco, así terminar rápido, pero no me deja.

Quiere follarme la boca sin prisa, es lo que está haciendo.
La mete bien al fondo, apartando mis manos y empujando mi cabeza.

_ Que bien la comes cabrón, así despacio, no tengas prisa, tranquilo.
Y sigue metiéndomela toda entera, hasta el fondo, sin ningún tipo de prisa, marcando el su ritmo, sin dejarme a mí hacerlo más rápido para terminar pronto.

Qué hijo de puta, está dolido y se ve que quiere follarme la boca bien fuerte, para demostrarme quién manda,
El problema es que me está empezando a gustar.
Sentirme forzado a hacer lo que no quiero, que no me deje sacarla ni para respirar, me está poniendo más cachondo que los besos y caricias de antes.

Qué animal, además, tiene buena polla, esa sí es la de las fotos.
Sigue con su ritmo, sus movimientos fuertes, sin sacarla en ningún momento.
Tumbado en la cama, con su polla dentro de mi boca, mi cabeza agarrada por el tío que quería que se fuera, me está poniendo a tope.
Pero, me da miedo que el cabrón se corra dentro de mi boca sin decirme nada, como puedo me la saco y le digo que pare que ya hemos terminado.
Me suelta una ostia. Agarrándome del cuello, acerca su cara, muy bajito me dice:
_ Eres una puta y mira como me has puesto, ahora vas a terminar lo que has empezado y te voy a follar el culo, quieras o no.
Joder con el cariñoso, valla cambió que ha pegado.
Sin darme tiempo a responder, me empotra contra la cama, boca abajo, apretando mi cabeza contra la almohada y las piernas colgando.
Se coloca encima de mí, sin dejar que me mueva, aunque lo intento, me tiene bien cogido, así que le dejo que siga, aunque no sea lo que yo quiero.
Empieza a meterme un dedo, para dilatarme, que previamente se ha mojado con saliva, dilata mi culo mientras con la otra mano sigue sujetándome contra la cama.

Uno, dos, tres dedos. Y cuando tiene mi culo dilatado, sin preguntar, me mete su polla con fuerza, hasta el fondo y con rabia.

Dios, qué dolor, o que placer, no lo sé muy bien, pero me deja paralizado, mientras sigue follándome, como a una puta.
Me saltan las lágrimas del dolor o la rabia, me está follando, y le dije que se fuera, pero mi lado de puta, hace que le deje seguir, que deje que me use, que disfrute de mi culo, aunque sienta un dolor y una rabia tremenda.

Está disfrutando, se le nota, lleva un ritmo y una fuerza, que más quisiera uno de 20.

Empiezo a notar sus espasmos, noto que se va a correr, grito, le digo que no, que pare por favor.
No me hace caso, ralentizando el ritmo, regodeándose en su placer, empieza a correrse dentro de mi culo y a gritar como un cerdo.

_ Vamos zorra, que te va a gustar, nota mi leche en tu culo, disfrútalo cabrón.

El cabrón se ha corrido, sin preguntar.

La saca, se limpia con las sábanas, las tira al suelo, se viste y se va, sin despedirse.
Yo tumbado boca abajo, sin moverme por la vergüenza, notando mi culo lleno de su leche, con una mezcla de excitación y rabia, espero a que salga, para no cruzar la mirada con él.
 
OBLIGADO A FOLLAR POR MI INDECISIÓN.

Es martes por la tarde, poco que hacer y aburrido en un hotel de la ciudad.

Empiezo a mirar los perfiles del “grind” y a buscar algún macho para que me deje comerle la polla. Fantaseo con unos y otros, empiezo a conversar con varios que se les ve más animados, con experiencia, hay dos que me tienen cachondo, se me pone dura mientras hablo con ellos y me la toco la polla.

Uno de ellos, el que más me gusta, es muy rudo y se le ve que me quiere follar sí o sí, pero quiere que vaya a su casa y follarme toda la tarde a lo bestia, vamos que sea su puta gratis.

Pero salir de la habitación ahora, con lo a gusto que estoy, me da mucha pereza.

El otro más educado, pero que apunta maneras de dominante, si está dispuesto a venir al hotel, después de charlar un rato, ver unas fotos, le doy mi número de habitación y le digo que venga.

Ya me ha confirmado que en 20 minutos viene, que se está preparando. Como siempre me entran los nervios, las dudas de por qué soy tan puta, con lo tranquilo que podría estar en el hotel, pero ya está hecho, hay que servir al macho.

Me doy una ducha rápida, dejo la puerta de la habitación abierta con una tarjeta, me tumbo desnudo en la cama, con las luces apagadas, la cortina a medio echar, una luz tenue para que el morbo sea mayor.

Mientras espero, me leo unos relatos porno, entro en algún foro gay, para seguir cachondo.

Me manda un mensaje, me dice que ya está en el ascensor, le digo que entre directo que he dejado la puerta abierta.

Llama a la puerta, pasa, al verlo en frente mía, lo primero que pienso es que no se parece nada a las fotos, que son de hace 10 años o más.

Mal empezamos, se acerca a mí, empieza a acariciarme, diciendo lo que le gusto, lo bueno que estoy, eso me alegra y a quien no le gusta un alago, ¿no?.

Me levanto y empezamos a acariciarnos, tocarnos la polla, besarnos, le voy desnudando, tiene un olor a Brúmel muy fuerte, yo pensaba que esa colonia ya no la fabricaban.

El caso es, que entre las fotos antiguas, el olor brumel, que se está poniendo cariñoso, me pega un bajón y se me pasan las ganas.

_ Mira Jose, vamos a dejarlo que me ha dado un bajón.

_ ¡Pero que dices!. Mira como me tienes, dice señalándose la polla.

¡No me jodas!.
_ es que se me ha pasado el calentón, pírate, lo siento.
_ Por lo menos, déjame que me corra, cabrón.
_ venga, ya que has venido por lo menos córrete.
Se acerca a mí, cogiéndome la cabeza, empieza a meterme la polla en la boca con fuerza pero a un ritmo lento.
Quiero sacármela y meneársela con la mano, rápido mientras le como el capullo un poco, así terminar rápido, pero no me deja.

Quiere follarme la boca sin prisa, es lo que está haciendo.
La mete bien al fondo, apartando mis manos y empujando mi cabeza.

_ Que bien la comes cabrón, así despacio, no tengas prisa, tranquilo.
Y sigue metiéndomela toda entera, hasta el fondo, sin ningún tipo de prisa, marcando el su ritmo, sin dejarme a mí hacerlo más rápido para terminar pronto.

Qué hijo de puta, está dolido y se ve que quiere follarme la boca bien fuerte, para demostrarme quién manda,
El problema es que me está empezando a gustar.
Sentirme forzado a hacer lo que no quiero, que no me deje sacarla ni para respirar, me está poniendo más cachondo que los besos y caricias de antes.

Qué animal, además, tiene buena polla, esa sí es la de las fotos.
Sigue con su ritmo, sus movimientos fuertes, sin sacarla en ningún momento.
Tumbado en la cama, con su polla dentro de mi boca, mi cabeza agarrada por el tío que quería que se fuera, me está poniendo a tope.
Pero, me da miedo que el cabrón se corra dentro de mi boca sin decirme nada, como puedo me la saco y le digo que pare que ya hemos terminado.
Me suelta una ostia. Agarrándome del cuello, acerca su cara, muy bajito me dice:
_ Eres una puta y mira como me has puesto, ahora vas a terminar lo que has empezado y te voy a follar el culo, quieras o no.
Joder con el cariñoso, valla cambió que ha pegado.
Sin darme tiempo a responder, me empotra contra la cama, boca abajo, apretando mi cabeza contra la almohada y las piernas colgando.
Se coloca encima de mí, sin dejar que me mueva, aunque lo intento, me tiene bien cogido, así que le dejo que siga, aunque no sea lo que yo quiero.
Empieza a meterme un dedo, para dilatarme, que previamente se ha mojado con saliva, dilata mi culo mientras con la otra mano sigue sujetándome contra la cama.

Uno, dos, tres dedos. Y cuando tiene mi culo dilatado, sin preguntar, me mete su polla con fuerza, hasta el fondo y con rabia.

Dios, qué dolor, o que placer, no lo sé muy bien, pero me deja paralizado, mientras sigue follándome, como a una puta.
Me saltan las lágrimas del dolor o la rabia, me está follando, y le dije que se fuera, pero mi lado de puta, hace que le deje seguir, que deje que me use, que disfrute de mi culo, aunque sienta un dolor y una rabia tremenda.

Está disfrutando, se le nota, lleva un ritmo y una fuerza, que más quisiera uno de 20.

Empiezo a notar sus espasmos, noto que se va a correr, grito, le digo que no, que pare por favor.
No me hace caso, ralentizando el ritmo, regodeándose en su placer, empieza a correrse dentro de mi culo y a gritar como un cerdo.

_ Vamos zorra, que te va a gustar, nota mi leche en tu culo, disfrútalo cabrón.

El cabrón se ha corrido, sin preguntar.

La saca, se limpia con las sábanas, las tira al suelo, se viste y se va, sin despedirse.
Yo tumbado boca abajo, sin moverme por la vergüenza, notando mi culo lleno de su leche, con una mezcla de excitación y rabia, espero a que salga, para no cruzar la mirada con él
 
OBLIGADO A FOLLAR POR MI INDECISIÓN.

Es martes por la tarde, poco que hacer y aburrido en un hotel de la ciudad.

Empiezo a mirar los perfiles del “grind” y a buscar algún macho para que me deje comerle la polla. Fantaseo con unos y otros, empiezo a conversar con varios que se les ve más animados, con experiencia, hay dos que me tienen cachondo, se me pone dura mientras hablo con ellos y me la toco la polla.

Uno de ellos, el que más me gusta, es muy rudo y se le ve que me quiere follar sí o sí, pero quiere que vaya a su casa y follarme toda la tarde a lo bestia, vamos que sea su puta gratis.

Pero salir de la habitación ahora, con lo a gusto que estoy, me da mucha pereza.

El otro más educado, pero que apunta maneras de dominante, si está dispuesto a venir al hotel, después de charlar un rato, ver unas fotos, le doy mi número de habitación y le digo que venga.

Ya me ha confirmado que en 20 minutos viene, que se está preparando. Como siempre me entran los nervios, las dudas de por qué soy tan puta, con lo tranquilo que podría estar en el hotel, pero ya está hecho, hay que servir al macho.

Me doy una ducha rápida, dejo la puerta de la habitación abierta con una tarjeta, me tumbo desnudo en la cama, con las luces apagadas, la cortina a medio echar, una luz tenue para que el morbo sea mayor.

Mientras espero, me leo unos relatos porno, entro en algún foro gay, para seguir cachondo.

Me manda un mensaje, me dice que ya está en el ascensor, le digo que entre directo que he dejado la puerta abierta.

Llama a la puerta, pasa, al verlo en frente mía, lo primero que pienso es que no se parece nada a las fotos, que son de hace 10 años o más.

Mal empezamos, se acerca a mí, empieza a acariciarme, diciendo lo que le gusto, lo bueno que estoy, eso me alegra y a quien no le gusta un alago, ¿no?.

Me levanto y empezamos a acariciarnos, tocarnos la polla, besarnos, le voy desnudando, tiene un olor a Brúmel muy fuerte, yo pensaba que esa colonia ya no la fabricaban.

El caso es, que entre las fotos antiguas, el olor brumel, que se está poniendo cariñoso, me pega un bajón y se me pasan las ganas.

_ Mira Jose, vamos a dejarlo que me ha dado un bajón.

_ ¡Pero que dices!. Mira como me tienes, dice señalándose la polla.

¡No me jodas!.
_ es que se me ha pasado el calentón, pírate, lo siento.
_ Por lo menos, déjame que me corra, cabrón.
_ venga, ya que has venido por lo menos córrete.
Se acerca a mí, cogiéndome la cabeza, empieza a meterme la polla en la boca con fuerza pero a un ritmo lento.
Quiero sacármela y meneársela con la mano, rápido mientras le como el capullo un poco, así terminar rápido, pero no me deja.

Quiere follarme la boca sin prisa, es lo que está haciendo.
La mete bien al fondo, apartando mis manos y empujando mi cabeza.

_ Que bien la comes cabrón, así despacio, no tengas prisa, tranquilo.
Y sigue metiéndomela toda entera, hasta el fondo, sin ningún tipo de prisa, marcando el su ritmo, sin dejarme a mí hacerlo más rápido para terminar pronto.

Qué hijo de puta, está dolido y se ve que quiere follarme la boca bien fuerte, para demostrarme quién manda,
El problema es que me está empezando a gustar.
Sentirme forzado a hacer lo que no quiero, que no me deje sacarla ni para respirar, me está poniendo más cachondo que los besos y caricias de antes.

Qué animal, además, tiene buena polla, esa sí es la de las fotos.
Sigue con su ritmo, sus movimientos fuertes, sin sacarla en ningún momento.
Tumbado en la cama, con su polla dentro de mi boca, mi cabeza agarrada por el tío que quería que se fuera, me está poniendo a tope.
Pero, me da miedo que el cabrón se corra dentro de mi boca sin decirme nada, como puedo me la saco y le digo que pare que ya hemos terminado.
Me suelta una ostia. Agarrándome del cuello, acerca su cara, muy bajito me dice:
_ Eres una puta y mira como me has puesto, ahora vas a terminar lo que has empezado y te voy a follar el culo, quieras o no.
Joder con el cariñoso, valla cambió que ha pegado.
Sin darme tiempo a responder, me empotra contra la cama, boca abajo, apretando mi cabeza contra la almohada y las piernas colgando.
Se coloca encima de mí, sin dejar que me mueva, aunque lo intento, me tiene bien cogido, así que le dejo que siga, aunque no sea lo que yo quiero.
Empieza a meterme un dedo, para dilatarme, que previamente se ha mojado con saliva, dilata mi culo mientras con la otra mano sigue sujetándome contra la cama.

Uno, dos, tres dedos. Y cuando tiene mi culo dilatado, sin preguntar, me mete su polla con fuerza, hasta el fondo y con rabia.

Dios, qué dolor, o que placer, no lo sé muy bien, pero me deja paralizado, mientras sigue follándome, como a una puta.
Me saltan las lágrimas del dolor o la rabia, me está follando, y le dije que se fuera, pero mi lado de puta, hace que le deje seguir, que deje que me use, que disfrute de mi culo, aunque sienta un dolor y una rabia tremenda.

Está disfrutando, se le nota, lleva un ritmo y una fuerza, que más quisiera uno de 20.

Empiezo a notar sus espasmos, noto que se va a correr, grito, le digo que no, que pare por favor.
No me hace caso, ralentizando el ritmo, regodeándose en su placer, empieza a correrse dentro de mi culo y a gritar como un cerdo.

_ Vamos zorra, que te va a gustar, nota mi leche en tu culo, disfrútalo cabrón.

El cabrón se ha corrido, sin preguntar.

La saca, se limpia con las sábanas, las tira al suelo, se viste y se va, sin despedirse.
Yo tumbado boca abajo, sin moverme por la vergüenza, notando mi culo lleno de su leche, con una mezcla de excitación y rabia, espero a que salga, para no cruzar la mirada con él.
Muy buena historia 👏🏻👏🏻👏🏻
 
Todavía recuerdo mi primera polla. Tendría unos 16 o 17 años.

El sabor y la forma que tenía.

Era más bien pequeña para las pollas que me he comido a día de hoy, pero ese día me pareció perfecta.

Un travesti sudamericano, totalmente depilado y moreno, piel fina y olor a mujer.

Estaba en su coche y me cogió de la cabeza, con suavidad y me acerco a su polla, para metérmela poco a poco pero hasta el fondo.

Qué sensación sentí más buena y que cachondo me puse, empecé a chuparla con unas ganas que no pudo evitar correrse en mi boca y yo tragarme su corrida entera.

Así estuvimos casi un año, me llamaba cuando tenía ganas, yo iba, se la comía hasta que se corría y me marchaba.

Había días que me llamaba dos veces y no podía decirle que no.

Estaba enganchado a esa lefa, caliente, dulce y abundante que me daba cuando le apetecía.
 
Esa noche llegamos a casa de nuestro amigo Ramón. Estuvimos, como muchos otros días, por el centro de Madrid tomándola.

Habíamos bebido mucho y tomado alguna que otra cosa más, y todavía nos quedaba mecha para rato. Ya eran las 7 de la mañana y el día nos despejó.

Éramos los cinco amigos de siempre, me dejaron ir a la habitación de Susana, que era la hermana de Ramón, y ponerme lo que quisiera, ya que ella y los padres de Ramón, no regresaría hasta el lunes. Cuando llegue, ya habían puesto una porno, tenían las pollas en la mano mientras veían la televisión. Yo estaba totalmente desnudo, con solo unas medias negras y un tanga de Susana, que me sujetaba la polla, a duras penas.

Ya sabía lo que tenía que hacer, sin más preámbulos, me dirijo a la mesa del salón, pongo el pecho en ella, me tapó la cabeza con una toalla y abro las piernas, así dejaba mi culo abierto y disponible para ellos.

Mis amigos no eran gais, pero con unas copas y un poco de porno se ponían a cien, y con un agujero cerca no lo dejaban escapar.

Según se iban poniendo cachondos con la porno, se levantaban me follaban el culo un rato y se volvían a sentar, así pasaron dos o tres veces cada uno, hasta que el primero se corrió dentro de mi culo, note su lefa caliente dentro de mí, el siguiente aparto la toalla un poco y metiéndomela en la boca agarrando mi cabeza empezó a bombear con fuerza, corriéndose dentro, sin dejar que me la sacara, antes de que el segundo se corriera en mi boca, ya tenía a otro en mi culo, follándoselo con fuerza, hasta que también se corrió dentro, mientras los demás se burlaban de mí y hacían bromas sobre lo que me gustaba ser su puta.

El último me dijo que se estaba meando, si quería que se meara en mi boca, antes de correrse, pero que me lo tenía que tragar todo que no pensaba recoger nada, le dije que sí, que lo hiciera a poquitos y dentro de mi boca, que me lo bebía todo sin problema, metió la polla en mi boca para empezar a soltar choros dentro, cortos pero con fuerza, que me tragaba sin protestar hasta que termino. Sin sacarla continuó para correrse, metiéndola bien al fondo, forzando todo lo que podía para darse más placer, termino metiéndomela entera y ayudándose con las dos manos para agarrar mi cabeza y que no pudiera escaparme, termino con una buena corrida que me tuve que tragar también.

Estaba agotado, con dos corridas en el culo, dos en la boca y una meada, que más se puede pedir.

Pero con tanta polla dentro, sin correrme, estaba muy, pero que muy cachondo, me levanté apretando el culo para que no sé cayera la lefa, que aún sentía dentro de mi ardiente, irritado culo, mire al sofá, allí estaba ramón medio tumbado y con la polla otra vez dura, mientras miraba la tele, había sido el primero en follarme, como siempre, por ser el dueño de la casa, tenía esa preferencia y ya se había recuperado.

A cuatro patas fui gateando hasta él, me puse entre sus piernas y comencé a comerle los huevos, metiéndomelos enteros en la boca y dejándolos salir apretando lo más que podía con mis labios y dejando salir todas las babas que podía para lubricárselos bien y darle placer, conseguí que dejara de tocársela y se reclinara para atrás y me dejara toda su polla para mí mirándole a la cara mientras él me ignoraba y se centraba en la película fui subiendo por su polla con la lengua, hasta llegar al capullo y metérmelo dentro, absorbiendo con fuerza, mientras me la metía dentro, llegaba hasta sus huevos, mientras seguía jugando con su polla, les escuchaba como hacían comentarios sobre mí.

"Que bien la come"

"que ganas le pone siempre"

"si fuera una chica me casaba con ella"

"qué buen culo tiene"

Y cosas así, que conseguían ponerme a cien y sentirme muy puta.

Rafa que estaba al lado nuestro en el sofá, al ver la mamada que le estaba haciendo a Ramón y con la peli en su mejor momento, empezó a ponerse cachondo otra vez, cogió mi mano y se la puso encima de su polla para que le empezara a hacer una paja.

"Menéamela puta", si me la pones dura del todo, cuando termines con Ramón te dejo que me la comas otra vez.

Así que sin descanso, me vi otra vez dando placer a mis queridos amigos.

CONTINUARA...
 

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