La cabaña del leñador

Joma23

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22 Ago 2023
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Hola a todxs,

Me animo a escribir por primera vez en el nuevo foro.

Primero de todo, este hilo mezclará relatos reales, en su mayoría, pero también algunos ficticios. Quedará a tu juicio determinar a cuál pertenece cada uno.

Mi idea inicial es que sean relatos cortos y que al leerlos puedas imaginarte los protagonistas como tu quieras, por lo que intentaré no entrar mucho a su descripción física ni su forma de ser, serán cómo y quiénes tú quieras.

(Aunque quiero dejar hueco a tu imaginación, tengo que decirte que soy un hombre, por lo que los relatos estarán escritos desde esta perspectiva).

No obstante, existe un marco real que es donde tendrán lugar los relatos: "la cabaña del leñador".

La cabaña está situada en un valle rodeado de bosque, un río y montaña. El pueblo más cercano está a 10-15 minutos en coche por lo que no hay vecinos.

Tiene tres alturas, a ras de tierra está el salón con una chimenea de piedra para el invierno, una pequeña cocina y el baño. Arriba, la habitación con la cama de matrimonio, armarios, mesitas de noche, un espejo de cuerpo entero, etc. Ambas alturas tienen un par de ventanales desde los que se ve el valle. Bajo tierra hay una pequeña bodega.

En invierno el clima es bastante duro por lo que durante el año hay que cortar leña y prepararla para usar la chimenea y calentar la casa. En verano, hace calor y quienes conocemos la montaña podemos ir a zonas de baño naturales en este paraje.


Por último, ¡si tienes algún relato que quieras compartir, esta es tu cabaña también!​
 
Al mes de conocernos ya era Julio, con lo que había días de calor extremo así que la invité a pasar el fin de semana en la cabaña. Por la noche corre algo de aire y podemos bañarnos y descansar.

La recogí con el coche. Yo iba con pantalones y camiseta corta; ella vino con una falda ajustada, un poco por encima de la mitad del muslo y una camiseta de tirantes. Durante el trayecto fuimos hablando de cosas superficiales y de vez en cuando yo la tocaba el muslo y ella a mí. Se iba haciendo notar la tensión sexual.

Al llegar a la cabaña era mediodía y hacía mucho calor, con lo que dijimos de cambiarnos para ir a una laguna cercana para darnos un chapuzón. Así que según entramos con las mochilas empezamos a cambiarnos en el mismo salón.

Empezamos a desnudarnos, yo lo hice con más rapidez. Tenía ganas de que me viera desnudo y empalmado, y verla a ella también.

Ambos cruzábamos furtivas miradas al cuerpo del otro. Yo no perdía detalle de su culo y me moría por ver su pecho. Ella buscaba mi pene.

Se lo tomó con un poco más de calma, haciendo comentarios sobre dónde estaba la laguna, si el agua estaba muy fría... jugaba al despiste porque en cuanto se quedó desnuda se me acerco y, agarrándome del pene me dijo:

- Bueno, tendré que probar esto primero, ¿no? Vamos arriba.

Así que sin darme tiempo a reaccionar, estábamos subiendo las escaleras desnudos, ella delante llevándome del pene.

Al llegar arriba, se tiró sobre la cama bocarriba y me lancé entre sus piernas abiertas y su vagina totalmente afeitada. Empecé a lamerla toda y poco a poco focalizándome en su clítoris. Me agarraba del pelo hundiéndome más en ella, estaba muy mojada y con mi saliva empezaba a chorrear, mi cara estaba empapada también.

- Qué rico
- Sí, lame

En ese momento me erguí frente a ella, sobre mis rodillas:

- ¿No querías probar esto?
- Sí, ¡métela ya!

Entró de golpe, gimió. Le agarré las piernas abriéndola totalmente y dejando su vagina en ángulo perfecto para ver cómo la follaba.

Veía su cara enrojecida, su pecho y los pezones duros y su vagina entregada a mí.

Ella me miraba el pecho y la zona abdominal, levantaba la cabeza con frecuencia para mirar como le entraba mi polla.

Le dí muy fuerte, tanto como las ganas que teníamos, cambié mis manos para seguir dándole mientras le agarraba las tetas.

- Oh, sí. Dame duro, hasta los huevos. Me quiero correr

Empezó a frotar su clitoris con fuerza y velocidad. Se puso más roja y explotó.

- Dame, dame duro hasta los huevos

Al ver cómo se corría no pude aguantar más y empecé a correrme también.
 
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