de lencería, desnuda y sin bragas, tan solo se puso, la muy golfa, sus zapatos de tacón....
Ver a Ashley bajar conmigo, vestida como una escort, hizo que dudase en si irnos a cenar abajo, o meterme en la cama con mi seductora y caliente zorra, pero, eso ya vendría después.
Capitulo 02 foro porno
El lunes siguiente
El lunes siguiente por la noche, fui la primera en llegar a casa y preparar la cena cuando John entró en la cocina y dejó una botella de mi Shiraz favorito en la barra del desayuno.
"Qué bonito, gracias, cariño", dije picoteando sus labios.
—Te tengo algo más. Una sorpresa —dijo—. Pero esperará hasta después de comer.
"No, no te burles. Dámelo."
¡Nooo!, tendrás que esperar. Valdrá la pena. Me voy a quitar este traje ahora. Bajaré pronto.
Para ser sincero, según recuerdo, probablemente fue la comida más rápida que habíamos compartido y John no dejaba de llenarme la copa de vino. Cuando entramos en el salón y nos acomodamos en el sofá, mi copa estaba llena de nuevo y di un generoso sorbo.
"Bueno, ¿dónde está mi sorpresa? He sido paciente ……
"¿Paciente? No lo creo, Ashley. Estabas deseando terminar de comer. Tendrás suerte si no te da una indigestión."
"Oh, vamos, deja de molestarme."
John se levantó y salió al pasillo. Regresó con un paquete envuelto en papel marrón. «Aquí está tu sorpresa», dijo.
¡MMM! veo un envoltorio elegante le dije a John, con una sonrisa y tomé el paquete que en mis manos se notaba pesado.
"Envoltorio discreto, para mí zorra", dijo, y eso me hizo reflexionar... y emocionarme.
Arranqué el papel y vi una caja blanca. "¿Qué es?" - pregunté - ¡Sólo ábrelo, Ashley, estoy seguro de haber acertado! ¡Te emocionará guarrilla!
Abrí la tapa y miré dentro. ¡Ohhhh!, murmuré, y metí la mano para sacar mi deseado regalo. Lo miré, dándole vueltas y finalmente dije: ¡Es enorme, John! ¿Qué se supone que tengo que hacer con él?"
"Bueno, te cautivó tanto esa polla enorme en la película que pensé en comprarte algo similar. Algo para satisfacer tu fantasía".
Negué con la cabeza y puse el consolador negro gigante en mi regazo. ¡Es enorme, John! O sea, ¿de verdad qué tan grande es?"
John sacó una cinta métrica. "Pensé que me lo preguntarías", dijo. ¡Toma, mídelo, tu misma!
Ashley toma la cinta y primero, sosteniéndolo con ojos de sorpresa, la longitud. ¡Once pulgadas» 27,9 cm! ¡Oh Dios John, y seis pulgadas alrededor del eje» 15,2 cm!.
"Mide la cabeza", me dijo John.
"Increíble... la cabeza mide18 centímetros."
"Entonces, ¿es lo suficientemente grande para ti?" – dijo riéndose John, sabiendo que estaba, obsesionada por aquellas Pollas Negras de los VD.
Ashley, miro desconcertada la cara de John - ¿Lo suficientemente grande?, repitió mientras yo no dejaba de tocarlo, notar su peso y lo enorme que era.
Oye, Ashley, hemos estado viendo películas donde las chicas se meten, pollas enormes, como la que tu tienes ahora entre tus manos, y ¡Has visto como, esas negras pollas enormes, los actores, se las meten hasta el fondo de sus tres agujeros, y como gozan esas perras!
En fin, el tipo de la tienda dijo que era una maqueta a tamaño real de algún Big Black Cock conocido. ¡Tu mi hermosa y caliente Ashley, sueñas con hacer lo mismo, ¿o me equivoco?
Ashley sin decir nada, manoseaba el juguete en su regazo, midió con sus finos dedos la circunferencia, admiro, ensimismada en sus propios pensamientos y fantasías, la vena abultada que lo recorría, y esa enorme campana en el extremo. Preguntándose escéptica ¡Cómo demonios, iba a pasar eso entre sus labios vaginales hasta sentirla llenarle el coño, hasta hacer tope en la entrada de su útero!
—Vamos, cariño, jaja, tómate algo - sonreía John dándome una copa de vino. ¿Pensé que te gustaría? – me dijo en voz baja mientras yo daba un sorbo Chardonet.
Miré a John y decepción en sus ojos. ¡Sí, no le había agradecido! Como el estuvo imaginando excitado su generoso regalo. Pero ¡Si, me había gustado mucho! simplemente me había sorprendido demasiado, su gran tamaño de aquella polla de látex tan monstruosa que tenía en la mano.
Me miró algo decepcionado diciéndome ¡Bueno Ashley, pensé! que siempre te habías preguntado y soñabas ver entre tus hermosas y blancas manos, cómo sería, tener una gran polla grande, negra y ahora tienes la oportunidad de descubrirlo. Siento que solo sea una copia, lo que he podido ofrecerte, de verdad mi cachonda Ashley, te hubiese traído uno de esos Sementales Black, con su polla de carne negra, si hubiese podido, para que las disfrutases.
Sonreí. ¡Lo siento, cariño te lo agradezco mucho! De verdad... es que es ¡Ta…tan…GRANDE!, que, al regalármela, me ha sorprendido, por lo grande que es, jaja, te juro que hasta da un poco de miedo, la verdad. Sí, he pensado en cómo me sentiría, con una polla negra tan grande, dentro de mí, pero nunca pensé que me regalarías una, grácias amor, ni su tamaño, tan solo no he sabido reaccionar como esperabas.
—Está bien, Jen, lo entiendo. Pero es tu fantasía y solo intento ayudarte. Podría conseguirme una extensión para mi pene si quieres. Ya sabes, esas cosas tipo condón de látex que te añaden un par de centímetros.
Yo asentí. ¡Sí, mi sensual Ashley los juguetes son solo juguetes! pero pensé, que esto podría responder algunas preguntas, ¡eso es todo! Mirándola con comprensión y seriedad.
La verdad John, es que ya estaba más tranquila y mi coño, empezaba a mojarse pensando en “tu regalo”. Dijo Ashley con una gran sonrisa. ¡Gracias, mi amor, vamos a intentarlo! ¿vale?
John sonrió. Aclarando que había pensado en todo ¡Compré más tubos de lubricante en la tienda, metió la mano en el bolsillo y se los mostró a la excitada Ashley, vendrán bien para que míster Black, se deslice más fácilmente dentro de tu hermosa y deseable por todos los BBC suave vagina! Sacó el paquete y me los ofreció.
Ella estaba deseando, no fallarle a John y por otra parte, ardía en deseos, por sentir por primera vez, el deseo, que imaginaba, muy intenso, de sentirse “llena” de polla negra, a pesar de que fuese una imitación, exacta.
Intuía que no iba a ser fácil, esta primera vez, por eso le pidió a John ¡Quiero que me calientes mucho primero! – le dijo a John -. "Creo que voy a tener que estar muy excitada y mi coño, repleto con mis jugos, para que ese gigante “Nigger” entre por mí estrecho, coño".
Pusimos el consolador en el sofá entre nosotros, y me levanté y empecé a quitarme la blusa y la falda. Eso era todo lo que llevaba puesto. John sonrió y dijo: "¡Guau, te has vuelto a recortar el vello!". – dijo al verme casi totalmente depilada, y eso le excitaba.
De hecho, ahora solo me quedaban unos pocos pelos cortos y finos que descendían hasta el borde de mi coño desnudo. Puse mi mano derecha sobre mi pubis y deslicé mi dedo corazón en la hendidura. Me sorprendió lo mojada que estaba y me mojé aún más cuando John apartó mi mano y lamió con la lengua mis labios hinchados, deslizando dos de sus dedos, recorriendo la sensible zona, entre los labios mayores y los interiores.
John sabía cómo excitarme como una guarra, y al poco de estar pasándome sus dedos, arriba y abajo, metiendo dos de ellos, follándome el coño que ya sentía como se dilataba entre gemidos ¡Oh shii! Casi llevándome has más cerda del orgasmo, ¡
AHHHhh! … ¡NO pares cariño!
¡Hoo se siente T..tan biennn!
Sentí que y estaba “lista” para “tomar aquella monstruosa polla negra…, ¡uummm! Me recosté en el sofá, con mi coño abierto al borde del sofá, mis pies uno a cada lado, encima del borde y separando al máximo las rodillas… ¡OHH SIII! Estaba lista deseando sentir mi primera polla negra, entrado dentro de mi.
John se arrodilló desnudo entre mis muslos abiertos. Lamiendo, chupando y toqueteando... ¡muy pronto iba a alcanzar mi orgasmo, que se acercaba rápidamente.
Mis muslos se tensaron mientras estiraba las piernas, arqueando la espalda y conteniendo la respiración mientras las sensaciones crecían en mi interior. Entonces exploté, exhalando ruidosamente y retorciéndome salvajemente mientras oleada tras oleada de descargas eléctrica y contracciones, empezaban a descontrolar mi cuerpo, entre espasmos y gemidos agitaba mi cabeza ¡Ohh mi amor, me Corr…roooo! fuera de control, me hacía perder la sensación de la realidad al alcanzar mi nuca, terminando con largo grito
¡AAAAHHHNN!
Poco a poco fui recuperando la compostura y mis piernas dejaron de temblar.
Cuando me recuperé un poco, y caliente todavía como una perra en celo, cogí la negra polla de 15 cm de grosor, con aquella gran cabeza de ¡6 pulgadas! y me lo encajé entre los labios vaginales, empezando a encajarla contra ellos y empecé a moverlo excitada arriba y abajo, con los ojos cerrados, me sentía una puta para la polla negra, preparándome para... , cumplir mí deseo, nacido de los videos que había estado viendo.
Con ambas manos alrededor del miembro, lo acerqué y sentí cómo se introducía en mi coño. John me observaba atentamente y me animaba a hacerlo.
"Eso es", dijo John con dulzura. "Mete a ese monstruo ahí. Vive tu sueño".
La polla ahora estaba hinchada y estaba excitado por lo que podía ver: su esposa con una monstruosa polla negra, lista para penetrarme hasta los sesos.
Tenía la frente empapada de sudor mientras intentaba introducir la cabeza. Sentía que mi coño se estiraba, pero no podía soportarlo. Era demasiado grande. La aparté y relajé mis muslos tensos.
¡No sirve de nada, John!, jadeé. ¡No lo consigo, me duele, es demasiado grande!
"Ya casi estaba dentro", dijo John. "Mira, déjame ponerte lubricante y volvamos a intentarlo".
"Vale", dije, porque no quería rendirme. Supe entonces que de verdad quería que me llenara una polla enorme, sentir una polla gigantesca subiendo por mi vientre.
John me aplicó el lubricante en los labios e insertó dos dedos. ¿Está bien?, dijo, ¿estás lista? Lo estaba
¡Hazlo tú! le dije. ¡Métemelo, por favor. Me quedaré aquí tumbada y lo disfrutaré sin tirones ni empujones. Como si uno de esos BBC, me estuviese follando de verdad. ¡Lo deseo tantooooo! Empieza ya John.
¡Claro, cariño!, dijo. ¡Iré con cuidado, poco a poco, la sentirás más profunda con cada empujón! Solo dime que pare si se vuelve demasiado doloroso,
Asentí y me relajé, cerrando los ojos. Imaginé que no era de latex, que era de carne negra y dura penetrando profundamente en mí y estaba emocionada y lista para esta nueva sensación. ¡Oh, Dios mío! Era mi intenso deseo sentir la polla negra dentro de mi entregada.
Sentí los dedos de John separando mis labios y acariciando mi clítoris hinchado. Me retorcí un poco y un ¡mmmm! de agradecimiento salió de mi boca.
Entonces, la enorme cabeza reemplazó los dedos de John y de nuevo se adentró, buscando entrar, sintiendo como la parte más ancha de la cabeza, me estiraba la entrada "¿Está bien, nena?", preguntó. Asentí con los ojos cerrados y la boca firmemente cerrada, esperando la embestida que irrumpiría en mi túnel.
Apretando los dientes, si desvelar a John mi dolor ¡AAhhgg! Podía sentir mientras el grueso glande, trataba de atravesar la entrada, y me estiraba casi hasta el límite (pero seguía apretando mis dientes y aguantando, para mis adentros) pero el dolor se intensificaba ¡ARG,AAhhgg!, y estaba cerca de darme por vencida, cuando de pronto, ¡PLLOFF!, sentí como aqueda gran cabeza, había entrado en mí, y en aquel momento, el dolor casi desapareció.
Con la “cabeza” dentro de mí, tras superar la entrada, empecé a sentirme penetrada gozando de la primera sensación que la “seta negra”, si bien con solo dos pulgadas dentro de mi coño, podía experimentar como debía ser en realidad, ser invadida por alguno de aquellos Negros Sementales,
Con el eje algo más estrecho, deslizándose muy lentamente, y con John, que iba empujando y retrocediendo media pulgada…. Pude dejar salir por mi boca, mis sensaciones
¡unhum! ¡oh Diós!, diciéndole a John.
¡ohhh, John!, sigue así, se siente muy bien mi amor, ¡pero despacio todavía!, no te apresures ¡uumm!
John estaba siendo vital, metiéndome el gran falo negro, y gozaba viendo como por primera vez (virtualmente) mi blanco coño de casada mostraba un aspecto transgresor y excitante, “invadida poco a poco” por aquella reproducción, de una verga negra.
¡Oh Ashley, te ves tan caliente y puta, con el contraste de esa enorme polla negra, llenando su vagina de casada!, me gusta verte así y se me ha puesto la polla dura como el acero, imaginando como será cuando tu primer Semental Black, te esté empezando a follar como una puta viciosa…¡Hummm!
Sintiendo la sensación de aquel enorme intruso, estirando muy apretado las paredes de mi coño, que se contraían de puro deseo, y centímetro a centímetro, iba avanzando hacia el fondo.
Sentí que el colchón se movía mientras John se acomodaba a mi lado, con la mano izquierda sobre mi muslo derecho. De repente, mi atención se centró en mi coño al sentir un movimiento en su interior. John meneaba el consolador, sin empujar ni jalar, simplemente jugueteaba con él.
"Mmm", dije, "eso es bueno. Realmente puedo sentirlo".
Segundos después, John dijo: ¡Te voy a dar un poquito más!, - yo asentí - ¡Vale, estoy lista¡. Y de verdad que sí lo estaba. El dolor inicial había remitido, reemplazado por una sensación de euforia. Quería saber cuánta polla podía aguantar, y si realmente era tan absorbente y superior a las pollas de tamaño normal.
Suave, lenta y cuidadosamente, John empezó a introducir más “mambo negro” en mi valle. Sentía la punta avanzando con fuerza y la enorme vena rozando deliciosamente mi clítoris. Entró un poco más y me puse una mano en el vientre, convencida de que sentiría la vara penetrando.
Teníamos un video porno interracial puesto, y ver como ella era penetrada con tanta facilidad, hizo que no estuviese dispuesta a no conseguirlo.
"¿Cuánto tengo ahora?" -le pregunté a John.
"Aproximadamente la mitad, Ashley."
"¿La mitad? ¿Poco más de quince centímetros, eso es todo?"
"No olvides que es un monstruo gordo, mi putita y traviesa niña. Mucho más gordo que el mío que se ve ridículo a su lado. ¡Lo estás haciendo muy bien!
¡Ohhh, si se siente bien, John ¡Woow! Simplemente se sentía mucho más profundo dentro de mí sigue, sigue adentro con ese consolador que tanto he estado deseando".
"Mira, lo voy a mover hacia adentro y hacia afuera un poco ahora, como si te estuviese follando despacio".
¡No lo saques!, Sigue John sigue follándome con ese Negro.
No, te preocupes. Solo te follaré despacio con él, para que te acostumbres al movimiento, y tu vagina se vaya dilatando para amoldarse al nuevo invitado.
Mira Ashley, cierra los ojos, déjate llevar hasta que imagines que es una polla Negra de verdad. relájate y ábrete bien ¡Gózalo puta! – le dije para calentarla más
Sentía como John lo movía como si me follase, pero no lo suficiente, a pesar de ello mi coño, por supuesto, estaba tenso y podía sentir cómo tiraban y empujaban mis labios mayores. Mi clítoris ardía y, de repente, sentí un orgasmo que se acercaba rápidamente. Mis muslos se tensaron, contuve la respiración y John dijo: «Sí, vamos, Ashley, déjalo estallar, mi puta. Eso fue todo.
Recuerdo todavía que mi orgasmo fue mucho más intenso, como nunca, antes lo había alcanzado, oleada tras oleada de liberación, me tensé como un arco, entre espasmos, fluyendo abundantemente mis jugos. John siguió moviendo el consolador hacia adentro y hacia afuera, hacia arriba y hacia abajo, mientras yo agitaba la cabeza, y me estremecía, atrapada en aquella oleada de placer…
Cuando recuperé pare del control, le supliqué a mi marido
¡MMM!. Ahora no pares. ¡Sigue así, dándome más, deseo más polla negra dentro de mi! —supliqué con voz ronca.
Imagino que mirándome y gozando, de cómo, mi coño se iba llenando de Polla Negra.
Sin decir palabra, puse sentir, como ahora John, me penetraba con más decisión, mientras sentía como me iba sintiendo a cada instante más llena ¡mmm!
Podía sentir la gorda cabeza, como iba progresando dentro de mí, ya tan profunda, que era una parte inexplorada, donde John no había llegado nunca. Subí los pies encima de la cama, y levantando las rodillas, doble mis piernas, una a cada lado de mí cuerpo, ofreciéndome totalmente expuesta a aquella polla de Semental, abriéndome lo más que podía para darle mejor acceso a mi interior.
¡ya llevas unos veinte centímetros dentro de ti mi valiente hembra, tu hermoso coño empieza a ser capaz de alojar las pollas negras reales!, dijo John de repente.
"Genial", dije. "¿Puedes alargar los trazos?"
¡Claro! respondí, y sintiendo instantáneamente la succión que ejercía la extracción de la gruesa polla negra, al sacármela en parte, John, y el vacío que sentí, con intenso placer, cuando nuevamente, la empujó dentro de mí, recibiéndola con renovado deseo de sentirme “llena” de polla negra, porque ¡mmm! me sentía tan bien, a medida que se iba hundiendo dentro de mi coño y me llenaba con un placer mucho más intenso, por lo grande que era y eso me transmitía, la inequívoca sensación, de que quien me follaba, era el semental ¡Oh si!
Yo la disfrutaba y empezaba a desear más y más de aquella dura, venosa y caliente verga de macho Alfa.
Esa sensación de poder penetrándome, hacía que me sintiese más claramente “hembra” y aquellos más de 26 centímetros de ¡rabo duro de Toro Negro!, me transmitía la sensación, nunca, antes experimentada, de que era, el poderoso semental, quien me estaba ¡abriendo con fuerza para depositar su semen muy profundo dentro de mí, llegando hasta el fondo de mi estirada vagina, y alcanzando el esfínter del mi útero, con su gran cabeza.
Las embestidas se hicieron cada vez más largas y en cada una, abriéndose paso, un poco más profundamente dentro de mis tripas. Esas intensas sensaciones de ser realmente tomada me hicieron empezar a gemir, sin poder contenerme, ¡oooooh! …. ¡Aaaaahh!... gimiendo al ritmo de aquellos poderoso envites y en mi cabeza, tenía la sensación tan deseada, desde que empecé a ver en los videos, sus enormes pollas, enterrándolas con fuerza dentro de sus hembras blancas que solo podían gemir y gozar, empaladas por aquellas vergas tan maravillosas.
Sin poder hacer nada más que empujar también mi pelvis, para ser penetrada más profundamente, aquella sensación de estiramiento y dolor, quedaba ahogada, por el torrente de placer, que se acercaba a mi nuca en continuas oleadas, potente como un tsunami. "¡Oh, sí, fóllame! ¡Follame con esa gran polla negra!", grité mientras sensaciones increíbles recorrían el cuerpo. ¡Mmmaass!,¡Dame más duro ¡OOoohh!. Más fuerte, más rápido..."
En cuanto el intenso orgasmo se apodero de mi consciencia, perdí totalmente el control sobre mi cuerpo, y era mi cuerpo de hembra en celo, el que ahora se había apoderado de todo mi cuerpo, mis piernas dejaron de obedecerme y una maravillosa sensación de abandono y falta de consciencia, me invadió largamente.
John no necesitó que le insistiera. Podía ver que ahora estaba completamente excitada, casi en otro planeta. ¡John empujó el enorme pene arriba y abajo levantaba las caderas sin control, para recibir más polla negra dentro de mi!
El casco estaba ahora justo dentro de mí, en lo más profundo, que ningún otro macho había conseguido, penetrando y estrenando zonas vírgenes, partes sin usar de mi vagina. ¡Oh! Dios mío!
Me estaba quedando sin aliento, el corazón acelerado, mis manos temblorosas, boqueando en busca del aire que me faltaba, mientras mi coño estaba inundado de jugos vaginales , derramándose sobre mis muslos. Podía sentir el fluido cálido y pegajoso mientras se filtraba. No sabía cuánto tiempo más podría aguantar, pero no quería que terminara. Era demasiado delicioso, demasiado placentero, y ansiaba más y más…, hasta que agotada e intensamente satisfecha me dejé ir sobre la cama, tal como mi cuerpo sin control se derrumbó, con las piernas y los brazos, sin poder casi moverlos, envuelta en una niebla de placer, que inundaba todo mi cerebro… uuufff.
"Estoy bien, ¿no te das cuenta?", susurré. "Pero tu brazo debe estar cansado, - le dije John, se había corrido abundantemente sobre mi barriga y pechos
Dame dos o tres minutos más y a ver si puedo meterme los veintidós centímetros".
"Bien", dijo John, y se arrodilló entre las mías. "Tu coño se ve genial con este monstruo entrando y saliendo", dijo, y empezó a penetrarlo de nuevo, ahora con el brazo izquierdo. "Lo estoy sacando casi por completo", dijo.
Eso ya lo suponía, pues el vacío que dejó fue enorme. Pero cuando volvió a sumergirse, deliré. El placer fue indescriptible a medida que fluían más jugos.
"Solo falta una pulgada", declaró John.
Pero me sentía llena sentía que el casco había llegado al final de mi recorrido. "¡Guau, ya está, John! No más. Creo que 25 centímetros deben ser mi límite, cariño".
"Bueno, solo un par de embestidas largas y lentas para terminar, ¿eh?", dijo, acercando el juguete gigante a mis tiernos labios. "Ya veo el borde de la cabeza", dijo John, e inmediatamente lo insertó. Lo hizo tres veces más y yo estaba casi fuera de control cuando dijo: "Un último empujón".
Rápido, como un tren expreso entrando en un túnel, el enorme consolador me recorrió el vientre y grité al, sorprendentemente, alcanzar el clímax de nuevo. Todo mi cuerpo se estremeció, la habitación se abrió de par en par y...
John me sostenía en sus brazos, con una toalla fría en la frente. Abrí los ojos y lo miré. "¿Qué pasó?", pregunté en voz baja.
"¿Qué pasó? Acabas de tener una sesión loca con una polla monstruosa, eso fue lo que pasó".
—Sí, lo sé, claro que sí. Pero no recuerdo el final.
Le sonreí y luego bajé la mano para coger el consolador entre mis piernas. Agarré la base y comencé a retirarlo, despacio, muy despacio. Al salir la cabeza, mis fluidos empaparon mis muslos. Exploré mi agujero caliente y húmedo con los dedos. ¡Guau, qué agujero tan grande!, pensé, y de repente tuve una idea, un impulso.
Regresé la enorme cabeza a la entrada de mi coño y la empujé con fuerza. Me dejó sin aliento, pero lo había logrado. Sin rodeos, estaba dentro y sabía que estaba lista para una polla enorme en cualquier momento.
Eso me llevaba al siguiente reto, y excitada pensé para mis adentros ¡Quiero algo auténtico, de dura carne negra, de un Semental Negro, que me folle áspero, dominándome, cuanto más grande, mejor! ¡Ohh! Si, entregándome a totalmente a ese Semental y ser llenada con cremoso, abundante y caliente semen negro con su semilla salpicándome toda.
Cerrando los ojos, me pude ver a mi misma, como aquellas zorras de los videos, siendo ganbaneada hasta perder el sentido con el intenso placer, que me proporcionaría cada poderoso semental negro, que me ¡usase!
Pero, uuuff. ¿Podría convencer a John?, de que ahora, lo que deseaba con vicio y obsesión, ¡era ser follada por uno, bueno uno no, dicen que después del primera, no hay vuelta atrás! ¡Oh Dios mío! Si! por primera vez, uno de esos BBC, como los que veía en los videos, que me volvían loca de lujuria.
John sabía de mi deseo de entregarme a la BBC, pero no sabía, como reaccionaría él. ¿Me dejaría cumplir mi obsesivo deseo y asumir que yo, pudiese follar de verdad con ellos?
Me di cuenta, que ahora ya estaba preparada, tan solo necesitaba la aprobación de mi marido John ……
Continuará ……. Ashley

