Las Aventuras de Trick

LA PRIMA DE ALBA (MI EX)

Septiembre de 2013 (18 años) acababa el verano, yo estaba apunto de empezar la universidad y volvía a estar con mis amigos en la última de las fiestas veraniegas, la del pueblo vecino. Allí donde dos años atrás conseguí enrollarme por primera vez con Ariadna, pero que acabé con Miriam "Banana" haciéndonos una paja doble a un colega y a mí (esa historia está en la primera página).

Un año antes en la fiesta de otro pueblo me había enrollado con Lorena, la prima de Alba (mi primer amor). La verdad que a mí Lorena me atrajo cuando la vi (antes de estar con Alba la había visto alguna vez por el pueblo y siempre me había llamado la atención). Lorena era un año más pequeña que Alba y que yo y vivía en el pueblo vecino (en el que se hacía la fiesta aquella noche).

Físicamente era un poco más bajita que Alba, pero con el mismo estilo de cuerpo, más bien delgadita, con tetitas (más pequeñas que las de Alba) y quizá también peor culo. Pelo marrón oscuro (no lo solía llevar muy largo), una nariz grandecita, y una boquita más bien grande también. Era muy mona (al menos para mí).

Ella siempre había estado pillada de mi, desde que yo estaba con su prima y coincidíamos con ella, lo notaba. Por otra parte, a Alba tampoco le hizo mucha gracia enterarse que me había liado con su prima (se enteró meses después, aquello había pasado en agosto de 2012 y Alba se enteró en marzo de 2013, en medio de clase por unos comentarios y estuvo varios días sin hablarme, hasta que la cogí y hablé con ella).

Pese a todo aquel lío los dos volvimos a caer en aquella fiesta, delante de mucha gente y sabiendo que probablemente Alba se enteraría de todo (ella estaba por allí y sus amigas también). Nosotros no nos escondimos y a media noche me dijo que la acompañase a casa, que estaba cansada.

Vivía a 5 minutos de donde estábamos, por el camino recuerdo la tensión de intentar no encontrarnos a Alba ni ninguna amiga suya (aunque los dos sabíamos que al día siguiente ella lo sabría y probablemente se enfadase con los dos, aunque a mí me daba igual porque ya no la iba a ver a diario al ir a la universidad y a Lorena parecía que también le daba igual porque yo era su "Crush").

Al llegar a su portal estuvimos un rato besándonos y al final acabé entrando. En aquel portal si te desviabas de la escaleras, había un pasillo que te llevaba al cuarto de los contadores y allí nos sentamos y estuvimos un buen rato besándonos. Yo empecé a sobarla por encima de la ropa y ella me tocó el paquete, yo mismo me la saqué, estaba durísima y ella me la agarro y empezó a pajearme.

- "Es mi primera pajilla".

No hacía falta que me lo dijese, se le notaba bastante torpe, a veces bajaba con mucha fuerza, pero el morbo de tenerla ahí esforzándose, haciendo su primera paja y ser la prima de mi ex, me daba un morbazo increíble. Yo le metí la mano en el coño y lo llevaba bastante peludo (contrastaba con mi pollón que en ese momento estaba recién depilado).

- "No le digas nada a mi prima".

Fue lo que me dijo Lorena justo antes de meterse mi polla en su boca. Mamando era bastante mejor, su boca era una delicia. Me la chupaba con suavidad pasando su lengua y sus labios por toda mi polla gorda. Tenía las tetitas fueras, que como las de su prima tenían un pezón grande para el tamaño de la teta. No tardé en agarrarla de la cabeza y follarle la boca, mientras le tocaba el coñito peludo empapado. Yo le susurré al oído que me encantaba su coño y ella acabó corriendose con mi polla en su boca. Yo le seguí follando la boca hasta que me corrí. Su boca se llenó de mi leche y se le salía por la comisura de los labios, ella no quitaba la sonrisa de su cara. Después de relamerse y limpiarse con las manitas se fue a su casa.

Volví con mis colegas y ellos me dijeron que la había liado, que seguro que Alba se iba a enterar. Que si a mí me gustaba Alba o Lorena. Pero la verdad es que me gustaban las dos. Alba se pensaría que yo habría hecho todo eso para joderla o ponerla celosa, la verdad es que me daba morbo que Lorena fuese su prima, pero también es verdad que aunque no lo hubiese sido habría acabado la cosa igual, porque Lorena me gustaba.
 
MI TERCER AMOR

Corría finales de 2014 y conocí a Esther, la que iba a ser mi tercera novia formal. Desde que lo había dejado con Ariadna hacía ya 3 años no había tenido ninguna relación formal (aunque como veis e iréis viendo, sexo nunca me ha faltado, aunque amor puede que si). Tanto Esther como yo teníamos 19 años y duraríamos hasta julio de 2015 (yo ya con 20 años).

Esther era una chica alta, esbelta, con tetas bastante normalitas tirando a pequeñas, y un culazo respingón que destacaba en ese cuerpo de deportista. Tenía los ojos redondos marrones muy grandes, una boca grande con labios gordos, pelo castaño oscuro y de piel era bastante morena.

Desde que nos conocimos tuvimos un gran "feeling" y en cuestión de minutos nos estábamos besando. Aquella noche en la que la conocí no pasó nada más (ella se fue pronto). Empezamos a quedar, pero sin pasar de besos y algún toqueteo por encima de la ropa. Hacíamos una gran pareja yo era el típico chulillo vacilón y ella un bombón, algo pija, que me hablaba haciéndose la "tontita" porque sabía que me gustaba y me ponía.

Una noche después de cenar con ella, aparqué el coche en un polígono y acabamos en lis asientos de atrás. Yo le comí esas tetitas, ella me sacó la polla y se sorprendió de su tamaño (solo había visto dos anteriormente y decía que la mía comparada era bastante grande). No tardó en montarse encima de mi polla, llevaba el coño recortado pero con algo de pelo. Se movía espectacular, ella bailaba sobre mi polla y yo le agarraba ese culazo que tanto me gustaba. No tardó en correrse.

- "¿Te hago una paji?"

Me preguntó Esther con esa voz que ponía haciéndose la "tontita", abriendo mucho los ojos y mordiéndose el labio inferior de esa gran boca. Estuvo un buen rato haciéndome una paja y yo no me corría. Ella se empezó a poner nerviosa, se pensaba que pajeaba mal (hay que reconocer que no era su punto fuerte) o qué no me ponía cachondo, pero siempre he tardado en eyacular (normalmente acabo yo mismo haciéndome una paja, porque si me la hago, no suelo tardar más de dos minutos si me pongo en serio). Al final la cojí de la cabeza y se la acompañé hasta mi polla.

- "Esto es de guarris, que lo sepas".

Con ese vocabulario que tan cachondo me ponía se metió la polla en la boca, intentaba taparse la cara con el pelo para que no la viese mamar, pero yo se lo apartaba para ver como la niña pijita que tanto me gustaba se comía mi polla gorda. Aquello sí que hizo que me entrasen ganas de correrme, yo la avisé y ella me acabó sacando la lefa con un de sus "pajis" dejándole las manos, la camiseta y las tetas que las tenía fuera de la camiseta, llenas de mi leche espesa.

Aquella fui mi primera vez con Esther, una chica con la que en aquellos días me veía compartiendo el resto de mi vida (porque si, me encanta que mi novia sea una "guarri").
 
CAROLINA GANGBANG

Julio de 2014 (19 años), una antigua compañera de clase en el insti me dice de quedar en su casa, ella era Carolina, más conocida entre el grupo de mis amigos como Carolina Gangbang.

Primero os contaré lo de su apodo. Resulta que con 16 años, se fue junto con otra amiga suya a pasar el fin de semana a casa de unos chavales (unos 10 tíos de 17-18 años). Al final, se supo (confirmado por Carolina y su amiga) que ambas recibieron bukakkes, y que a Carolina se la follaron entre todos por todos los agujeros, mientras que la amiga mamaba, pajeaba y recibía corridas (como Carolina). Ella contaba la historia orgullosa de haber sido follada por tantos tíos, además explicaba que ese día le desvirgaron el culo.

Carolina era una chica de mi edad, alta, algo robusta (si gordita, con su barriguita), tenía un culo ancho y unas tetas grandecitas pero muy muy caídas (eran tetas alargadas). Tenía el pelo castaño rizado y una boca y unos labios grandes.

Ella y yo tampoco es que hubiésemos tenido mucha relación durante el instituto. Pero es verdad que con sus escotes, en los que más de una vez se asomaba la areola del pezonazo y unos pantalones caídos que más de una vez dejaban ver su tanga, me habían sacado muchas pajas.

Empezamos a hablar de casualidad y ella no desaprovechó la oportunidad de decirme que fuese a su casa (a sabiendas de que mi polla era la más gorda de la generación, como se decía en la época del insti).

Llegué a su casa y me recibió con una camiseta gris de tirantes sin sujetador (como se le marcaban los tetones caídos y esos pezonazos), debajo llevaba un tanguita para su gran culo, que se veía cuando intencionadamente de cogía de la camiseta. Yo ya estaba duro, pero ella me dijo de tomarnos algo mientras hablábamos en su sofá. La conversación con ella no era muy fluida (los dos sabíamos por lo que estábamos allí, pero ella quería hacerse la estrecha, seguramente por la fama de guarra que llevaba arrastrando los últimos años por el gangbang).

Yo no aguanté más y me lancé, comiéndole la boca, después el cuello, para acabar dándole besitos por la barriga (metiendo lo cabeza dentro de su camiseta) en busca de sus tetones caídos. Como le comí estás tetas blanditas que parecían flanes, con dos galletones rodeando su pezones. Ella no tardó en meterse la polla en su boca. Yo la estiré en el sofá y me puse encima de ella, pero en posición de 69. Le empecé a comer el coño estando yo arriba, mientras ella me comía la polla y se la pasaba por la cara y mis huevos también se los iba restregando por su carita. Llevaba el coño con poco pelo (se lo habría depilado hacía menos de una semana). Poco después me empezó a comer el culo y yo tampoco le aguanté la ganas de probar ese culo que tanto se habían follado. En esa posición estuvimos apunto de corrernos los dos varias veces.

Carolina se acabó metiendo mi polla en su coñito, cabalgandome de espaldas, dejando a la vista su culazo para mí. Yo no paraba de azotarle el culo mientras ella gemía. Al rato cambio y me cabalgó de frente (un clásico) aunque esta vez se introdujo mi polla por el culo. Carolina chilló al meterse la polla, pero después cabalgó con ansias mientras se tocaba el coño con los dedos. Yo le agarraba esas tetas que se movían sin parar, con una mano, mientras con la otra le pegaba en el culo.

Se puso a cuatro patas, no sin antes comerme la polla de manera bastante cerda. Yo le follaba el culo y ella se tocaba el clítoris, de vez en cuando me agachaba y le comía el culo y el coño en esa posición. Al final, ella se corrió mientras se tocaba y yo le follaba el culo.

Acabé corriéndome en sus nalgas mientras ella estaba estirada boca abajo, se levantó con esas tetas como flanes y con ese culo grande lleno de mi corrida para ir al baño. Yo me vestí y me fui habiendo disfrutado de Carolina Gangbang.
 
CAROLINA GANGBANG

Julio de 2014 (19 años), una antigua compañera de clase en el insti me dice de quedar en su casa, ella era Carolina, más conocida entre el grupo de mis amigos como Carolina Gangbang.

Primero os contaré lo de su apodo. Resulta que con 16 años, se fue junto con otra amiga suya a pasar el fin de semana a casa de unos chavales (unos 10 tíos de 17-18 años). Al final, se supo (confirmado por Carolina y su amiga) que ambas recibieron bukakkes, y que a Carolina se la follaron entre todos por todos los agujeros, mientras que la amiga mamaba, pajeaba y recibía corridas (como Carolina). Ella contaba la historia orgullosa de haber sido follada por tantos tíos, además explicaba que ese día le desvirgaron el culo.

Carolina era una chica de mi edad, alta, algo robusta (si gordita, con su barriguita), tenía un culo ancho y unas tetas grandecitas pero muy muy caídas (eran tetas alargadas). Tenía el pelo castaño rizado y una boca y unos labios grandes.

Ella y yo tampoco es que hubiésemos tenido mucha relación durante el instituto. Pero es verdad que con sus escotes, en los que más de una vez se asomaba la areola del pezonazo y unos pantalones caídos que más de una vez dejaban ver su tanga, me habían sacado muchas pajas.

Empezamos a hablar de casualidad y ella no desaprovechó la oportunidad de decirme que fuese a su casa (a sabiendas de que mi polla era la más gorda de la generación, como se decía en la época del insti).

Llegué a su casa y me recibió con una camiseta gris de tirantes sin sujetador (como se le marcaban los tetones caídos y esos pezonazos), debajo llevaba un tanguita para su gran culo, que se veía cuando intencionadamente de cogía de la camiseta. Yo ya estaba duro, pero ella me dijo de tomarnos algo mientras hablábamos en su sofá. La conversación con ella no era muy fluida (los dos sabíamos por lo que estábamos allí, pero ella quería hacerse la estrecha, seguramente por la fama de guarra que llevaba arrastrando los últimos años por el gangbang).

Yo no aguanté más y me lancé, comiéndole la boca, después el cuello, para acabar dándole besitos por la barriga (metiendo lo cabeza dentro de su camiseta) en busca de sus tetones caídos. Como le comí estás tetas blanditas que parecían flanes, con dos galletones rodeando su pezones. Ella no tardó en meterse la polla en su boca. Yo la estiré en el sofá y me puse encima de ella, pero en posición de 69. Le empecé a comer el coño estando yo arriba, mientras ella me comía la polla y se la pasaba por la cara y mis huevos también se los iba restregando por su carita. Llevaba el coño con poco pelo (se lo habría depilado hacía menos de una semana). Poco después me empezó a comer el culo y yo tampoco le aguanté la ganas de probar ese culo que tanto se habían follado. En esa posición estuvimos apunto de corrernos los dos varias veces.

Carolina se acabó metiendo mi polla en su coñito, cabalgandome de espaldas, dejando a la vista su culazo para mí. Yo no paraba de azotarle el culo mientras ella gemía. Al rato cambio y me cabalgó de frente (un clásico) aunque esta vez se introdujo mi polla por el culo. Carolina chilló al meterse la polla, pero después cabalgó con ansias mientras se tocaba el coño con los dedos. Yo le agarraba esas tetas que se movían sin parar, con una mano, mientras con la otra le pegaba en el culo.

Se puso a cuatro patas, no sin antes comerme la polla de manera bastante cerda. Yo le follaba el culo y ella se tocaba el clítoris, de vez en cuando me agachaba y le comía el culo y el coño en esa posición. Al final, ella se corrió mientras se tocaba y yo le follaba el culo.

Acabé corriéndome en sus nalgas mientras ella estaba estirada boca abajo, se levantó con esas tetas como flanes y con ese culo grande lleno de mi corrida para ir al baño. Yo me vestí y me fui habiendo disfrutado de Carolina Gangbang.
Y nosotros disfrutando cada relato de una buena paja..😜
 
CAROLINA GANGBANG

Julio de 2014 (19 años), una antigua compañera de clase en el insti me dice de quedar en su casa, ella era Carolina, más conocida entre el grupo de mis amigos como Carolina Gangbang.

Primero os contaré lo de su apodo. Resulta que con 16 años, se fue junto con otra amiga suya a pasar el fin de semana a casa de unos chavales (unos 10 tíos de 17-18 años). Al final, se supo (confirmado por Carolina y su amiga) que ambas recibieron bukakkes, y que a Carolina se la follaron entre todos por todos los agujeros, mientras que la amiga mamaba, pajeaba y recibía corridas (como Carolina). Ella contaba la historia orgullosa de haber sido follada por tantos tíos, además explicaba que ese día le desvirgaron el culo.

Carolina era una chica de mi edad, alta, algo robusta (si gordita, con su barriguita), tenía un culo ancho y unas tetas grandecitas pero muy muy caídas (eran tetas alargadas). Tenía el pelo castaño rizado y una boca y unos labios grandes.

Ella y yo tampoco es que hubiésemos tenido mucha relación durante el instituto. Pero es verdad que con sus escotes, en los que más de una vez se asomaba la areola del pezonazo y unos pantalones caídos que más de una vez dejaban ver su tanga, me habían sacado muchas pajas.

Empezamos a hablar de casualidad y ella no desaprovechó la oportunidad de decirme que fuese a su casa (a sabiendas de que mi polla era la más gorda de la generación, como se decía en la época del insti).

Llegué a su casa y me recibió con una camiseta gris de tirantes sin sujetador (como se le marcaban los tetones caídos y esos pezonazos), debajo llevaba un tanguita para su gran culo, que se veía cuando intencionadamente de cogía de la camiseta. Yo ya estaba duro, pero ella me dijo de tomarnos algo mientras hablábamos en su sofá. La conversación con ella no era muy fluida (los dos sabíamos por lo que estábamos allí, pero ella quería hacerse la estrecha, seguramente por la fama de guarra que llevaba arrastrando los últimos años por el gangbang).

Yo no aguanté más y me lancé, comiéndole la boca, después el cuello, para acabar dándole besitos por la barriga (metiendo lo cabeza dentro de su camiseta) en busca de sus tetones caídos. Como le comí estás tetas blanditas que parecían flanes, con dos galletones rodeando su pezones. Ella no tardó en meterse la polla en su boca. Yo la estiré en el sofá y me puse encima de ella, pero en posición de 69. Le empecé a comer el coño estando yo arriba, mientras ella me comía la polla y se la pasaba por la cara y mis huevos también se los iba restregando por su carita. Llevaba el coño con poco pelo (se lo habría depilado hacía menos de una semana). Poco después me empezó a comer el culo y yo tampoco le aguanté la ganas de probar ese culo que tanto se habían follado. En esa posición estuvimos apunto de corrernos los dos varias veces.

Carolina se acabó metiendo mi polla en su coñito, cabalgandome de espaldas, dejando a la vista su culazo para mí. Yo no paraba de azotarle el culo mientras ella gemía. Al rato cambio y me cabalgó de frente (un clásico) aunque esta vez se introdujo mi polla por el culo. Carolina chilló al meterse la polla, pero después cabalgó con ansias mientras se tocaba el coño con los dedos. Yo le agarraba esas tetas que se movían sin parar, con una mano, mientras con la otra le pegaba en el culo.

Se puso a cuatro patas, no sin antes comerme la polla de manera bastante cerda. Yo le follaba el culo y ella se tocaba el clítoris, de vez en cuando me agachaba y le comía el culo y el coño en esa posición. Al final, ella se corrió mientras se tocaba y yo le follaba el culo.

Acabé corriéndome en sus nalgas mientras ella estaba estirada boca abajo, se levantó con esas tetas como flanes y con ese culo grande lleno de mi corrida para ir al baño. Yo me vestí y me fui habiendo disfrutado de Carolina Gangbang.
que buena historia, que morbazo
 

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