Lencería para ocasiones especiales o no.

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Hoy estaba paseando por el centro comercial y mientas pasaba por una tienda de lencería, me quedé mirando el escaparate. Me voy acercando lentamente a la vez que miro los modelos expuestos en los maniquíes. Lencería fina, pequeñas braguitas tipo tanga puestas encima del liguero, sujetador de encaje. Todo una delicia. Cualquier mujer ganaría con aquella indumentaria puesta.
No sabia si entrar con la excusa de mirar algo para mi mujer, pero mucho mas rato allí no voy a quedarme, pues cantaría demasiado.
En eso mientras me asomo a la puerta todavía dudando si entrar, viene también hacia la puerta pero en dirección salida de la tienda, una mujer espectacular. No es ninguna jovenzuela, mas bien lo que hoy conocemos como MILF, pero va vestida elegantemente. El la mano porta una bolsa de papel de dicha tienda. Seguro que dentro lleva alguno de los modelos allí expuestos.
Me quedo allí y le cedo el paso, mientras aprovecho para observarla. Lleva un vestido estampado bastante ajustado y buena minifalda, que hace que sus muslos estén muy visibles. En los pies unas sandalias finas con tacón de aguja. El vestido es de media manga, pero en la parte delantera un buen escote resalta el canalizo, que está muy presente debido al considerable volumen de sus pechos. Vamos, toda ella una delicia.
Decido no entrar y me doy la vuelta para seguir observándola con la mirada. Ahora la miro por la parte de atrás y el vestido ceñido hace que resalte su culazo. Se le marca la braguita tipo tanga que lleva. No es minúscula, y debido a eso, se aprecia la marca en la parte mitad superior de su cachete. Seguro que lleva lencería fina de encaje, como la que seguramente se acaba de comprar. Si hubiera querido que no se le notara nada, se hubiera puesto un tanga más diminuto, pero aquello era totalmente insignificante, pues lo que realmente llamaba la atención, aunque a ella seguro que no le importaba lo más absoluto, era lo espectacular que se la veía.
Hubiera quedado muy descarado ponerme a seguirla, así que el ultimo recuerdo que tengo de ella, era perderse entre la multitud mientras movía sus piernas y agitaba su trasero.
Por ultimo, en mi imaginación le quito el vestido que llevaba y quedando vestida únicamente por las prendas del maniquí que tenia junto a mi. Uff. Me había puesto muy caliente solo con imaginármela con aquellos atuendos. No me lo podía creer. Incluso notaba como tenia una ligera erección, y lo peor de todo que estaba allí en el pasillo del centro comercial rodeado de mucha gente.
 
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