Luces en la carretera

ikarusulu

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Una carretera solitaria




Una carretera solitaria y un coche con las luces de avería, una figura que hacia señas y yo como un buen samaritano me paré delante del vehículo en problemas casi sin pensarlo. Era verano y la noche era muy calurosa, ni con las ventanillas bajadas podía evitar el sudor en la espalda.

El conductor del otro coche era muy joven, unos 18 años, muy guapo y agobiado, le dejé llamar a su familia desde mi móvil y ante la imposibilidad de hacer nada con su vehículo me ofrecí a acercarlo hasta el próximo hotel en la carretera, e incluso a pagar su habitación dinero qué me habrían de reintegrar sus padres. En el motel solo quedaba una habitación y decidimos compartirla y resultó que solo tenía una cama de matrimonio, así que agotados como estábamos nos quedamos en ropa interior para acostarnos.

Él quedó asombrado ante mi tanga, prenda que solo había visto en chicas. Me preguntó si no me molestaba en el culo, si era cómodo. Yo estoy bastante bien, me curro en un gimnasio y me gusta comerme un culito joven y el allí ante mí con su slip blanco, viva imagen de la inocencia, me apetecía, tras responder a sus preguntas y hacer un par de posturitas para que pudiera apreciar las excelencias y lo sugestivo de la prenda.

Me lo quité se lo pasé y le dije pruébatelo, Tenia alguno limpio en la bolsa de viaje pero me gustaría verlo con el mío puesto aún húmedo con mi sudor, caliente de mi piel. Y aún mas ver cómo se quitaba su slip, Juan decidido se lo bajó y lo dejó sobre la cama de donde cogió el mío. Difícil se me hizo en ese momento no lanzarme a por su rabo para metérmelo en la boca pero desnudo como estaba me tumbé encima de las mantas para disfrutar del espectáculo.

Sin ningún complejo se lo puso, metió la mano dentro para acomodar su polla y huevos y supongo que sin darse cuenta que detrás tenía un espejo que me daba una preciosa vista de su culo, se abrió las nalgas con las manos para que el cordón se metiera en su raja. A mí que estaba ardiendo de deseo se me estaba empezando a poner dura y abrí las piernas ligeramente dobladas para que él pudiera apreciar el efecto que estaba causando en mí.

Le anime a moverse, andar agacharse, y para que pudiera comprobar si le resultaba agradable, dio unos pasos dobló las rodillas, se agachó, se acarició los genitales por encima de la licra. ¿Y bien que te parece? Fantástico, creo que me gusta, me miró con picardía y vio mi polla dura y creo que a ti también. De pronto se puso serio y me dijo que le caía muy bien que era muy simpático pero que a él le gustaban las chicas.

En la situación en que estábamos, la declaración parecía una falsedad pero tenía que permitirle conservar su orgullo. Así que le contesté, mientras me llevaba sus calzoncillos a la nariz para aspirar su aroma de machito que a mí también me gustaban pero que el sexo entre chicos es fantástico, pero que si no quería no teníamos que hacer nada excepto dormir.

Me levanté, me acerqué a él y le pregunté por el tanga, metí un dedo entre la tira de la cintura y su muslo, preguntándole si no le iba muy prieto, le acaricié con el dorso de mis dedos un pezón, notando que lo tenia duro y erizado, y él no trató de separarse, su respiración se aceleró. Con el dedo del elástico tiré ligeramente y fui desplazándolo hacia su culo donde enganchó la goma vertical y bajó hasta sus gloriosas nalgas, parecía paralizado y yo me decidí extendí la mano y le agarre el culo acercándolo a mí.

Hasta que nuestros pechos se juntaron y mi pene duro ya rozaba mi tanga bajo el que notaba otra dureza muy similar. Apoyando su cabeza en mi hombro y rindiéndose me dijo: por favor no me penetres. Me separé un poco le cogí la barbilla y deposité un suave beso en sus labios y mirándole a los ojos le prometí no hacerlo, pero a la vez le dije que iba a pasarlo de miedo. Volví a abrazarlo juntándolo a mi cuerpo y besándolo.

Esta vez de forma profunda explorando su boca con mi lengua sus dientes y su lengua juguetona se unió a la mía. Acaricié su sudada espalda bajando hacia su culo y cogiendo sus nalgas en mis manos lo apreté a mí. Deslizando mis labios por su cuello hacia su oído le dije: vamos al baño necesitamos una ducha. La bañera era algo sibarítico, una enorme bañera rectangular capaz para tres o cuatro personas cómodamente instaladas.

Todo un descubrimiento que me hubiera dado rabia desperdiciar si hubiera estado solo. Afortunadamente la agradable compañía entró en la bañera delante de mí vi como sus piernas fuertes pasaban el borde separando un poco los músculos de los glúteos entre los que aun estaba el elástico de mi tanga. Mientras el agua resbalaba desde la ducha sobre nuestros cuerpos empezando a llenar la pequeña piscina volví a abrazarlo y besarlo y por fin conseguí agarrar su polla metiendo la mano por dentro de la tela.

Él se decidió por fin a tocarme y recorrió mi pecho con sus manos mientras me acariciaba los pezones entre el pulgar y el índice. Le bajé el tanga y se lo quité y por fin nuestras pollas desnudas se unieron duras y triunfantes aplastadas entre nuestros vientres. Me senté y lo senté entre mis piernas dándome la espalda. Le di un suave masaje con el champú librando los hombros y espalda de la tensión acumulada en la noche.

Mi polla dura colocada entre sus nalgas se movía sola mientras mis manos enjabonaban y acariciaban dulcemente la suya, besaba sus hombros y nuca y le acariciaba el pecho y los hombros, él giró la cabeza hacia mí para decirme que era maravilloso y que estaba disfrutando y para darme su lengua extendida que aproveche para besar y comer. Le dije que se pusiera de pie despacio y fui lamiendo su espalda, besando sus omoplatos, y recorriendo con mi lengua la línea de su columna, bajando por ella hasta su culo separando sus nalgas y lamí su ano mientras le agarraba la hermosa polla y él gemía de placer.

Procuraba no masturbarlo fuerte para que se mantuviera duro, pero retrasaba su eyaculación, y la mía, lo más posible. Le hice inclinarse para que todo quedara al alcance de mi golosa boca: culo testículos y hasta el bello rabo que me trague entero mordisqueándolo con suavidad lamiendo su glande o metiéndolo entero en la boca. Allí en la bañera, lo lamí entero limpio desde los pies y el dedo gordo recorrí sus muslos, con mi lengua volví a comerme su polla y culo, le chupé el ombligo y los pezones, y con el sabor de su rabo aun en la boca volvía besarlo.

Le pregunté si lo estaba pasando bien y me respondió que lo estaba volviendo loco. Así que cogiéndolo por los hombros le indiqué que le tocaba el turno a él y como aplicado discípulo, me lamió entero, besó mi cuerpo con auténtica ansia y todo eso sin salir de la piscina. De ahí pasamos a la cama ya secos pero con ganas de volver a sudar. La verdad es que estaba loco por follármelo pero no quería traicionar su confianza así que decidí olvidarme del tema y como los dos estábamos agotados.

Le propuse un 69 se tumbó boca arriba en la cama yo me coloqué sobre él dejando caer mi polla sobre su boca y atrapando la suya entre mis dientes. Aunque desde luego no me había olvidado de su culito que seguía siendo sobado y acariciado y me tiendo uno o dos de mis dedos en el ano a la vez que le decía que hiciera lo mismo conmigo y le daba feroces lamidas a su rabo comiéndolo con la eficacia de un tragasables.

Pero el no se quedaba atrás y le gustaba lamer mis huevos peludos o meterse en la boca mi glande lamiendo lo como si de un chupachups se tratara. El se corrió primero derramando su leche en mi boca amarga como un buen licor desde luego no perdí ni una sola gota y no tarde mucho en ser exprimido del todo y he de decir en su favor que no desperdició ni una gota saboreándolo. Me giré y nos besamos en la boca donde conservábamos el sabor del otro todavía sobre las lenguas y así nos dormimos desnudos en los brazos del otro y sobre las mantas.

Ya por la mañana cual no sería mi sorpresa que me despertó su cabecita juguetona en mis muslos intentando hacerse con mi rabo duro por los sueños de la noche. Así que retomamos nuestros juegos por la mañana disfrutando de nuestros cuerpos acariciándonos suavemente lamiendo nuestras pieles golosas mi lengua volviendo a recorrerlo entero chupando su culito y su ano entrando en él lo más posible con la lengua acostumbrándolo a la idea de la penetración.

Luego le dejé hacérmelo a mí y le pedí que me follara con uno de sus dedos, luego con dos, yo estaba muy excitado y al fin le pedí que me penetrara con su duro rabo. Para ser su primera vez consiguió entrar a la primera suavemente, dulce bien lubricado su rabo por mi saliva y mi culo por la suya y aun así ayudados por un botellín de licor del bar que colaboraba con frecuentes chorritos.

Hasta que se corrió en mi interior donde sentí cada trallazo caliente y festejándolo con mi propio orgasmo sobre las sabanas. No quiero imaginar lo que pensaría de nosotros la camarera que no vio salir junto de la habitación cogidos de la mano y dándonos besos en la boca por el pasillo y cuando vio nuestro semen en las sabanas. De allí a mi coche a recoger el suyo y una cariñosa despedida ante el mecánico.
 
Noche cerrada lluvia frío, un soldado con un macuto y sin un duro haciendo auto stop.
Las ganas de salir del cuartel eran más que la lluvia y el frio. Calado hasta los huesos y pocos coches en la carretera, para más desgracia. Al rato unas luces iluminan la carretera; y un frenazo que se produce y una voz que dice pero alma de dios tu estas loco.
Anda sube dice la voz de un camionero.
Suelta un discurso de un padre a su hijo que locura ,no sabes lo peligroso que es.etc,etc.
Pasa hay atrás y quítate la ropa mojada y secate. Me desnudo y me doy cuenta que me estaban mirando atentamente y con una sonrisa de oreja a oreja. Abre la boca y me suelta .¿Que haber a la novia? Con ganas de Echar unos buenos polvo.¿ no?. Que va no tengo novia y polvos poco.
Pues será porque no quieres pues tienes una buena polla y un culito muy apetecible. Me quedé callado un rato y me sente a su lado , y estuvimos en silencio un buen rato. Me miro y me preguntó ¿ tendrás hambre no? Si asentí con la cabeza,paramos una venta donde sacie el hambre que llevaba. Pero en mi mente sonaba lo que me había dicho sobre mí cuerpo. Yo había disfrutado pajas con mis colegas pero con tío mayor no .
Ya de vuelta al camión me miro y me dijo que me pedía disculpas si me había molestado por sus comentarios, lo mire y le dije que al contrario que me había gustado. Me contó que llevaba mucho tiempo viudo y qué follaba poco .Hablamos de nuestras experiencias sexuales lo que me puso excitado y el se dio cuenta, y me cogió la mano y la llevó a su entrepierna. Mira como me has puesto hacia tiempo que no me empalmaba tanto. Se bajo la cremallera y sentí en mi mano una polla duray uno huevos duros.
Aparto mi mano y me miro y me dijo espera que voy a parar en un momento.
Pasa atrás y desnudate y que esta noche vas a ser mi putilla.
Me gustó lo que me dijo y pase atrás y me quedé en bola empalmado y excitado. Sentí como para a él camión, y como pasaba atrás y se desnudaba .Ya desnudo me gire y con una sonrisa le dije ¿ A las putillas se les paga?. El me dio la vuelta me,agarró los cachetes y metió su lengua en mi ojete y lo lamio con ganas. Yo estaba disfrutando de su lengua dentro de mi culo y con mi mano en mi polla .
Dejo de lamer y me suelta si que te voy a pagar. Se puso un condon y de un golpe me taladro el culo chille se quedo quieto un momento y cuando vio que me relaje empezó a moverse poco a poco jadeando y diciendo barbaridades las cuales hacia que yo moviese mi culo y disfrutará del momento. Se arqueo abrió mis cachetes y soltó un me corro dentro de ti putaaaaa.
Se quedó quieto y solo me dijo. Que a gusto me he quedado.
Pues yo no le dije.
 
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