Mi compañera de piso, una choni de 18

dom99

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19 Mar 2025
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AVISO: TODO EL CONTENIDO DEL HILO ES TOTALMENTE VERÍDICO, CAMBIANDO LIGEROS DETALLES COMO EL NOMBRE POR ALGUNOS MUY SIMILARES PARA PRESERVAR LA INTIMIDAD DE TODOS. POR ELLO OMITO DATOS COMO LA CIUDAD Y OTROS.


Durante mis años universitarios tuve que compartir piso con una poligonera llamada Jennifer, aunque para su entorno era "La Yeni".

Yeni era una chica que acababa de cumplir la mayoría de edad y vivía de los padres sin dar palo al agua, aunque supuestamente se estaba sacando una FP. Medía alrededor de 1,60 y pesaría no más de 50kg. Morena, de ojos marrones y piel blanca. Lo más destacable era su culo, que aunque no era enorme, sobresalía bastante en un cuerpo tan delgado. Era conocida en la zona por, además de su poca educación, afición al fumeteo y ser problemática, ir siempre vestida con ropa de leopardo.

A mí, para ser honesto, me generaba repulsión. Dejaba la cocina hecha un desastre, el baño igual, y el olor a porro era a veces insoportable. No salía de su habitación para algo que no fuera recibir a algún colega cani o alguien de similar nivel con quienes hablaba de física cuántica en el salón (véase la ironía).

Por mi parte, he sido siempre un chico normal. Bastante deportista, guapo según me han dicho y tatuado. Para ser honesto y aunque pueda sonar mal, nunca he tenido problema en el ámbito sexual. Siempre he tenido algún rollete, o cuando he salido de fiesta me he llevado a alguna chica a casa. A mis 25 años, ya tenía algo de experiencia.

Cierto día nos confinaron y supe que si no ponía cartas en el asunto, aquel tiempo que por el momento era indefinido sería insufrible. Toqué la puerta de su habitación y le dije que saliera.
+ ¿Has visto las noticias, sabes que nos van a confinar?
- Que va, ¿pero que pasa?
+ Que nos van a confinar para intentar controlar las infecciones. Confinar significa que no podemos salir del piso.
- Ostia que dices, ¿pero cuanto tiempo?

Prosiguió la conversación de forma poco relevante, explicándole cosas como que no podía meter amigos en casa, salir de fiesta, y otras cosas que deberían haberle explicado sus padres o haber sabido por sí misma, para acabar diciéndole que si no llevábamos un orden y una limpieza, la convivencia iba a ser jodida. No se quedó muy convencida, pero tampoco era mi intención convencerla de absolutamente nada.

Pasaron los días y como no podía salir, comenzó a ducharse como 4 o 5 veces al día. La música por todo lo alto... y para colmo, se depilaba con la cuchilla y dejaba la pared de la ducha llena de pelos de su coño. Se me hincharon y fui a su habitación.

+ ¿Crees que te puedes dejar el aseo así?
- Ostia tio, perdona pero tampoco creo que sea para tanto, porque le echas agua y se van
+ Ya, pero son los pelos de tu coño y el agua se la echas tú
- A mí así no me hables que la tenemos, que estoy hasta el coño de estar aquí metida todo el puto día
+ Vaya educación tienes, niñata
- En el coño la tengo
+ Sí, eso digo. Qué puta maleducada eres
- Edúcame tú, chulo, venga
+¿Que te eduque? No te preocupes, que si te educara en una semana serías normal



Seguiré si lo pedís y os gusta, porque es largo.
 
AVISO: TODO EL CONTENIDO DEL HILO ES TOTALMENTE VERÍDICO, CAMBIANDO LIGEROS DETALLES COMO EL NOMBRE POR ALGUNOS MUY SIMILARES PARA PRESERVAR LA INTIMIDAD DE TODOS. POR ELLO OMITO DATOS COMO LA CIUDAD Y OTROS.


Durante mis años universitarios tuve que compartir piso con una poligonera llamada Jennifer, aunque para su entorno era "La Yeni".

Yeni era una chica que acababa de cumplir la mayoría de edad y vivía de los padres sin dar palo al agua, aunque supuestamente se estaba sacando una FP. Medía alrededor de 1,60 y pesaría no más de 50kg. Morena, de ojos marrones y piel blanca. Lo más destacable era su culo, que aunque no era enorme, sobresalía bastante en un cuerpo tan delgado. Era conocida en la zona por, además de su poca educación, afición al fumeteo y ser problemática, ir siempre vestida con ropa de leopardo.

A mí, para ser honesto, me generaba repulsión. Dejaba la cocina hecha un desastre, el baño igual, y el olor a porro era a veces insoportable. No salía de su habitación para algo que no fuera recibir a algún colega cani o alguien de similar nivel con quienes hablaba de física cuántica en el salón (véase la ironía).

Por mi parte, he sido siempre un chico normal. Bastante deportista, guapo según me han dicho y tatuado. Para ser honesto y aunque pueda sonar mal, nunca he tenido problema en el ámbito sexual. Siempre he tenido algún rollete, o cuando he salido de fiesta me he llevado a alguna chica a casa. A mis 25 años, ya tenía algo de experiencia.

Cierto día nos confinaron y supe que si no ponía cartas en el asunto, aquel tiempo que por el momento era indefinido sería insufrible. Toqué la puerta de su habitación y le dije que saliera.
+ ¿Has visto las noticias, sabes que nos van a confinar?
- Que va, ¿pero que pasa?
+ Que nos van a confinar para intentar controlar las infecciones. Confinar significa que no podemos salir del piso.
- Ostia que dices, ¿pero cuanto tiempo?

Prosiguió la conversación de forma poco relevante, explicándole cosas como que no podía meter amigos en casa, salir de fiesta, y otras cosas que deberían haberle explicado sus padres o haber sabido por sí misma, para acabar diciéndole que si no llevábamos un orden y una limpieza, la convivencia iba a ser jodida. No se quedó muy convencida, pero tampoco era mi intención convencerla de absolutamente nada.

Pasaron los días y como no podía salir, comenzó a ducharse como 4 o 5 veces al día. La música por todo lo alto... y para colmo, se depilaba con la cuchilla y dejaba la pared de la ducha llena de pelos de su coño. Se me hincharon y fui a su habitación.

+ ¿Crees que te puedes dejar el aseo así?
- Ostia tio, perdona pero tampoco creo que sea para tanto, porque le echas agua y se van
+ Ya, pero son los pelos de tu coño y el agua se la echas tú
- A mí así no me hables que la tenemos, que estoy hasta el coño de estar aquí metida todo el puto día
+ Vaya educación tienes, niñata
- En el coño la tengo
+ Sí, eso digo. Qué puta maleducada eres
- Edúcame tú, chulo, venga
+¿Que te eduque? No te preocupes, que si te educara en una semana serías normal



Seguiré si lo pedís y os gusta, porque es largo.
Deseando que sigas
 
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Durante mis años universitarios tuve que compartir piso con una poligonera llamada Jennifer, aunque para su entorno era "La Yeni".

Yeni era una chica que acababa de cumplir la mayoría de edad y vivía de los padres sin dar palo al agua, aunque supuestamente se estaba sacando una FP. Medía alrededor de 1,60 y pesaría no más de 50kg. Morena, de ojos marrones y piel blanca. Lo más destacable era su culo, que aunque no era enorme, sobresalía bastante en un cuerpo tan delgado. Era conocida en la zona por, además de su poca educación, afición al fumeteo y ser problemática, ir siempre vestida con ropa de leopardo.

A mí, para ser honesto, me generaba repulsión. Dejaba la cocina hecha un desastre, el baño igual, y el olor a porro era a veces insoportable. No salía de su habitación para algo que no fuera recibir a algún colega cani o alguien de similar nivel con quienes hablaba de física cuántica en el salón (véase la ironía).

Por mi parte, he sido siempre un chico normal. Bastante deportista, guapo según me han dicho y tatuado. Para ser honesto y aunque pueda sonar mal, nunca he tenido problema en el ámbito sexual. Siempre he tenido algún rollete, o cuando he salido de fiesta me he llevado a alguna chica a casa. A mis 25 años, ya tenía algo de experiencia.

Cierto día nos confinaron y supe que si no ponía cartas en el asunto, aquel tiempo que por el momento era indefinido sería insufrible. Toqué la puerta de su habitación y le dije que saliera.
+ ¿Has visto las noticias, sabes que nos van a confinar?
- Que va, ¿pero que pasa?
+ Que nos van a confinar para intentar controlar las infecciones. Confinar significa que no podemos salir del piso.
- Ostia que dices, ¿pero cuanto tiempo?

Prosiguió la conversación de forma poco relevante, explicándole cosas como que no podía meter amigos en casa, salir de fiesta, y otras cosas que deberían haberle explicado sus padres o haber sabido por sí misma, para acabar diciéndole que si no llevábamos un orden y una limpieza, la convivencia iba a ser jodida. No se quedó muy convencida, pero tampoco era mi intención convencerla de absolutamente nada.

Pasaron los días y como no podía salir, comenzó a ducharse como 4 o 5 veces al día. La música por todo lo alto... y para colmo, se depilaba con la cuchilla y dejaba la pared de la ducha llena de pelos de su coño. Se me hincharon y fui a su habitación.

+ ¿Crees que te puedes dejar el aseo así?
- Ostia tio, perdona pero tampoco creo que sea para tanto, porque le echas agua y se van
+ Ya, pero son los pelos de tu coño y el agua se la echas tú
- A mí así no me hables que la tenemos, que estoy hasta el coño de estar aquí metida todo el puto día
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- En el coño la tengo
+ Sí, eso digo. Qué puta maleducada eres
- Edúcame tú, chulo, venga
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Seguiré si lo pedís y os gusta, porque es largo.
Cuenta cuenta, quiero aprender de tus métodos didácticos con la Yeni
 
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Durante mis años universitarios tuve que compartir piso con una poligonera llamada Jennifer, aunque para su entorno era "La Yeni".

Yeni era una chica que acababa de cumplir la mayoría de edad y vivía de los padres sin dar palo al agua, aunque supuestamente se estaba sacando una FP. Medía alrededor de 1,60 y pesaría no más de 50kg. Morena, de ojos marrones y piel blanca. Lo más destacable era su culo, que aunque no era enorme, sobresalía bastante en un cuerpo tan delgado. Era conocida en la zona por, además de su poca educación, afición al fumeteo y ser problemática, ir siempre vestida con ropa de leopardo.

A mí, para ser honesto, me generaba repulsión. Dejaba la cocina hecha un desastre, el baño igual, y el olor a porro era a veces insoportable. No salía de su habitación para algo que no fuera recibir a algún colega cani o alguien de similar nivel con quienes hablaba de física cuántica en el salón (véase la ironía).

Por mi parte, he sido siempre un chico normal. Bastante deportista, guapo según me han dicho y tatuado. Para ser honesto y aunque pueda sonar mal, nunca he tenido problema en el ámbito sexual. Siempre he tenido algún rollete, o cuando he salido de fiesta me he llevado a alguna chica a casa. A mis 25 años, ya tenía algo de experiencia.

Cierto día nos confinaron y supe que si no ponía cartas en el asunto, aquel tiempo que por el momento era indefinido sería insufrible. Toqué la puerta de su habitación y le dije que saliera.
+ ¿Has visto las noticias, sabes que nos van a confinar?
- Que va, ¿pero que pasa?
+ Que nos van a confinar para intentar controlar las infecciones. Confinar significa que no podemos salir del piso.
- Ostia que dices, ¿pero cuanto tiempo?

Prosiguió la conversación de forma poco relevante, explicándole cosas como que no podía meter amigos en casa, salir de fiesta, y otras cosas que deberían haberle explicado sus padres o haber sabido por sí misma, para acabar diciéndole que si no llevábamos un orden y una limpieza, la convivencia iba a ser jodida. No se quedó muy convencida, pero tampoco era mi intención convencerla de absolutamente nada.

Pasaron los días y como no podía salir, comenzó a ducharse como 4 o 5 veces al día. La música por todo lo alto... y para colmo, se depilaba con la cuchilla y dejaba la pared de la ducha llena de pelos de su coño. Se me hincharon y fui a su habitación.

+ ¿Crees que te puedes dejar el aseo así?
- Ostia tio, perdona pero tampoco creo que sea para tanto, porque le echas agua y se van
+ Ya, pero son los pelos de tu coño y el agua se la echas tú
- A mí así no me hables que la tenemos, que estoy hasta el coño de estar aquí metida todo el puto día
+ Vaya educación tienes, niñata
- En el coño la tengo
+ Sí, eso digo. Qué puta maleducada eres
- Edúcame tú, chulo, venga
+¿Que te eduque? No te preocupes, que si te educara en una semana serías normal



Seguiré si lo pedís y os gusta, porque es largo.
Sigue, por favor.. Ésto promete.... Gracias!
 
Esperando a ver cómo se desarrolla la historia
 
Tenéis el relato en la sección de relatos con el mismo nombre exactamente
 
Follatela,eso la confudira y si no te la follas pásamela y verás como la espabilo
 

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