swinger37
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Como ha ido el fin de semana?
Mi mujer quiere que elijáis
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SumisoDeM
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Disculpad el retraso, pero la vida tiene la mala costumbre de meterse enmedio.
El viernes por la tarde, ya con la jaula puesta, me dediqué a ayudar a mi mujer a prepararse. Con ella desnuda, la depilé incluyendo la zona púbica y anal, la duché, le lavé el pelo, le hice 2 trenzas, le pinté las uñas, la maquillé y, finalmente la vestí con la ropa de su elección: un par de pezoneras negras, una gargantilla de encaje negro, un crop top gris irisado claramente transparente y una minifalda de volantes blanca, sin ropa interior alguna. La ropa que se llevó en la mochila, era del estilo: un par de faldas cortas, un body de encaje, tops con transparencias y un tanga por si acaso...
La amiga vino a recoger a mi mujer el viernes. Cuando llamó al timbre abrí yo y la amiga llevaba puestas unas mallas cortas blancas, un crop top de rejilla negro y debajo un sujetador y un tanga negro que se insinuaba a través de las mallas.
Cuando entró la amiga mi mujer, delante de ella, me dijo: "se nos olvida algo cariño. Baja a la farmacia a comprar una caja de condones."
La amiga ya sabía de que iba la cosa, pero eso no implicó que no me sintiera muy avergonzado y humillado. Aún así fui a por la caja y se la dí, a lo que ella contestó: "no sé si con 12 será suficiente..." y se fueron.
Durante el fin de semana le mandé algunos whatsapps preguntando como iba, y todo lo que me contestó fué que me lo contaría el domingo. Le pregunté si había usado los condones y la respuesta fué la misma: el domingo. No le saqué nada.
Me pasé el fin de semana desesperado: me desperté por la noche con erecciones dentro de la jaula, me sentí muy celoso, me metí un dildo por el culo y me lo follé con desesperación con el fin de conseguir algún alivio que no logré...
Y finalmente llegó el domingo y mi mujer llegó a casa. Apareció con unas mallas cortas negras, un body tanga negro muy transparente tan subido que por detrás se veía claramente por encima de las mallas, los pechos sin sujetador ni pezoneras, todo el pelo, cara y medio cuerpo lleno de purpurina y el maquillaje medio corrido, quizás literalmente.
Me dijó que se iba a dormir un rato, se desnudó del todo, se tiró en la cama, y me pidió que mientras lavara, a mano, toda la ropa. Antes de lavarla la examiné de cerca y la olí en busca de pistas... el body estaba lleno de flujo y había un top con manchas secas de lo que a mi me pareció semen... mi polla estaba frustardamente dura en su jaula, y mi mujer durmiendo, así que me puse a fregar y tendí toda la ropa.
Cuando despertó me pidió que me desnudara y la ayudara a lavarse, así que me quedé con la jaula y la metí en la ducha donde empecé a lavar primero su cuerpo y luego su pelo. Ella, a ratos, me iba acariciando los huevos con la mano. Intenté meterle mano, pero me dijo que sólo podía tocarla para limpiarla.
Una vez la hube lavado, secado y peinado, con ambos aún desnudos, me llevó a la cama, me tumbó boca arriba, y ató mis manos a los barrotes del cabezal. Entonces sacó la caja de condondes y me preguntó: "cuantos crees que he usado?", y empezó a sacar los condones que quedaban mientras los contaba: "uno, dos, tres..." tres. Quedaban tres, y por lo tanto había usado nueve en apenas 2 días.
Entonces cogió el neceser y mientras me miraba, sacó un condón usado, anudado, lleno de semen y empezó a contar de nuevo mientras los iba depositando en mi cuerpo por el pecho, barriga y alrededor del pene: "uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho y nueve". Todos estaban llenos de semen y, el 9, lo dejó en mis labios.
Aún con los condones encima, cogió la llave de la jaula y me la quitó dejando sólo el anillo de la base. Agarró mi pene y empezó a masturbarme despacio. Luego más rápido, luego muy rápido y luego paró mientras yo me retorcía.
Cogió lubricante y untó con él mi pene, despacio, y empezó a frotármelo poco a poco. Cuando estaba muy duro o gemía mucho, me daba un golpecito en los huevos y paraba un ratito de tocármelo.
Al cabo de un rato, apartó los condones usados y se puso encima mío a 4 patas, restregando sus pechos por mi cuerpo y mi cara, y empezó a buscar mi pene con su vagina, dejando que mi glande la recorriera de arriba a abajo, sintiendo su coño mojado. Después se dió la vuelta, en posición de 69, y empezó a tocar su clítoris delante de mi cara mientras de vez en cuando metía mi polla en su boca dejándome sentir el calor... y otras veces me hacía lamerla. Y estuvo así hasta que se corrió, literalmente, en mi cara. Entonces me agarró la polla y empezó a masturbarme de nuevo rápido, rápido, rápido.... yo gritaba de placer: oh si! sigue! no pares por favor! mientras tanto ella me contaba cómo dos tíos la habían follado, como les había comido las pollas, como le habían dado por culo y como había recibido su leche.
Hagamos un parentesis y recordemos por un momento algunos hechos: yo nunca la he metido en un culo, llevo sin metersela desde diciembre (9 meses ya).
Mi espalda empezó a arquearse del placer, mi cadera empujaba como si me follara a su mano. Y su manó se abrió y me quedé empujando en el aire, a milisegundos de mi orgasmo. En uno de los empujones al aire salió una gota de semen, triste y sin fuerza que resbaló por mi pene. Mi mujer escupió en la punta de mi pene y empezó a colocarme de nuevo la jaula de castidad, apretando y forzando a mi erección a disiparse hasta que me tuvo enjaulado.
Cuando estuve con el pene asegurado, me desató y me ordenó ponerle unas bragas de algodón y una camiseta grande que contrastaban mucho con lo que habían visto los otros hombres, y me dijo: "gracias cariño". A lo que yo le respondí "A ti mi amor". Y la abracé hasta que nos dormimos los dos. Yo tardé más, no sé porqué sería.
PD: una semana más tarde, con la jaula puesta y usando el Hitachi Magic Wand contra esta, finalmente me dió un orgasmo arruinado.
El viernes por la tarde, ya con la jaula puesta, me dediqué a ayudar a mi mujer a prepararse. Con ella desnuda, la depilé incluyendo la zona púbica y anal, la duché, le lavé el pelo, le hice 2 trenzas, le pinté las uñas, la maquillé y, finalmente la vestí con la ropa de su elección: un par de pezoneras negras, una gargantilla de encaje negro, un crop top gris irisado claramente transparente y una minifalda de volantes blanca, sin ropa interior alguna. La ropa que se llevó en la mochila, era del estilo: un par de faldas cortas, un body de encaje, tops con transparencias y un tanga por si acaso...
La amiga vino a recoger a mi mujer el viernes. Cuando llamó al timbre abrí yo y la amiga llevaba puestas unas mallas cortas blancas, un crop top de rejilla negro y debajo un sujetador y un tanga negro que se insinuaba a través de las mallas.
Cuando entró la amiga mi mujer, delante de ella, me dijo: "se nos olvida algo cariño. Baja a la farmacia a comprar una caja de condones."
La amiga ya sabía de que iba la cosa, pero eso no implicó que no me sintiera muy avergonzado y humillado. Aún así fui a por la caja y se la dí, a lo que ella contestó: "no sé si con 12 será suficiente..." y se fueron.
Durante el fin de semana le mandé algunos whatsapps preguntando como iba, y todo lo que me contestó fué que me lo contaría el domingo. Le pregunté si había usado los condones y la respuesta fué la misma: el domingo. No le saqué nada.
Me pasé el fin de semana desesperado: me desperté por la noche con erecciones dentro de la jaula, me sentí muy celoso, me metí un dildo por el culo y me lo follé con desesperación con el fin de conseguir algún alivio que no logré...
Y finalmente llegó el domingo y mi mujer llegó a casa. Apareció con unas mallas cortas negras, un body tanga negro muy transparente tan subido que por detrás se veía claramente por encima de las mallas, los pechos sin sujetador ni pezoneras, todo el pelo, cara y medio cuerpo lleno de purpurina y el maquillaje medio corrido, quizás literalmente.
Me dijó que se iba a dormir un rato, se desnudó del todo, se tiró en la cama, y me pidió que mientras lavara, a mano, toda la ropa. Antes de lavarla la examiné de cerca y la olí en busca de pistas... el body estaba lleno de flujo y había un top con manchas secas de lo que a mi me pareció semen... mi polla estaba frustardamente dura en su jaula, y mi mujer durmiendo, así que me puse a fregar y tendí toda la ropa.
Cuando despertó me pidió que me desnudara y la ayudara a lavarse, así que me quedé con la jaula y la metí en la ducha donde empecé a lavar primero su cuerpo y luego su pelo. Ella, a ratos, me iba acariciando los huevos con la mano. Intenté meterle mano, pero me dijo que sólo podía tocarla para limpiarla.
Una vez la hube lavado, secado y peinado, con ambos aún desnudos, me llevó a la cama, me tumbó boca arriba, y ató mis manos a los barrotes del cabezal. Entonces sacó la caja de condondes y me preguntó: "cuantos crees que he usado?", y empezó a sacar los condones que quedaban mientras los contaba: "uno, dos, tres..." tres. Quedaban tres, y por lo tanto había usado nueve en apenas 2 días.
Entonces cogió el neceser y mientras me miraba, sacó un condón usado, anudado, lleno de semen y empezó a contar de nuevo mientras los iba depositando en mi cuerpo por el pecho, barriga y alrededor del pene: "uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho y nueve". Todos estaban llenos de semen y, el 9, lo dejó en mis labios.
Aún con los condones encima, cogió la llave de la jaula y me la quitó dejando sólo el anillo de la base. Agarró mi pene y empezó a masturbarme despacio. Luego más rápido, luego muy rápido y luego paró mientras yo me retorcía.
Cogió lubricante y untó con él mi pene, despacio, y empezó a frotármelo poco a poco. Cuando estaba muy duro o gemía mucho, me daba un golpecito en los huevos y paraba un ratito de tocármelo.
Al cabo de un rato, apartó los condones usados y se puso encima mío a 4 patas, restregando sus pechos por mi cuerpo y mi cara, y empezó a buscar mi pene con su vagina, dejando que mi glande la recorriera de arriba a abajo, sintiendo su coño mojado. Después se dió la vuelta, en posición de 69, y empezó a tocar su clítoris delante de mi cara mientras de vez en cuando metía mi polla en su boca dejándome sentir el calor... y otras veces me hacía lamerla. Y estuvo así hasta que se corrió, literalmente, en mi cara. Entonces me agarró la polla y empezó a masturbarme de nuevo rápido, rápido, rápido.... yo gritaba de placer: oh si! sigue! no pares por favor! mientras tanto ella me contaba cómo dos tíos la habían follado, como les había comido las pollas, como le habían dado por culo y como había recibido su leche.
Hagamos un parentesis y recordemos por un momento algunos hechos: yo nunca la he metido en un culo, llevo sin metersela desde diciembre (9 meses ya).
Mi espalda empezó a arquearse del placer, mi cadera empujaba como si me follara a su mano. Y su manó se abrió y me quedé empujando en el aire, a milisegundos de mi orgasmo. En uno de los empujones al aire salió una gota de semen, triste y sin fuerza que resbaló por mi pene. Mi mujer escupió en la punta de mi pene y empezó a colocarme de nuevo la jaula de castidad, apretando y forzando a mi erección a disiparse hasta que me tuvo enjaulado.
Cuando estuve con el pene asegurado, me desató y me ordenó ponerle unas bragas de algodón y una camiseta grande que contrastaban mucho con lo que habían visto los otros hombres, y me dijo: "gracias cariño". A lo que yo le respondí "A ti mi amor". Y la abracé hasta que nos dormimos los dos. Yo tardé más, no sé porqué sería.
PD: una semana más tarde, con la jaula puesta y usando el Hitachi Magic Wand contra esta, finalmente me dió un orgasmo arruinado.
Última edición:
la 1Mi mujer se va este viernes hasta el domingo con una amiga a un festival y, como es lógico, quiere asegurarse que me porto bien.
Para tal fin, me va a enjaular y se va a llevar las llaves. Quiere que elijáis que jaulita me va a dejar puesta:
Jaula 1:
Pros: es rosa, cómoda y se disimula bien bajo la ropa.
Contras: es de plástico.
Jaula 2:
Pros: es de metal y estéticamente es la mejor. El pene ni se ve. Se disimula perfecto bajo la ropa.
Contras: es terriblemente incómoda e incluso dolorosa en caso de erección. Es difícil orinar con ella. Nunca la he llevado más de 24h, pero ella cree que puedo llevarla más.
Jaula 3:
Pros: es de metal y muy cómoda. Es la más difícil de escapar de las tres.
Contras: pesa mucho y es difícil de ocultar bajo la ropa.
Id votando y a ver que ocurre el finde...
eduajtorra
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Alguna novedad? menuda empalmada que me tengo de leerte