Parejita38
Miembro
- Desde
- 8 Sep 2025
- Mensajes
- 20
- Reputación
- 228
EL DÍA DESPUÉS
La verdad que uno dedica todos los preparativos a pensar cómo será el momento, cómo reaccionaremos, pero nunca pensamos en el momento de después.
Yo pensaba que daría un bajón y brotarían las dudas. Pero no, le quitamos el corcho a la botella de champán.
Lo que eran ganas, se convirtió en deseo. Ya queríamos repetir. Volvernos a estar bajo el mando de fontanero. Relajarnos en nuestros roles de pareja y ser el objeto de deseo de otra persona.
Mi inseguridad se fue cuando tuve que volver a metérsela a la señora hasta el fondo. Ella arriba, porque fontanero no duró 3 minutos.
Tras decenas de sesiones de sexo en las ultimas semanas, mi fondo en el acto se convirtió en carrera de fondo. Ya he dejado de correrme a ritmo normal. Me la tengo que mover a un ritmo descomunal para sacar lo poco que me queda.
Y ya ves si me corrí, como nunca. Sexo de 40 minutos. Sudor de agosto. Mitsubishi eléctric mi mejor aliado en ese bochorno que se vive en el sur.
Yo tenía miedo a decirlo, miedo a decir que quería repetir. Porque no sé si me ponía más haberme comido un rabo, o haber visto un multiorgasmo de mi señora como espectador.
Pero ella también quería. Así lo hicimos.
La segunda batalla estaba planteada.
La verdad que uno dedica todos los preparativos a pensar cómo será el momento, cómo reaccionaremos, pero nunca pensamos en el momento de después.
Yo pensaba que daría un bajón y brotarían las dudas. Pero no, le quitamos el corcho a la botella de champán.
Lo que eran ganas, se convirtió en deseo. Ya queríamos repetir. Volvernos a estar bajo el mando de fontanero. Relajarnos en nuestros roles de pareja y ser el objeto de deseo de otra persona.
Mi inseguridad se fue cuando tuve que volver a metérsela a la señora hasta el fondo. Ella arriba, porque fontanero no duró 3 minutos.
Tras decenas de sesiones de sexo en las ultimas semanas, mi fondo en el acto se convirtió en carrera de fondo. Ya he dejado de correrme a ritmo normal. Me la tengo que mover a un ritmo descomunal para sacar lo poco que me queda.
Y ya ves si me corrí, como nunca. Sexo de 40 minutos. Sudor de agosto. Mitsubishi eléctric mi mejor aliado en ese bochorno que se vive en el sur.
Yo tenía miedo a decirlo, miedo a decir que quería repetir. Porque no sé si me ponía más haberme comido un rabo, o haber visto un multiorgasmo de mi señora como espectador.
Pero ella también quería. Así lo hicimos.
La segunda batalla estaba planteada.