Mi Primera Vez 4

Vantheway

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15 Abr 2024
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Me dio un beso en la boca y se tumbó a dormir, me levanté cogí una toalla y me incliné hacia ella para limpiarle mi corrida de su espalda, su culo, su coño…cuando terminé me volvió a besar, me tumbé junto a ella dispuesto a dormir…no entendía lo de Julián….



A la mañana siguiente me desperté temprano, Lola no estaba en la cama. Hacía calor en el dormitorio, el aire seguía encendido. Lo apagué y me levanté, olía a café. Me dirigí a la cocina y allí estaba ella, solo con la camiseta que le dejé la noche anterior. Estaba de pie intentando coger una taza de uno de los muebles superiores, me acerqué por detrás y extendiendo mi brazo llegué a coger la taza. Ella dio un respingo.

-Joder Álvaro, que susto me has dado -me dijo entre risas abrazándome por la cintura y plantándome un beso en los labios- ¿Te apetece un café? Perdona si te molesta que haya inspeccionado la cocina, pero buscaba el café y cosas para desayunar.

-No mujer, no -le dije abrazándola con fuerza- Mientras vistas de esa manera, tienes permiso para cotillearlo todo.

-Ummm, y mientras tú vistas como ahora, conseguirás que vaya de esta manera vestida -me dijo pasando su mano por mis huevos y besándome en la boca-

Agarré sus nalgas y apreté mis labios contra los suyos, mi polla comenzaba a despertarse. Se retiró lentamente observando como mi polla se iba levantando y endureciendo.

-Vamos a tomar café -me dijo separándose de mí- No quiero dejarte seco tan temprano…jajajaja

-Uffff, por eso no te preocupes -le contesté- me recupero con cierta facilidad.

-Todos decís lo mismo -dijo riéndose- pero la cantidad de leche que soltáis no es abundante precisamente.

Cogí otra taza para mí y sirvió los dos cafés. Nos sentamos junto a la mesa de la cocina observando el jardín y la piscina. Probé el café y estaba delicioso. La miré a los ojos y me sonrió, apoyó su mano en mi muslo, me excitaba poniéndose de esa manera.

-Bueno, ahora vamos a aclarar lo de anoche -le dije notando como me estaba calentando- Creo que debes explicarme el tema de Julián que anoche me comentaste.

-A ver, no te rayes por eso -me dijo- Julián es algo más que un amigo, pero no me malinterpretes. Sé que el otro día vino aquí, quedasteis para, digamos que practicar un tipo de sexo que tú no habías practicado.

-Pero… -intenté cortarla-

-No, déjame seguir -me dijo levantando una mano para que no siguiera hablando- El tema es fácil, yo he follado y follo con él, a él le gustan los hombres y las mujeres, creo que por aquí a eso se le dice ser redondo, pues él es redondo igual que yo. Pero me encanta como folla, la delicadeza que tiene, pero también lo imperativo que es, él es el que manda por muy delicado que sea. Y eso me pone mucho, me excita no sabes cuánto. A veces, solo hablando por teléfono con él, acabo con el coño empapado y tengo que masturbarme.

Me miró sonriéndome.

-Espera, no sigas -prosiguió- Déjame acabar. Él me contó que lo habías visto follar con Ángel, que no es santo de mi devoción, y que os encontrasteis e intercambiasteis los números de teléfono. Que lo llamaste y acudió para hacer realidad uno de tus sueños. Me dijo también que quedaste muy contento con él, que le diste por el culo y que no llegó a consumar contigo, por lo que, si quieres, hoy podemos pasar un día excelente los tres. Yo lo he llamado en cuanto me desperté, me ha dicho que si tú quieres, él se viene a pasar un rato con nosotros. Ahora ya, sí puedes hablar.

-Vale, no sabía que supieses todo eso -le dije molesto con Julián, él no tenía ningún derecho a contarle a nadie lo que habíamos hecho- Sé que no tienes la culpa de que te lo contara, pero la verdad, no estoy acostumbrado a estas cosas, me refiero a tener relaciones con otros hombres, y mucho menos a ir pregonándolo por ahí. Ahora llamaré a Julián y le diré que no hace falta que venga, esto no es como yo lo había imaginado.

-Siento que te lo estés tomando así -me dijo apoyando sus manos en mis rodillas e inclinándose hacia mí- pero Julián no es como lo estás imaginando. Quizá lo estás pintando todo mal, cuando es todo lo contrario. Ya me estaba imaginando con los dos en tu cama…

-Jajaja, si quieres nos metemos en la cama tú y yo, y nos olvidamos de Julián -le dije cogiendo una de sus manos y poniéndola sobre mi polla- Ahora la habitación está caldeada ya…

-Perdona pero prefiero hacerlo participando Julián también -me dijo apretándome la polla- el pensar en veros los dos en la cama me está excitando mucho. Podrías salir ya de ese antojo, o mejor dicho, de esa curiosidad, verás como lo vas a disfrutar. Además, no te hará lo que no quieras, eso tenlo muy seguro.

Se levantó y se sentó sobre mis rodillas abriendo sus piernas y dejando las mías entre ellas. Mi polla ya empalmada, estaba delante de su coño abierto. Acercó su boca a la mía, con su lengua lamió mi labio inferior. Se quitó la camiseta, sus pezones estaban duros.

-Además, desde anoche soy tu putita -me dijo- y necesito lo que tienes entre las piernas…

-¿Follas mucho con Julián? -le pregunté- ¿O sólo habláis?

-Jajajaja, follo con él cuando quiero -me dijo- él debe hacer lo que yo quiero, me pertenece.

Me quedé mirándola, ese cuerpazo que tiene se levantó y se dirigió hacia la mesa, donde estaba mi teléfono móvil. Lo cogió y me lo acercó.

-No seas malo y llámalo -me rogó- me vas a follar de todas formas y cuando quieras, pero me harías muy feliz verte con él.

Me levanté y me eché más café, mi polla se había bajado pero un hilo de líquido preseminal colgaba de mi capullo, denso, pegajoso, transparente, acabado en una gota. Lola lo recogió con un dedo y se lo llevó a la boca, saboreándolo.

-Por favor -me insistió- haré todo lo que me pidas, soy tu puta y él es mi putita.

-De acuerdo -le dije- Lo llamaré en un ratillo. Primero quiero desayunar con tranquilidad. Prepárame unas tostadas con zurrapa blanca de lomo que hay en la despensa.

-Sííííí -me dijo besándome en la boca y agarrándome de nuevo la polla- No te vas a arrepentir. Voy a prepararte lo que deseas.

La veía preparándome el desayuno totalmente desnuda, su coñito depilado sin sombra alguna de crecimiento del pelo, sus nalgas redondas y consistentes, sus piernas estilizadas y un poco musculadas…, desayuné como un marqués.

-Puedes recoger la cocina mientras hablo con Julián -le dije acariciándole una de las nalgas- Estoy deseando montarte de nuevo, zorrita.

Llamé a Julián, a la cuarta llamada descolgó.

-Hola Álvaro -me dijo con la voz muy seductora- estaba deseando que me llamases, ya he hablado con Lola esta mañana.

-Hola Julián -le devolví el saludo- Sí, me lo ha dicho, también me ha dicho que se lo has contado todo, todo lo que hicimos, que os estuve mirando cuando follabais Ángel y tú… Eso no se hace, hombre. Que yo sepa, no te di autorización para que le contaras a nadie lo que hicimos…

-Ya, ya sé qué piensas -me cortó- y no es eso. Si me dejas te lo explico. Ella no es cualquiera, yo soy su putita, hace conmigo lo que quiera y le debo obediencia total y absoluta. Me preguntó y tuve que responderle.

Se hizo el silencio mientras yo asimilaba todo lo que me acababa de decir. Julián estaba sometido a Lola…

-¿Estás ahí? -me preguntó cortando mis pensamientos- ¿hola?

-Sí, sí estoy aquí, estaba pensando -le contesté- Vale, vente a casa y seguiremos hablando.

-De acuerdo -me contestó- en 10 minutos estaré allí.

Al cabo de unos 15 minutos sonó el portero automático, era Julián, me vestí y le abrí, entró al jardín y salí a recibirle. Pasamos al interior de la casa, Lola estaba con la camiseta puesta nada más, lo esperaba en el salón, de pie con los brazos en jarra.

-Vaya, ¡mira a quien tenemos aquí! -soltó Lola- Puedes venir a saludarme.

Me quedé asombrado con la reacción de Julián, se acercó a Lola con la cabeza baja, la barbilla pegada al pecho. Se arrodilló ante ella y metió su cara entre sus piernas, ella las abrió algo y me sonrió mientras estaban en esa postura.

-Bueno vale -dijo Lola- Levántate ya.

Me senté en el sofá observando la situación, Julián tenía la boca mojada, no sé si de saliva o del flujo de Lola. Todo aquello me superaba, no estaba acostumbrado, pero me provocaba muchísimo morbo. Lola se sentó junto a mí, pasó su pierna derecha por encima de mi pierna izquierda, apoyándola en ella, con ello conseguía que su coño estuviese abierto. Julián lo miraba con mucho deseo y aquello aumentaba más aún mi lívido. Pasé mis dedos por el coño de Lola, estaba mojado, ella gimió levemente y Julián se removió inquieto, se sentó en el sillón que estaba frente a nosotros. Se apreciaba bastante claro el bulto que tenía entre las piernas, no paraba de tocárselo.

-Anda, quítate el pantalón y los slips, que los vas a deformar -le dijo Lola-

Julián se levantó y se quitó rápidamente lo que ella le había mandado, su polla saltó como si tuviera un resorte, la tenía mojada, con hilos de líquido preseminal saliendo de su capullo y colgando. Comencé a acariciar el clítoris de Lola, Julián observaba mi mano, como se mojaban mis dedos con el flujo del coño caliente de Lola, ella me agarraba el antebrazo y me miraba caliente. Abría más sus piernas, levantaba su cadera, sus gemidos se hacían más fuertes. La ropa que llevaba me molestaba, necesitaba sacar mi polla, el olor del coño caliente de Lola me estaba excitando mucho, así como la polla de Julián, dura y mojada.

-Quítame la ropa, Lola -le ordené-

-Por supuesto -me contestó- estoy deseando verte la polla…

Se incorporó y me levantó, me desabrochó el pantalón y los bajó hasta los tobillos, me los sacó por ellos mientras con la otra mano me acariciaba el paquete, el slip lo tenía empapado y con un bulto bastante grande. Metió dos dedos entre la liguilla del slip y tiró de él hacia abajo, mi polla salió en todo su esplendor, me sacó el slip por los tobillos también. Se levantó y me quitó la camiseta. La agarré de la mano y fuimos hacia mi cama.

-¿Puede venirse Julián? -me preguntó Lola- Los tres podemos pasarlo muy bien.

-Pues claro -contesté para que él se enterara- dile a tu putita que se venga.

-Ya has oído a mi macho, maricón -le dijo a Julián- Vente detrás de nosotros, a ver cómo te vas a portar hoy.

Senté a Lola al borde de la cama, abrí sus piernas y me coloqué entre ellas, quería saborear aquel maravilloso coño mojado y caliente. Acerqué mi boca a él, con mis labios tiraba de los suyos, mojados y calientes, mi lengua recorría toda su raja, se estaba mojando más aún. Llevé la punta de mi lengua hasta su clítoris, la frotaba contra él mientras un dedo se deslizaba por su raja hasta penetrarla.

-Julián -gritó Lola entre gemidos y jadeos- cómele el culo.

Noté como Julián se ponía detrás de mí, acariciaba mis nalgas, pasaba un dedo por mi ojal, acercaba su boca a él. De repente noté algo cálido y suave deslizarse por él y frotarlo, era la punta de su lengua y me estaba dando bastante placer. Uno de sus dedos se turnaba con la lengua para acariciármelo, hacía el intento por entrar, su mano bajaba por el perineo hasta agarrar mis pelotas y acariciarlas mientras su lengua retoma la fricción con mi ojal. Aquello estaba consiguiendo desconcentrarme del coño de Lola, y ella se dio cuenta. Agarró mi cabeza pegándola con fuerza contra su coño.

-Sigue así putita -le dijo a Julián- Vas a conseguir que mi macho sea tu zorrita.

Aquello, en lugar de molestarme me provocó más morbo aún. La verdad es que el placer que me estaba dando mientras pasaba la punta de su lengua por mi ojal era indescriptible. En un momento dado, noté como su lengua comenzaba a introducirse en mi ano, tuve que separar mi boca del coño de Lola para poder coger aire mientras gemía. Me gustaba, me excitaba, me daba muchísimo placer…y quería más.

Lola se tumbó a todo lo largo en mi cama, yo me coloqué entre sus piernas, con mi boca pegada a su coño y Julián se colocó detrás de mí, con su boca pegada a mi culo. Comencé a subir mi boca por su vientre, por su abdomen, me detuve en sus tetas, las besaba, las lamía y le mordisqueaba los pezones que estaban rígidos como nuestras pollas. Subí por su cuello hasta llegar a su boca, mi polla quedó a la altura de su entrepierna.

-A ver Julián -dijo Lola- Haz de mamporrero, coge su polla y métemela, la necesito dentro.

Julián agarró mi nabo y, notando como sus dedos tocaban toda la zona, colocó mi polla en la entrada del coño de Lola, apreté mis caderas y entró con mucha suavidad, su coño estaba muy lubricado de su flujo y de mi saliva. Con mi polla en su interior, me puse de rodillas y levantando sus caderas, empecé a moverme clavándole mi nabo lo más adentro posible. Observé como Julián me miraba mientras se pajeaba. Agarré su polla y comencé a pajearlo, notaba su polla muy dura, sus venas en mi mano me producían más morbo aún. Se puso de pie sobre la cama y se colocó junto a mí, su polla quedaba a la altura de mi cara. Lola me miró y me sonrió.

-Venga, cómete esa polla jugosa -me dijo entre jadeos- Verás como te gusta tenerla en la boca.

Alargué mi mano y la cogí, la acerqué a mi boca. La coloqué entre mis labios, la besé tímidamente, mi lengua salió para recibir aquel capullo mojado, lamí la punta del glande, estaba un poco salado pero me gustaba el sabor. Abrí mi boca y, lentamente, se fue introduciendo en ella. Entró algo menos de la mitad, me excitaba pensar que me estaba comiendo la polla de Julián mientras Lola observaba todo y se excitaba. Mi lengua se frotaba contra el tronco de la polla de Julián, buscaba su frenillo para frotarla contra él, como me hacía Ana, mi novia o mi exnovia. Julián se estaba excitando, notaba como su polla segregaba precum dentro de mi boca, me estaba encantando aquel sabor. Su respiración se aceleraba, le cogí los huevos, los acariciaba sin dejar de comerle el nabo. Aquello me estaba gustando muchísimo, mi primera polla en la boca. Me la saqué de la boca y la besé por todos lados, me metí los huevos en la boca y mientras, Lola se había incorporado y estaba de rodillas junto a mí, con su boca esperando la polla de Julián, comenzó a comérsela mientras yo le comía los huevos, ella metió su mano entre las piernas de Julián y sus dedos buscaban el ojal. Julián jadeaba y gemía mientras Lola le comía la polla y yo los huevos. Lola acercó su boca a la mía, con la polla de Julián por medio, se enredaron nuestras lenguas y la polla. Julián gemía mientras Lola y yo nos turnábamos en comernos su polla, de vez en cuando nuestras lenguas se enredaban para, acto seguido, volver a introducirse en una de las bocas.

Lola parecía que empezaba a pasar de la polla de Julián, me besaba por el cuello, bajaba por mi pecho hasta llegar a mi polla, que se metió en la boca. Notaba su lengua recorriendo el tronco de mi nabo, lamiendo el frenillo y acariciando con la lengua todo el contorno del capullo. Me separé de Julián y me puse a acariciar el coño de Lola, ella me lamía los huevos, la polla. Con sus dedos pretendía llegar a mi ojal, por lo que me coloqué en una posición que le permitiera hacerlo, cosa que consiguió. Mientras tanto, Julián se había puesto de rodillas junto a mí, me acariciaba los pezones como si fuesen de una mujer, consiguió ponérmelos duros, erectos. Con los movimientos que Lola hacía para acariciarme el culo, hizo que me colocara a 4 patas, ella se abrió de piernas delante de mi cara, me agaché y, sin pensarlo, bajé mi pecho hasta pegarlo a la cama, así tenía su coño en mi boca. Julián no perdió el tiempo, notaba sus manos acariciando mis huevos, mis nalgas, las abría para pasar la yema de un dedo por mi ojal, pegó su cara y noté como su lengua se deslizaba por él, lo que hizo que mi respiración se acelerara y se escaparan algunos gemidos.

Así estuvimos unos minutos, ya no me preocupaba lo que me estuviese haciendo un hombre, lo que notaba era el tremendo placer del que estaba gozando. Subí mi boca por la entrepierna de Lola, llegué a su vientre, seguí subiendo hasta llegar a sus pechos. Sus pezones estaban duros, los metí en mi boca, mi lengua jugaba con ellos mientras mi polla intentaba penetrar el coño de Lola, mis labios apretaban sus pezones para después soltarlos. Subí por el cuello hasta llegar a su boca, la besé.

-Prepárate, voy a clavártela -le dije al oído pero con el suficiente volumen para que Julián me oyese- Me tienes la polla muy dura, putita.

Ella levantó sus caderas, noté como Julián actuaba de nuevo como un mamporrero, guiando mi polla hasta la entrada de su coño. Se la metí con un movimiento de cadera, le entró hasta el final, Lola gimió. Se colocó una almohada debajo de su zona lumbar para levantar sus caderas, de esa forma mi polla le entraba hasta el fondo. Su coño estaba empapado y caliente, notaba la rugosidad de sus paredes vaginales. Me tumbé sobre ella mientras mis caderas no paraban de moverse adelante y atrás, extendí mis brazos apoyando mis puños en la cama, le veía su cara de placer a unos 40-50 centímetros de su cara, estaba gozándolo. Noté como Julián me acariciaba el culo, como abría mis nalgas y untaba algo en mi ojal metiendo y sacando un dedo de él. Lola me agarró la cara y me guiñó un ojo mientras su lengua relamía su labio superior. Julián acomodó su postura, sabía lo que iba a venir después, me asustaba pero lo deseaba.

-Relájate -me dijo Lola- Sé que te va a encantar. Se nota que llevas tiempo deseando lo que mi putita va a hacerte.

Noté el capullo de Julián en mi ojal, lo presionaba suavemente, como se iba introduciendo dentro de mí. Dejé mi polla dentro de Lola, sin moverme, esperando lo que iba a suceder por “mi puerta de atrás”. Mi ojal se iba abriendo mientras su polla iba entrando, en el momento en que su capullo entró completamente, sentí un latigazo de dolor en mi culo, él se quedó inmóvil mientras mi culo me ardía, me dolía. Ese dolor fue pasando, mi respiración se fue normalizando, al cabo de un minuto, su cadera empezó de nuevo a presionar, entraba un poco y retrocedía un poco menos. Su polla estaba entrando en mí, me estaba follando Julián, me desvirgaba, me estaba dando por el culo. Y me estaba excitando a pesar del dolor. Entraba lentamente en mí con delicadeza que no sin dolor, hasta llegar al fondo. Notaba su vientre sobre mis nalgas, sus pelotas rozaban las mías. Se quedó un par de minutos con su polla allí, el dolor se fue mitigando poco a poco. En el momento en el que el dolor estaba pasando, me di cuenta que notaba las venas y los latidos de su polla. Sus manos se agarraron mejor a mis caderas y comenzó su movimiento de mete y saca. Con el lubricante su polla se desplazaba con mucha suavidad, el movimiento que me estaba dando lo transmitía a mis caderas con lo que, mientras me follaba el culo, yo follaba el coño de Lola. Julián se echó sobre mi espalda, con sus manos me pellizcaba los pezones.

-A partir de hoy serás mi putita -me dijo al oído con su respiración entrecortada- Sé que te está gustando que te dé por el culo, lo noto en tu culo y lo nota Lola en su coño, ¿verdad Lola? ¿Verdad que notas que le gusta ser empalado por mí?

-Ufffff, ya te digo -respondió entre gemidos y jadeos- Desde que se la has metido, se le ha puesto más dura y… ¡¡¡dios!!! Me encanta como la tiene ahora.

La sensación de ser penetrado por otro hombre era algo que hacía un tiempo deseaba conocer. En ese momento sentía dolor, quemazón…pero sobre todo mucho placer y muchísimo morbo. Julián comenzó a acelerar los movimientos, su respiración se aceleraba también, notaba dentro de mí como su polla tenía pequeñas contracciones que hacían que me excitara más.

-No te vayas a correr dentro, Julián -le dije muy excitado- Échamela por la espalda…

-Shhhh, calla zorrita -me dijo entrecortadamente- Te echaré la leche donde me dé la gana, para eso eres mi putita.

Sus movimientos eran ya más rápidos y más violentos, se oía los golpes que daba contra mis nalgas y las respiraciones y gemidos de los tres.

-Me corro, me corroooo -dijo Julián sacando su polla de mi culo y soltando su leche sobre mi espalda- Ufffffff, qué buena putita me has buscado, Lola.

Sentí su lefa caer por mi espalda, caliente y espesa, estaba muy excitado.

-Avisa antes de correrte -me dijo Lola- hoy quiero tomar ese tipo de leche.

A los pocos minutos notaba como el placer recorría desde mi culo a mis pelotas y llegaba hasta mi vientre. Saqué la polla del coño de Lola. Ella se colocó, junto a Julián, delante de mi nabo que empezó a escupir leche mientras yo me la meneaba para sacarla toda. Tanto Julián como Lola tenían la boca abierta, sus lenguas se enredaban entre ellas cada vez que rebañaban las gotas de mi leche, que tenían en la cara. El ver a los dos tomándose mi semen me excitó muchísimo, me senté delante de ellos y le comí la boca a Lola, saboreando por primera vez el jugo que me habían exprimido, mientras Julián limpiaba mi polla, tomando las últimas gotas que salían de ella.

-Zorrita, ahora me toca a mí -dijo Lola dirigiéndose a Julián- cómeme el coño como tú sabes.

-Por supuesto Lola -le respondió- será todo un placer.

Lola se colocó en la cabecera de la cama, abrió sus piernas y Julián hundió su cabeza entre ellas. En nada de tiempo, Lola estaba gimiendo y jadeando. Me puse a su lado observando como Julián le practicaba el cunnilingus. Me excitaba ver todo aquello, metí mi mano por debajo de las nalgas de Lola, yo quería participar, mis dedos buscaban su ojal, ella levantaba sus caderas para que mi mano se metiera por debajo sin problema alguno, hasta que lo conseguí. Comencé a masajear su ojal con la yema de un dedo mientras oía los ruidos que Julián hacía, sorbiendo, besando, lamiendo… Me dedo consiguió entrar en el culo de Lola, después entró otro dedo más, y después otro, tenía tres de mis dedos metidos en su culo. La cabeza de Julián se movía sin parar, a veces lograba verle la lengua frotando el clítoris, pasando por toda la raja de su coño, sus labios apretaban los labios mayores del coño de Lola…

-Seguid, no os paréis -dijo de repente entre gemidos- voy a correrme, cabrones. Me corrooo

Yo seguí con mis dedos en su culo, metiéndolos y sacándolos más rápido. Julián aumentó también la velocidad. A la par que su lengua no paraba de moverse, Lola dejó escapar un gemido intenso y la cara de Julián comenzó a mojarse. Yo saqué mis dedos del ojal de Lola y observaba como Julián se incorporaba con toda la cara empapada y relamiéndose.

Nos dejamos caer los dos a ambos lados de Lola que estaba recuperando la respiración.

-Uffff, que maravilla -dijo Lola- Tiene gracia, Julián es mi putita, yo soy la putita tuya, Álvaro, y a la vez, eres la putita de Julián… jajajaja.

Nos relajamos en la cama, yo pensaba en lo que acababa de pasar, me acababan de dar por el culo, mi primera vez, y deseaba que no fuese la última, a pesar de las molestias que tenía en mi ano.

Y hasta aquí este capítulo



¡¡¡Ahh, y no olviden supervitaminarse y mineralizarseeee!!!

Para cualquier comentario, crítica o sugerencia, mi email: vantheway@hotmail.com



Saludos.

Vantheway
 
Maravilloso, soberbio capitulo. me has puesto super duro y a vibrar mi ojal , esperando con ansias el siguiente capitulo,
Gracias por calentarnos tan bien
 
Maravilloso, soberbio capitulo. me has puesto super duro y a vibrar mi ojal , esperando con ansias el siguiente capitulo,
Gracias por calentarnos tan bien
Gracias a tí por molestarte en escribirme. En unos días empezaré con el siguiente capítulo, espero que te guste.
 
Me dio un beso en la boca y se tumbó a dormir, me levanté cogí una toalla y me incliné hacia ella para limpiarle mi corrida de su espalda, su culo, su coño…cuando terminé me volvió a besar, me tumbé junto a ella dispuesto a dormir…no entendía lo de Julián….



A la mañana siguiente me desperté temprano, Lola no estaba en la cama. Hacía calor en el dormitorio, el aire seguía encendido. Lo apagué y me levanté, olía a café. Me dirigí a la cocina y allí estaba ella, solo con la camiseta que le dejé la noche anterior. Estaba de pie intentando coger una taza de uno de los muebles superiores, me acerqué por detrás y extendiendo mi brazo llegué a coger la taza. Ella dio un respingo.

-Joder Álvaro, que susto me has dado -me dijo entre risas abrazándome por la cintura y plantándome un beso en los labios- ¿Te apetece un café? Perdona si te molesta que haya inspeccionado la cocina, pero buscaba el café y cosas para desayunar.

-No mujer, no -le dije abrazándola con fuerza- Mientras vistas de esa manera, tienes permiso para cotillearlo todo.

-Ummm, y mientras tú vistas como ahora, conseguirás que vaya de esta manera vestida -me dijo pasando su mano por mis huevos y besándome en la boca-

Agarré sus nalgas y apreté mis labios contra los suyos, mi polla comenzaba a despertarse. Se retiró lentamente observando como mi polla se iba levantando y endureciendo.

-Vamos a tomar café -me dijo separándose de mí- No quiero dejarte seco tan temprano…jajajaja

-Uffff, por eso no te preocupes -le contesté- me recupero con cierta facilidad.

-Todos decís lo mismo -dijo riéndose- pero la cantidad de leche que soltáis no es abundante precisamente.

Cogí otra taza para mí y sirvió los dos cafés. Nos sentamos junto a la mesa de la cocina observando el jardín y la piscina. Probé el café y estaba delicioso. La miré a los ojos y me sonrió, apoyó su mano en mi muslo, me excitaba poniéndose de esa manera.

-Bueno, ahora vamos a aclarar lo de anoche -le dije notando como me estaba calentando- Creo que debes explicarme el tema de Julián que anoche me comentaste.

-A ver, no te rayes por eso -me dijo- Julián es algo más que un amigo, pero no me malinterpretes. Sé que el otro día vino aquí, quedasteis para, digamos que practicar un tipo de sexo que tú no habías practicado.

-Pero… -intenté cortarla-

-No, déjame seguir -me dijo levantando una mano para que no siguiera hablando- El tema es fácil, yo he follado y follo con él, a él le gustan los hombres y las mujeres, creo que por aquí a eso se le dice ser redondo, pues él es redondo igual que yo. Pero me encanta como folla, la delicadeza que tiene, pero también lo imperativo que es, él es el que manda por muy delicado que sea. Y eso me pone mucho, me excita no sabes cuánto. A veces, solo hablando por teléfono con él, acabo con el coño empapado y tengo que masturbarme.

Me miró sonriéndome.

-Espera, no sigas -prosiguió- Déjame acabar. Él me contó que lo habías visto follar con Ángel, que no es santo de mi devoción, y que os encontrasteis e intercambiasteis los números de teléfono. Que lo llamaste y acudió para hacer realidad uno de tus sueños. Me dijo también que quedaste muy contento con él, que le diste por el culo y que no llegó a consumar contigo, por lo que, si quieres, hoy podemos pasar un día excelente los tres. Yo lo he llamado en cuanto me desperté, me ha dicho que si tú quieres, él se viene a pasar un rato con nosotros. Ahora ya, sí puedes hablar.

-Vale, no sabía que supieses todo eso -le dije molesto con Julián, él no tenía ningún derecho a contarle a nadie lo que habíamos hecho- Sé que no tienes la culpa de que te lo contara, pero la verdad, no estoy acostumbrado a estas cosas, me refiero a tener relaciones con otros hombres, y mucho menos a ir pregonándolo por ahí. Ahora llamaré a Julián y le diré que no hace falta que venga, esto no es como yo lo había imaginado.

-Siento que te lo estés tomando así -me dijo apoyando sus manos en mis rodillas e inclinándose hacia mí- pero Julián no es como lo estás imaginando. Quizá lo estás pintando todo mal, cuando es todo lo contrario. Ya me estaba imaginando con los dos en tu cama…

-Jajaja, si quieres nos metemos en la cama tú y yo, y nos olvidamos de Julián -le dije cogiendo una de sus manos y poniéndola sobre mi polla- Ahora la habitación está caldeada ya…

-Perdona pero prefiero hacerlo participando Julián también -me dijo apretándome la polla- el pensar en veros los dos en la cama me está excitando mucho. Podrías salir ya de ese antojo, o mejor dicho, de esa curiosidad, verás como lo vas a disfrutar. Además, no te hará lo que no quieras, eso tenlo muy seguro.

Se levantó y se sentó sobre mis rodillas abriendo sus piernas y dejando las mías entre ellas. Mi polla ya empalmada, estaba delante de su coño abierto. Acercó su boca a la mía, con su lengua lamió mi labio inferior. Se quitó la camiseta, sus pezones estaban duros.

-Además, desde anoche soy tu putita -me dijo- y necesito lo que tienes entre las piernas…

-¿Follas mucho con Julián? -le pregunté- ¿O sólo habláis?

-Jajajaja, follo con él cuando quiero -me dijo- él debe hacer lo que yo quiero, me pertenece.

Me quedé mirándola, ese cuerpazo que tiene se levantó y se dirigió hacia la mesa, donde estaba mi teléfono móvil. Lo cogió y me lo acercó.

-No seas malo y llámalo -me rogó- me vas a follar de todas formas y cuando quieras, pero me harías muy feliz verte con él.

Me levanté y me eché más café, mi polla se había bajado pero un hilo de líquido preseminal colgaba de mi capullo, denso, pegajoso, transparente, acabado en una gota. Lola lo recogió con un dedo y se lo llevó a la boca, saboreándolo.

-Por favor -me insistió- haré todo lo que me pidas, soy tu puta y él es mi putita.

-De acuerdo -le dije- Lo llamaré en un ratillo. Primero quiero desayunar con tranquilidad. Prepárame unas tostadas con zurrapa blanca de lomo que hay en la despensa.

-Sííííí -me dijo besándome en la boca y agarrándome de nuevo la polla- No te vas a arrepentir. Voy a prepararte lo que deseas.

La veía preparándome el desayuno totalmente desnuda, su coñito depilado sin sombra alguna de crecimiento del pelo, sus nalgas redondas y consistentes, sus piernas estilizadas y un poco musculadas…, desayuné como un marqués.

-Puedes recoger la cocina mientras hablo con Julián -le dije acariciándole una de las nalgas- Estoy deseando montarte de nuevo, zorrita.

Llamé a Julián, a la cuarta llamada descolgó.

-Hola Álvaro -me dijo con la voz muy seductora- estaba deseando que me llamases, ya he hablado con Lola esta mañana.

-Hola Julián -le devolví el saludo- Sí, me lo ha dicho, también me ha dicho que se lo has contado todo, todo lo que hicimos, que os estuve mirando cuando follabais Ángel y tú… Eso no se hace, hombre. Que yo sepa, no te di autorización para que le contaras a nadie lo que hicimos…

-Ya, ya sé qué piensas -me cortó- y no es eso. Si me dejas te lo explico. Ella no es cualquiera, yo soy su putita, hace conmigo lo que quiera y le debo obediencia total y absoluta. Me preguntó y tuve que responderle.

Se hizo el silencio mientras yo asimilaba todo lo que me acababa de decir. Julián estaba sometido a Lola…

-¿Estás ahí? -me preguntó cortando mis pensamientos- ¿hola?

-Sí, sí estoy aquí, estaba pensando -le contesté- Vale, vente a casa y seguiremos hablando.

-De acuerdo -me contestó- en 10 minutos estaré allí.

Al cabo de unos 15 minutos sonó el portero automático, era Julián, me vestí y le abrí, entró al jardín y salí a recibirle. Pasamos al interior de la casa, Lola estaba con la camiseta puesta nada más, lo esperaba en el salón, de pie con los brazos en jarra.

-Vaya, ¡mira a quien tenemos aquí! -soltó Lola- Puedes venir a saludarme.

Me quedé asombrado con la reacción de Julián, se acercó a Lola con la cabeza baja, la barbilla pegada al pecho. Se arrodilló ante ella y metió su cara entre sus piernas, ella las abrió algo y me sonrió mientras estaban en esa postura.

-Bueno vale -dijo Lola- Levántate ya.

Me senté en el sofá observando la situación, Julián tenía la boca mojada, no sé si de saliva o del flujo de Lola. Todo aquello me superaba, no estaba acostumbrado, pero me provocaba muchísimo morbo. Lola se sentó junto a mí, pasó su pierna derecha por encima de mi pierna izquierda, apoyándola en ella, con ello conseguía que su coño estuviese abierto. Julián lo miraba con mucho deseo y aquello aumentaba más aún mi lívido. Pasé mis dedos por el coño de Lola, estaba mojado, ella gimió levemente y Julián se removió inquieto, se sentó en el sillón que estaba frente a nosotros. Se apreciaba bastante claro el bulto que tenía entre las piernas, no paraba de tocárselo.

-Anda, quítate el pantalón y los slips, que los vas a deformar -le dijo Lola-

Julián se levantó y se quitó rápidamente lo que ella le había mandado, su polla saltó como si tuviera un resorte, la tenía mojada, con hilos de líquido preseminal saliendo de su capullo y colgando. Comencé a acariciar el clítoris de Lola, Julián observaba mi mano, como se mojaban mis dedos con el flujo del coño caliente de Lola, ella me agarraba el antebrazo y me miraba caliente. Abría más sus piernas, levantaba su cadera, sus gemidos se hacían más fuertes. La ropa que llevaba me molestaba, necesitaba sacar mi polla, el olor del coño caliente de Lola me estaba excitando mucho, así como la polla de Julián, dura y mojada.

-Quítame la ropa, Lola -le ordené-

-Por supuesto -me contestó- estoy deseando verte la polla…

Se incorporó y me levantó, me desabrochó el pantalón y los bajó hasta los tobillos, me los sacó por ellos mientras con la otra mano me acariciaba el paquete, el slip lo tenía empapado y con un bulto bastante grande. Metió dos dedos entre la liguilla del slip y tiró de él hacia abajo, mi polla salió en todo su esplendor, me sacó el slip por los tobillos también. Se levantó y me quitó la camiseta. La agarré de la mano y fuimos hacia mi cama.

-¿Puede venirse Julián? -me preguntó Lola- Los tres podemos pasarlo muy bien.

-Pues claro -contesté para que él se enterara- dile a tu putita que se venga.

-Ya has oído a mi macho, maricón -le dijo a Julián- Vente detrás de nosotros, a ver cómo te vas a portar hoy.

Senté a Lola al borde de la cama, abrí sus piernas y me coloqué entre ellas, quería saborear aquel maravilloso coño mojado y caliente. Acerqué mi boca a él, con mis labios tiraba de los suyos, mojados y calientes, mi lengua recorría toda su raja, se estaba mojando más aún. Llevé la punta de mi lengua hasta su clítoris, la frotaba contra él mientras un dedo se deslizaba por su raja hasta penetrarla.

-Julián -gritó Lola entre gemidos y jadeos- cómele el culo.

Noté como Julián se ponía detrás de mí, acariciaba mis nalgas, pasaba un dedo por mi ojal, acercaba su boca a él. De repente noté algo cálido y suave deslizarse por él y frotarlo, era la punta de su lengua y me estaba dando bastante placer. Uno de sus dedos se turnaba con la lengua para acariciármelo, hacía el intento por entrar, su mano bajaba por el perineo hasta agarrar mis pelotas y acariciarlas mientras su lengua retoma la fricción con mi ojal. Aquello estaba consiguiendo desconcentrarme del coño de Lola, y ella se dio cuenta. Agarró mi cabeza pegándola con fuerza contra su coño.

-Sigue así putita -le dijo a Julián- Vas a conseguir que mi macho sea tu zorrita.

Aquello, en lugar de molestarme me provocó más morbo aún. La verdad es que el placer que me estaba dando mientras pasaba la punta de su lengua por mi ojal era indescriptible. En un momento dado, noté como su lengua comenzaba a introducirse en mi ano, tuve que separar mi boca del coño de Lola para poder coger aire mientras gemía. Me gustaba, me excitaba, me daba muchísimo placer…y quería más.

Lola se tumbó a todo lo largo en mi cama, yo me coloqué entre sus piernas, con mi boca pegada a su coño y Julián se colocó detrás de mí, con su boca pegada a mi culo. Comencé a subir mi boca por su vientre, por su abdomen, me detuve en sus tetas, las besaba, las lamía y le mordisqueaba los pezones que estaban rígidos como nuestras pollas. Subí por su cuello hasta llegar a su boca, mi polla quedó a la altura de su entrepierna.

-A ver Julián -dijo Lola- Haz de mamporrero, coge su polla y métemela, la necesito dentro.

Julián agarró mi nabo y, notando como sus dedos tocaban toda la zona, colocó mi polla en la entrada del coño de Lola, apreté mis caderas y entró con mucha suavidad, su coño estaba muy lubricado de su flujo y de mi saliva. Con mi polla en su interior, me puse de rodillas y levantando sus caderas, empecé a moverme clavándole mi nabo lo más adentro posible. Observé como Julián me miraba mientras se pajeaba. Agarré su polla y comencé a pajearlo, notaba su polla muy dura, sus venas en mi mano me producían más morbo aún. Se puso de pie sobre la cama y se colocó junto a mí, su polla quedaba a la altura de mi cara. Lola me miró y me sonrió.

-Venga, cómete esa polla jugosa -me dijo entre jadeos- Verás como te gusta tenerla en la boca.

Alargué mi mano y la cogí, la acerqué a mi boca. La coloqué entre mis labios, la besé tímidamente, mi lengua salió para recibir aquel capullo mojado, lamí la punta del glande, estaba un poco salado pero me gustaba el sabor. Abrí mi boca y, lentamente, se fue introduciendo en ella. Entró algo menos de la mitad, me excitaba pensar que me estaba comiendo la polla de Julián mientras Lola observaba todo y se excitaba. Mi lengua se frotaba contra el tronco de la polla de Julián, buscaba su frenillo para frotarla contra él, como me hacía Ana, mi novia o mi exnovia. Julián se estaba excitando, notaba como su polla segregaba precum dentro de mi boca, me estaba encantando aquel sabor. Su respiración se aceleraba, le cogí los huevos, los acariciaba sin dejar de comerle el nabo. Aquello me estaba gustando muchísimo, mi primera polla en la boca. Me la saqué de la boca y la besé por todos lados, me metí los huevos en la boca y mientras, Lola se había incorporado y estaba de rodillas junto a mí, con su boca esperando la polla de Julián, comenzó a comérsela mientras yo le comía los huevos, ella metió su mano entre las piernas de Julián y sus dedos buscaban el ojal. Julián jadeaba y gemía mientras Lola le comía la polla y yo los huevos. Lola acercó su boca a la mía, con la polla de Julián por medio, se enredaron nuestras lenguas y la polla. Julián gemía mientras Lola y yo nos turnábamos en comernos su polla, de vez en cuando nuestras lenguas se enredaban para, acto seguido, volver a introducirse en una de las bocas.

Lola parecía que empezaba a pasar de la polla de Julián, me besaba por el cuello, bajaba por mi pecho hasta llegar a mi polla, que se metió en la boca. Notaba su lengua recorriendo el tronco de mi nabo, lamiendo el frenillo y acariciando con la lengua todo el contorno del capullo. Me separé de Julián y me puse a acariciar el coño de Lola, ella me lamía los huevos, la polla. Con sus dedos pretendía llegar a mi ojal, por lo que me coloqué en una posición que le permitiera hacerlo, cosa que consiguió. Mientras tanto, Julián se había puesto de rodillas junto a mí, me acariciaba los pezones como si fuesen de una mujer, consiguió ponérmelos duros, erectos. Con los movimientos que Lola hacía para acariciarme el culo, hizo que me colocara a 4 patas, ella se abrió de piernas delante de mi cara, me agaché y, sin pensarlo, bajé mi pecho hasta pegarlo a la cama, así tenía su coño en mi boca. Julián no perdió el tiempo, notaba sus manos acariciando mis huevos, mis nalgas, las abría para pasar la yema de un dedo por mi ojal, pegó su cara y noté como su lengua se deslizaba por él, lo que hizo que mi respiración se acelerara y se escaparan algunos gemidos.

Así estuvimos unos minutos, ya no me preocupaba lo que me estuviese haciendo un hombre, lo que notaba era el tremendo placer del que estaba gozando. Subí mi boca por la entrepierna de Lola, llegué a su vientre, seguí subiendo hasta llegar a sus pechos. Sus pezones estaban duros, los metí en mi boca, mi lengua jugaba con ellos mientras mi polla intentaba penetrar el coño de Lola, mis labios apretaban sus pezones para después soltarlos. Subí por el cuello hasta llegar a su boca, la besé.

-Prepárate, voy a clavártela -le dije al oído pero con el suficiente volumen para que Julián me oyese- Me tienes la polla muy dura, putita.

Ella levantó sus caderas, noté como Julián actuaba de nuevo como un mamporrero, guiando mi polla hasta la entrada de su coño. Se la metí con un movimiento de cadera, le entró hasta el final, Lola gimió. Se colocó una almohada debajo de su zona lumbar para levantar sus caderas, de esa forma mi polla le entraba hasta el fondo. Su coño estaba empapado y caliente, notaba la rugosidad de sus paredes vaginales. Me tumbé sobre ella mientras mis caderas no paraban de moverse adelante y atrás, extendí mis brazos apoyando mis puños en la cama, le veía su cara de placer a unos 40-50 centímetros de su cara, estaba gozándolo. Noté como Julián me acariciaba el culo, como abría mis nalgas y untaba algo en mi ojal metiendo y sacando un dedo de él. Lola me agarró la cara y me guiñó un ojo mientras su lengua relamía su labio superior. Julián acomodó su postura, sabía lo que iba a venir después, me asustaba pero lo deseaba.

-Relájate -me dijo Lola- Sé que te va a encantar. Se nota que llevas tiempo deseando lo que mi putita va a hacerte.

Noté el capullo de Julián en mi ojal, lo presionaba suavemente, como se iba introduciendo dentro de mí. Dejé mi polla dentro de Lola, sin moverme, esperando lo que iba a suceder por “mi puerta de atrás”. Mi ojal se iba abriendo mientras su polla iba entrando, en el momento en que su capullo entró completamente, sentí un latigazo de dolor en mi culo, él se quedó inmóvil mientras mi culo me ardía, me dolía. Ese dolor fue pasando, mi respiración se fue normalizando, al cabo de un minuto, su cadera empezó de nuevo a presionar, entraba un poco y retrocedía un poco menos. Su polla estaba entrando en mí, me estaba follando Julián, me desvirgaba, me estaba dando por el culo. Y me estaba excitando a pesar del dolor. Entraba lentamente en mí con delicadeza que no sin dolor, hasta llegar al fondo. Notaba su vientre sobre mis nalgas, sus pelotas rozaban las mías. Se quedó un par de minutos con su polla allí, el dolor se fue mitigando poco a poco. En el momento en el que el dolor estaba pasando, me di cuenta que notaba las venas y los latidos de su polla. Sus manos se agarraron mejor a mis caderas y comenzó su movimiento de mete y saca. Con el lubricante su polla se desplazaba con mucha suavidad, el movimiento que me estaba dando lo transmitía a mis caderas con lo que, mientras me follaba el culo, yo follaba el coño de Lola. Julián se echó sobre mi espalda, con sus manos me pellizcaba los pezones.

-A partir de hoy serás mi putita -me dijo al oído con su respiración entrecortada- Sé que te está gustando que te dé por el culo, lo noto en tu culo y lo nota Lola en su coño, ¿verdad Lola? ¿Verdad que notas que le gusta ser empalado por mí?

-Ufffff, ya te digo -respondió entre gemidos y jadeos- Desde que se la has metido, se le ha puesto más dura y… ¡¡¡dios!!! Me encanta como la tiene ahora.

La sensación de ser penetrado por otro hombre era algo que hacía un tiempo deseaba conocer. En ese momento sentía dolor, quemazón…pero sobre todo mucho placer y muchísimo morbo. Julián comenzó a acelerar los movimientos, su respiración se aceleraba también, notaba dentro de mí como su polla tenía pequeñas contracciones que hacían que me excitara más.

-No te vayas a correr dentro, Julián -le dije muy excitado- Échamela por la espalda…

-Shhhh, calla zorrita -me dijo entrecortadamente- Te echaré la leche donde me dé la gana, para eso eres mi putita.

Sus movimientos eran ya más rápidos y más violentos, se oía los golpes que daba contra mis nalgas y las respiraciones y gemidos de los tres.

-Me corro, me corroooo -dijo Julián sacando su polla de mi culo y soltando su leche sobre mi espalda- Ufffffff, qué buena putita me has buscado, Lola.

Sentí su lefa caer por mi espalda, caliente y espesa, estaba muy excitado.

-Avisa antes de correrte -me dijo Lola- hoy quiero tomar ese tipo de leche.

A los pocos minutos notaba como el placer recorría desde mi culo a mis pelotas y llegaba hasta mi vientre. Saqué la polla del coño de Lola. Ella se colocó, junto a Julián, delante de mi nabo que empezó a escupir leche mientras yo me la meneaba para sacarla toda. Tanto Julián como Lola tenían la boca abierta, sus lenguas se enredaban entre ellas cada vez que rebañaban las gotas de mi leche, que tenían en la cara. El ver a los dos tomándose mi semen me excitó muchísimo, me senté delante de ellos y le comí la boca a Lola, saboreando por primera vez el jugo que me habían exprimido, mientras Julián limpiaba mi polla, tomando las últimas gotas que salían de ella.

-Zorrita, ahora me toca a mí -dijo Lola dirigiéndose a Julián- cómeme el coño como tú sabes.

-Por supuesto Lola -le respondió- será todo un placer.

Lola se colocó en la cabecera de la cama, abrió sus piernas y Julián hundió su cabeza entre ellas. En nada de tiempo, Lola estaba gimiendo y jadeando. Me puse a su lado observando como Julián le practicaba el cunnilingus. Me excitaba ver todo aquello, metí mi mano por debajo de las nalgas de Lola, yo quería participar, mis dedos buscaban su ojal, ella levantaba sus caderas para que mi mano se metiera por debajo sin problema alguno, hasta que lo conseguí. Comencé a masajear su ojal con la yema de un dedo mientras oía los ruidos que Julián hacía, sorbiendo, besando, lamiendo… Me dedo consiguió entrar en el culo de Lola, después entró otro dedo más, y después otro, tenía tres de mis dedos metidos en su culo. La cabeza de Julián se movía sin parar, a veces lograba verle la lengua frotando el clítoris, pasando por toda la raja de su coño, sus labios apretaban los labios mayores del coño de Lola…

-Seguid, no os paréis -dijo de repente entre gemidos- voy a correrme, cabrones. Me corrooo

Yo seguí con mis dedos en su culo, metiéndolos y sacándolos más rápido. Julián aumentó también la velocidad. A la par que su lengua no paraba de moverse, Lola dejó escapar un gemido intenso y la cara de Julián comenzó a mojarse. Yo saqué mis dedos del ojal de Lola y observaba como Julián se incorporaba con toda la cara empapada y relamiéndose.

Nos dejamos caer los dos a ambos lados de Lola que estaba recuperando la respiración.

-Uffff, que maravilla -dijo Lola- Tiene gracia, Julián es mi putita, yo soy la putita tuya, Álvaro, y a la vez, eres la putita de Julián… jajajaja.

Nos relajamos en la cama, yo pensaba en lo que acababa de pasar, me acababan de dar por el culo, mi primera vez, y deseaba que no fuese la última, a pesar de las molestias que tenía en mi ano.

Y hasta aquí este capítulo



¡¡¡Ahh, y no olviden supervitaminarse y mineralizarseeee!!!

Para cualquier comentario, crítica o sugerencia, mi email: vantheway@hotmail.com



Saludos.

Vantheway
intenso y muy excitante... esperando más capítulos
 

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