Morbo en el masajista

Alfabravo

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29 Ene 2025
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Recupero un hilo muy interesante que había en Pajilleros. El mundo de los spas, masajes, etc siempre me ha fascinado y a lo largo de mi vida, he tenido ocasión de vivir multitud de situaciones muy morbosas y excitantes. Viajo mucho y en mi vida me habré dado más de 200-250 masajes por todo el mundo. Me refiero a masajes profesionales, no a masajes “eróticos”, que tambien me los he dado en alguna ocasión (con masajistas mujeres y tb con chicos, jeje, hay que probarlo todo, aunque la verdad es que comprobé que no era lo mio) y que opino no tienen ninguna gracia ni morbo especial. Estoy en mis 50s, pero me cuido mucho, hago mucho deporte y está mal que lo diga yo (tb lo dicen mis amigos), pero tengo muy buen cuerpo, muy definido y, por cierto, 100% depilado.
Os animo a que contéis las experiencias más morbosas que hayáis vivido y para ayudaros, os pongo algunas cosas que me han pasado a mi y que contaré con más detalle si el hilo coge tracción.
Por ejemplo, me he quedado completamente desnudo, sin toalla, ni tanga desechable ni nada en 6-7 ocasiones. Tb en alguna ocasión la/el masajista ha restregado su entrepierna o tetas con mi mano, pie o cabeza y/o durante el masaje se ha arrimado más de la cuenta y me han tocado claramente la polla, los huevos y hasta el ojete, y una solo vez en toda mi vida, totalmente por sorpresa, el masaje terminó en una paja espectacular. Por supuesto, he tenido erecciones muy visibles pero aunque he estado cerca, nunca me he corrido por accidente. Tb me ha tocado alguna masajista muy sexy vestida, con el tanga claramente visible a traves de pantalones blancos muy trasparentes, y camiseta de tirantes sin sujetador (no hay nada que me ponga más que una chica que va sin sujetador, segura de si misma y sin ninguna vergüenza, me da igual si las tiene grandes o muy pequeñas). Y en una ocasión mi mujer y yo estabamos esperando, desnudos, en el baño turco a que nos llamaran, la cosa se calentó, empecé a hacerle un cunnilingus y de repente se abre la puerta para avisarnos y nos pillan en plena faena.
Por supuesto, me interesan muy especialmente las experiencias de las chicas.
Pues eso, a ver si os animáis y contáis buenas historias reales. Gcs y sdos
 
Ahí va una de las experiencias más morbosas que he tenido.
Llevo de viaje largo de Madrid a Guayaquil, Ecuador. 22:00, en el checkin del hotel pregunto por la posibilidad de un masaje y me llevo la sorpresa de que sí me pueden gestionar una masajista que viene a la habitación. Llega media hora más tarde, es una chica agradable, alrededor de 40 años, entrada en carnes, muy pechugona. Mientra prepara la camilla me doy una ducha, y cuando salgo solo con la toalla, está todo listo, ha bajado la luz, musica. Me tumbo desnudo, bocabajo, con la polla apuntando hacia abajo entre las piernas (siempre lo hago así, por comodidad y por morbo de algún roce o de que se me vea todo con las piernas siempre algo más abiertas de lo normal). Se toma su tiempo en taparme -buena señal- y empieza por la espalda, lumbares, etc, todo normal. Pasa a los gemelos, 5’ con ellos y de repente, de forma algo brusca retira la toalla y la deja al borde de la camilla, y me quedo totalmente desnudo. Empieza el masaje en la parte de arriba de las piernas y los gluteos al completo, sin ningún recato, y cada vez que sube por la entrepierna, me roza la polla, los huevos y el ojete. Yo cardiaco, abro un poco más las piernas para facilitar el trabajo y paso sin remedio de morcillona a empalmado. Después de un buen rato, un poco más relajado, me dice con un susurro al oido que me de la vuelta, lo hago sin hacer nada por taparne, la toalla sigue el borde de la cama, me coloco la polla estratégicamente de lado, apuntando a la izquierda (como hago siempre para facilitar los roces). Ella empieza con el masaje de piernas y a los 2’, viendo que ella no me va a tapar, cojo la toalla y la tiro encima de la cama, y me quedo totalmente expuesto, os recuerdo 100% depilado, morcillón y al borde del infarto. Desde la primera pasada y en todas las siguientes, cada vez que sube por la pierna derecha, me roza los huevos y cuando pasa a la pierna izquierda, los huevos, la polla y el perineo. A la segunda pasada ya estoy totalmente empalmado y ni se inmuta. Sigue un buen rato rozandome la polla en cada pasada y se me escapan varios gemidos, la realidad es que estoy a un paso de correrme inevitablemente (no llegó a pasar, aunque no hice nada por evitarlo, no me habría importado, no me habría dado ninguna vergüenza). Finalmente se coloca en la parte de la cabeza, sigo 100% desnudo y empalmado, y empieza a bajar con las dos manos desde el cuello, hombros, pecho y estómago, hasta los muslos, volviendo a tocarme la polla en cada bajada y poniéndome sus enormes tetas encima de la cara, con la nariz en el canalillo. Respiro profundamente varias veces para captar su olor agradable. A estas alturas estoy 100% seguro que el masaje va a terminar en una paja, pero me equivoqué. Yo no se lo pedí (jamás lo he hecho, me parece una falta de respeto poner a la/el masajista en esa tesitura) y finalmente termino el masaje sin paja. Ha sido más de una hora larga con el corazón en la boca, a un tris de correrme, impresionante el morbo y la excitación. Por fin me levanto de la camilla, recoge todo, le pago con una generosa propina, sigo desnudo, me da alegremente dos besos y se despide hasta la próxima. Sin duda se ha ganado un cliente siempre que vaya a Guayaquil. Cierro la puerta de la habitación, me tumbo en la cama, sigo aceitoso, me muero por hacerme una paja y en menos de un minuto, supercorrida que me llega a la cara, me relamo y saboreo algunas gotas. Un masaje memorable
 
Dos meses después, vuelvo a Guayaquil, pero esta vez, ya he quedado con la misma masajista por whatsapp. LLega a la habitación, sonriente, dos besos, me llama por mi nombre y empieza preparar todo y yo, mientras tanto, me ducho. No sé si se repetirá la rutina y me quedaré 100% desnudo, así que trato de provocarlo yo: salgo de la ducha con unos shorts muy cortos (de correr, sin nada debajo) y sin ninguna toalla a mano, me dice que ya me puedo tumbar bocabajo, me quito los shorts delante de ella y me tumbo, pero no me tapo porque no tengo toalla. Empieza el masaje y me relamo de gusto y excitación: tengo 1:20h de masaje por delante, totalmente desnudo, 100% expuesto (y depilado) desde el minuto cero.
No me enrollo con el masaje: rozamientos en la polla, huevos, ano, todavía más intensos que en el primer el masaje, 100% empalmado casi todo el masaje, al borde de correrme sin más, algún comentario y risas de ella por mi erección permanente y pienso “esta vez cae una paja seguro”, pero me vuelvo a equivocar. Termina el masaje, sigo desnudo hasta que sale de la habitación, le digo la proxima fecha en la que vuelvo a Guayaquil para volver a quedar y me dice: “ese día es mi cumpleaños, habrá que celebrarlo”, dos besos y se marcha. Me quedo supercaliente, por supuesto cae una super paja con super corrida y me pregunto que pasará cuando “lo celebremos”. Por razones que no vienen al caso, desgraciadamente cancele mi siguiente viaje y no he vuelto a poder quedar con ella. Pero tengo un recuerdo inborrable de los dos super masajes que me dí con “ella” (no digo su nombre por mantener su privacidad).
 
Ahí va una de las experiencias más morbosas que he tenido.
Llevo de viaje largo de Madrid a Guayaquil, Ecuador. 22:00, en el checkin del hotel pregunto por la posibilidad de un masaje y me llevo la sorpresa de que sí me pueden gestionar una masajista que viene a la habitación. Llega media hora más tarde, es una chica agradable, alrededor de 40 años, entrada en carnes, muy pechugona. Mientra prepara la camilla me doy una ducha, y cuando salgo solo con la toalla, está todo listo, ha bajado la luz, musica. Me tumbo desnudo, bocabajo, con la polla apuntando hacia abajo entre las piernas (siempre lo hago así, por comodidad y por morbo de algún roce o de que se me vea todo con las piernas siempre algo más abiertas de lo normal). Se toma su tiempo en taparme -buena señal- y empieza por la espalda, lumbares, etc, todo normal. Pasa a los gemelos, 5’ con ellos y de repente, de forma algo brusca retira la toalla y la deja al borde de la camilla, y me quedo totalmente desnudo. Empieza el masaje en la parte de arriba de las piernas y los gluteos al completo, sin ningún recato, y cada vez que sube por la entrepierna, me roza la polla, los huevos y el ojete. Yo cardiaco, abro un poco más las piernas para facilitar el trabajo y paso sin remedio de morcillona a empalmado. Después de un buen rato, un poco más relajado, me dice con un susurro al oido que me de la vuelta, lo hago sin hacer nada por taparne, la toalla sigue el borde de la cama, me coloco la polla estratégicamente de lado, apuntando a la izquierda (como hago siempre para facilitar los roces). Ella empieza con el masaje de piernas y a los 2’, viendo que ella no me va a tapar, cojo la toalla y la tiro encima de la cama, y me quedo totalmente expuesto, os recuerdo 100% depilado, morcillón y al borde del infarto. Desde la primera pasada y en todas las siguientes, cada vez que sube por la pierna derecha, me roza los huevos y cuando pasa a la pierna izquierda, los huevos, la polla y el perineo. A la segunda pasada ya estoy totalmente empalmado y ni se inmuta. Sigue un buen rato rozandome la polla en cada pasada y se me escapan varios gemidos, la realidad es que estoy a un paso de correrme inevitablemente (no llegó a pasar, aunque no hice nada por evitarlo, no me habría importado, no me habría dado ninguna vergüenza). Finalmente se coloca en la parte de la cabeza, sigo 100% desnudo y empalmado, y empieza a bajar con las dos manos desde el cuello, hombros, pecho y estómago, hasta los muslos, volviendo a tocarme la polla en cada bajada y poniéndome sus enormes tetas encima de la cara, con la nariz en el canalillo. Respiro profundamente varias veces para captar su olor agradable. A estas alturas estoy 100% seguro que el masaje va a terminar en una paja, pero me equivoqué. Yo no se lo pedí (jamás lo he hecho, me parece una falta de respeto poner a la/el masajista en esa tesitura) y finalmente termino el masaje sin paja. Ha sido más de una hora larga con el corazón en la boca, a un tris de correrme, impresionante el morbo y la excitación. Por fin me levanto de la camilla, recoge todo, le pago con una generosa propina, sigo desnudo, me da alegremente dos besos y se despide hasta la próxima. Sin duda se ha ganado un cliente siempre que vaya a Guayaquil. Cierro la puerta de la habitación, me tumbo en la cama, sigo aceitoso, me muero por hacerme una paja y en menos de un minuto, supercorrida que me llega a la cara, me relamo y saboreo algunas gotas. Un masaje memorable
No me extraña que acabará en paja, menudo morbazo!
A mí tb me gustaba mucho leer el anterior hilo de pajis q había sobre los masajes. Anda q no he fantaseado ni naa
 
Dos meses después, vuelvo a Guayaquil, pero esta vez, ya he quedado con la misma masajista por whatsapp. LLega a la habitación, sonriente, dos besos, me llama por mi nombre y empieza preparar todo y yo, mientras tanto, me ducho. No sé si se repetirá la rutina y me quedaré 100% desnudo, así que trato de provocarlo yo: salgo de la ducha con unos shorts muy cortos (de correr, sin nada debajo) y sin ninguna toalla a mano, me dice que ya me puedo tumbar bocabajo, me quito los shorts delante de ella y me tumbo, pero no me tapo porque no tengo toalla. Empieza el masaje y me relamo de gusto y excitación: tengo 1:20h de masaje por delante, totalmente desnudo, 100% expuesto (y depilado) desde el minuto cero.
No me enrollo con el masaje: rozamientos en la polla, huevos, ano, todavía más intensos que en el primer el masaje, 100% empalmado casi todo el masaje, al borde de correrme sin más, algún comentario y risas de ella por mi erección permanente y pienso “esta vez cae una paja seguro”, pero me vuelvo a equivocar. Termina el masaje, sigo desnudo hasta que sale de la habitación, le digo la proxima fecha en la que vuelvo a Guayaquil para volver a quedar y me dice: “ese día es mi cumpleaños, habrá que celebrarlo”, dos besos y se marcha. Me quedo supercaliente, por supuesto cae una super paja con super corrida y me pregunto que pasará cuando “lo celebremos”. Por razones que no vienen al caso, desgraciadamente cancele mi siguiente viaje y no he vuelto a poder quedar con ella. Pero tengo un recuerdo inborrable de los dos super masajes que me dí con “ella” (no digo su nombre por mantener su privacidad).
Que morbazo!
 
Unos días de vacaiones en Marrakech. Hotel bueno (5*) con un buen spa. Reservo para un tratamiento Hammam, que basicamente consiste en un masaje suave dentro de un baño turco (con mucha humedad pero a temperatura soportable), donde te aclaran varias veces con una manguera o un cubo de agua caliente despues de hacerte un peeling, crema hidratante, etc.
Salgo de mi habitación en albornoz sin nada debajo y nada más llegar me pasan a la sala donde me harán el hammam y alli me espera la masajista, una chica joven (28-30?), agradable de cara, un poco rellenita pero buen cuerpo y, lo mejor, va con una camiseta de tirantes negra y sin sujetador! (qué morbazo), tetas medianas pero parecen firmes y puntiagudas (seguro que pasa la prueba del lapiz), intuyo unos pezones grandes, desproporcionados para el tamaño de las tetas…. Me pide que me quite el albornoz y me tumbe boca arriba en una superficie de piedra. Cuando me lo quito, se queda muy sorprendida de que esté desnudo, mira de reojo a la masajista que luego supe era la jefa, que pasaba justo por la puerta y ésta le hace un gesto como de “qué más da”. Luego supe que me tenía que haber puesto un boxer desechable que había en las taquillas del locker room. El caso es que se resigna y después de unos segundos de incertidumbre, me hace el gesto para que me tumbe (desnudo y morcillón) y empieza el humedo masaje/peeling, con me aplica con bastante energía. No pierdo detalle del bamboleo de tus tetas naturales debajo de la camiseta mojada. Cuando sube por las piernas me roza ligeramente los huevos varias veces, pero no consigo que en ese momento me zoce la polla. Como ve que no hago nada inapropiado y tampoco me empalmo (estaba muy relajado, calor, vapor...), veo que la masajista se va relajando. Me doy la vuelta y me masajea espalda, piernas y culo. El culo al completo, sin ningún reparto y cuando se aplica en la parte de arriba de las piernas, ahí sí, me roza varias veces la polla que tengo apuntando hacia abajo, entre las piernas semiabiertas (como siempre, je,je…). Cuando me aclara con una manguera, me abre los cachetes y me da directamente en toda la zona perianal. Finalmente, me pide que me siente, con las piernas colgando, se pone frente a mi, muy cerca, nuestras caras están a escasamente dos palmos, sigo disfrutando de la vista de sus tetas en movimiento y me masajea los hombros, el pecho y la tripa. Finalmente, me pongo de pie, me aclara todo el cuerpo con la manguera y termina el tratamiendo. El resumen, una autentica gozada, el 100% del tratamiendo desnudo del todo, roces varios y unas tetas firmes, turgentes que se intuyen muy bien debajo de la camiseta de tirantes, mojada, sin sujetador. Sorprendentemente estube morcillón todo el tiempo pero no llegué a empalmarme. Otro día cuento super masaje que me dio dos días despues la “jefa”. Nunca voy a olvidar aquella estancia en Marrakech.
 
Unos días de vacaiones en Marrakech. Hotel bueno (5*) con un buen spa. Reservo para un tratamiento Hammam, que basicamente consiste en un masaje suave dentro de un baño turco (con mucha humedad pero a temperatura soportable), donde te aclaran varias veces con una manguera o un cubo de agua caliente despues de hacerte un peeling, crema hidratante, etc.
Salgo de mi habitación en albornoz sin nada debajo y nada más llegar me pasan a la sala donde me harán el hammam y alli me espera la masajista, una chica joven (28-30?), agradable de cara, un poco rellenita pero buen cuerpo y, lo mejor, va con una camiseta de tirantes negra y sin sujetador! (qué morbazo), tetas medianas pero parecen firmes y puntiagudas (seguro que pasa la prueba del lapiz), intuyo unos pezones grandes, desproporcionados para el tamaño de las tetas…. Me pide que me quite el albornoz y me tumbe boca arriba en una superficie de piedra. Cuando me lo quito, se queda muy sorprendida de que esté desnudo, mira de reojo a la masajista que luego supe era la jefa, que pasaba justo por la puerta y ésta le hace un gesto como de “qué más da”. Luego supe que me tenía que haber puesto un boxer desechable que había en las taquillas del locker room. El caso es que se resigna y después de unos segundos de incertidumbre, me hace el gesto para que me tumbe (desnudo y morcillón) y empieza el humedo masaje/peeling, con me aplica con bastante energía. No pierdo detalle del bamboleo de tus tetas naturales debajo de la camiseta mojada. Cuando sube por las piernas me roza ligeramente los huevos varias veces, pero no consigo que en ese momento me zoce la polla. Como ve que no hago nada inapropiado y tampoco me empalmo (estaba muy relajado, calor, vapor...), veo que la masajista se va relajando. Me doy la vuelta y me masajea espalda, piernas y culo. El culo al completo, sin ningún reparto y cuando se aplica en la parte de arriba de las piernas, ahí sí, me roza varias veces la polla que tengo apuntando hacia abajo, entre las piernas semiabiertas (como siempre, je,je…). Cuando me aclara con una manguera, me abre los cachetes y me da directamente en toda la zona perianal. Finalmente, me pide que me siente, con las piernas colgando, se pone frente a mi, muy cerca, nuestras caras están a escasamente dos palmos, sigo disfrutando de la vista de sus tetas en movimiento y me masajea los hombros, el pecho y la tripa. Finalmente, me pongo de pie, me aclara todo el cuerpo con la manguera y termina el tratamiendo. El resumen, una autentica gozada, el 100% del tratamiendo desnudo del todo, roces varios y unas tetas firmes, turgentes que se intuyen muy bien debajo de la camiseta de tirantes, mojada, sin sujetador. Sorprendentemente estube morcillón todo el tiempo pero no llegué a empalmarme. Otro día cuento super masaje que me dio dos días despues la “jefa”. Nunca voy a olvidar aquella estancia en Marrakech.
Esperando estamos el siguiente capítulo, que morbazo.
 
Unos días de vacaiones en Marrakech. Hotel bueno (5*) con un buen spa. Reservo para un tratamiento Hammam, que basicamente consiste en un masaje suave dentro de un baño turco (con mucha humedad pero a temperatura soportable), donde te aclaran varias veces con una manguera o un cubo de agua caliente despues de hacerte un peeling, crema hidratante, etc.
Salgo de mi habitación en albornoz sin nada debajo y nada más llegar me pasan a la sala donde me harán el hammam y alli me espera la masajista, una chica joven (28-30?), agradable de cara, un poco rellenita pero buen cuerpo y, lo mejor, va con una camiseta de tirantes negra y sin sujetador! (qué morbazo), tetas medianas pero parecen firmes y puntiagudas (seguro que pasa la prueba del lapiz), intuyo unos pezones grandes, desproporcionados para el tamaño de las tetas…. Me pide que me quite el albornoz y me tumbe boca arriba en una superficie de piedra. Cuando me lo quito, se queda muy sorprendida de que esté desnudo, mira de reojo a la masajista que luego supe era la jefa, que pasaba justo por la puerta y ésta le hace un gesto como de “qué más da”. Luego supe que me tenía que haber puesto un boxer desechable que había en las taquillas del locker room. El caso es que se resigna y después de unos segundos de incertidumbre, me hace el gesto para que me tumbe (desnudo y morcillón) y empieza el humedo masaje/peeling, con me aplica con bastante energía. No pierdo detalle del bamboleo de tus tetas naturales debajo de la camiseta mojada. Cuando sube por las piernas me roza ligeramente los huevos varias veces, pero no consigo que en ese momento me zoce la polla. Como ve que no hago nada inapropiado y tampoco me empalmo (estaba muy relajado, calor, vapor...), veo que la masajista se va relajando. Me doy la vuelta y me masajea espalda, piernas y culo. El culo al completo, sin ningún reparto y cuando se aplica en la parte de arriba de las piernas, ahí sí, me roza varias veces la polla que tengo apuntando hacia abajo, entre las piernas semiabiertas (como siempre, je,je…). Cuando me aclara con una manguera, me abre los cachetes y me da directamente en toda la zona perianal. Finalmente, me pide que me siente, con las piernas colgando, se pone frente a mi, muy cerca, nuestras caras están a escasamente dos palmos, sigo disfrutando de la vista de sus tetas en movimiento y me masajea los hombros, el pecho y la tripa. Finalmente, me pongo de pie, me aclara todo el cuerpo con la manguera y termina el tratamiendo. El resumen, una autentica gozada, el 100% del tratamiendo desnudo del todo, roces varios y unas tetas firmes, turgentes que se intuyen muy bien debajo de la camiseta de tirantes, mojada, sin sujetador. Sorprendentemente estube morcillón todo el tiempo pero no llegué a empalmarme. Otro día cuento super masaje que me dio dos días despues la “jefa”. Nunca voy a olvidar aquella estancia en Marrakech.
Sigue!!
 
Yo cuento una de las mías, mas que mia de una exnovia. Mi chica, Ana, fue mi novia en la adolescencia, era una auténtica preciosidad, y a pesar de haberlo dejado hace ya casi 20 años, aún sigo viéndola de vez en cuando, habíenodose convertido en una autentica MILF. Ana fue mi primer amor, y estuvimos juntos varios años. A Ana, le ponían las chicas pero nunca había hecho nada con ninguna, y mi fantasía era hacer un trio, algo que nunca pasó.

Ana tenía una amiga bastante fea desde hacía muchos años ( Pilar), que estaba estudiando quiromasajista, era evidente que su amiga, estaba interesada en Ana, porque se deshacía en elogios siempre que la veía, diciéndole lo guapa que era, la suerte que tenía yo etc.

Ana y yo tuvimos una caída en la moto, sin demasiadas consecuencias, algunos rasguños y el golpe. Ana tenía la espalda dolorida desde hacía días, y su amiga, la fea, se ofreció a darle un masaje para aliviarla. Yo sabia que su amiga estaba deseando ese momento y le surgió la oportunidad y mi polla ya estaba palpitando sabiendo que algo iba a pasar.

Despúes del masaje, quedé con mi chica, y estaba supe relajada, y así como el que no quiere la cosa, le pregunté que que tal. Sus palabras me dejaron mudo y cachondo. Me dijo de primeras, me ha hecho correrme tocándome los pies.

Empecé a besarla y a decirle que quería los detalles. Nos fuimos a la cama, y ella empezó a contarme todos los detalles, lo que generó en uno de los mejores polvos que he echado en mi vida.

Me contó que cuando llegó a casa de su amiga, que vivía con sus padres y estaban en la casa, la pasó a la habitación donde tenía la camilla. Le pidió que se desnudara entera (recordemos que le dolía solo la espalda). Ella se quedó desnuda sobre la camilla, su amiga empezó a masajearle primero por la espalda, por el culo, me confesó que cuando masajeaba su entrepierna, le rozó en varias ocasiones la vagina. Hasta ese momento todo muy profesional. Cuando acabó por la espalada le pidió que se diera la vuelta, y empezó a masajerle el cuello, los hombros, hasta que llegó a sus tetas y empezó a masajearlas, . Siguió masajando las piernas, rozándole el coño de forma más evidente. A esas alturas, Ana, me confesó que ya estaba muy cachonda y con el coño chorreando, dejándose llevar por las manos de su amiga.
Cuando terminó por las piernas se dirigió a sus pies, y empezó a masajearlos, Ana me contó que con el masaje en los pies se empezó a poner bastante cachonda, hasta el punto que le dijo a su amiga, " O paras o me corro". Su amiga, no dijo nada, y continuó con el masaje, apoyando el pie de mi chica entre sus tetas. Ana me contaba que podía notar las tetas sueltas de su amiga entre sus pies, y que su coño empezó a empaparse tanto que de forma insconsciente empezó a acariciarse el coño unos segundos hasta que tuvo un orgasmo bestial. Cuando se corrió, su amiga, le dijo que no se preocupara que era algo normal y que esperara que hubiera disfrutado.

Cuando me contó todo esto, lo hizo de forma muy natural, pero yo estaba como una moto y le metí una buena follada, diciéndole q tenía que ver como su amiga le comía el coño y cosas así.

Os diré que despues de esa vez, hubo otra sesión de masaje erótico, pasando más o menos lo mismo. La amiga se conformaba con ver correrse a mi chica, jamás se desnudó ni nada de eso, o eso me contó mi chica, pero estoy seguro que las pajas que se hacía cuando se iba mi chica serían míticas. No se si Ana dejó de contarme algunos detalles o si pasó algo más entre ellas, pero más de 20 años después me la sigo machacando pensando en aquello.

Como colofón, un par de semanas después de aquello, mi chica me confesó, que no le importaría hacer un trío con su amiga, que ya le había tocado y visto todo, y que le pondría que me la follara mientras su amiga se ocupaba de sus tetas. Yo le dije que su amiga no me ponía en absoluto, cosa de la que ahora me arrepiento.. no haber buscado la oportunidad que la tuve.

A los pocos meses de todo esto lo dejamos por otras causas que no vienen al caso.
 
Yo cuento una de las mías, mas que mia de una exnovia. Mi chica, Ana, fue mi novia en la adolescencia, era una auténtica preciosidad, y a pesar de haberlo dejado hace ya casi 20 años, aún sigo viéndola de vez en cuando, habíenodose convertido en una autentica MILF. Ana fue mi primer amor, y estuvimos juntos varios años. A Ana, le ponían las chicas pero nunca había hecho nada con ninguna, y mi fantasía era hacer un trio, algo que nunca pasó.

Ana tenía una amiga bastante fea desde hacía muchos años ( Pilar), que estaba estudiando quiromasajista, era evidente que su amiga, estaba interesada en Ana, porque se deshacía en elogios siempre que la veía, diciéndole lo guapa que era, la suerte que tenía yo etc.

Ana y yo tuvimos una caída en la moto, sin demasiadas consecuencias, algunos rasguños y el golpe. Ana tenía la espalda dolorida desde hacía días, y su amiga, la fea, se ofreció a darle un masaje para aliviarla. Yo sabia que su amiga estaba deseando ese momento y le surgió la oportunidad y mi polla ya estaba palpitando sabiendo que algo iba a pasar.

Despúes del masaje, quedé con mi chica, y estaba supe relajada, y así como el que no quiere la cosa, le pregunté que que tal. Sus palabras me dejaron mudo y cachondo. Me dijo de primeras, me ha hecho correrme tocándome los pies.

Empecé a besarla y a decirle que quería los detalles. Nos fuimos a la cama, y ella empezó a contarme todos los detalles, lo que generó en uno de los mejores polvos que he echado en mi vida.

Me contó que cuando llegó a casa de su amiga, que vivía con sus padres y estaban en la casa, la pasó a la habitación donde tenía la camilla. Le pidió que se desnudara entera (recordemos que le dolía solo la espalda). Ella se quedó desnuda sobre la camilla, su amiga empezó a masajearle primero por la espalda, por el culo, me confesó que cuando masajeaba su entrepierna, le rozó en varias ocasiones la vagina. Hasta ese momento todo muy profesional. Cuando acabó por la espalada le pidió que se diera la vuelta, y empezó a masajerle el cuello, los hombros, hasta que llegó a sus tetas y empezó a masajearlas, . Siguió masajando las piernas, rozándole el coño de forma más evidente. A esas alturas, Ana, me confesó que ya estaba muy cachonda y con el coño chorreando, dejándose llevar por las manos de su amiga.
Cuando terminó por las piernas se dirigió a sus pies, y empezó a masajearlos, Ana me contó que con el masaje en los pies se empezó a poner bastante cachonda, hasta el punto que le dijo a su amiga, " O paras o me corro". Su amiga, no dijo nada, y continuó con el masaje, apoyando el pie de mi chica entre sus tetas. Ana me contaba que podía notar las tetas sueltas de su amiga entre sus pies, y que su coño empezó a empaparse tanto que de forma insconsciente empezó a acariciarse el coño unos segundos hasta que tuvo un orgasmo bestial. Cuando se corrió, su amiga, le dijo que no se preocupara que era algo normal y que esperara que hubiera disfrutado.

Cuando me contó todo esto, lo hizo de forma muy natural, pero yo estaba como una moto y le metí una buena follada, diciéndole q tenía que ver como su amiga le comía el coño y cosas así.

Os diré que despues de esa vez, hubo otra sesión de masaje erótico, pasando más o menos lo mismo. La amiga se conformaba con ver correrse a mi chica, jamás se desnudó ni nada de eso, o eso me contó mi chica, pero estoy seguro que las pajas que se hacía cuando se iba mi chica serían míticas. No se si Ana dejó de contarme algunos detalles o si pasó algo más entre ellas, pero más de 20 años después me la sigo machacando pensando en aquello.

Como colofón, un par de semanas después de aquello, mi chica me confesó, que no le importaría hacer un trío con su amiga, que ya le había tocado y visto todo, y que le pondría que me la follara mientras su amiga se ocupaba de sus tetas. Yo le dije que su amiga no me ponía en absoluto, cosa de la que ahora me arrepiento.. no haber buscado la oportunidad que la tuve.

A los pocos meses de todo esto lo dejamos por otras causas que no vienen al caso.
Buena historia. Creo que si me hubiera ocurrido a mí, habría preferido que el masajista hubiera sido un chico. Pero muy interesante la mente abierta de tu novia, que te lo contara y que incluso hubiera estado dispuesta a hacer un trio.
 
Continuo con mi estancia en Marrakech. Dos días depues me acerco al Spa del hotel para pedir hora para un masaje y la chica que me atiende dice que no queda hueco esa tarde. Sin embargo, la jefa de las masajistas (la que me vio desnudo el día del hammam y le dijo a mi masajista de esa día “que más da” que estuviera desnudo) se acerca, habla con la recepcionista, miran la pantalla del ordenado y finalmente lo arreglan y me hacen un hueco. LLego a mi cita con el albornoz y un tanga debajo -de los que uso para hacer deporte- (en caso que tenga que llevar algo durante el masaje, prefiero eso que el boxer bastante largo desechable). Me quito el albornoz y le hago un gesto a la masajista pidiendo “permiso” para quitarme el tanga y con otro gesto, ella asiente. Así que me desnudo del todo y me tumbo en la camilla. La masajista, de unos 35 años, bajita y gordita, se toma su tiempo para taparme y cierra la puerta con pestillo (dos buenas señales). Empieza el masaje y enseguida empieza la tesión y el morbo. Cuando está con la espalda y zona lumbar, me deja el medio culo al aire y baja con sus manos casi hasta las piernas. Y cuando se pone con las piernas, enrolla la toalla en vertical dejando el gluteo izdo al aire y yo tiro un poco de la toalla para dejar la zona perianal y toda la entrepierna tb al descubierto, y ella no me recoloca. Yo, como siempre, tengo la polla hacia abajo, entre las piernas semiabiertas. Empiezan las pasadas de abajo arriba y en cada pasada me toca descaradamente (mucho más que un roze inocente) la polla y los huevos. En pocos segundos, estoy empalmado. Le dedica un buen rato a esa zona. El culo me lo masajea por completo, pero no me llega a tocar el ojete. Cambio de pierna y de gluteo y ahora sí, ella misma retira más la toalla, dejando todo el canalillo al aire. Unos minutos despúes, me dice que me de la vuelta, lo hago y me tapa de nuevo con la toalla, de cintura para abajo. Me coloco la polla en estado morcillón (había conseguido relajarme un poco, a pesar de los toqueteos continuos) hacia la izda, como hago siempre. Me tapa los ojos con una pequeña toalla enrollada y empieza con mi pierna derecha, y enrolla la toalla justo hasta la ingle y pienso que la cosa promete porque si hace lo mismo por el otro lado, mi polla quedará al descubierto. En el masaje de la pierna derecha sube muy pegada a la ingle y me roza los huevos en cada pasada e incluso mete la mano por debajo para masajearme el perineo. Estoy cardiaco, la cosa no puede ir mejor. Cambio de pierna y efectivamente, al recolocar la toalla, mi polla queda al descubierto y no hace nada por taparme (no lo veo pero lo noto perfectamente), empieza las pasadas y alucinantemente empieza a pasar por donde está la polla, pero como si no estuviera allí. “tengo que pasar por aquí, pues paso, aunque tenga un obstáculo que apartar”. Incleible, en los más de 200 masajes que debo llevar en mi vida, nunca en la vida me habían tocado mis genitales de forma tan repetida y descarada. Por supuesto vuelvo a empalmarme, respiro profundamente, emito varios gemidos y me arqueo. Además, de forma disimulada he tirado de la toalla más alla de la ingle, de forma que ahora prácticamente el 80%-90% de la polla y los huevos están al aire.
Nuevo cambio de postura, me tapa los muslos pero deja la toalla más o menos a la altura de la base de la polla. Sigo empalmado, y la polla se queda totalmente al aire. Empieza a darme pasadas muy curiosas entre el estómago y las ingles, con las dos manos y choca continuamente con mi polla, tiesa como un palo, y al llegar abajo me pasa la mano por los huevos, como si no estuvieran alli. Además, a cada pasada, la toalla se va bajando (tb “ayudo” yo) y termina casi a mitad de los muslos, así que ya estoy 100% expuesto, depilado, empalmado y ella venga a “tropezar” con la polla, arrollandola como si no estuviera allí. Simplemente increible, cardiaco, el corazon en la boca, y pensando que me voy a terminar corriendo sin remedio. Pienso que el masaje debería terminar en paja, pero como nunca ma ha llegado a pasar, ya no sé que pensar. Y finalmente, esta vez sí se impone la lógica, y sin haber dicho nada y sin que ella diga nada, noto un cambio muy relevante: en un determinado momento, para unos segundos, intuyo que para echarse más aceite en las manos, y en el siguiente movimiento, en vez de pasar por encima de los huevos como si no estuvieran allí, me los coge con una mano y los empieza a masajear suavemente y unos segundos después, por fin, me agarra la polla con las dos manos y me empieza a hacer una paja, pero no del tipo sube y baja mecánico, si no que se concentra con los dedos en el frenillo y el capullo. Total, que en menos un minuto, no aguanto más y me pego una corrida monumental que me llega al pecho. Respito hondo varias veces, me limpia, y termina el masaje.
De las historias que tengo, nunguna super a ésta. Un hotel de 5*, pais exótico, masaje profesional, sin hablar con la masajista en ningún momento, que termina con una paja monumental depués de una hora de morbo y tensión. Simplemente increible, Una experiencia única en la vida, que no creo que se vuelva a repetir, ya que he necesitado casi 40 años y más de 200 masajes para que uno de ellos terminara en una paja espectacular.
 
Continuo con mi estancia en Marrakech. Dos días depues me acerco al Spa del hotel para pedir hora para un masaje y la chica que me atiende dice que no queda hueco esa tarde. Sin embargo, la jefa de las masajistas (la que me vio desnudo el día del hammam y le dijo a mi masajista de esa día “que más da” que estuviera desnudo) se acerca, habla con la recepcionista, miran la pantalla del ordenado y finalmente lo arreglan y me hacen un hueco. LLego a mi cita con el albornoz y un tanga debajo -de los que uso para hacer deporte- (en caso que tenga que llevar algo durante el masaje, prefiero eso que el boxer bastante largo desechable). Me quito el albornoz y le hago un gesto a la masajista pidiendo “permiso” para quitarme el tanga y con otro gesto, ella asiente. Así que me desnudo del todo y me tumbo en la camilla. La masajista, de unos 35 años, bajita y gordita, se toma su tiempo para taparme y cierra la puerta con pestillo (dos buenas señales). Empieza el masaje y enseguida empieza la tesión y el morbo. Cuando está con la espalda y zona lumbar, me deja el medio culo al aire y baja con sus manos casi hasta las piernas. Y cuando se pone con las piernas, enrolla la toalla en vertical dejando el gluteo izdo al aire y yo tiro un poco de la toalla para dejar la zona perianal y toda la entrepierna tb al descubierto, y ella no me recoloca. Yo, como siempre, tengo la polla hacia abajo, entre las piernas semiabiertas. Empiezan las pasadas de abajo arriba y en cada pasada me toca descaradamente (mucho más que un roze inocente) la polla y los huevos. En pocos segundos, estoy empalmado. Le dedica un buen rato a esa zona. El culo me lo masajea por completo, pero no me llega a tocar el ojete. Cambio de pierna y de gluteo y ahora sí, ella misma retira más la toalla, dejando todo el canalillo al aire. Unos minutos despúes, me dice que me de la vuelta, lo hago y me tapa de nuevo con la toalla, de cintura para abajo. Me coloco la polla en estado morcillón (había conseguido relajarme un poco, a pesar de los toqueteos continuos) hacia la izda, como hago siempre. Me tapa los ojos con una pequeña toalla enrollada y empieza con mi pierna derecha, y enrolla la toalla justo hasta la ingle y pienso que la cosa promete porque si hace lo mismo por el otro lado, mi polla quedará al descubierto. En el masaje de la pierna derecha sube muy pegada a la ingle y me roza los huevos en cada pasada e incluso mete la mano por debajo para masajearme el perineo. Estoy cardiaco, la cosa no puede ir mejor. Cambio de pierna y efectivamente, al recolocar la toalla, mi polla queda al descubierto y no hace nada por taparme (no lo veo pero lo noto perfectamente), empieza las pasadas y alucinantemente empieza a pasar por donde está la polla, pero como si no estuviera allí. “tengo que pasar por aquí, pues paso, aunque tenga un obstáculo que apartar”. Incleible, en los más de 200 masajes que debo llevar en mi vida, nunca en la vida me habían tocado mis genitales de forma tan repetida y descarada. Por supuesto vuelvo a empalmarme, respiro profundamente, emito varios gemidos y me arqueo. Además, de forma disimulada he tirado de la toalla más alla de la ingle, de forma que ahora prácticamente el 80%-90% de la polla y los huevos están al aire.
Nuevo cambio de postura, me tapa los muslos pero deja la toalla más o menos a la altura de la base de la polla. Sigo empalmado, y la polla se queda totalmente al aire. Empieza a darme pasadas muy curiosas entre el estómago y las ingles, con las dos manos y choca continuamente con mi polla, tiesa como un palo, y al llegar abajo me pasa la mano por los huevos, como si no estuvieran alli. Además, a cada pasada, la toalla se va bajando (tb “ayudo” yo) y termina casi a mitad de los muslos, así que ya estoy 100% expuesto, depilado, empalmado y ella venga a “tropezar” con la polla, arrollandola como si no estuviera allí. Simplemente increible, cardiaco, el corazon en la boca, y pensando que me voy a terminar corriendo sin remedio. Pienso que el masaje debería terminar en paja, pero como nunca ma ha llegado a pasar, ya no sé que pensar. Y finalmente, esta vez sí se impone la lógica, y sin haber dicho nada y sin que ella diga nada, noto un cambio muy relevante: en un determinado momento, para unos segundos, intuyo que para echarse más aceite en las manos, y en el siguiente movimiento, en vez de pasar por encima de los huevos como si no estuvieran allí, me los coge con una mano y los empieza a masajear suavemente y unos segundos después, por fin, me agarra la polla con las dos manos y me empieza a hacer una paja, pero no del tipo sube y baja mecánico, si no que se concentra con los dedos en el frenillo y el capullo. Total, que en menos un minuto, no aguanto más y me pego una corrida monumental que me llega al pecho. Respito hondo varias veces, me limpia, y termina el masaje.
De las historias que tengo, nunguna super a ésta. Un hotel de 5*, pais exótico, masaje profesional, sin hablar con la masajista en ningún momento, que termina con una paja monumental depués de una hora de morbo y tensión. Simplemente increible, Una experiencia única en la vida, que no creo que se vuelva a repetir, ya que he necesitado casi 40 años y más de 200 masajes para que uno de ellos terminara en una paja espectacular.
¿No te pidió "propina"?
 
¿No te pidió "propina"?
Yo no le pedí que terminara con una paja, y ella tampoco preguntó. Simplemente me la hizo, fue expontáneo por su parte y al terminar no me pidió nada, Yo no llevaba dinero encima, por lo que al firmar la cuenta pregunté si podía añadir una propina y me dijeron que no. “Tips only in cash”. Era la hora de cerra el SPA y mi habitación estaba en la otra punta del hotel, que era grande. Me fui sin poder darle una buena propina. A la mañana siguiente volaba de vuelta a España, pero pasé antes por el SPA a ver si tenía suerte y veía a la masajista. Estaba todo cerrado y me fui muy frustrado de no haberle podido dar nada. Lástima que esta masajista me tocara el último día nada más (no lo he contado, pero entre medias tuve oro hammam con la misma chica del primer día)…habría rrepedido con ella cada día.
 
Yo no le pedí que terminara con una paja, y ella tampoco preguntó. Simplemente me la hizo, fue expontáneo por su parte y al terminar no me pidió nada, Yo no llevaba dinero encima, por lo que al firmar la cuenta pregunté si podía añadir una propina y me dijeron que no. “Tips only in cash”. Era la hora de cerra el SPA y mi habitación estaba en la otra punta del hotel, que era grande. Me fui sin poder darle una buena propina. A la mañana siguiente volaba de vuelta a España, pero pasé antes por el SPA a ver si tenía suerte y veía a la masajista. Estaba todo cerrado y me fui muy frustrado de no haberle podido dar nada. Lástima que esta masajista me tocara el último día nada más (no lo he contado, pero entre medias tuve oro hammam con la misma chica del primer día)…habría rrepedido con ella cada día.
Quizá pensó, ¡estos españoles, qué cutres! O quizá: "qué facil es hacer feliz a un hombrecito tumbado"
 
Ahí va otra experiencia muy morbosa que no me atrevi a aprovechar.
Barco en Halong Bay. Nos cogemos un masaje mi mujer y yo a la misma hora. Vamos para allá, relajados despues de un buen polvo en la ducha del camarote y nos ponen en dos pequeños cubículos, con puerta, separados por una especie de panel de madera. Me toca un masajista chico, joven, típico asiatico muy delgado. Me tumbo desnudo bocabajo, ne pone la toalla y empieza el masaje. En un determinado momento pasa por el lateral de la camilla, donde yo tenia una mano apoyaada, justo al borde, y claramente restriega su paquete por mi mano. Pienso que es más por la falta de espacio que por otra cosa. Al rato, me pasa lo mismo pero esta vez contra mi pie, que sobresalía del fondo de la camilla. A todo esto, mi mujer está en el cubículo de al lado, se oye todo, estamos a menos de un metro de distancia y la pared es muy fina. Sigue el masaje, y cuando toca muslos y gluteos, en vez de destapar primero un lado y luego el otro, sube la toalla hasta la zona lumbar, dejando todo mi culo y las piernas destapadas (por supuesto, como siempre, tengo la polla orientada hacia abajo entre las piernas, entreabiertas). Estoy totalmente expuesto y me hace un masaje bastante “atrevido” por todo el culo y la entrepierna, rozándome la polla varias veces y yo entre morcillón y empalmado. No me atraen los hombres, pero soy abierto de mente para el sexo y el morbo, creo que todo el mundo podría disfrutar, por ejemplo, de una buena paja, mamada o comida de coño, realizada por alguien de su mismo sexo (hombres y mujeres), si superasen ciertas barreras mentales. En mi caso, nunca me ha importado que me toque un masajista chico (hay amigos mios que van de muy machos y dicen que nunca se han dejado dar un masaje por un hombre…vaya tontería) y estoy seguro de poner disfrutar de un masaje con happy ending, como me pasó en Marrakech, aunque me lo de un chico. El caso es que estaba bastante caliente y creo que el masajista había dado suficientes señales de que estaba más que dispuesto a terminar el masaje con un extra, una buena paja o quien sabe si algo más, si yo hubiera querido (obviamente yo tb dí bastantes señales: mantuve la mano en su sitio mientras restregaba su paquete, piernas más que semiabiertas, polla totalmemte visible, empalmado, algún suspiro…). Cuando me despedí de él ya en el pasillo de vuelta al camarote, nos cruzamos la mirada y creo que los dos entendimos porqué no había pasado lo que debería haber pasado. En otras circunstancias, creo que habría cogido el guante y habría dado el paso, pero estando mi mujer al lado, con esas paredes de papel, simplemente no me atreví. Han pasado bastantes años y todavía me acuerdo de la oportunidad perdida.
 
Mi esposa ha tenido sesiones con osteopata. Ella no es muy pudica y se planto con sujetadores y braguitas transparentes... El tio no protesto asi que siempre fue con lenceria del mismo tipo, que se la ven las areolas, los pelos del pubis y en algunos, hasta la vulva. El hombre tenia unos 45/50 y la manipulaba mucho, abriendola bien las piernas... Màs de una vez, ella le pillo mirando...
 
Mi esposa ha tenido sesiones con osteopata. Ella no es muy pudica y se planto con sujetadores y braguitas transparentes... El tio no protesto asi que siempre fue con lenceria del mismo tipo, que se la ven las areolas, los pelos del pubis y en algunos, hasta la vulva. El hombre tenia unos 45/50 y la manipulaba mucho, abriendola bien las piernas... Màs de una vez, ella le pillo mirando...
Que difícil debe ser mantener la profesionalidad, especialmente cuando l@s clientes son desinhibid@s, disfrutan con la desnudez y dan claras señales de que se dejarían hacer…¿Tu mujer te cuenta cuando se excita, que seguro que sí, en estas situaciones? ¿Alguna vez ha ido a más?
 
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