Morbo inesperado en la playa

Lonelysir

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Tenemos un apartamento muy cerca de la playa, y una tarde del pasado Agosto, como hacía calor nos bajamos un rato; cuando empezó a oscurecer, nos fuimos al chiringuito a tomar algo.
En las toallas ya habíamos “jugado” un poquito, y nos pilló un calentón.
Le propuse a mi mujer que nos alejáramos del chiringuito, y nos aliviáramos, sin esperar a llegar a casa.
Nos apartamos hacia un lugar oscuro y extendimos las toallas; me estiré y ella se puso encima; su culo estaba encarado hacia el mar.
Nos empezamos a besar de forma apasionada; le quité la parte de arriba del biquini y le sobé las tetas, ella al mismo tiempo metió la mano dentro del bañador y me tocaba la polla; estábamos muy excitados; llevábamos unos minutos de magreo, y me puse a bajarle la braguita del biquini con bastante dificultad; ya la tenía casi quitada, con una mano a cada lado de sus nalgas, cuando me dice que le meta los dedos más suavemente, que le hacía un poco de daño; no sabía que me decía, pues mis manos estaban peleando con la braguita; mi mujer estaba excitada y jadeando, y no entendía por qué; miré por encima de su hombro y vi una sombra medio agachada detrás del culo de mi mujer, que cada vez jadeaba con más fuerza; ya comprendí que estaba pasando, y no sabía que hacer, pues mi mujer estaba disfrutando y a mí la situación me estaba empezando a dar morbo; no tardó en correrse, y al mismo tiempo la figura enigmática desapareció; una vez relajada, mi mujer me dijo que ahora me tocaba a mí, y me hizo una paja; me corrí enseguida pensado que un desconocido (quien sabe si vecino), había masturbado a mi mujer.
Esta podría ser la imagen.
 

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Tenemos un apartamento muy cerca de la playa, y una tarde del pasado Agosto, como hacía calor nos bajamos un rato; cuando empezó a oscurecer, nos fuimos al chiringuito a tomar algo.
En las toallas ya habíamos “jugado” un poquito, y nos pilló un calentón.
Le propuse a mi mujer que nos alejáramos del chiringuito, y nos aliviáramos, sin esperar a llegar a casa.
Nos apartamos hacia un lugar oscuro y extendimos las toallas; me estiré y ella se puso encima; su culo estaba encarado hacia el mar.
Nos empezamos a besar de forma apasionada; le quité la parte de arriba del biquini y le sobé las tetas, ella al mismo tiempo metió la mano dentro del bañador y me tocaba la polla; estábamos muy excitados; llevábamos unos minutos de magreo, y me puse a bajarle la braguita del biquini con bastante dificultad; ya la tenía casi quitada, con una mano a cada lado de sus nalgas, cuando me dice que le meta los dedos más suavemente, que le hacía un poco de daño; no sabía que me decía, pues mis manos estaban peleando con la braguita; mi mujer estaba excitada y jadeando, y no entendía por qué; miré por encima de su hombro y vi una sombra medio agachada detrás del culo de mi mujer, que cada vez jadeaba con más fuerza; ya comprendí que estaba pasando, y no sabía que hacer, pues mi mujer estaba disfrutando y a mí la situación me estaba empezando a dar morbo; no tardó en correrse, y al mismo tiempo la figura enigmática desapareció; una vez relajada, mi mujer me dijo que ahora me tocaba a mí, y me hizo una paja; me corrí enseguida pensado que un desconocido (quien sabe si vecino), había masturbado a mi mujer.
Esta podría ser la imagen.
uuuufff ralmente morbasa la situación
 
Tenemos un apartamento muy cerca de la playa, y una tarde del pasado Agosto, como hacía calor nos bajamos un rato; cuando empezó a oscurecer, nos fuimos al chiringuito a tomar algo.
En las toallas ya habíamos “jugado” un poquito, y nos pilló un calentón.
Le propuse a mi mujer que nos alejáramos del chiringuito, y nos aliviáramos, sin esperar a llegar a casa.
Nos apartamos hacia un lugar oscuro y extendimos las toallas; me estiré y ella se puso encima; su culo estaba encarado hacia el mar.
Nos empezamos a besar de forma apasionada; le quité la parte de arriba del biquini y le sobé las tetas, ella al mismo tiempo metió la mano dentro del bañador y me tocaba la polla; estábamos muy excitados; llevábamos unos minutos de magreo, y me puse a bajarle la braguita del biquini con bastante dificultad; ya la tenía casi quitada, con una mano a cada lado de sus nalgas, cuando me dice que le meta los dedos más suavemente, que le hacía un poco de daño; no sabía que me decía, pues mis manos estaban peleando con la braguita; mi mujer estaba excitada y jadeando, y no entendía por qué; miré por encima de su hombro y vi una sombra medio agachada detrás del culo de mi mujer, que cada vez jadeaba con más fuerza; ya comprendí que estaba pasando, y no sabía que hacer, pues mi mujer estaba disfrutando y a mí la situación me estaba empezando a dar morbo; no tardó en correrse, y al mismo tiempo la figura enigmática desapareció; una vez relajada, mi mujer me dijo que ahora me tocaba a mí, y me hizo una paja; me corrí enseguida pensado que un desconocido (quien sabe si vecino), había masturbado a mi mujer.
Esta podría ser la imagen.
Situación la vuestra de las buenas , diria yo que envidiable , y muy bien contada , e imaginada , una vez vistas las fotos de tu chica la de hace 20 años y la actual , que por cierto que de lunes a martes poco te apartes . Felicidades por tu joya
 
Situación la vuestra de las buenas , diria yo que envidiable , y muy bien contada , e imaginada , una vez vistas las fotos de tu chica la de hace 20 años y la actual , que por cierto que de lunes a martes poco te apartes . Felicidades por tu joya
Muchas gracias por tu comentario.
 
Situación la vuestra de las buenas , diria yo que envidiable , y muy bien contada , e imaginada , una vez vistas las fotos de tu chica la de hace 20 años y la actual , que por cierto que de lunes a martes poco te apartes . Felicidades por tu joya
Por cierto que me olvidé de felicitar al propietario de la sombra esa que supo estar en el sitio y momento adecuado , calentar mas la caldera sin que explotara y largarse por donde vino , pero dejando esa sabor agradable de aventura de lo desconocido
 
Por cierto que me olvidé de felicitar al propietario de la sombra esa que supo estar en el sitio y momento adecuado , calentar mas la caldera sin que explotara y largarse por donde vino , pero dejando esa sabor agradable de aventura de lo desconocido
Toda la razón, y si pudiera, y discretamente, le daría las gracias; tal vez le pediría también algo más.
 
Tenemos un apartamento muy cerca de la playa, y una tarde del pasado Agosto, como hacía calor nos bajamos un rato; cuando empezó a oscurecer, nos fuimos al chiringuito a tomar algo.
En las toallas ya habíamos “jugado” un poquito, y nos pilló un calentón.
Le propuse a mi mujer que nos alejáramos del chiringuito, y nos aliviáramos, sin esperar a llegar a casa.
Nos apartamos hacia un lugar oscuro y extendimos las toallas; me estiré y ella se puso encima; su culo estaba encarado hacia el mar.
Nos empezamos a besar de forma apasionada; le quité la parte de arriba del biquini y le sobé las tetas, ella al mismo tiempo metió la mano dentro del bañador y me tocaba la polla; estábamos muy excitados; llevábamos unos minutos de magreo, y me puse a bajarle la braguita del biquini con bastante dificultad; ya la tenía casi quitada, con una mano a cada lado de sus nalgas, cuando me dice que le meta los dedos más suavemente, que le hacía un poco de daño; no sabía que me decía, pues mis manos estaban peleando con la braguita; mi mujer estaba excitada y jadeando, y no entendía por qué; miré por encima de su hombro y vi una sombra medio agachada detrás del culo de mi mujer, que cada vez jadeaba con más fuerza; ya comprendí que estaba pasando, y no sabía que hacer, pues mi mujer estaba disfrutando y a mí la situación me estaba empezando a dar morbo; no tardó en correrse, y al mismo tiempo la figura enigmática desapareció; una vez relajada, mi mujer me dijo que ahora me tocaba a mí, y me hizo una paja; me corrí enseguida pensado que un desconocido (quien sabe si vecino), había masturbado a mi mujer.
Esta podría ser la imagen.
Ufff, yo hubiese vuelto más veces a ese mismo lugar, por si se repite...mm
 
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