jimena_sissy
Miembro muy activo
- Desde
- 30 Jun 2023
- Mensajes
- 71
- Reputación
- 690
Este verano fui por primera vez a una playa nudista. Fui con mi pareja y ninguno de los dos lo habíamos hecho antes.
Era una playa preciosa donde va mucha gente de turismo y aunque es nudista, realmente poca gente lo hace. Cuando llegamos sólo vimos un pequeño grupo de gente nudista en una zona apartada. Convencí a mi novia para ponernos en esa zona diciéndole que había menos gente y estaríamos más cómodos.
Nos tumbamos en las toallas, yo con el bañador y ella con el bikini. Yo miraba hacia alrededor a todos esos cuerpos desnudos, lleno de morbo pero también con timidez. Mi pareja ni siquiera hace topless así que todavía me daba más morbo estar allí con ella. Poco a poco el morbo se fue haciendo más grande y venciendo a la timidez, así que poco a poco me fui bajando el bañador dejando mi pene al aire. La verdad es que debía de ser bastante ridículo ver como me iba quitando la ropa a poquitos, pero a mi me estaba dando mucho morbo.
Tenía el bañador en los tobillos cuando mi novia se dio cuenta y me miraba con incredulidad. No me dijo nada pero yo noté que le estaba poniendo también la situación. Terminé de sacarme el bañador y me quedé un rato desnudo tumbado en la toalla. La sensación era genial.
Era un día de mucho calor, y ya que estaba venciendo mi timidez, decidí dar un paseo por la orilla para refrescarme. Al principio me creía el centro de todas las miradas, hasta que comprendí que era simplemente era un tío en pelotas más y que todo el mundo estaba a lo suyo. Llegué a una zona donde casi no había gente y de repente, cerca del agua, vi algo tirado en la arena. Me acerqué y me encontré la parte de abajo de un bikini. Una braguita brasileña marrón, de esas que se atan a los lados, preciosa.
La cogí y lo primero que hice fue olerla, casi un gesto instintivo, luego me di cuenta y miré hacia los lados por si alguien me había visto, pero no, no había casi nadie. De repente escucho:
En esos momentos, sin darme cuenta, me había empalmado por la situación. Ella se dio cuenta obviamente.
En cuanto se me baja la erección vuelvo hacia la toalla. Al llegar veo que mi pareja está desnuda, tumbada boca arriba en la toalla y con las piernas ligeramente separadas.
Continuará...
Era una playa preciosa donde va mucha gente de turismo y aunque es nudista, realmente poca gente lo hace. Cuando llegamos sólo vimos un pequeño grupo de gente nudista en una zona apartada. Convencí a mi novia para ponernos en esa zona diciéndole que había menos gente y estaríamos más cómodos.
Nos tumbamos en las toallas, yo con el bañador y ella con el bikini. Yo miraba hacia alrededor a todos esos cuerpos desnudos, lleno de morbo pero también con timidez. Mi pareja ni siquiera hace topless así que todavía me daba más morbo estar allí con ella. Poco a poco el morbo se fue haciendo más grande y venciendo a la timidez, así que poco a poco me fui bajando el bañador dejando mi pene al aire. La verdad es que debía de ser bastante ridículo ver como me iba quitando la ropa a poquitos, pero a mi me estaba dando mucho morbo.
Tenía el bañador en los tobillos cuando mi novia se dio cuenta y me miraba con incredulidad. No me dijo nada pero yo noté que le estaba poniendo también la situación. Terminé de sacarme el bañador y me quedé un rato desnudo tumbado en la toalla. La sensación era genial.
Era un día de mucho calor, y ya que estaba venciendo mi timidez, decidí dar un paseo por la orilla para refrescarme. Al principio me creía el centro de todas las miradas, hasta que comprendí que era simplemente era un tío en pelotas más y que todo el mundo estaba a lo suyo. Llegué a una zona donde casi no había gente y de repente, cerca del agua, vi algo tirado en la arena. Me acerqué y me encontré la parte de abajo de un bikini. Una braguita brasileña marrón, de esas que se atan a los lados, preciosa.
La cogí y lo primero que hice fue olerla, casi un gesto instintivo, luego me di cuenta y miré hacia los lados por si alguien me había visto, pero no, no había casi nadie. De repente escucho:
- Te la vas a poner?
- Que si te lo vas a poner?
- Eh, no, aquí no, le contesto.
- Vaya, aquí no, y donde te lo vas a poner entonces?
- Eh, yo... no sé, no sé porque he dicho eso...
- Ja ja!, tranquilo no pasa nada, pero si no te importa, yo sí que me lo voy a poner, que para eso lo dejé aquí al meterme en el agua.
En esos momentos, sin darme cuenta, me había empalmado por la situación. Ella se dio cuenta obviamente.
- Con apoyarme en el hombro me llega, puedes bajar el soporte, gracias, ja ja ja! Es la primera vez que haces nudismo no?
- No te preocupes, es normal. Estoy ahí arriba con una amiga, si quieres pásate por allí, tenemos varias mudas en la mochila. Seguro que te gustan.
En cuanto se me baja la erección vuelvo hacia la toalla. Al llegar veo que mi pareja está desnuda, tumbada boca arriba en la toalla y con las piernas ligeramente separadas.
Continuará...