CV86
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- 4 Ago 2025
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Hace años, cuando empezábamos con mi pareja, vivíamos a casi 2 horas y apenas podíamos vernos los fines de semana, por lo que cuando nos veíamos era todo fuego.
Fuimos poco a poco ganando confianza para hablar de sexo y fantasías, y la verdad que es un gran ejercicio.
Ella me había contado de un amigo, antiguo follamigo, con el que seguía en contacto pero sin nada más. Un día me contó que le apetecía quedar con él para hablar, y le dije que no había problema. Yo estaba trabajando y apenas me acordé de nada. Al salir del trabajo, era tarde y le escribí como iba, y me dijo que seguían tomando algo. A mí me venían cosas a la cabeza con las charlas de fantasías que habíamos tenido, y le pregunté sin tapujos si se lo quería tirar. De primeras se pensó que estaba enfadado y celoso, y me decía que no. Le conté que me estaba calentando y que la pregunta era en serio, que si le apetecía. Me contestó que si, que le gustaría. Le dije que accedía con la condición de estar yo al otro lado del teléfono escuchándolo todo. Se quedó un poco en shock, pero se puso manos a la obra. Obvio el amigo accedió, vió el cielo.
Cogieron el coche y se fueron a un lugar apartado, y cuando estaban a punto me llamó. Me volvió a preguntar si estaba seguro, que podía y tenía derecho a pedir que no sucediera. Pero le dije que no, que adelante...
Mientras lo hacían, a él apenas le escuché. Sólo escuchaba a mi pareja, sus gemidos y suspiros, y como me hablaba. Me decía de disfrutaba y que estaba pensando en mi, y que cada vez que se la metía, deseaba que fuera yo. Creo que me hice una de las mejores pajas de mi vida. Cuando terminaron se despidieron y cada uno a su casa. En horas, ya por la mañana, nos encontramos, y menuda fiesta...
Fuimos poco a poco ganando confianza para hablar de sexo y fantasías, y la verdad que es un gran ejercicio.
Ella me había contado de un amigo, antiguo follamigo, con el que seguía en contacto pero sin nada más. Un día me contó que le apetecía quedar con él para hablar, y le dije que no había problema. Yo estaba trabajando y apenas me acordé de nada. Al salir del trabajo, era tarde y le escribí como iba, y me dijo que seguían tomando algo. A mí me venían cosas a la cabeza con las charlas de fantasías que habíamos tenido, y le pregunté sin tapujos si se lo quería tirar. De primeras se pensó que estaba enfadado y celoso, y me decía que no. Le conté que me estaba calentando y que la pregunta era en serio, que si le apetecía. Me contestó que si, que le gustaría. Le dije que accedía con la condición de estar yo al otro lado del teléfono escuchándolo todo. Se quedó un poco en shock, pero se puso manos a la obra. Obvio el amigo accedió, vió el cielo.
Cogieron el coche y se fueron a un lugar apartado, y cuando estaban a punto me llamó. Me volvió a preguntar si estaba seguro, que podía y tenía derecho a pedir que no sucediera. Pero le dije que no, que adelante...
Mientras lo hacían, a él apenas le escuché. Sólo escuchaba a mi pareja, sus gemidos y suspiros, y como me hablaba. Me decía de disfrutaba y que estaba pensando en mi, y que cada vez que se la metía, deseaba que fuera yo. Creo que me hice una de las mejores pajas de mi vida. Cuando terminaron se despidieron y cada uno a su casa. En horas, ya por la mañana, nos encontramos, y menuda fiesta...
