Padres

Yo si los he escuchado, pero nada del otro mundo, una pareja a la antigua y muy tradicional, no escuche gemidos ni gritos, solo sus respiraciones agitadas unos minutos y ya, hasta pongo en duda si ella habrá tenido un orgasmo.
 
Cuando mi hermana mayor se casó joven nos dejó en la habitación única que teníamos a mi hermana Paula que tiene tres años menor que yo.
Al ser la habitación muy pequeña dormíamos en una litera conmigo arriba.

Tendría yo unos 16 años y ya regresaba a casa algo tarde y tomado. Las hormonas me tenían loco y a diario me masturbaba con el ruido de la cama.

Paula jamás decía nada pero seguro me escuchó mas de una vez.

Un día llegué a casa mientras todos dormían y antes de acostarme cerré la puerta y subí a la litera.
Con la polla en la mano me moví hacía abajo y le puse a mi hermana una mano en su pequeño pecho. Ella de quitó la mano pero yo insistí y ya no se resistió mas.
Mientras ella estaba quieta le pude tocar sus tetas por debajo del pijama y rozarle los pezones, cuando bajé la mano hacía su chocho noté que estaba húmeda y mientras la tocaba en mi inexperiencia sentí algun leve gemido.

Lo dejé y me hice la paja de turno.

Todas la noches durante un tiempo repetía lo mismo mientras Paula jamás dijo nada y gemía en silencio.
Pasado un tiempo un día de verano de luna llena decidí bajar de la litera y subirle el pijama para verles los pechos.
Los tenía pequeños y rosados, y empeze a chuparlos. Paula se hacía la dormida pero me dejaba hacer. Le bajé el pantalón corto y las bragas y vi que su chocho era algo peludito con una raja pequeña tambien rosadita.

Despues de acariziarla un rato me bajé la cabeza y se lo comí lentamente mientras mi hermana ni se movía. Mientras mi lengua hacía su trabajo ella se humedeció bastante y fue ese día cuando noté por parte de ella algún movimiento y un gran gemido silencioso mientras tenía un orgasmo,cosa que ignorabamos por completo.

Así estuve unos meses hasta qué un día di un paso mas. Yo era virgen pero algo sabía. Esa noche la desnudé y me puse encima de ella, la cual seguía con sus ojos cerrados.

Le metí la cabeza de la pollo en ese chocho tan estrecho que me dolía. Noté quejidos pero yo lentamente fui entrando.

Pasado un buen rato ya la polla entró por completo y pude empezar con el mete y saca. Era tanto el placer que iba a reventar pero los gemidos de Paula ya me volví loco,saqué mi polla y me corrí en mis pantalones.

También me tiré unos mese haciendo todas las noches el misionero y disfrutando de mi hermana.

Tengo mas cosas con ellas y algo con mi madre una noche.

Un saludo
 
Hay gente que les produce rechazo oírlos y claramente es respetable, pero yo los he visto y oído durante años y uffff me producía de todo menos rechazo y todo era bueno
 
Bueno siempre lo he dicho que gracias a verlos y oirlos follando cambié mi opinión de ella
 
Cuando mi hermana mayor se casó joven nos dejó en la habitación única que teníamos a mi hermana Paula que tiene tres años menor que yo.
Al ser la habitación muy pequeña dormíamos en una litera conmigo arriba.

Tendría yo unos 16 años y ya regresaba a casa algo tarde y tomado. Las hormonas me tenían loco y a diario me masturbaba con el ruido de la cama.

Paula jamás decía nada pero seguro me escuchó mas de una vez.

Un día llegué a casa mientras todos dormían y antes de acostarme cerré la puerta y subí a la litera.
Con la polla en la mano me moví hacía abajo y le puse a mi hermana una mano en su pequeño pecho. Ella de quitó la mano pero yo insistí y ya no se resistió mas.
Mientras ella estaba quieta le pude tocar sus tetas por debajo del pijama y rozarle los pezones, cuando bajé la mano hacía su chocho noté que estaba húmeda y mientras la tocaba en mi inexperiencia sentí algun leve gemido.

Lo dejé y me hice la paja de turno.

Todas la noches durante un tiempo repetía lo mismo mientras Paula jamás dijo nada y gemía en silencio.
Pasado un tiempo un día de verano de luna llena decidí bajar de la litera y subirle el pijama para verles los pechos.
Los tenía pequeños y rosados, y empeze a chuparlos. Paula se hacía la dormida pero me dejaba hacer. Le bajé el pantalón corto y las bragas y vi que su chocho era algo peludito con una raja pequeña tambien rosadita.

Despues de acariziarla un rato me bajé la cabeza y se lo comí lentamente mientras mi hermana ni se movía. Mientras mi lengua hacía su trabajo ella se humedeció bastante y fue ese día cuando noté por parte de ella algún movimiento y un gran gemido silencioso mientras tenía un orgasmo,cosa que ignorabamos por completo.

Así estuve unos meses hasta qué un día di un paso mas. Yo era virgen pero algo sabía. Esa noche la desnudé y me puse encima de ella, la cual seguía con sus ojos cerrados.

Le metí la cabeza de la pollo en ese chocho tan estrecho que me dolía. Noté quejidos pero yo lentamente fui entrando.

Pasado un buen rato ya la polla entró por completo y pude empezar con el mete y saca. Era tanto el placer que iba a reventar pero los gemidos de Paula ya me volví loco,saqué mi polla y me corrí en mis pantalones.

También me tiré unos mese haciendo todas las noches el misionero y disfrutando de mi hermana.

Tengo mas cosas con ellas y algo con mi madre una noche.

Un saludo
Sigue contando historias con tu hermana. Seguro que la primera vez que os quedasteis a solas en casa y pudisteis follar bien fue increíble. ¿También fuiste tu quien le desvirgó el culo? ¿Seguís follando de vez en cuando?
 
Tendría yo 17 años y me hermana Paula 14 cuándo un día mis padres se fueron a una boda. Yo llegué a casa como a las 11 y al entrar el baño miré a nuestra habitación y mi hermana ya dormía, como costumbre se acostaba temprano.

Venía con unas copas y algo salido como de costumbre ya que aun no había catado mujer salvo los rozes con mi hermana.

Antes de subir a mi litera la vi durmiendo boca abajo, cosa poco habitual. Yo me desnudé completo y me puse detrás de ella y le bajé el pijama y las bragas un poco. Ella seguía durmiendo.

Recuerdo que empezé a chuparla desde atrás y cuando logré elevarla un poco con mis manos y llegar a su clítoris note una especie de gemido acompañado de mucha humedad en su chocho.
Yo estaba desesperado y apunté la punta de la polla hacía su raja y la penetré lentamente. El placer que sentía era distinto a cuando lo hacía con ella boca arriba.

Se movía algo y su boca respiraba agitada pegada a la almohada. Estuve un rato dando polla hasta que mi mente calenturienta me jugó una mala pasada.

Cerré la puerta y pasé el fechillo y estuve pendiente que podrían llegar mis padres. Volví a comerla desde atrás salvo que esta vez le comía el culo, mi hermana Paula tenía ojos cerrados pero se movía de manera extráña.

Entre sus jugos y mi saliva apunté la punta de mi polla hacía la entrada de su culo. Era muy estrecho y no entraba, pero yo insistí hasta que entró la cabeza.
Mi hermana esta vez como si estuviera soñando lloraba y se quejaba, pero seguía durmiendo y no se apartaba.

Con paciencia y despacio fue entrando mientras tocaba el chocho a mi hermana con la mano,ella gemía y levantaba el culo en pompa mientras la polla empezó a entrar ya toda.

El placer era grandioso y cuando noté que mi hermana tenía un orgasmo me corrí dentro de su culo. Se lo limpié con una toalla y me subí a mi litera mientras ella dormía, o no, placidaménte.

Antes de los 18 años y de tener parejas tuve con mi hermana muchas mas, y con mi madre una noche extraña.

Saludos
 
Cuando mi hermana mayor se casó joven nos dejó en la habitación única que teníamos a mi hermana Paula que tiene tres años menor que yo.
Al ser la habitación muy pequeña dormíamos en una litera conmigo arriba.

Tendría yo unos 16 años y ya regresaba a casa algo tarde y tomado. Las hormonas me tenían loco y a diario me masturbaba con el ruido de la cama.

Paula jamás decía nada pero seguro me escuchó mas de una vez.

Un día llegué a casa mientras todos dormían y antes de acostarme cerré la puerta y subí a la litera.
Con la polla en la mano me moví hacía abajo y le puse a mi hermana una mano en su pequeño pecho. Ella de quitó la mano pero yo insistí y ya no se resistió mas.
Mientras ella estaba quieta le pude tocar sus tetas por debajo del pijama y rozarle los pezones, cuando bajé la mano hacía su chocho noté que estaba húmeda y mientras la tocaba en mi inexperiencia sentí algun leve gemido.

Lo dejé y me hice la paja de turno.

Todas la noches durante un tiempo repetía lo mismo mientras Paula jamás dijo nada y gemía en silencio.
Pasado un tiempo un día de verano de luna llena decidí bajar de la litera y subirle el pijama para verles los pechos.
Los tenía pequeños y rosados, y empeze a chuparlos. Paula se hacía la dormida pero me dejaba hacer. Le bajé el pantalón corto y las bragas y vi que su chocho era algo peludito con una raja pequeña tambien rosadita.

Despues de acariziarla un rato me bajé la cabeza y se lo comí lentamente mientras mi hermana ni se movía. Mientras mi lengua hacía su trabajo ella se humedeció bastante y fue ese día cuando noté por parte de ella algún movimiento y un gran gemido silencioso mientras tenía un orgasmo,cosa que ignorabamos por completo.

Así estuve unos meses hasta qué un día di un paso mas. Yo era virgen pero algo sabía. Esa noche la desnudé y me puse encima de ella, la cual seguía con sus ojos cerrados.

Le metí la cabeza de la pollo en ese chocho tan estrecho que me dolía. Noté quejidos pero yo lentamente fui entrando.

Pasado un buen rato ya la polla entró por completo y pude empezar con el mete y saca. Era tanto el placer que iba a reventar pero los gemidos de Paula ya me volví loco,saqué mi polla y me corrí en mis pantalones.

También me tiré unos mese haciendo todas las noches el misionero y disfrutando de mi hermana.

Tengo mas cosas con ellas y algo con mi madre una noche.

Un saludo
Cuenta más....
 
Al poco tiempo mi padre falleció y mi hermana pequeña fue a Madrid a estudiar.
Por mi parecía que la madurez no llegaba, pues seguía bebiendo y llegando tarde a casa.
La curiosidad por mi madre nunca se fue y seguía espiándola y haciéndome pajas a diario.
La veía mientras se duchaba por un agujero que tenía en la parte trasera donde el calentador, oía la llave cerrando e iba a mi sitio secreto.
Me pajeaba con sus pezones rosados y grandes pues tenía un pecho mediano.
Su chocho es de esos que sobresale hacía afuera y lo tenía rasurado.

Me constaba y además lo hablábamos que no había vuelto a estar con hombre después de mi padre morir ya que es muy católica y clásica.

Yo también sabía por sus juegos con mi padre que si fantasía era con un hombre mejor que ella y buen dotado, y con toda está información empezé mi plan.

Un día la pillé masturbándose en el baño y ver cómo se frotaba y con la otra mano tocaba los pezones me llevo a correrme entre los cartones.

Un día que estaba habladora le dejé caer que mi amigo César me confesó que se pajeaba pensando en mi madre, yo le dije que me parecía de locos pajearse con el cuerpo de una mujer mayor y que a mí me gustaba más jóvenes.
Mi madre sonrió y se ruborizó.

Al poco tiempo le dije que todos los amigos en casa de César nos habíamos enseñado la polla y el quien la tuviera mayor ganaba y la de menor tamaño le tendría que cumplir un deseo.
Mi madre se hizo la que no estaba atenta pero cuando le dije que César tenía un pollón grande y gorda me mandó a callar y que no le hable cómo a los colegas.

Mientras yo seguía espiando y disfrutando de cuando tocaba masturbación pues ese día ponía música en el baño.

Un día llegué tarde algo borracho y mi madre dormía en el sillón con la televisión encendida.
En lo que la ayudaba a levantarse primero le metí la mano en un pecho y noté ese pezón entre los dedos.
Se levantó y se fue a dormir, yo me hice dos pajas seguidas.

Al poco tiempo por navidad con unas copas ambos solos en casa le confesé que en aquel juego yo era el de la polla más pequeña y mi madre rápidamente me dijo que no pasaba nada y que mi padre la tenía igual y ella nunca se quejó.
Yo al ver cómo iba la conversación le dije que me tenía que ayudar pues el deseo de César era entrar a su habitación de noche y hacerse una paja mientras la observaba.
Mi madre sonrió y para mí alegría siguió hablando del tema, me dijo que ese chico estaba loco etc etc.
Yo le dije que la noche de fin de año César se iba a quedar conmigo después de salir un rato y al final solté mi plan y le dije.
Mama a ti te importa ponerte una mascarilla de dormir negra y acostarte en bragas y sin sujetador para que César solo entre se pajee y salga, pero nunca te podrás quitar la mascarilla y te haces la dormida.

Mi madre me dijo que estábamos locos pero nunca tuve un no por respuesta.

Ese día fue a la ducha y puso música y fue la primera vez que se metió un cepillo del pelo por el chocho, ella no lo sabía pero esa noche nos corrimos a la misma vez.

Y llegó fin de años y César lo pasó en casa bailando con mi madre y bebiendo ambos.
En un momento en que César fue al baño le dije que yo no iba a salir de la habitación y que César solo saldría para mirar paja y a dormir.
Mi madre sonrió y me volvió a decir que estábamos locos.

Ya era muy tarde y al final César y yo fuimos a mi habitación mientras mi madre llevaba rato en la suya.

Mi amigo que no sabía nada se durmió en 5 minutos y mi corazón latía a mil por horas.

Me quedé solo en calzoncillos y sin hacer ruido fui hacia la habitación de mi madre y sorpresa fue ver la puerta entre abierta.
Entre sigilosamente y cuando vi a mi madre hacerse la dormida o no lo sabía y con la mascarilla negra puesta en sus ojos me empalme como un burro.
Entre en la habitación y empezé a hacerme una paja a un metro de mi madre la cual estaba en bragas blancas y sin sujetador y sus pechos se veían bien con la poca luz que entraba.

Me decidí y pensaba en decirle que César estaba malo y algo cuando se despertase, y le puse mis dos manos en sus tetas, y para mí sorpresa no se movió e incluso gimió un poco.

Le metí mano entre las bragas y noté si chocho mojado mientras le metía dos dedos.
Que raro pensaba yo como era posible que pensara que César le metía mano y seguía como durmiendo.
Me desnudé y le puse mi polla en sus labios y el glande entró un poco.

Si supiera que en el concurso de pollas yo fui el quien la tenía más gorda y el segundo de larga.

Para mí sorpresa se dió la vuelta y se quedó boca abajo lo cual yo sabía por mi padre al verlos que esa postura la mataba del gusto.

Le bajé un poco las bragas y me puse encima mientras habría sus nalgas y ponía la punta en la entrada del chocho.
Estaba tan mojada que entró bien y logré escuchar el gemido de mi madre contra la almohada.
Le embestía duro y ella levantaba el culo hasta que le metí una mano al clítoris y noté que se iba.
Ahora sí sus gemidos eran de orgasmo pero la mascarilla no se movía y ella dormía o eso parecía.

Después de unos golpes y con los mismos jugos de su corrida le apunté mi polla al agujero estrecho de su culo pues yo sabía que a mí padre no lo dejaba.

Y estuve un rato empujando y ella quieta hasta que la cabeza de la polla entró.
Seguí un buen rato entrando despacio hasta que toda la tenía dentro.
Mi madre se movía y gemía hasta que noté un segundo orgasmo y ahí yo golpeé en su culo y mi leche la llenó.

Me levanté y me fui a dormir más feliz que una perdiz.

En el desayuno mi madre nos besó a ambos y cuando pude y estábamos solo sonreí y le dije que César me dijo que fue pero se encontró con la puerta cerrada con llave y que era muy mala.

Ella no me contestó solo sonrió pícaramente.

Tengo algo más con mi madre y mi hermana pero tal vez otro día si lo desean y se ve como la realidad supera cualquier ficción.
 
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