Primera experiencia en un Glory Hole

Married&Spicy

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19 Feb 2025
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Barcelona
Era la primera vez que acudían a un glory hole. Siempre habían fantaseado con el tema liberal y/o swinger, pero nunca lo habían llevado a cabo. Pero ahora, pasados los 50, decidieron dar el paso. Se informaron de un local de Barcelona que estuviese bien, se informaron de cuando solía haber más gente, y decidieron que día y a que hora irían.

Salieron a cenar, se vistieron para la ocasión. Aunque sabían que en un glory hole no hay contacto, querían sentirse atractivos. Fueron a cenar a un conocido restaurante, y luego a tomar una copa a una coctelería. No solían beber, pero seguro que el alcohol ayudaría posteriormente, en caso de necesitar un empujoncito.

Llegaron al local, entraron casi sin mirar al chico del mostrador, y entraron en una de las cabinas. Una vez allí se sintieron más tranquilos y relajados, y empezaron a besarse, en parte, por la excitación que tenían, en parte por que no sabían muy bien qué hacer. No había pasado mucho rato, cuando notaron que alguien hacia un ruido en la estancia contigua. Como un sonido del que llama a la puerta, y una puertecilla se abrió. Expectantes miraron, y vieron aparece una polla. Se sintieron un poco decepcionados, era una polla que tenía pinta de ser de alguien mayor, no era muy grande y no estaba del todo erecta. Aún así, Mar empezó a tocarla, no le costó mucho ponerla dura, y pudo ver también como Bruno se sacó la polla. Estaba bien excitado. Mar estuvo manoseando esa polla, cuando de nuevo notaron otro golpe. Parecía que había alguien más en la otra parte. Pasó exactamente lo mismo, y se abrió una puertecita. Lo que vieron parecía increíble. Una enorme polla, debía hacer más de 25 cm. Gruesa, muy gruesa. Brillaba. Olía a jabón, sin duda estaba bien limpia. Unas enormes venas la rodeaban. Sin ninguna duda superaba una medida como la de un bote de desodorante. Ambos quedaron hipnotizados. Sin darse cuenta, abandonaron la primera polla, y se acercaron a esa nueva.

Se miraron. A Mar de brillaban los ojos. Bruno empezó a tocar su polla poco a poco, mientras Mar empezaba a acariciar esa polla que acababa de aparecer. La tocaba y era como de piedra, estaba dura, caliente, notaba el pulso en aquellas enormes venas. Mar sacó uno de los preservativos que llevaba, se encargó de ponerlo. Costaba. Costaba tanto que acabo rompiéndose. No sabia que hacer: deseaba poder mamar aquella enorme polla, pero con Bruno tenían claro que iban a practicar sexo seguro. Pensaba que hacer, cuando vio como el propietario de aquella monstruosa polla le daba un preservativo. Lo cogió con la mano. Sonrió. Durex XL. Ese chico sabía lo que hacia. Pudo por fin enfundar aquella polla, y empezó a mamarla con el preservativo puesto. Dios, era enorme. Le costaba poder meterla en la boca, y a duras penas podía meter el glande en su boca. Pidió con la mirada a Bruno que se acercase, y le acercó el líquido lubricante que llevaba en el bolso. Notaba esa polla con preservativo bien lubricada, su sexo también lo estaba, pero no se sentía segura… así que pidió a Bruno que pusiese lubricante en su sexo. Así lo hizo. Después que pusiese una gran cantidad de lubricante en aquella polla. Bruno lo hizo, y le encantó empezar masturbar aquella polla…. Empapada de lubricante. Mar le paró: ese no era el cometido de Bruno, Mar lo quería para ella. Se fue acercando a la trampilla. De espaldas, y pidió a Bruno que le ayudase. Éste tomo aquella polla, la acercó al excitado coño de Mar, y fue ayudando a poder meterla dentro. Poco a poco, ella fue acercando su culo mas y mas a la pared, mientras notaba que aquella bestia entraba dentro de ella. Sentía como si se fuese a romper, era muy gruesa para ella, notaba como si no pudiese aguantarla dentro… pero esperaba unos segundos, y parecía que su sexo se acostumbraba a aquel tamaño. Repitió este ritual, y pudo notar centímetro a centímetro como iba entrando… hasta que notó que ya no podía más, que aquel enorme glande estaba tocando su cérvix. Nunca pensó sentir nada así. Pidió a Bruno que se acercase, y empezó a mamarle la polla mientras su vecino de cabina iniciaba un ritmo frenético, notaba como entraba y salia, como entraba de nuevo… notaba su clítoris inflamado, notaba como ella lubricaba mas y mas, mientras mamaba de manera frenética a Bruno. Vio la primera polla allí aun, y empezó a masturbarla. Parecía una miniatura en comparación a la polla que le estaba follando violentamente, pero estar con tres pollas a la vez, cuando en toda su vida solo había mamado dos, le excitaba sobre manera.

Seguía masturbando aquella polla, pero no pasó mucho tiempo cuando notó como se ponía dura, una serie de impulsos anunció la inminente corrida, y pudo ver cómo se corría muy cerca de ella, pero manchando un poco el vestido. Notaba como la segunda polla la seguía taladrando, notaba como se acercaba el momento del éxtasis, por lo que se bajo como pudo el vestido, de desabrochó el sujetador, y decidió cambiar de postura. Quería ver de nuevo aquella polla. Empezó a masturbarla, mientras Bruno se ponía detrás de ella y empezaba a lamerte su excitado sexo. Estaba muy abierta, notaba como su flujo resbalaba por sus muslos, notaba su clítoris muy duro, y siguió masturbando aquella polla. Nunca había visto nada igual. Podia masturbarla con las dos manos, y aún asi las dos manos no alcanzaban a cubrir toda su longitud. Notó como el chico se movía y empujaba contra la pared, señal inequívoca que iba a correrse… decidío retirarle el preservativo, seguía masturbando aquella polla, notaba mejor sus venas, su pulso… apretó hacía atrás para que Bruno lamiese mas fuerte y más rápido, estaba a punto de correrse cuando noto que el chico acababa… apuntó aquella polla hacia sus pechos, y pudo ver, en primer plano, como un gran chorro de semen caliente salía disparado y chocaba contra su pecho. Uno, dos y hasta un tercer chorro de semen caliente chocando contra su pecho, rebotando por la fuerza con la que salia, y regando abundantemente sus pezones. No podía más, y tuvo un intenso orgasmo mientras aquella enorme polla acababa de soltar toda la leche, y como quedaba goteando…

Miró a Bruno. Podia ver su cara de excitación. El chico retiro la polla, y allí quedaron. Solos. Bruno veía a su espesa bañada en semen. Cuello, pecho, abdomen, suelo… hasta algunas gotas había salpicado su cara. Ella se dio la vuelta. Él pudo ver su sexo. Empapado. Abierto. Era increíble como aun no había recuperado su tamaño normal. Se veía abierto. Bruno lo tocó, lo masajeó, notando como a Mar le provocaba una sensación de sensibilidad… deció ampliar el masaje a su ano. Lo veía allí, contrastaba con el tamaño de su dilatado sexo. Solo el hecho de mover la mano consiguió lubricarlo con el flujo de Mar. Notó como, con menos dificultad de la que esperaba, pudo introducir primero un dedo, luego dos… para cambiar los dedos por su polla. Le encantaba notar la calidez y estrechez de su culo. No era algo que practicasen de manera habitual, quizás por eso le parecía tan morboso. Fue acelerando el ritmo de la follada anal a su mujer, cuando se percató de que había dos nuevas pollas en las puertecillas anteriores. Pudo ver como Mar estaba masturbándolas. No eran tan grandes como la que acaba de ordeñar, pero la veía pajeando aquellas dos pollas, cual actriz porno. No tardaron mucho en correrse, y pudo ver de nuevo como Mar era cubierta por tremendas corridas. Esta vez no fue tan cuidadosa como la anterior, que las apuntó hacia su pecho. Esta vez, pudo ver como la primera corrida le llenaba todo el vestido, una corrida abundante y espera. La siguiente, quizás por inesperada, le cayó en la mejilla, y al girarse, el en pelo. Bruno no podía más, y apretó fuerte, taladrando el culo de Mar, aumentando el ritmo, hasta que acabó teniendo un intenso orgasmo.

Retiró su polla, podía ver aun su sexo abierto, y también como su ano quedaba también dilatado, en menor medida. Vio como su corrida empezaba a salir del culo de ella. Miró a Mar. La vio allí, exhausta, con una sonrisa en los labios, y llena de semen. En encantó verla así. Le ayudó a limpiarse, una vez vestida, intentado eliminar, en la medida de lo posible, las pruebas de aquellas cuatro corridas.
 

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