Soy_muy_Nacho
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Había llegado el gran día. Me habían contratado en una gran empresa del sector y tenía que comunicar mi baja en mi actual empresa. Tenía buen rollo con parte de la gente, con la que pasaba más tiempo a diario, pero los jefes eran todos una panda de gilipollas. No hacían más que pedir y exigir sin pagar lo que los empleados merecíamos.
Aunque mi círculo más próximo y de confianza sabía de mi situación, buena parte de los compañeros se sorprendieron mucho al recibir un correo mío diciendo que me iba. La comunicación oficial la había hecho a primera hora de la mañana, antes de que llegaran a la oficina mis jefes directos y por si acaso hacían lo que solían, mandar a casa inmediatamente al que renunciaba, independientemente de si tenía vacaciones o no pendientes, mandé el mail a los compañeros.
Varios se acercaron a desearme lo mejor y esas cosas, cosa que agradecí diciendo que no se preocuparan que seguiríamos viéndonos.
Increíblemente llegó la hora de comer sin que me hubieran pedido que entregara el ordenador y el móvil de empresa, así que fui con los compañeros a la cantina que la empresa tenía para empleados. Nos echamos unas buenas risas recordando historietas vividas juntos y metiéndonos con los jefes, que nunca iban por allí.
Poco a poco se fue marchando gente. Cuando terminé de comer, dejé la bandeja en el carrito correspondiente y comenté.
Llegué al baño que como siempre estaba en un estado de limpieza perfecto. Aquello era muy sorprendente porque por allí pasaba mucha gente y la gente de limpieza hacía pasadas cada cuatro horas, lo que en otros sitios es completamente insuficiente. Aquí sin embargo estaba todo al menos igual de limpio que en casa.
Mee, me lavé bien las manos y me las sequé. Me recoloqué la camisa y los pantalones y salí.
Me sorprendió ver en la puerta a Susana.
Sin entender nada, solo logré decir
Sin embargo ella no paraba de clavarse contra mi y tan adentro como podía. Controlaba francamente bien las arcadas y yo cada vez me iba olvidando más de cómo estaba sucediendo aquello y me dedicaba más a relajarme y a disfrutar.
Se sacó las tetas del vestido y se pegó con mi polla en ellas. Eran muy grandes y carnosas. Nunca las había apreciado en todo su esplendor pero entre los golpecitos y las vistas de actriz porno me estaba calentando muy deprisa y la verdad es que tenía muchas ganas de correrme bien a gusto.
Saltaba a la vista que le gustaba chupar, así que le di de lo que quería. Tomé la iniciativa y agarrándome la base de la polla y su nuca se l metí en la boca y empujé hasta donde resistió. Logró tragar más que las veces anteriores pero a costa de atragantarse un poco.
Ella también se dió cuenta y no me dejó repetir el movimiento por tercera vez. De nuevo se abalanzó contra mi y se clavó mi polla hasta que la hizo desaparecer por completo.
Chupaba y pajeaba a la vez con maestría. Le ponía ganas y vicio a raudales, bien de saliva, con el sonido tan porno que eso genera.
Ella comenzó a gemir y el verla de rodillas en el espejo me dio ese pellizco interior que detona el orgasmo. Ella lo notó y no solo no se apartó, sino que se sacó mi polla de la boca y me pajeó con la intensidad perfecta mientras abría la boca y sacaba la lengua. Si había alguna opción de contener los chorros de leche que se abrían paso desde mis huevos, verla hacer aquello acabaron con ella.
Como expertisima chupapollas que había demostrado ser, los dos primeros chorros se los apuntó a las tetas, para evitar atragantarse con los más fuertes y abundantes, y justo después volvió a metérsela en la boca y chupó y chupó un lefazo tras otro gimiendo y retorciendose de placer tanto como yo.
Aunque mi círculo más próximo y de confianza sabía de mi situación, buena parte de los compañeros se sorprendieron mucho al recibir un correo mío diciendo que me iba. La comunicación oficial la había hecho a primera hora de la mañana, antes de que llegaran a la oficina mis jefes directos y por si acaso hacían lo que solían, mandar a casa inmediatamente al que renunciaba, independientemente de si tenía vacaciones o no pendientes, mandé el mail a los compañeros.
Varios se acercaron a desearme lo mejor y esas cosas, cosa que agradecí diciendo que no se preocuparan que seguiríamos viéndonos.
Increíblemente llegó la hora de comer sin que me hubieran pedido que entregara el ordenador y el móvil de empresa, así que fui con los compañeros a la cantina que la empresa tenía para empleados. Nos echamos unas buenas risas recordando historietas vividas juntos y metiéndonos con los jefes, que nunca iban por allí.
Poco a poco se fue marchando gente. Cuando terminé de comer, dejé la bandeja en el carrito correspondiente y comenté.
- voy al baño y subo a la ofi a ver si aún puedo terminar de mandar correos enchufando marrones a diestro y siniestro.
- Jajajaj! Nunca se sabe - dijo Dani
- Olvídate! - dijo René
- Bueno chicos, yo me voy a casa ya
- Joder qué bien vives! - exclamó René
- Eso es lo que tú te crees! - replicó Susana - esos hijos de puta me han tenido tres fines de semana seguidos enterrada en documentación porque venía una inspección de hacienda. Les he salvado el culo y los cabrones no me devuelven los días. Me van a dejar coger tres tardes y gracias. Si lo sé no les soluciono nada.
Llegué al baño que como siempre estaba en un estado de limpieza perfecto. Aquello era muy sorprendente porque por allí pasaba mucha gente y la gente de limpieza hacía pasadas cada cuatro horas, lo que en otros sitios es completamente insuficiente. Aquí sin embargo estaba todo al menos igual de limpio que en casa.
Mee, me lavé bien las manos y me las sequé. Me recoloqué la camisa y los pantalones y salí.
Me sorprendió ver en la puerta a Susana.
- Hola Susana, no te ibas a casa? - pregunté un tanto desconcertado
- Sí, ahora voy, pero antes tienes que venir a ver esto. Te va a encantar.
Sin entender nada, solo logré decir
- Pero qué hay que ver aquí, Sus…?
- tu pedazo de cabron no te vas de esta empresa sin darme de esto. Que me mojas las putas bragas todos los días sin siquiera enterarte. Ahora te vas a enterar!
- Pero Susana qué clase de broma es esta? - logré preguntar con su cuerpo ya pegado al mío y su mano otra vez agarrándome firmemente la polla
- No broma ni hostias. Tu no te vas de aquí sin que te coma la polla.
- míralo! Si es que encima tienes pollón!
Sin embargo ella no paraba de clavarse contra mi y tan adentro como podía. Controlaba francamente bien las arcadas y yo cada vez me iba olvidando más de cómo estaba sucediendo aquello y me dedicaba más a relajarme y a disfrutar.
- gghhaaahhhh! Joder cabronazo qué pedazo de rabo tienes - dijo jadeando y recuperando algo de aliento pero sin dejar de pajearme - mira que me la había imaginado muchas veces pero nunca así de rica, Dios!
- Joder Susana! Eres una maestra! - resoplé - me tienes a tope!
- pues ya puedes aguantar un rato porque acabo de empezar - respondió ella mirándome con cara de loba mientras me pajeaba con la polla al lado de su cara.
- Dios qué cara de actriz porno tienes ahora mismo! - le dije ya sin rubor
- Ahora mismo, no. La tengo siempre, lo que pasa es que tú solo miras a las escuchimizadas - dijo ella ligeramente dolida.
Se sacó las tetas del vestido y se pegó con mi polla en ellas. Eran muy grandes y carnosas. Nunca las había apreciado en todo su esplendor pero entre los golpecitos y las vistas de actriz porno me estaba calentando muy deprisa y la verdad es que tenía muchas ganas de correrme bien a gusto.
Saltaba a la vista que le gustaba chupar, así que le di de lo que quería. Tomé la iniciativa y agarrándome la base de la polla y su nuca se l metí en la boca y empujé hasta donde resistió. Logró tragar más que las veces anteriores pero a costa de atragantarse un poco.
- Mmmmm joder Susanita como la comes cabrona!
Ella también se dió cuenta y no me dejó repetir el movimiento por tercera vez. De nuevo se abalanzó contra mi y se clavó mi polla hasta que la hizo desaparecer por completo.
- mmmmm jodeeeerrrr - gruñí extasiado
- Te gusta eh!? Te gusta como te la chupo y como te la casco.m y como te digo guarradas eh!? - dijo Susana con un vicio en su tono como nunca había oído.
- Sí joder!
- Te vas a correr verdad Nacho? - dijo ella
- Uffff si sigues así no lo dudes! - respondí tratando de controlar las ganas que me estaba provocando.
- Claro que sí! Te vas a correr como un machote en cuanto yo quiera y como yo quiera - dijo tajante ella
Chupaba y pajeaba a la vez con maestría. Le ponía ganas y vicio a raudales, bien de saliva, con el sonido tan porno que eso genera.
Ella comenzó a gemir y el verla de rodillas en el espejo me dio ese pellizco interior que detona el orgasmo. Ella lo notó y no solo no se apartó, sino que se sacó mi polla de la boca y me pajeó con la intensidad perfecta mientras abría la boca y sacaba la lengua. Si había alguna opción de contener los chorros de leche que se abrían paso desde mis huevos, verla hacer aquello acabaron con ella.
Como expertisima chupapollas que había demostrado ser, los dos primeros chorros se los apuntó a las tetas, para evitar atragantarse con los más fuertes y abundantes, y justo después volvió a metérsela en la boca y chupó y chupó un lefazo tras otro gimiendo y retorciendose de placer tanto como yo.
- Uuuaaaaaaahhhhh!!!! Diooosss!!! - me deshice de gusto en su boca.
- mmmmm que rico estás… - susurró relamiéndose los labios
- Joder nena! Eres la mejor! - exclamé
- Y eso que apenas has visto la punta del iceberg… - respondió ella.
- Pufff como lo hagas todo igual… - comenté
- Mejor! - dijo ella con los labios y la barbilla brillantes de la mezcla de leche y saliva.
- Ah, sí!? - pregunté con cierto tono de burla mientras me metía la polla en los calzoncillos.
- Compruébalo - respondió Susana en claro tono retador mientras a su vez se recolocaba las tremendas tetas que tenía ante mi atenta mirada - con estas también se hacer algunas cosas… - añadió
- Dónde y cuando? - pregunté aceptando el reto.
- Mañana por la tarde en mi casa. Te mando dirección a tu teléfono, ahora que nos lo has dado en tu mail de despedida. Toma vitaminas, te van a hacer falta…