Profundos recuerdos

Soy_muy_Nacho

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24 Feb 2025
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Había llegado el gran día. Me habían contratado en una gran empresa del sector y tenía que comunicar mi baja en mi actual empresa. Tenía buen rollo con parte de la gente, con la que pasaba más tiempo a diario, pero los jefes eran todos una panda de gilipollas. No hacían más que pedir y exigir sin pagar lo que los empleados merecíamos.

Aunque mi círculo más próximo y de confianza sabía de mi situación, buena parte de los compañeros se sorprendieron mucho al recibir un correo mío diciendo que me iba. La comunicación oficial la había hecho a primera hora de la mañana, antes de que llegaran a la oficina mis jefes directos y por si acaso hacían lo que solían, mandar a casa inmediatamente al que renunciaba, independientemente de si tenía vacaciones o no pendientes, mandé el mail a los compañeros.

Varios se acercaron a desearme lo mejor y esas cosas, cosa que agradecí diciendo que no se preocuparan que seguiríamos viéndonos.

Increíblemente llegó la hora de comer sin que me hubieran pedido que entregara el ordenador y el móvil de empresa, así que fui con los compañeros a la cantina que la empresa tenía para empleados. Nos echamos unas buenas risas recordando historietas vividas juntos y metiéndonos con los jefes, que nunca iban por allí.

Poco a poco se fue marchando gente. Cuando terminé de comer, dejé la bandeja en el carrito correspondiente y comenté.

  • voy al baño y subo a la ofi a ver si aún puedo terminar de mandar correos enchufando marrones a diestro y siniestro.
  • Jajajaj! Nunca se sabe - dijo Dani
  • Olvídate! - dijo René
Alcanzaba la puerta de salida de la cantina cuando escuché a Susana decir

  • Bueno chicos, yo me voy a casa ya
  • Joder qué bien vives! - exclamó René
  • Eso es lo que tú te crees! - replicó Susana - esos hijos de puta me han tenido tres fines de semana seguidos enterrada en documentación porque venía una inspección de hacienda. Les he salvado el culo y los cabrones no me devuelven los días. Me van a dejar coger tres tardes y gracias. Si lo sé no les soluciono nada.
Poco más oí porque en el exterior el ruido de la producción y de las líneas de fabricación era elevado.

Llegué al baño que como siempre estaba en un estado de limpieza perfecto. Aquello era muy sorprendente porque por allí pasaba mucha gente y la gente de limpieza hacía pasadas cada cuatro horas, lo que en otros sitios es completamente insuficiente. Aquí sin embargo estaba todo al menos igual de limpio que en casa.

Mee, me lavé bien las manos y me las sequé. Me recoloqué la camisa y los pantalones y salí.

Me sorprendió ver en la puerta a Susana.

  • Hola Susana, no te ibas a casa? - pregunté un tanto desconcertado
  • Sí, ahora voy, pero antes tienes que venir a ver esto. Te va a encantar.
Y diciendo esto me agarró del brazo y me llevó rodeando los aseos de caballeros y de señoras hasta la puerta del de minusválidos.

Sin entender nada, solo logré decir

  • Pero qué hay que ver aquí, Sus…?
Pero antes de poder terminar la pregunta Susana se abalanzó sobre mí y mientras con una mano abría la puerta del lavado, con la púa me agarraba la polla bien fuerte y me decía con la respiración entrecortada

  • tu pedazo de cabron no te vas de esta empresa sin darme de esto. Que me mojas las putas bragas todos los días sin siquiera enterarte. Ahora te vas a enterar!
Yo estaba toscos en shock cuando Susana ya había cerrado con llave el lavabo y venía con sus curvas exhuberantes bamboleándose hacia mí con cara de animal salvaje.

  • Pero Susana qué clase de broma es esta? - logré preguntar con su cuerpo ya pegado al mío y su mano otra vez agarrándome firmemente la polla
  • No broma ni hostias. Tu no te vas de aquí sin que te coma la polla.
Y diciendo esto se puso de rodillas y pegó un fuerte tirón de mis pantalones y calzoncillos hacia abajo.

  • míralo! Si es que encima tienes pollón!
No tardó ni medio segundo en metérsela con ansia en la boca. Me la había puesto morcillona con el magreo y en cuanto le pegó tres chupetones la sangre empezó a fluir o con fuerza y se me puso como un garrote. A medida que crecía en longitud, grosor y dureza, Susana tenía más problemas para metérsela entera en la boca, hasta que solo le cabía algo más de la mitad.

Sin embargo ella no paraba de clavarse contra mi y tan adentro como podía. Controlaba francamente bien las arcadas y yo cada vez me iba olvidando más de cómo estaba sucediendo aquello y me dedicaba más a relajarme y a disfrutar.

  • gghhaaahhhh! Joder cabronazo qué pedazo de rabo tienes - dijo jadeando y recuperando algo de aliento pero sin dejar de pajearme - mira que me la había imaginado muchas veces pero nunca así de rica, Dios!
Y volvió a chupar y pajear con una habilidad que hacía mucho mucho tiempo no disfrutaba.

  • Joder Susana! Eres una maestra! - resoplé - me tienes a tope!
En ese momento succionó con fuerza mientras se la sacaba de la boca.

  • pues ya puedes aguantar un rato porque acabo de empezar - respondió ella mirándome con cara de loba mientras me pajeaba con la polla al lado de su cara.
  • Dios qué cara de actriz porno tienes ahora mismo! - le dije ya sin rubor
  • Ahora mismo, no. La tengo siempre, lo que pasa es que tú solo miras a las escuchimizadas - dijo ella ligeramente dolida.
Es cierto que no me había fijado especialmente en ella, pero se debía más a que no trabajábamos juntos directamente, ella en atención al cliente yo en el departamento técnico, que a que estuviera gordita. De hecho tenía el tipo de cuerpo con curvas que me ponía como una moto solo que con 10 kg más, lo que lo hacía aún más voluptuoso.

Se sacó las tetas del vestido y se pegó con mi polla en ellas. Eran muy grandes y carnosas. Nunca las había apreciado en todo su esplendor pero entre los golpecitos y las vistas de actriz porno me estaba calentando muy deprisa y la verdad es que tenía muchas ganas de correrme bien a gusto.

Saltaba a la vista que le gustaba chupar, así que le di de lo que quería. Tomé la iniciativa y agarrándome la base de la polla y su nuca se l metí en la boca y empujé hasta donde resistió. Logró tragar más que las veces anteriores pero a costa de atragantarse un poco.

  • Mmmmm joder Susanita como la comes cabrona!
Y repetí el movimiento sin que ella se opusiera lo más mínimo. Otra vez se atragantó, pero otra vez que consiguió tragar un poco más, estaba muy cerca de engullirsela entera.

Ella también se dió cuenta y no me dejó repetir el movimiento por tercera vez. De nuevo se abalanzó contra mi y se clavó mi polla hasta que la hizo desaparecer por completo.

  • mmmmm jodeeeerrrr - gruñí extasiado
  • Te gusta eh!? Te gusta como te la chupo y como te la casco.m y como te digo guarradas eh!? - dijo Susana con un vicio en su tono como nunca había oído.
  • Sí joder!
  • Te vas a correr verdad Nacho? - dijo ella
  • Uffff si sigues así no lo dudes! - respondí tratando de controlar las ganas que me estaba provocando.
Sabía muy bien lo que hacía porque me soltaba la polla de vez en cuando para tocarse las tetas, dándose placer ella, parando un poco así mi estimulación, con lo que alargaba la situación.

  • Claro que sí! Te vas a correr como un machote en cuanto yo quiera y como yo quiera - dijo tajante ella
Por un lado quise llevarle la contraria y soltarle el lefazo justo en ese momento pero por otro quería que aquel asalto lascivo durase mucho más tiempo, pero ambos sabíamos que estábamos en un lugar comprometido así que ella volvió a retomar la mamada.

Chupaba y pajeaba a la vez con maestría. Le ponía ganas y vicio a raudales, bien de saliva, con el sonido tan porno que eso genera.

Ella comenzó a gemir y el verla de rodillas en el espejo me dio ese pellizco interior que detona el orgasmo. Ella lo notó y no solo no se apartó, sino que se sacó mi polla de la boca y me pajeó con la intensidad perfecta mientras abría la boca y sacaba la lengua. Si había alguna opción de contener los chorros de leche que se abrían paso desde mis huevos, verla hacer aquello acabaron con ella.

Como expertisima chupapollas que había demostrado ser, los dos primeros chorros se los apuntó a las tetas, para evitar atragantarse con los más fuertes y abundantes, y justo después volvió a metérsela en la boca y chupó y chupó un lefazo tras otro gimiendo y retorciendose de placer tanto como yo.

  • Uuuaaaaaaahhhhh!!!! Diooosss!!! - me deshice de gusto en su boca.
Ella chupó y relamió como nunca ninguna tía me lo había hecho.

  • mmmmm que rico estás… - susurró relamiéndose los labios
  • Joder nena! Eres la mejor! - exclamé
  • Y eso que apenas has visto la punta del iceberg… - respondió ella.
  • Pufff como lo hagas todo igual… - comenté
  • Mejor! - dijo ella con los labios y la barbilla brillantes de la mezcla de leche y saliva.
  • Ah, sí!? - pregunté con cierto tono de burla mientras me metía la polla en los calzoncillos.
  • Compruébalo - respondió Susana en claro tono retador mientras a su vez se recolocaba las tremendas tetas que tenía ante mi atenta mirada - con estas también se hacer algunas cosas… - añadió
  • Dónde y cuando? - pregunté aceptando el reto.
  • Mañana por la tarde en mi casa. Te mando dirección a tu teléfono, ahora que nos lo has dado en tu mail de despedida. Toma vitaminas, te van a hacer falta…
Y diciendo eso salió por la puerta del lavabo.
 

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