La primera fue sobre los 16, quedaba con un amigo en mi casa para ver porno, al principio cada uno se tocaba su polla por encima de la ropa y para correrse al baño, luego cogimos más confianza y uno a al lado del otro en el sofa se pajeaba lo suyo.
Más tarde me propuso hacernos una paja mutua y allí disfrute más haciendo que recibiendo.
Después de varios días de paja mutua me dijo que a el no le gustaba hacerme la paja, le dije que a mí si, que se la hacía sin necesidad de que me hiciese nada, justo en la pelu porno una tía estaba mamando me propuso que mejor se la chupase, yo lo estaba deseando y así hice, no fue mi mejor mamada, intenté imitar los que había visto en las películas pero no lo hice tan mal e hice que se corriese en mi boca y lo tragué.
No tuve placer físico como tal, el placer era saber que le estaba haciendo disfrutar y sentirme usado por el.