Si os fijáis en los relatos eróticos la mayoría de lecturas son en la temática de incesto, en la cultura occidental el incesto es tema tabú y si leeis literatura al respecto es más por un tema de evitar la endogamia y sus problemas que por otra cosa.
Yo desde que empecé a sentir deseo sexual me fijé en las mujeres de mi familia. Como dije en el relato de "La abuela" mi historia se basa en parte en mis experiencias con mi abuela, aunque la única parte real es que le veía las tetazas que tenía y me pajeaba pensando en ellas. Ahí acaba todo aunque lo demás de la historia no me hubiera importado que pasara.
Pero donde de verdad si que disfruté durante años y ojalá hubiera podido llegar a algo más de lo que conseguí fué con mi madre y con mi hermana.
Con mi madre fue fácil y a pesar de lo que algunos penséis he conocido más de tres casos como el mío, directos no contados si no vividos personalmente. Época de los 80 España, lo más cercano que teníamos para iniciarnos en el sexo era lo que teníamos en casa, en mi caso mi hermana 5 años menor que yo era una niña y no me atraía, al contrario que amigos míos que tenían hermanas en la flor de la juventud para experimentar. La suerte que tuve es que mi madre como otras que después contaré era mas adelantada, abierta o simplemente que también a ella le daba morbo el tema.
Recuerdo que de niño nos bañábamos mi hermana mi madre y yo juntos. Mi padre salía a las 7 de la mañana a trabajar y volvía sobre las 20:00 horas a casa, el momento de baño después de venir del cole era lo mejor de casa jugábamos con nuestra madre hasta que el agua se quedaba tan fría que nos obligaba a salir. Todo terminó cuando comenzaron mis primeras erecciones y como todos recordareis eran imposible de controlar.
Aunque ya no me dejaba participar seguía entrando en el baño y casi era mejor, podía ver a mi madre desde cualquier ángulo, mis empalmadas no se podían tapar y llegué a acostumbrarme, mi madre me miraba el paquete y no sólo no decía nada si no que incluso a veces no podía evitar sonreír. Las pajas no tardaron en caer y ya os podéis imaginar quien fue la musa de la primera.
Al principio me escondía para hacérmelas, pero me acuerdo una tarde en que yo estaba a lo mío en el baño y como en casa no había cerrojos en las puertas, mi madre entró en el baño y me pilló en plena acción. No me dijo nada, entró se lavó las manos y mientras lo hacía podía ver como me miraba por el espejo, yo paré pero la empalmada ahí seguía, después de acabar y secarse las manos se fue y yo sentí una excitación bestial por la situación así que en vez de una cayeron dos de seguido.
Tengo que reconocer que mi madre estaba bastante buena en aquella época y ella lo sabía, yo veía como la miraban los hombres y como buen observador tambien veía la reacción de mi madre. La gustaba, disfrutaba cuando pasaba por una obra y la decían burradas, ya os contaré más anécdotas en otros relatos de como mi madre era una experta en enseñar y que pareciera un accidente.
Aunque lo puse en otro hilo os pongo una foto de las pocas que tengo de mi madre en bañador, sería de finales de los 80 principios de los 90.
Yo desde que empecé a sentir deseo sexual me fijé en las mujeres de mi familia. Como dije en el relato de "La abuela" mi historia se basa en parte en mis experiencias con mi abuela, aunque la única parte real es que le veía las tetazas que tenía y me pajeaba pensando en ellas. Ahí acaba todo aunque lo demás de la historia no me hubiera importado que pasara.
Pero donde de verdad si que disfruté durante años y ojalá hubiera podido llegar a algo más de lo que conseguí fué con mi madre y con mi hermana.
Con mi madre fue fácil y a pesar de lo que algunos penséis he conocido más de tres casos como el mío, directos no contados si no vividos personalmente. Época de los 80 España, lo más cercano que teníamos para iniciarnos en el sexo era lo que teníamos en casa, en mi caso mi hermana 5 años menor que yo era una niña y no me atraía, al contrario que amigos míos que tenían hermanas en la flor de la juventud para experimentar. La suerte que tuve es que mi madre como otras que después contaré era mas adelantada, abierta o simplemente que también a ella le daba morbo el tema.
Recuerdo que de niño nos bañábamos mi hermana mi madre y yo juntos. Mi padre salía a las 7 de la mañana a trabajar y volvía sobre las 20:00 horas a casa, el momento de baño después de venir del cole era lo mejor de casa jugábamos con nuestra madre hasta que el agua se quedaba tan fría que nos obligaba a salir. Todo terminó cuando comenzaron mis primeras erecciones y como todos recordareis eran imposible de controlar.
Aunque ya no me dejaba participar seguía entrando en el baño y casi era mejor, podía ver a mi madre desde cualquier ángulo, mis empalmadas no se podían tapar y llegué a acostumbrarme, mi madre me miraba el paquete y no sólo no decía nada si no que incluso a veces no podía evitar sonreír. Las pajas no tardaron en caer y ya os podéis imaginar quien fue la musa de la primera.
Al principio me escondía para hacérmelas, pero me acuerdo una tarde en que yo estaba a lo mío en el baño y como en casa no había cerrojos en las puertas, mi madre entró en el baño y me pilló en plena acción. No me dijo nada, entró se lavó las manos y mientras lo hacía podía ver como me miraba por el espejo, yo paré pero la empalmada ahí seguía, después de acabar y secarse las manos se fue y yo sentí una excitación bestial por la situación así que en vez de una cayeron dos de seguido.
Tengo que reconocer que mi madre estaba bastante buena en aquella época y ella lo sabía, yo veía como la miraban los hombres y como buen observador tambien veía la reacción de mi madre. La gustaba, disfrutaba cuando pasaba por una obra y la decían burradas, ya os contaré más anécdotas en otros relatos de como mi madre era una experta en enseñar y que pareciera un accidente.
Aunque lo puse en otro hilo os pongo una foto de las pocas que tengo de mi madre en bañador, sería de finales de los 80 principios de los 90.