Buenas tardes.
Hace tiempo que me paso de pascuas a ramos por aquí y hace poco que me fijé en la pestaña de relatos. He leído algunos y me han gustado. Suelo escribir relatos eróticos, pero solo los comparto con mi mujer. Ella me anima a que los "publique" ya que suelen gustaría mucho. La temática casi siempre suele rondar el asunto de compartir momentos íntimos con otro hombre. Debo reconocer que siempre suelo ser yo quien introduce esta temática, ya que me excita muchísimo pensar en la idea de verla con otro, mientras yo miro o participo.
Hace unos cuantos años consumamos la fantasía e hicimos un trío, pero la verdad es que no salió como uno se piensa.
Al principio contactamos con un chaval a través del antiguo foro de pajilleros y estuvimos tonteando con el durante unas semanas, pero cuando empezamos a acelerar para cerrar una cita, el chaval se echó atrás con la excusa de los estudios, que debía centrarse en eso y no en otras cosas.
Dejamos la cosa enfriarse un poco, pero al final fue ella quien contactó con un chico casado que se apuntaba a un bombardeo con tal de tener sexo fuera del matrimonio.
Comenzamos con los tonteos hasta que por fin quedamos en un hotel.
Nosotros fuimos el día anterior y pasamos la noche. Quedamos con el pronto, sobre las 9 de la mañana, ya que puso la excusa en su casa, de tener que echar horas extras en el trabajo.
Mi mujer y yo nos despertamos como una hora antes y desayunamos con los nervios de que viniera.
En cuanto recibimos el SMS de que andaba cerca, me aproximé a la puerta y la dejé entre abierta, para facilitarle la entrada. Según volví a la cama, mi mujer y yo comenzamos a besarnos muy apasionadamente, ya estábamos desnudos, por lo que en el momento en que notamos como se abría la puerta, mi mujer se dedicó a realizarme una felación de campeonato, por lo que el primer contacto visual que tuvo aquel tipo fue vernos en plena felación. El aprovechó para empezar a desnudarse para unirse a nosotros con la mayor brevedad posible.
Una vez que lo hizo, se acercó a la cama y mi mujer no dudó en girarse y comerle la boca como si no hubiera un mañana. Mientras yo miraba con una erección que casi dolía. Ella se tumbó y mientras yo me ocupaba de sus pechos, el lo hacía de su entrepierna y mi mujer sencillamente flipaba, no por la calidad del sexo, si no por la situación.
Después fue el quien se tumbó y fue mi mujer quien se ocupó de su miembro, mientras que yo aprovechaba para introducir un par de dedos en la vagina de mi mujer jugueteando provocando que ella le hiciera una de las mejores felaciones que le habían hecho, ambos me pedían que no parara.
Yo no aguanté mucho y descargué sobre el culo en pompa de ella.
Como yo quedé en fuera de juego, de momento, me quedé junto a ellos observando, y mi mujer se le subió encima. Aquí es donde se pinchó un poco el asunto ya que por los nervios a él, no se le ponía en la disposición necesaria para culminar el asunto.
En un intento de mejorar la cosa, mi mujer optó por quitarle el preservativo, por si con un mayor contacto la cosa mejoraba... pero aquella locura (después lo hablamos y reconocimos que se nos fue un poco la olla) tampoco obtuvo el resultado deseado.
Yo sin embargo, ante la visión de mi mujer siendo penetrada por otro que no era yo, encima de él y moviéndose, comencé a tener otra ereccion, que mitigamos poniéndonos todos de rodillas, ambos rodeando a mi mujer que nos pajeaba mientras le lamiamos su cuerpo y nos apretábamos a ella. Nos dejó para dedicarse a ella misma y nos pajeamos los tres al tiempo que nuestras lenguas recorrían su cuerpo. No recuerdo quien se fue primero, pero no tardamos mucho hasta que terminamos los tres, eso sí, con el cuerpo de mi mujer cubierto de esperma.
Después de este, tuvimos otro encuentro, pero ese fue el último, ya que empecé a ver actitudes por parte de él que no demostraban su honradez, haciéndome desconfiar y abandonando la idea de seguir por ese camino.
Desde entonces no hemos vuelto a tener sexo con terceras personas, pero es una fantasía recurrente, sobre todo por mi parte. Ahora voy a publicar un relato, basado en hechos reales, pero con tintes fantasioso obviamente. Espero que os guste y si es así, trataré de subir alguno que otro más.
Hace tiempo que me paso de pascuas a ramos por aquí y hace poco que me fijé en la pestaña de relatos. He leído algunos y me han gustado. Suelo escribir relatos eróticos, pero solo los comparto con mi mujer. Ella me anima a que los "publique" ya que suelen gustaría mucho. La temática casi siempre suele rondar el asunto de compartir momentos íntimos con otro hombre. Debo reconocer que siempre suelo ser yo quien introduce esta temática, ya que me excita muchísimo pensar en la idea de verla con otro, mientras yo miro o participo.
Hace unos cuantos años consumamos la fantasía e hicimos un trío, pero la verdad es que no salió como uno se piensa.
Al principio contactamos con un chaval a través del antiguo foro de pajilleros y estuvimos tonteando con el durante unas semanas, pero cuando empezamos a acelerar para cerrar una cita, el chaval se echó atrás con la excusa de los estudios, que debía centrarse en eso y no en otras cosas.
Dejamos la cosa enfriarse un poco, pero al final fue ella quien contactó con un chico casado que se apuntaba a un bombardeo con tal de tener sexo fuera del matrimonio.
Comenzamos con los tonteos hasta que por fin quedamos en un hotel.
Nosotros fuimos el día anterior y pasamos la noche. Quedamos con el pronto, sobre las 9 de la mañana, ya que puso la excusa en su casa, de tener que echar horas extras en el trabajo.
Mi mujer y yo nos despertamos como una hora antes y desayunamos con los nervios de que viniera.
En cuanto recibimos el SMS de que andaba cerca, me aproximé a la puerta y la dejé entre abierta, para facilitarle la entrada. Según volví a la cama, mi mujer y yo comenzamos a besarnos muy apasionadamente, ya estábamos desnudos, por lo que en el momento en que notamos como se abría la puerta, mi mujer se dedicó a realizarme una felación de campeonato, por lo que el primer contacto visual que tuvo aquel tipo fue vernos en plena felación. El aprovechó para empezar a desnudarse para unirse a nosotros con la mayor brevedad posible.
Una vez que lo hizo, se acercó a la cama y mi mujer no dudó en girarse y comerle la boca como si no hubiera un mañana. Mientras yo miraba con una erección que casi dolía. Ella se tumbó y mientras yo me ocupaba de sus pechos, el lo hacía de su entrepierna y mi mujer sencillamente flipaba, no por la calidad del sexo, si no por la situación.
Después fue el quien se tumbó y fue mi mujer quien se ocupó de su miembro, mientras que yo aprovechaba para introducir un par de dedos en la vagina de mi mujer jugueteando provocando que ella le hiciera una de las mejores felaciones que le habían hecho, ambos me pedían que no parara.
Yo no aguanté mucho y descargué sobre el culo en pompa de ella.
Como yo quedé en fuera de juego, de momento, me quedé junto a ellos observando, y mi mujer se le subió encima. Aquí es donde se pinchó un poco el asunto ya que por los nervios a él, no se le ponía en la disposición necesaria para culminar el asunto.
En un intento de mejorar la cosa, mi mujer optó por quitarle el preservativo, por si con un mayor contacto la cosa mejoraba... pero aquella locura (después lo hablamos y reconocimos que se nos fue un poco la olla) tampoco obtuvo el resultado deseado.
Yo sin embargo, ante la visión de mi mujer siendo penetrada por otro que no era yo, encima de él y moviéndose, comencé a tener otra ereccion, que mitigamos poniéndonos todos de rodillas, ambos rodeando a mi mujer que nos pajeaba mientras le lamiamos su cuerpo y nos apretábamos a ella. Nos dejó para dedicarse a ella misma y nos pajeamos los tres al tiempo que nuestras lenguas recorrían su cuerpo. No recuerdo quien se fue primero, pero no tardamos mucho hasta que terminamos los tres, eso sí, con el cuerpo de mi mujer cubierto de esperma.
Después de este, tuvimos otro encuentro, pero ese fue el último, ya que empecé a ver actitudes por parte de él que no demostraban su honradez, haciéndome desconfiar y abandonando la idea de seguir por ese camino.
Desde entonces no hemos vuelto a tener sexo con terceras personas, pero es una fantasía recurrente, sobre todo por mi parte. Ahora voy a publicar un relato, basado en hechos reales, pero con tintes fantasioso obviamente. Espero que os guste y si es así, trataré de subir alguno que otro más.
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