quiko222
Miembro muy activo
Abro este hilo para que todos los seguidores de Susan pongan sus fantasías con ella narradas en relatos…
Susan exhibicionista
Cuál fue mi sorpresa cuando entrando en la página veo un mensaje en tu hilo donde dices que hoy estarás en unas horas paseando por el monte tal y que deseas ver muchas pollas duras y calientes. Mire mi reloj y vi que aún estaba a tiempo de tener la fortuna de verte en directo, salí de casas, cogí el coche y me acerque al paraje indicado, vi más coches por la zona y me puse andar buscándote, pero lo primero que vi fue un hombre vestido oteando desde lo alto y me acerque al lugar, cuando llegue a su lado era tu marido que cámara en mano inmortalizaba como varios hombres te rodeaban y mientras tu les comías la polla, le pregunté a tu marido si le gustaba y disfrutaba mientras otros hombres te acariciaban y te hacían suya, él me miró y sonriéndome agarró mi mano y la llevó a su paquete, note su polla dura, me dijo que si eso respondía a mi pregunta y le dije que de sobra. Los hombres que se corrían sobre tu cuerpo se iban retirando y aunque llegaba alguno eran más los que terminaban que los que llegaban, le comenté a tu marido que había leído el mensaje que dejaste y por eso había subido al monte, para verla y entonces me pregunto si me gustabas y yo cogí su mano y se la puse sobre mi paquete para que notase como tenía mi polla bien dura viendo el espectáculo que nos estabas dando, también le dije que tenías un cuerpo precioso con unos pechos maravillosos y que eras muy zorra, cosas que parece que a tu marido le gustaban, pero además le dije que también ahora me gustaba esto y le cogí el paquete, su polla seguía muy dura, él me miró y me pregunto si era marica y yo le dije que hacía a todo un poco que hay que disfrutar de todo. Aún tenía mi mano sobre su paquete y le dije que si quería le podía bajar la tensión que acumulaba, sin dejar de mirarme a los ojos me sonrió y se bajo la cremallera sacando su dura polla al aire, acaricié su dura polla con mi mano y me agache comenzando a pasar mi lengua por toda su longitud. Cuando mis labios se abrieron dejando entrar en mi boca esa caliente polla, pensaba que me estaba comiendo la polla que se follaba a mi querida Susan, eso hacía que la saboreara con más gusto, notaba que estaba muy dura y excitada porque fluía mucho preseminal, entonces él me cogió la cabeza y me dijo que lo dejara que no quería correrse tan pronto, guardó su polla en el pantalón y me indicó que nos acercáramos a Susan que estaba terminando y era cierto solo quedaban dos hombres y uno ya estaba soltando su leche sobre sus pechos, el otro no duró mucho y entonces te incorporaste y estabas preciosa, tu única ropa eran unos zapatos de tacón y unos calcetines todo negro y un montón de leche en tu cara y cuerpo, tu marido te cogió de la mano y comenzó a andar diciéndome que os acompañase, entonces te cogí la otra mano y os acompañé mientras me presentaba. Después de andar unos minutos llegamos a un arroyo que en ese lugar se remansaban las aguas y hacía una pequeña laguna, te quitaste los zapatos y los calcetines, tu marido se desnudó, aun seguía con su polla muy dura, y según entrabais juntos en el agua me dijisteis que os acompañara y me desnude, entrando al agua detrás de vosotros, yo aun seguía con mi polla muy dura. El agua estaba algo fría pero eso no aceptaba a mi polla que seguía dura, el rio no cubría mucho pero el remanso tendría de profundidad algo más de un metro, él comenzó a lavar tu cuerpo quitando todos los restos de leche de tu cara, pelo y cuerpo, y me invitó a mí a hacer lo mismo, cuando mis manos acariciaron tu cuerpo fue una sensación de placer al sentir la suavidad de tu piel, luego te abrazaste a tu marido y os besasteis mientras él recorría con sus manos tu espalda y tus brazos abrazaban su cuello besándoos, luego te dijo algo al oído y te giraste lentamente, quedaste frente a mí, vi como tus pezones estaban duros por el frescor del agua, aunque ese frescor no había conseguido bajar la dureza de mi polla, aunque si la de tu marido, tus brazos rodearon mi cuello y tus pechos se aplastaron contra mi pecho, tus labios cerca de los míos y entonces me dijiste que hoy era yo el afortunado, me besaste, nuestras lenguas jugaron, y me dijiste que tu marido te había dicho lo que le había hecho y que querías verlo y nos volvimos a besar. Salimos del agua y nos sentamos sobre unas toallas colocando a tu marido entre tú y yo, comencé a acariciar la polla de tu marido con mis manos, él se tumbó y yo me agaché sobre su polla que se encontraba pequeña y comencé a besar su glande, al notar que crecía lo metí en mi boca y mi lengua empezó a jugar con la polla que estaba poniéndose grande y dura por momentos, tú te habías colocado de rodillas colocando cada una al lado de su cabeza y colocando tu chocho en la boca de él que comenzó a hacerte una comida de chocho mientras tu veías como su polla entraba en mi boca, lamia con mi lengua su dura polla y chupaba sus huevos, bajando hasta su perineo, entonces tú que no pierdes detalle le hiciste elevar sus piernas y agarrando sus tobillos tiraste de ellos de manera que su perineo y su culo quedaron ofrecidos, comí sus huevos y baje por su perineo hasta su culo y mi lengua estuvo un rato jugando con su esfínter. Volví a su polla y noté que estaba muy excitado y no quería que se corriese por lo que me incorporé y te besé, acaricié tus pechos, pellizque tus pezones y me dijiste que te follara, te ayudé a incorporarte y tumbarte boca arriba, abrí tus piernas besé tu clítoris, tu vientre y me detuve en tus pechos, succioné tus pezones, los mordisquee y saboree, metí mi dura polla en tu chocho que estaba chorreando flujos, comencé a follarte, mientras nos besamos y te follaba me rodeaste con tus brazos el cuello con tus piernas mi cintura, tu marido acariciaba con sus dedos mi culo, noté el frío del lubricante y sus dedos entrar en mi culo, entonces te dije que si me follaba no aguantaría mucho sin correrme y me dijiste que te llenara bien de leche, noté como se colocaba y ponía su glande en mi culo, pare de follarte y note como lentamente se abría paso dentro de mí, cuando me tuvo bien empotrado os quedasteis quietos y yo comencé a moverme de manera que te follaba a ti y me clavaba la polla de tu marido y como predije no aguanté mucho pero si conseguí que te corrieras al tiempo que te llenaba el chocho con mi leche, tu marido seguía con su dura polla dentro y agarrando mis caderas comenzó a follarme, me coloque a cuatro saliendo de ti y noté como las embestidas de tu marido eran cada vez más profundas, hasta que me llenó con su leche. Nos levantamos para ir de nuevo al agua y me percate que tu y yo llevábamos los muslos manchados con la leche que salía de tu chocho y yo con la que salía de mi culo, tu marido se rió y yo le dije entrando en el agua que la próxima vez sería el suyo el que soltara leche, nos reímos. Nos lavábamos unos a otros, en un momento dado estábamos los tres agarrados y te besábamos los dos, hubo un momento que tu marido y yo nos quedamos mirándonos fijamente, sentía un deseo de besarle y tu parece que me leíste el pensamiento y dijiste que nos besáramos, acerqué lentamente mis labios a los suyos, nuestros labios se rozaron y entreabrió sus labios para que mi lengua entrase en su boca, nos morreamos un rato y noté como su polla crecía de nuevo. Tu y yo lo hicimos sentar en una piedra de la orilla y entre los dos le comimos la polla pero con tu permiso fui yo quien recibió la corrida en la boca, tragando y saboreando su leche, nos lavamos de nuevo y nos vestimos para irnos…
Espero que Susan disfrute leyéndolo
Susan exhibicionista
Cuál fue mi sorpresa cuando entrando en la página veo un mensaje en tu hilo donde dices que hoy estarás en unas horas paseando por el monte tal y que deseas ver muchas pollas duras y calientes. Mire mi reloj y vi que aún estaba a tiempo de tener la fortuna de verte en directo, salí de casas, cogí el coche y me acerque al paraje indicado, vi más coches por la zona y me puse andar buscándote, pero lo primero que vi fue un hombre vestido oteando desde lo alto y me acerque al lugar, cuando llegue a su lado era tu marido que cámara en mano inmortalizaba como varios hombres te rodeaban y mientras tu les comías la polla, le pregunté a tu marido si le gustaba y disfrutaba mientras otros hombres te acariciaban y te hacían suya, él me miró y sonriéndome agarró mi mano y la llevó a su paquete, note su polla dura, me dijo que si eso respondía a mi pregunta y le dije que de sobra. Los hombres que se corrían sobre tu cuerpo se iban retirando y aunque llegaba alguno eran más los que terminaban que los que llegaban, le comenté a tu marido que había leído el mensaje que dejaste y por eso había subido al monte, para verla y entonces me pregunto si me gustabas y yo cogí su mano y se la puse sobre mi paquete para que notase como tenía mi polla bien dura viendo el espectáculo que nos estabas dando, también le dije que tenías un cuerpo precioso con unos pechos maravillosos y que eras muy zorra, cosas que parece que a tu marido le gustaban, pero además le dije que también ahora me gustaba esto y le cogí el paquete, su polla seguía muy dura, él me miró y me pregunto si era marica y yo le dije que hacía a todo un poco que hay que disfrutar de todo. Aún tenía mi mano sobre su paquete y le dije que si quería le podía bajar la tensión que acumulaba, sin dejar de mirarme a los ojos me sonrió y se bajo la cremallera sacando su dura polla al aire, acaricié su dura polla con mi mano y me agache comenzando a pasar mi lengua por toda su longitud. Cuando mis labios se abrieron dejando entrar en mi boca esa caliente polla, pensaba que me estaba comiendo la polla que se follaba a mi querida Susan, eso hacía que la saboreara con más gusto, notaba que estaba muy dura y excitada porque fluía mucho preseminal, entonces él me cogió la cabeza y me dijo que lo dejara que no quería correrse tan pronto, guardó su polla en el pantalón y me indicó que nos acercáramos a Susan que estaba terminando y era cierto solo quedaban dos hombres y uno ya estaba soltando su leche sobre sus pechos, el otro no duró mucho y entonces te incorporaste y estabas preciosa, tu única ropa eran unos zapatos de tacón y unos calcetines todo negro y un montón de leche en tu cara y cuerpo, tu marido te cogió de la mano y comenzó a andar diciéndome que os acompañase, entonces te cogí la otra mano y os acompañé mientras me presentaba. Después de andar unos minutos llegamos a un arroyo que en ese lugar se remansaban las aguas y hacía una pequeña laguna, te quitaste los zapatos y los calcetines, tu marido se desnudó, aun seguía con su polla muy dura, y según entrabais juntos en el agua me dijisteis que os acompañara y me desnude, entrando al agua detrás de vosotros, yo aun seguía con mi polla muy dura. El agua estaba algo fría pero eso no aceptaba a mi polla que seguía dura, el rio no cubría mucho pero el remanso tendría de profundidad algo más de un metro, él comenzó a lavar tu cuerpo quitando todos los restos de leche de tu cara, pelo y cuerpo, y me invitó a mí a hacer lo mismo, cuando mis manos acariciaron tu cuerpo fue una sensación de placer al sentir la suavidad de tu piel, luego te abrazaste a tu marido y os besasteis mientras él recorría con sus manos tu espalda y tus brazos abrazaban su cuello besándoos, luego te dijo algo al oído y te giraste lentamente, quedaste frente a mí, vi como tus pezones estaban duros por el frescor del agua, aunque ese frescor no había conseguido bajar la dureza de mi polla, aunque si la de tu marido, tus brazos rodearon mi cuello y tus pechos se aplastaron contra mi pecho, tus labios cerca de los míos y entonces me dijiste que hoy era yo el afortunado, me besaste, nuestras lenguas jugaron, y me dijiste que tu marido te había dicho lo que le había hecho y que querías verlo y nos volvimos a besar. Salimos del agua y nos sentamos sobre unas toallas colocando a tu marido entre tú y yo, comencé a acariciar la polla de tu marido con mis manos, él se tumbó y yo me agaché sobre su polla que se encontraba pequeña y comencé a besar su glande, al notar que crecía lo metí en mi boca y mi lengua empezó a jugar con la polla que estaba poniéndose grande y dura por momentos, tú te habías colocado de rodillas colocando cada una al lado de su cabeza y colocando tu chocho en la boca de él que comenzó a hacerte una comida de chocho mientras tu veías como su polla entraba en mi boca, lamia con mi lengua su dura polla y chupaba sus huevos, bajando hasta su perineo, entonces tú que no pierdes detalle le hiciste elevar sus piernas y agarrando sus tobillos tiraste de ellos de manera que su perineo y su culo quedaron ofrecidos, comí sus huevos y baje por su perineo hasta su culo y mi lengua estuvo un rato jugando con su esfínter. Volví a su polla y noté que estaba muy excitado y no quería que se corriese por lo que me incorporé y te besé, acaricié tus pechos, pellizque tus pezones y me dijiste que te follara, te ayudé a incorporarte y tumbarte boca arriba, abrí tus piernas besé tu clítoris, tu vientre y me detuve en tus pechos, succioné tus pezones, los mordisquee y saboree, metí mi dura polla en tu chocho que estaba chorreando flujos, comencé a follarte, mientras nos besamos y te follaba me rodeaste con tus brazos el cuello con tus piernas mi cintura, tu marido acariciaba con sus dedos mi culo, noté el frío del lubricante y sus dedos entrar en mi culo, entonces te dije que si me follaba no aguantaría mucho sin correrme y me dijiste que te llenara bien de leche, noté como se colocaba y ponía su glande en mi culo, pare de follarte y note como lentamente se abría paso dentro de mí, cuando me tuvo bien empotrado os quedasteis quietos y yo comencé a moverme de manera que te follaba a ti y me clavaba la polla de tu marido y como predije no aguanté mucho pero si conseguí que te corrieras al tiempo que te llenaba el chocho con mi leche, tu marido seguía con su dura polla dentro y agarrando mis caderas comenzó a follarme, me coloque a cuatro saliendo de ti y noté como las embestidas de tu marido eran cada vez más profundas, hasta que me llenó con su leche. Nos levantamos para ir de nuevo al agua y me percate que tu y yo llevábamos los muslos manchados con la leche que salía de tu chocho y yo con la que salía de mi culo, tu marido se rió y yo le dije entrando en el agua que la próxima vez sería el suyo el que soltara leche, nos reímos. Nos lavábamos unos a otros, en un momento dado estábamos los tres agarrados y te besábamos los dos, hubo un momento que tu marido y yo nos quedamos mirándonos fijamente, sentía un deseo de besarle y tu parece que me leíste el pensamiento y dijiste que nos besáramos, acerqué lentamente mis labios a los suyos, nuestros labios se rozaron y entreabrió sus labios para que mi lengua entrase en su boca, nos morreamos un rato y noté como su polla crecía de nuevo. Tu y yo lo hicimos sentar en una piedra de la orilla y entre los dos le comimos la polla pero con tu permiso fui yo quien recibió la corrida en la boca, tragando y saboreando su leche, nos lavamos de nuevo y nos vestimos para irnos…
Espero que Susan disfrute leyéndolo