Salir del armario

[Rufian]

Quiero hablar sobre los hombres que tenemos dudosa sexualidad o gustos sexuales en los que algunos se ven, nos ven y nos vemos como bichos raros, cuando no es así.
Llevo disfrutando de esa forma de ser desde mi adolescencia en una búsqueda constante del cómo y el porqué. Siempre en el armario, por definir mi actitud de alguna manera.
Mi gusto por las mujeres está fuera de toda duda, mi gusto por los hombres también.
Los genitales de los hombres me encantan en todas sus variedades, puedo pasar horas viendo sus genitales y las diferentes variantes, es por ello que me gusta hacer cruising y mirar.
Lo curioso del cruising en zonas de playa que es lo que más conozco, es que la gran mayoría somos casados.
He tenido muchas conversaciones con heteros y a todos le gusta follar a sus mujeres por el culo, otra cosa es que ellas se hayan dejado.
Cuando era más joven y mi novia estaba con el periodo, la follaba por el culo y me daba un placer enorme, curiosamente solo cuando estaba con el periodo.
Estuvimos haciendo todo tipo de experimentos hasta los treinta después le bajó la livido y las relaciones dejaron de ser tan frecuentes y variadas.
Follabamos en el suelo con una sabana porque nos gustaba mearnos el uno encima del otro; parábamos en un carretera y nos poníamos a follar para que nos vieran; me pajeaba en la playa buscando el mismo morbo, que nos vieran, esto lo sigue haciendo amparando mi exhibicionismo, le gusta que vean la polla de su hombre.
Aquella relación empezó a enfriarse y yo empecé a buscar fuera de casa, primero fue una empleada que trabajaba conmigo muy jovencita (18 años) a la que compartía con mi mujer, ese fue el trato; también tenía una relación con una chica de 16 años que cuidaba a mi hija de trece.
Aquello me llevo a un desenfreno absoluto hasta que conocí allá por los 80 a una chica trans y descubrí su enorme belleza y el otro lado del sexo.
Hoy tengo setenta años y sigo igual de loco... Os seguiré contando si viene el caso