Pues la verdad, me resultó muy sencillo. De haberlo sabido me habría atrevido a proponérselo mucho antes.
Se lo dije una tarde follando y no pareció hacer caso, Al día siguiente retomé el asunto cuando comíamos. Le dije que lo que le había dicho la tarde anterior iba en serio. No sé si haciéndose la loca o de verdad, me dijo que no sabía a qué me refería. Entonces se lo repetí. Se lo propuse como hacer un trío, no le dije que quería que me hiciese cornudo. No parecía mostrar interés, así que me levanté, me puse tras ella, y le dije: imagínate que mientras yo te estoy follando, otro te hace así, y empecé a besarle el cuello y a acariciarla. Entonces dijo: para. Yo pensé: la jodimos. Pero continué diciéndole y haciéndole cosas. Creo que repitió lo que parase una o dos veces más. No hice caso. Entonces, de pronto se levantó y se marchó. Yo pensando: ¡Joder! La he cagado. Me va a montar un pollo, va a decirme que soy un pervertido... Pues nada de eso. La muy jodida se había encharcado con lo que le estaba diciendo y haciendo y había salido al baño a limpiarse. Al volver ya me empezó a hablar de sus recelos.
Lo primero, que si eso lo quería para follarme yo a otras. Le dije que no, que no iba de eso, y tragó. Lo segundo, que estábamos bien como pareja y que hacer eso podría afectar a la relación. También la convencí de que no. Lo tercero fue lo de ¿Y si me gusta y luego no soy capaz de parar? Cuando le dije que no necesitaría parar, que a mí me gustaría que eso le gustase, lo siguiente ya fue: Vale ¿Y dónde encontramos a ese chico? Le dije que en foros y webs, y esa misma noche ya nos pusimos a buscar.