Con mi mujer sucedió con esto algo parecido a cuando le propuse lo de hacerlo con otros. Me sorprendió lo rápido y la naturalidad con la que lo aceptó.
Estábamos una tarde haciendo una sexo-siesta y, no sé por qué, se me ocurrió proponerle probar por el culo. Fue hace bastante tiempo, así que no recuerdo bien el motivo ni si yo tenía alguna idea preconcebida sobre su receptividad a mi propuesta. Lo que sí recuerdo fue su respuesta:
- ¡Ah! ¿Pero se puede?
Ni siquiera sabía que el culo servía también para eso. Eran tiempos previos a Internet. Yo tampoco recuerdo cómo había llegado a saberlo. Cuando éramos novios habría sido un buen sistema para follar sin riesgos de embarazo, pero éramos unos "anorantes".
Total, que le dije:
- Claro que se puede.
Todo cargado de razón como si fuese el mismísimo Profesor Cojonciano
Tomé un bote de crema normal de la mesita de noche y se la apliqué en el ojete. Me unté un poco yo también en el glande, la polla, y me coloqué sobre ella, que ya se había puesto boca abajo para recibirme. Empecé a introducirla con cuidado y llegué al punto donde hacía resistencia. Pegó ella un pequeño respingo y se quejó levemente por la molestia notada. Continué insistiendo con ligeros movimientos de mete-saca hasta que de repente cedió la resistencia y se coló entera.
- Ya entró.
Dijo ella.
Comencé a dar emboladas como en una follada reglamentaria, aunque lentas. Enseguida empezó ella a excitarse y a jadear. Diría que incluso lo estaba más que cuando lo hacíamos por el coño. No sé si porque notaba más placer físico o porque le motivaba la situación de hacerlo por un sitio nuevo y, en cierto modo, inconfesable.
Rodamos sobre la cama hasta quedar ella encima, no recuerdo por iniciativa de quién. Cuando quedó ensartada mirando al techo me dijo:
- Tócame el clítoris.
La masturbé al tiempo que la empitonaba. Se sumó enseguida también con sus dedos y apartó los míos. Tuvo un buen orgasmo cuando descargué la leche en su culo.
Pese a las aparentes buenas sensaciones experimentadas no fue algo que incorporásemos al manual de prácticas sexuales. Creo que tardamos en repetirlo y lo hicimos muy poco durante unos cuantos años. Fue ya bastante tiempo después cuando ella, desconozco el motivo, empezó a pedirme cuando follábamos (lo hacíamos con condón) y estábamos llegando al final, que me quitase la goma y la enculase para acabar corriéndome en su culo.
Ya siendo hotwife, dos más han probado su ano. Uno más lo intentó, pero ya se la había follado un par de veces en esa sesión y no tuvo potencia suficiente para metérsela una más por el ojete.