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Como veo que este es el lugar adecuado para explicar cosas morbosas que nos han pasado, pues explico una que ultimamente me apeteceria repetir.
Hace unos años me pasó algo interesante que, con el paso del tiempo, lo encuentro tremendamente morboso.
Hacia pocos meses que me había divorciado y conocí una chica en casa de unos amigos, bien, conocí también a su marido, pero él no entra en la historia. La cuestión es que nos fuimos conociendo y la situación era la típica, un matrimonio que hacía mucho que había perdido la chispa, la monotonía se había adueñado de la vida y ella, que solo había tenido una pareja en su vida, necesitaba algo más.
Y ahí estaba yo, claro.
Quedamos una mañana, cerca de su casa donde la recogí y nos fuimos a un hotel. Allí, tomando un café previo me explicó que tenia una fantasía, o un fetiche mas bien, y es que quería masturbarse delante de mí antes empezar. Y que, si quería, yo lo hiciese también. Me dijo que se lo había propuesto a su marido, pero el no quiso ni oír hablar del tema.
Entramos al hotel y una vez en la habitación así lo hicimos. Me senté en el sofá y le pedí que se fuese desvistiendo muy lentamente y se dejase puestas las braguitas. Una vez así, ella empezó a meter su mano debajo de la licra y empezó a masturbarse. Lentamente, con suavidad, mirándome a los ojos. Mientras tanto yo ya me había despojado de mi ropa y empecé a acariciarme mientras yo la miraba.
En unos segundos ella se despojó de sus braguitas y se sentó en la cama, con las piernas totalmente abiertas y aumentó el ritmo hasta obtener un orgasmo intenso. En ese momento yo me acerqué a ella la empecé a besar y… bueno, pasamos una mañana estupenda. Desde ese día quedamos algunas veces más, y siempre empezábamos igual. Para mi fue tremendamente morboso.
Hace unos años me pasó algo interesante que, con el paso del tiempo, lo encuentro tremendamente morboso.
Hacia pocos meses que me había divorciado y conocí una chica en casa de unos amigos, bien, conocí también a su marido, pero él no entra en la historia. La cuestión es que nos fuimos conociendo y la situación era la típica, un matrimonio que hacía mucho que había perdido la chispa, la monotonía se había adueñado de la vida y ella, que solo había tenido una pareja en su vida, necesitaba algo más.
Y ahí estaba yo, claro.
Quedamos una mañana, cerca de su casa donde la recogí y nos fuimos a un hotel. Allí, tomando un café previo me explicó que tenia una fantasía, o un fetiche mas bien, y es que quería masturbarse delante de mí antes empezar. Y que, si quería, yo lo hiciese también. Me dijo que se lo había propuesto a su marido, pero el no quiso ni oír hablar del tema.
Entramos al hotel y una vez en la habitación así lo hicimos. Me senté en el sofá y le pedí que se fuese desvistiendo muy lentamente y se dejase puestas las braguitas. Una vez así, ella empezó a meter su mano debajo de la licra y empezó a masturbarse. Lentamente, con suavidad, mirándome a los ojos. Mientras tanto yo ya me había despojado de mi ropa y empecé a acariciarme mientras yo la miraba.
En unos segundos ella se despojó de sus braguitas y se sentó en la cama, con las piernas totalmente abiertas y aumentó el ritmo hasta obtener un orgasmo intenso. En ese momento yo me acerqué a ella la empecé a besar y… bueno, pasamos una mañana estupenda. Desde ese día quedamos algunas veces más, y siempre empezábamos igual. Para mi fue tremendamente morboso.