jmoreno178
Miembro
- Desde
- 25 Jul 2023
- Mensajes
- 21
- Reputación
- 141
Este es un sueño real que he tratado de reproducir lo mas fielmente posible. ¿creeis que los sueños guardan secretos sobre nuestros temores y anhelos mas ocultos?
Yo creo que si.
SUEÑO 5/11/2023
El Ambiente onírico del sueño hace que sea difícil expresar con palabras las imágenes y sensaciones vividas, así que procedo a tratar de explicarlo lo mejor que pueda.
Entro en casa todo es sutilmente distinto pero a mi en el sueño no parece extrañarme en absoluto.
Paola no está en casa. Hay una especie de Spa o balneario cruzando la calle, de algún modo sé que ella está allí. No recuerdo haber cruzado la calle pero estoy dentro de ese balneario que como por arte de magia ha aparecido enfrente de mi casa. Estoy en el recibidor, a través de un cristal puedo ver las piscinas de los Balnearios, hay gente allí.
Una de la piscina centrales tiene una escalera que sube hacia la puerta donde dos empleados están apostados.
Paola está allí, de algún modo solo posible en un sueño, tengo la sensación, el presentimiento de que ella es el centro de atención, que todo y todos giran en torno a ella, es la protagonista. La veo subir las escaleras, que dan la espalda al cristal desde el que yo observo. Lleva un bikini negro, sube despacio con movimientos sugerentes de cadera, mientras el agua resbala por su cuerpo (el ambiente empieza a tornarse erótico en el sueño)
Se desabrocha el bikini, me acerco al cristal sorprendido, perplejo, me acerco tanto que mi cara casi está pegada a el, de hecho puede que lo este, pienso que va a acomodárselo o rehacer el nudo, pero no, por un momento se lo quita, dejando ver a los dos empleados sus enormes y preciosos pechos mojados, la cara de estos es un poema, clavan sus miradas en los pechos de Paola, la devoran con los ojos sin el menor disimulo, ella escurre levemente el agua del bikini sin darle la menor importancia, o puede incluso que internamente disfrutando las miradas de los dos empleados del Spa que se relamen, casi babeando, ante la majestuosidad de esas dos tetas.
Ella se pone el bikini, sigo sin entender ¿porque lo ha hecho?, ¿porque justo delante de ellos?, simplemente quería alegrarles la vista, gira su cabeza y puedo ver en sus ojos azules el deleite de saberse poseedora de un erótico poder. Por un momento me mira fijamente atraves del lejano cristal, una media sonrisa se dibuja en su cara, tenue casi imperceptible, pero de algún modo en mi mente, dentro del sueño, esa sonrisa esconde un millar de tabúes, de morbos, de sexualidad de instintos ocultos.
Sin inmutarse se acerca a los chicos, se da la vuelta y le pide que les ayuden a amarrar su bikini, atraves del cristal debería ser incapaz de oir lo que hablan, pero, de algún modo lo se, no con palabras que oigan mis oídos, pero se perfectamente lo que ocurre, las leyes de los sueños no se ajustan a la realidad y mientras duermo parezco no darme cuenta de ello.
Estos le dicen algo relacionado con un masaje en la sauna turca , ella asiente, ellos le dicen que van a avisar al masajista, le dan las indicaciones sobre cómo debe proceder en el interior, son amables, pero su sonrisa esconde algo perverso, le dan una pequeña toalla. Ella vuelve a mirarme fija e intensamente mientras esos dos acomodadores la devoran con su mirada. Nos quedamos mirándonos, los dos empleados comienzan a gesticular tras ella, realizan gestos obscenos de copula, envisten freneticamente al aire, mientras ella, que parece no darse cuenta o no importarle, sigue mirándome fijamente.
Despierto súbitamente. Miro a mi lado, ella esta allí. Miro el reloj, las 2.45 de la madrugada. Por un momento me tranquilizo. Mi pene esta duro presiona contra mi pijama, estoy cansado cierro los ojos. Pero al volver a dormir el sueño continúa.
El sueño tiene sus propias reglas aquí el tiempo y el espacio discurren de forma irreal aunque una vez dentro esto parezca normal.
Por algún motivo he entrado a la sauna de masaje donde esta Paola. Una habitación similar a una sauna turca pero a baja intensidad, la calor no es sofocante, pero suficiente para hacerte sudar ligeramente, el vapor con olor a menta, nubla la estancia dándole un ambiente mágico, onírico, sensual, difícil de describir. Paola se da la vuelta, me mira, se sorprende de verme a mi allí, sonrie de forma sensual, se acerca a mi y me da un suave pico, apenas un roce de sus labios en los míos.
Me pide que le ayude que desabroche su bikini.
Le digo que es tarde que será mejor que volvamos a casa.
Ella me dice que no. Que merece su masaje. Que quiere su masaje. Y yo Asiento.
Desabrocho su bikini, sus pechos vuelven a quedar al descubierto, se gira y ahí las tengo, sus preciosas y enormes tetas con los pezones erguidos, tenues gotas de sudor a causa del calor de la sauna los decoran y resbalan por ellas, por todo su cuerpo en realidad, pero lo hacen de forma irreal , formándose y deslizándose a cámara lenta.
Se acerca a la camilla dándome la espalda, posa su mano izquierda en la camilla, la derecha sube hacia su cabeza y la pasa por su pelo, peinando sus largos cabellos hacia atrás, girando levemente la cara hacia mi, sin llegar a mirarme. La mano desciende ahora por la parte anterior del hombro acariciando su piel. Veo como sigue descendiendo limpiando el sudor de la piel, el calor se me hace ahora mas sofocante o puede que sea yo el que este caliente, su mano sigue bajando acariciando el contorno de su cuerpo, pasa por su pecho, aunque no alcanzó a verlo. La mano desciende ahora acariciando y arrastrando la humedad de su cuerpo por su costado, su cadera y el lateral de su muslo, antes de retroceder y subir hacia su culo, dios su gran y redondo culazo en la semioscuridad, perlado de sudor, puedo notar como la polla me duele dentro del pantalón, puedo ver como me mira, como se recrea, mientras su mano abierta sube lentamente por su nalga. La escena me ha dejado sin habla. Hipnotizado.
Ella coloca ahora sus dos manos en la camilla, dándome la espalda y mueve su cadera, pasando el peso de su cuerpo de una a otra pierna, lo que hace que su culo se mueva de una forma exquisita .
Sus palabras me sacan del trance en que me hallo.
-A que esperas para quítarme esto - mientras sigue moviendo su cadera haciéndome entender que se refiere a la braguita del bikini.
Sencillamente no puedo oponerme. La escena es tan subreal y erótica, simplemente me acerco y caigo de rodillas tras ella, teniendo un primer plano de su culo ante mi. Me gustaría agarrarlo, lamerlo, abrazarme a el e introducir mi cara entre sus nalgas. Pero no.
Como un autómata mis manos suben acariciando sus piernas, hasta dar con los laterales de su bikini, mis dedos atrapan el elástico y con una lentitud solo posible en un sueño comienzo el lento, maravillosamente lento e irreal descenso del bikini, que comienza a bajar, enrolándose sobre si mismo, mientras deja enteramente al descubierto su culazo.
Justo en ese momento la puerta se abre, luz del exterior deslumbra la habitación en penumbra. Una sombra se dibuja en el umbral de la entrada . El masajista un hombre negro, grande de almenos 2 metro, con camiseta y pantalón blanco. Se queda allí un momento eterno, mirándonos. Todo parece normal en este sueño nadie se extraña todo parece estar donde debe estar.
El hombre comienza lentamente a acercarse. Ella sin sobresalto alguno se gira, lentamente, lleva una mano a sus pechos, como si fuera más algo que hace por protocolo y no por querer tapar realmente su desnudez.
El sonríe. Le tiende la mano. Ella descubre sus pechos para estrechársela. El mantiene su mano agarrada a la de ella durante mas tiempo del necesario mirándola a su antojo. En un momento dado tira de la mano de ella, acercándole con la firmeza justa hasta que ella queda pegada a el. Entonces le da dos besos uno en cada mejilla.
-Un placer Paola.
Entonces me mira. Aún sigo de rodillas.
-Usted se va a quedar? - No contesto.
El da un par de palmaditas sobre la camilla. Un gesto que Paola entiende y lentamente trepa a la camilla, se recuesta bocaarriba y coloca una diminuta toalla doblada cruzada sobre su sexo.
Él masajista agarra una esquina de la pequeña toalla, clava su mirada en mi, una vez mas.
-¿Esta seguro?- Me pregunta, mientras tira lentamente, dejándola totalmente desnuda, expuesta, un tenue y sensual suspiro, casi un gemido, sale de su boca.
La escena es irreal, se respira sexo en el ambiente , ella expuesta bocaarriba, flexiona ligeramente una pierna llevándola sobre la otra tratando de cubrirse, pero a la par eleva sus brazos dejándolos caer sobre su cabeza realzando aun mas su pecho que se eleva orgulloso imponente , el gesto hace la escena aún más sensual.
Tras esto el indica que se de la vuelta, boca abajo.
Ella obediente, obedece, se incorpora a medias se gira con gracilidad felina, poniéndose a 4 patas sobre la camilla, regalándome una visión que hace que mis ojos se abran y mi boca se desencaje, para luego estirarse bocaabajo, totalmente desnuda.
Su culo, expuesto. El sonrrie satisfecho. Asiente lentamente como dando su aprobacion a ese tremendo par de nalgas, coloca de nuevo la toalla sobre su culo.
Una imagen ridículamente obscena, pues la toalla a duras penas cubren la mitad de sus nalgas . La estampa es de lo más morbosa. El comienza a vaciar un bote de aceite sobre ella, sus piernas, su espalda, sus nalgas. Sin miedo a manchar la fina toalla.
Entonces da un sonoro azote en su culo. Un azote que hace volar gotas de sudor y aceite.
Un azote que retumba en la habitación.
Un azote que resuena en mi mente mientras mi conciencia comienza el descenso de vuelta al reino de los despiertos, mientras en mi oído, sigue retumbando el gemido de ella y el sonoro retumbar de ese azote.
Despierto confuso una vez mas. Estoy en mi cuarto. Miro el reloj, las 5.00, aun me quedan un par de horas antes de que suene el despertador, un sudor frio recorre mi cuerpo, me abrazo a Paola que duerme plácidamente, me abrazo y llevo mi mano hasta uno de sus pechos y me aferro a el, mi polla dura presiona sobre su culo.
Aun me quedan dos doras.
¿me atreveré a dormir de nuevo? El morbo y la sensatez luchan en mi mente hasta que, finalmente, me vence el sueño.
¿continuara?
Espero que os haya gustado. Es la primera vez que me atrevo a escribir un relato, asi que espero vuestras criticas y recomendaciones.
Este sueño no se porque me ha impactado al punto, que tal como desperte esa misma mañana escribi un brebe esbozo en las notas del movil, por que es habitual en mi que en el transcurso de las horas se vayan diluyendo cada vez mas detalles sobre las sensaciones que vivi en el sueño.
estare encantado de contestar a cualquier cuestion que planteeis.
Una cosa mas. He cambiado el nombre de mi pareja por privacidad, si bien podria decir que su nombre tiene una sonoridad similar y estaba pensando, por hacer mas interesante este hilo, proponer un juego.
Esta es solo una idea en mi cabeza no estoy seguro de si es buena idea o no pero si bien no garantizo nada no la descarto. A aquel que sea el primero en dar con su nombre real quiza le llegue un regalito por privado.
Un saludo a todos y espero leeros.
Yo creo que si.
SUEÑO 5/11/2023
El Ambiente onírico del sueño hace que sea difícil expresar con palabras las imágenes y sensaciones vividas, así que procedo a tratar de explicarlo lo mejor que pueda.
Entro en casa todo es sutilmente distinto pero a mi en el sueño no parece extrañarme en absoluto.
Paola no está en casa. Hay una especie de Spa o balneario cruzando la calle, de algún modo sé que ella está allí. No recuerdo haber cruzado la calle pero estoy dentro de ese balneario que como por arte de magia ha aparecido enfrente de mi casa. Estoy en el recibidor, a través de un cristal puedo ver las piscinas de los Balnearios, hay gente allí.
Una de la piscina centrales tiene una escalera que sube hacia la puerta donde dos empleados están apostados.
Paola está allí, de algún modo solo posible en un sueño, tengo la sensación, el presentimiento de que ella es el centro de atención, que todo y todos giran en torno a ella, es la protagonista. La veo subir las escaleras, que dan la espalda al cristal desde el que yo observo. Lleva un bikini negro, sube despacio con movimientos sugerentes de cadera, mientras el agua resbala por su cuerpo (el ambiente empieza a tornarse erótico en el sueño)
Se desabrocha el bikini, me acerco al cristal sorprendido, perplejo, me acerco tanto que mi cara casi está pegada a el, de hecho puede que lo este, pienso que va a acomodárselo o rehacer el nudo, pero no, por un momento se lo quita, dejando ver a los dos empleados sus enormes y preciosos pechos mojados, la cara de estos es un poema, clavan sus miradas en los pechos de Paola, la devoran con los ojos sin el menor disimulo, ella escurre levemente el agua del bikini sin darle la menor importancia, o puede incluso que internamente disfrutando las miradas de los dos empleados del Spa que se relamen, casi babeando, ante la majestuosidad de esas dos tetas.
Ella se pone el bikini, sigo sin entender ¿porque lo ha hecho?, ¿porque justo delante de ellos?, simplemente quería alegrarles la vista, gira su cabeza y puedo ver en sus ojos azules el deleite de saberse poseedora de un erótico poder. Por un momento me mira fijamente atraves del lejano cristal, una media sonrisa se dibuja en su cara, tenue casi imperceptible, pero de algún modo en mi mente, dentro del sueño, esa sonrisa esconde un millar de tabúes, de morbos, de sexualidad de instintos ocultos.
Sin inmutarse se acerca a los chicos, se da la vuelta y le pide que les ayuden a amarrar su bikini, atraves del cristal debería ser incapaz de oir lo que hablan, pero, de algún modo lo se, no con palabras que oigan mis oídos, pero se perfectamente lo que ocurre, las leyes de los sueños no se ajustan a la realidad y mientras duermo parezco no darme cuenta de ello.
Estos le dicen algo relacionado con un masaje en la sauna turca , ella asiente, ellos le dicen que van a avisar al masajista, le dan las indicaciones sobre cómo debe proceder en el interior, son amables, pero su sonrisa esconde algo perverso, le dan una pequeña toalla. Ella vuelve a mirarme fija e intensamente mientras esos dos acomodadores la devoran con su mirada. Nos quedamos mirándonos, los dos empleados comienzan a gesticular tras ella, realizan gestos obscenos de copula, envisten freneticamente al aire, mientras ella, que parece no darse cuenta o no importarle, sigue mirándome fijamente.
Despierto súbitamente. Miro a mi lado, ella esta allí. Miro el reloj, las 2.45 de la madrugada. Por un momento me tranquilizo. Mi pene esta duro presiona contra mi pijama, estoy cansado cierro los ojos. Pero al volver a dormir el sueño continúa.
El sueño tiene sus propias reglas aquí el tiempo y el espacio discurren de forma irreal aunque una vez dentro esto parezca normal.
Por algún motivo he entrado a la sauna de masaje donde esta Paola. Una habitación similar a una sauna turca pero a baja intensidad, la calor no es sofocante, pero suficiente para hacerte sudar ligeramente, el vapor con olor a menta, nubla la estancia dándole un ambiente mágico, onírico, sensual, difícil de describir. Paola se da la vuelta, me mira, se sorprende de verme a mi allí, sonrie de forma sensual, se acerca a mi y me da un suave pico, apenas un roce de sus labios en los míos.
Me pide que le ayude que desabroche su bikini.
Le digo que es tarde que será mejor que volvamos a casa.
Ella me dice que no. Que merece su masaje. Que quiere su masaje. Y yo Asiento.
Desabrocho su bikini, sus pechos vuelven a quedar al descubierto, se gira y ahí las tengo, sus preciosas y enormes tetas con los pezones erguidos, tenues gotas de sudor a causa del calor de la sauna los decoran y resbalan por ellas, por todo su cuerpo en realidad, pero lo hacen de forma irreal , formándose y deslizándose a cámara lenta.
Se acerca a la camilla dándome la espalda, posa su mano izquierda en la camilla, la derecha sube hacia su cabeza y la pasa por su pelo, peinando sus largos cabellos hacia atrás, girando levemente la cara hacia mi, sin llegar a mirarme. La mano desciende ahora por la parte anterior del hombro acariciando su piel. Veo como sigue descendiendo limpiando el sudor de la piel, el calor se me hace ahora mas sofocante o puede que sea yo el que este caliente, su mano sigue bajando acariciando el contorno de su cuerpo, pasa por su pecho, aunque no alcanzó a verlo. La mano desciende ahora acariciando y arrastrando la humedad de su cuerpo por su costado, su cadera y el lateral de su muslo, antes de retroceder y subir hacia su culo, dios su gran y redondo culazo en la semioscuridad, perlado de sudor, puedo notar como la polla me duele dentro del pantalón, puedo ver como me mira, como se recrea, mientras su mano abierta sube lentamente por su nalga. La escena me ha dejado sin habla. Hipnotizado.
Ella coloca ahora sus dos manos en la camilla, dándome la espalda y mueve su cadera, pasando el peso de su cuerpo de una a otra pierna, lo que hace que su culo se mueva de una forma exquisita .
Sus palabras me sacan del trance en que me hallo.
-A que esperas para quítarme esto - mientras sigue moviendo su cadera haciéndome entender que se refiere a la braguita del bikini.
Sencillamente no puedo oponerme. La escena es tan subreal y erótica, simplemente me acerco y caigo de rodillas tras ella, teniendo un primer plano de su culo ante mi. Me gustaría agarrarlo, lamerlo, abrazarme a el e introducir mi cara entre sus nalgas. Pero no.
Como un autómata mis manos suben acariciando sus piernas, hasta dar con los laterales de su bikini, mis dedos atrapan el elástico y con una lentitud solo posible en un sueño comienzo el lento, maravillosamente lento e irreal descenso del bikini, que comienza a bajar, enrolándose sobre si mismo, mientras deja enteramente al descubierto su culazo.
Justo en ese momento la puerta se abre, luz del exterior deslumbra la habitación en penumbra. Una sombra se dibuja en el umbral de la entrada . El masajista un hombre negro, grande de almenos 2 metro, con camiseta y pantalón blanco. Se queda allí un momento eterno, mirándonos. Todo parece normal en este sueño nadie se extraña todo parece estar donde debe estar.
El hombre comienza lentamente a acercarse. Ella sin sobresalto alguno se gira, lentamente, lleva una mano a sus pechos, como si fuera más algo que hace por protocolo y no por querer tapar realmente su desnudez.
El sonríe. Le tiende la mano. Ella descubre sus pechos para estrechársela. El mantiene su mano agarrada a la de ella durante mas tiempo del necesario mirándola a su antojo. En un momento dado tira de la mano de ella, acercándole con la firmeza justa hasta que ella queda pegada a el. Entonces le da dos besos uno en cada mejilla.
-Un placer Paola.
Entonces me mira. Aún sigo de rodillas.
-Usted se va a quedar? - No contesto.
El da un par de palmaditas sobre la camilla. Un gesto que Paola entiende y lentamente trepa a la camilla, se recuesta bocaarriba y coloca una diminuta toalla doblada cruzada sobre su sexo.
Él masajista agarra una esquina de la pequeña toalla, clava su mirada en mi, una vez mas.
-¿Esta seguro?- Me pregunta, mientras tira lentamente, dejándola totalmente desnuda, expuesta, un tenue y sensual suspiro, casi un gemido, sale de su boca.
La escena es irreal, se respira sexo en el ambiente , ella expuesta bocaarriba, flexiona ligeramente una pierna llevándola sobre la otra tratando de cubrirse, pero a la par eleva sus brazos dejándolos caer sobre su cabeza realzando aun mas su pecho que se eleva orgulloso imponente , el gesto hace la escena aún más sensual.
Tras esto el indica que se de la vuelta, boca abajo.
Ella obediente, obedece, se incorpora a medias se gira con gracilidad felina, poniéndose a 4 patas sobre la camilla, regalándome una visión que hace que mis ojos se abran y mi boca se desencaje, para luego estirarse bocaabajo, totalmente desnuda.
Su culo, expuesto. El sonrrie satisfecho. Asiente lentamente como dando su aprobacion a ese tremendo par de nalgas, coloca de nuevo la toalla sobre su culo.
Una imagen ridículamente obscena, pues la toalla a duras penas cubren la mitad de sus nalgas . La estampa es de lo más morbosa. El comienza a vaciar un bote de aceite sobre ella, sus piernas, su espalda, sus nalgas. Sin miedo a manchar la fina toalla.
Entonces da un sonoro azote en su culo. Un azote que hace volar gotas de sudor y aceite.
Un azote que retumba en la habitación.
Un azote que resuena en mi mente mientras mi conciencia comienza el descenso de vuelta al reino de los despiertos, mientras en mi oído, sigue retumbando el gemido de ella y el sonoro retumbar de ese azote.
Despierto confuso una vez mas. Estoy en mi cuarto. Miro el reloj, las 5.00, aun me quedan un par de horas antes de que suene el despertador, un sudor frio recorre mi cuerpo, me abrazo a Paola que duerme plácidamente, me abrazo y llevo mi mano hasta uno de sus pechos y me aferro a el, mi polla dura presiona sobre su culo.
Aun me quedan dos doras.
¿me atreveré a dormir de nuevo? El morbo y la sensatez luchan en mi mente hasta que, finalmente, me vence el sueño.
¿continuara?
Espero que os haya gustado. Es la primera vez que me atrevo a escribir un relato, asi que espero vuestras criticas y recomendaciones.
Este sueño no se porque me ha impactado al punto, que tal como desperte esa misma mañana escribi un brebe esbozo en las notas del movil, por que es habitual en mi que en el transcurso de las horas se vayan diluyendo cada vez mas detalles sobre las sensaciones que vivi en el sueño.
estare encantado de contestar a cualquier cuestion que planteeis.
Una cosa mas. He cambiado el nombre de mi pareja por privacidad, si bien podria decir que su nombre tiene una sonoridad similar y estaba pensando, por hacer mas interesante este hilo, proponer un juego.
Esta es solo una idea en mi cabeza no estoy seguro de si es buena idea o no pero si bien no garantizo nada no la descarto. A aquel que sea el primero en dar con su nombre real quiza le llegue un regalito por privado.
Un saludo a todos y espero leeros.
