En mi caso en el pene .
La verdad… sí, yo me fijo. Mucho más de lo que digo.
No se trata solo del tamaño —aunque no voy a mentir, influye—, sino de cómo lo tiene. El grosor, la forma, si es venoso, si se nota pesado en la mano, si apunta recto o curvado… todo eso me excita o me enfría, según cómo sea.
Y también está el aura que lo rodea: cómo se lo saca, cómo lo muestra, si lo luce con seguridad o con nervios… eso suma o resta mucho más de lo que parece. Porque una polla puede ser normalita, pero si la actitud es sucia, segura, entregada, entonces se vuelve irresistible.
Y sí… hay veces que me he ilusionado con un tío hasta que me he bajado las bragas y me he encontrado con algo que me ha cortado todo el morbo. Y al revés, también me he llevado sorpresas.
No es lo único que importa. Pero para mí… sí que importa.
No como otros qué parecen la selva 
Éste es precioso 
