MLD
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Este verano ha hecho mi mujer cuarenta años y, como hicimos una celebración por todo lo alto, pues le regalaron entre otras cosas una caja de estás de un fin de semana, aprovechando el finde del 12 de octubre para irnos solos. Ahora que podemos dejar más a las niñas, estamos aprovechando el tiempo perdido. La caja era un fin de semana al hotel marqués de riscal con una cata incluida. Para aprovechar salimos el viernes pronto para hacer la cata esa tarde y así tener el finde para relajarnos. La cata estuvo muy bien y lo mejor es que interactúas con gente y dado que no se me da nada mal, hice migas con un matrimonio un poco más jóvenes que nosotros y con otro hombre que nos sacaría unos 10 años, quedándonos a tomar algo con ellos una vez terminó. La pareja nos comentó que iban a cenar a Logroño, teniendo nosotros ese plan para el sábado, y Julián, que así se llama el hombre, nos dijo que el cenaba en el restaurante del hotel, como íbamos a hacer nosotros, despidiéndonos diciendo qué nos veríamos en el restaurante. Cuando llegamos a la habitación le saqué a colación a Julián, que era un hombre simpático, muy buena facha y que era raro que estuviese solo, a lo que le dije, luego investigaré. Mi mujer ya me puso de cotilla y tal.
Estuvimos cenando y cuando terminamos, tampoco había mucho que hacer, por lo que nos pedimos una copa ya que no llevábamos prisa. Se nos acercó Julián preguntando que tal la cena y le ofrecí sentarse y tomarse algo con nosotros. Ahí ya le saqué que era separado, sus hijos ya en la universidad y que le gustaba mucho hacer viajes solo. La cosa siguió hablando de si tenía pareja, que alguna había tenido pero que después de una separación no quería ataduras y estaba bien así. Después de las historias que llevamos y, considerando que siempre me ha encantado hablar de sexo, le pregunté que si no echaba de menos el sexo, dejándome un poco cortado porque me contestó, seguro follo más que tú, descojonandose mi mujer. Nos contó que como vive en Madrid, y sale a menudo, no tiene problemas de ligues. El tío no era de gym, pero se mantiene bastante bien y físicamente aparenta menos de los 52 años que tiene. Nos contó que hace unas semanas empezó a hablar con una chica de unos 30 años y que la tía no paraba de tirarle la caña, nunca le había pasado con una chica tan joven comparado con su edad. Fue en un pub de copas y el estaba con un amigo, y le fue comiendo la oreja hasta que se fueron camelando y terminó liándose con ella en el pub. Estás historias me ponen muy cachondo, es como lo difícil, prohibido y es un morbo total. Justo ahí estaban terminando de recoger y decidimos irnos. Nos dijo que si subíamos a su habitación y nos tomábamos algo, que era pronto y nos podían subir bebidas aun. Como estábamos muy bien con el, dijimos que si, así nos sigues contando la historia, sacándole una sonrisa. Su habitación tenia un sofá de dos y otro individual, por lo que nos sentamos mi mujer y yo en el doble y el en el otro. Le pregunté si fue a más o se quedó en unos besos en el pub a lo que nos comentó que fue mucho más, que le daba coma contarlo más estando mi mujer. Ahí fue cuando mi mujer le dijo que alomejor le sorprenderiamos nosotros si le contáramos. Siguió diciendo que la chica le pegaba unos morreos que había olvidado como eran, que le tenía a tope y que llegado un momento le dijo que iba al servicio. Se fue con el y cuando llegaron como estaba libre el de hombres, se metieron juntos en el mismo urinario. Ella se puso a mear (el dijo orinar) y se fijó en el paquete y no se calló, preguntó si la tenía grande que el bulto era muy gordo. Ahí nos decía que el se vino arriba y dijo que si quería verla, sacándola por la cremallera y enseñando la. Ella se quedó parada diciendo que vaya pollón. Ahí le pregunté y nos dijo que sin alardear, no la tiene muy larga pero que de gorda no le entra en un vaso de tubo. Conociendo a mi mujer y la racha que llevábamos, seguro se la estaba imaginando, lo que no sé es en qué modo. El nos reconocía que esa situación no era habitual en su edad, se ligaba de otra manera, se iban a su piso y ahí si se desmelenaban, pero meterse en un servicio a mear con su ligue no era algo que hiciese todos los días. Siguió diciendo que ella seguía alabando su polla, poniendo su mano en ella, que no había visto algo tan gordo nunca. Yo estaba caliente con lo que estaba contando y mi mujer creo que igual, porque empecé a acariciar su pierna y no me quitó la mano. El siguió diciendo que se puso a mear porque no podía más mientras ella se colocaba el vestido. Cuando terminó y se la sacudió, ella le dijo, date la vuelta que te la voy a limpiar.
Me estás poniendo cachondo cabron, me salió solo, diciendo mi mujer que le estaba gustando, que siguiese. El nos decía que le daba corte seguir porque lo siguiente es más fuerte, y tampoco nos conocía, animándome nosotros a seguir, era una historia para luego terminar follando nosotros en nuestra habitación. El siguió contando que ella se sentó en la taza y le pasó la lengua por todo el tronco y se la metió de golpe, haciendo una mamada que nunca me habían hecho, pues me llenaba la polla de saliva y la disfrutaba y lo demostraba, porque cada vez que la sacaba decía que suerte he tenido. La paró y dijo de salir que había gente fuera quejándose, por lo que se recompusieron y ahí el ya se vino arriba, la dijo que si se iba con el a su casa que estaba a 15 minutos en coche, que lo tenía cerca del pub. En el coche la empezó a acariciar la pierna y llevarla hasta su entrepierna, momento que ella abrió las piernas sin problema. Estaba viendo que Julián tenía un bulto de caballo y yo igual, no paraba de acariciar cada vez más seguido y profundo a mi mujer. Nos dijo que vendita juventud, tenía el coño encharcado, pues llevaba las bragas totalmente mojadas. Ahí me atrevi a pasarle el dedo medio cerca del coño de mi mujer, pues llevaba un vestido por encima de la rodilla y aunque no abrió las piernas, vio mis intenciones. Nos contaba que ahí el la pasaba la palma de la mano por todo el coño diciéndola que si estaba tan mojada por el. Nos sabes lo que me pone estar con un tío de tu edad, y la polla que tienes, llevo super mojada desde que la vi. Cuando llegaron al parking de portal y aparcaron, según salieron, la cogió y la agachó, sacándose la polla y diciendo que ahora iba a saber lo que es un tío de 52 años. La puse a comerme la polla en el mismo parking y no veas cómo lo disfrutaba ella, la tía tenía experiencia, porque lo hacía de maravilla. Joder, me ponéis más vosotros que la historia que os cuento. Lo dijo porque mi mujer había subido la pierna izquierda a mi pierna derecha, se le veía toda la braga mirando a Julián y yo, no estimulando pero si acariciando tipo cosquillas toda la zona del coño. Fue a llamar a recepción para echarnos otro cubata y sería el cuarto, íbamos cargados, de ahí la inhibición de los actos. Mi mujer estaba venida arriba y se lo hice saber, es que me pone mucho la situación, escucharle, sentir su mirada, le has visto el paquete. No decías un finde tranquilo, que querías parar un poco, pero ella me dijo que no estaba diciendo hacer nada, simplemente disfrutar un poco, ja, contesté yo. Cuando se volvió a sentar nos dijo de quitarse la ropa y ponerse cómodo, quedándose en calzoncillos y poniéndose una camiseta diciendo que si queríamos podíamos hacer lo mismo. Le había bajado el paquete, aún así, como era un slip tipo braga le hacía un buen paquete. Siguió contando que llegaron al ascensor, el ya con la polla fuera y que ella, se subió la pierna en el apoya manos del ascensor y le dijo, comeme el coño, no puedo más, cogiendo las bragas, echándolas a un lado y metiéndola el dedo índice y medio a la vez. Paró el ascensor, se abrió, la tapé la boca y cuando se cerró la empecé a follar con los dos dedos literalmente, no veas cómo gemia y me pedía más, estaba el coño encharcado. Cuando paré, lleve los dos dedos a la boca y se los comió sin decir nada. En ese momento yo estaba semi frotando a mi mujer y el nos estaba viendo. En ese punto estábamos todos cachondos pero sin atrevernos a más, pues Julián tenía la polla a tope, y se la magreaba de vez en cuando. Quieres que le enseñé tu coño a Julián, no contestando pero tampoco negándose. Julián contaba que la llevó al sofá, la colocó en cuatro y empezó a pasar la lengua a lo largo del coño por encima de la braga. Ella suspiraba y rogaba con un sigue, más, así, me encantaba lo descriptiva que era. Metí las manos por cada lateral de la braga y al llegar al medio, estiré y las abrí por la mitad, gimiendo cuando sintió lo que hice. Eché saliva sobre su coño y empecé a pasar la lengua. Olía a sexo, no mal, a sexo puro, tenía mucho flujo, era una pasada. Eché la braga a un lado y la empecé a brotar el coño mientras ella suspiraba sin parar de mirar el paquete de Julián, que esté al ver en qué momento estábamos, se tocaba el paquete haciéndose una paja lentamente. Mi mujer le pidió que siguiese, apuntando que era complicado así. Estuve comiendo su coño y culo sobre unos 10 minutos en los que ella se terminó corriendo en mi boca. Yo tenía la polla como ahora a reventar, pensando que ya había acabado todo, me sentó en el sofá y, poniéndose de rodillas, se puso a chuparme los huevos y a hacerme una paja. El cabron se sacó la polla para pajearse bien, su polla, no era larga, no llegará a 12 cm, que tampoco es que sea mini, pero como es tan gorda y venosa, parecía más pequeña. Le dije a mi mujer que si la veía, y me dijo, vaya pedazo de polla, no mentia, aprovechando a preguntar si quería probarla, contestando, quiero la tuya, levantandose para quitarme el pantalón. Julián flipaba y sin parar de moversela nos dijo que nunca habia tenido una situación así, puro morbo joder, lo que mi mujer le contestó, sigue y disfruta. Echó un trago al cubata y relató que le hizo una comida de huevos que se metis los dos a la vez, y la cabrona, mientras hacía eso me pasaba un dedo por el ano. Le pregunté si nunca se lo habían hecho, y me dijo que si, pero nunca con una mano en la polla, los huevos en la boca y otra mano estimulando el ano. Me sacó la polla y empezó a chuparla sin prisas y mirando a Julián en todo momento, quien se levantó y de pie siguió pajeandose. Seguía con la historia y mientras mi mujer no paraba de chupar, decía que la llevó a la habitación y que poniéndose un preservativo, la abrió de piernas y se la metió despacio, pues por experiencia siempre les dolía al principio. Dirigiéndose a mi mujer la dijo, no veas cómo gritaba, como pedía más, poniéndose encima y se puso a follarme literalmente saltando sobre mi. El cabron cada vez se acercaba más a nosotros, pero no se atrevía ir a más, lo que si decía era que esto era mejor que la historia que estaba contando. El se estaba viniendo arriba, con el espectáculo que estaba viendo, seguía relatando mientras ya no paraba de pajearse y acariciarse los huevos, que la puso a cuatro patas y empezó a metérsela despacio pero que ella pidió que la diese más fuerte. Tenía un coño parecido al tuyo le decía a mi mujer, no veas cómo follaba la tía. Mi mujer se puso de espaldas a mi y se colocó la polla y fue bajando lentamente mientras suspiraba. Me recosté para tener mejor posición para empujar mientras ella se empezaba a mover. La comía el cuello y le preguntaba si estaba cachonda y me decía que le encantaba su polla. La zorra de mi mujer le preguntó si tenía el coño tan mojado como ella y ahí Julián entró a pescar porque dijo que tendría que tocarlo y ella le contestó que por el sonido podría comprobarlo, acercando el más y se agachó, poniéndose casi pegada la nariz, diciendo que el olor era espectacular. Yo tenía la cabeza de mi mujer con la mía y me impedía ver, pero ella me decía que se había agachado, y que ahora les estaba mirando. Ella respiraba cada vez más fuerte, joder, a lo que pregunté y me dijo que estaba acariciando el costado derecho y estaba subiendo y bajando. Nosotros estábamos follando sin prisas, su coño cada vez sonaba más y mi polla entraba y salía con más facilidad. Al tener mi mujer la cabeza apoyada en mi parte derecha, me impedía moverme, pero me daba un morbo tremendo que me fuese ella comentando o escuchar sus suspiros. Me nombró por mi nombre diciendo joder, me acaba de rozar con un dedo el pezón derecho, joder que gusto, pasando su cabeza al otro lado para que pudiese ver, viendo como le frotaba el pezón. Paré de metérsela y me centré en tocarle la teta izquierda, haciendo lo mismo Julián. La estábamos amasando las tetas como si de elegir fruta se tratará. Julián bajó la cabeza y se puso a lamer el pezón mientras con la mano le pellizcaba. Sentí como mi mujer movía el brazo derecho y escuché a Julián berrear, viendo con mis ojos como empezaba a tocarle los huevos, de muy buen tamaño, pero sin llegar a ser colganderos. Ella seguía encima de mi dándome la espalda, sentada en mis piernas con la polla rozando su coño, mientras Julián había conseguido jugar con las dos tetas, repitiendo que estaba gozando mucho. Su polla no había bajado ningún centímetro, mi mujer seguía acariciando sus huevos pero sin ir a más. Le pidió que siguiera contando la historia y el, decía que la chica le follaba de tal manera que se movía como una serpiente sin prisas, mientras el la comía las tetas como estoy haciendo ahora contigo le decía, mientras juntaba ambas y pasaba la punta de la lengua por los pezones y las tetas viendo como mi mujer se derretía aprovechando el para decirle, pero ella tenía el pollón entre sus piernas. Debías estar gozando mucho, contestando que lo estaba gozando más ahora. Yo había desaparecido de la conversación pero no sabéis lo que ponía escuchar todo. Julián siguió diciendo que la chica era muy experimentada pues sus movimientos y forma de follar, disfrutaba al máximo y se veía perfectamente que disfrutaba estar con una persona mayor que ella. Mi mujer cogió mi polla, la volvío a colocar en el coño y le dijo, así te follaba, pero está vez volvió a alargar el brazo pero para cogerle la polla, empezando a pajearle volviendo él a atacar sus tetas, pero está vez diciendo que si sentía dura su polla, contestando ella que estaba super dura y que nunca había tocado algo tan gordo, pero no sabía si podría entrar en ella. Nunca nadie me había puesto la polla tan dura, mira que he follado con tías calientes, pero esto es lo más, nunca había vivido nada parecido. Nunca habías fantaseado con un trio, contestando el que nunca lo hubiese imaginado hacerlo real. Le dijo si le gustaría comerle el coño mientras yo la follaba, contestando que era algo muy fuerte pues en algún momento podría chupar mi polla. No tengas prejuicios y disfruta, nosotros ya hemos pasado esa etapa y disfrutamos mucho. Era una conversación de barra de bar pero follando, pues el preguntó si no era la primera vez que hacíamos algo así y dijimos que no. El no paraba de decir "esto es muy fuerte" mientras mi mujer seguía con tocándole. Era algo que estábamos haciendo sin prisas, pues ella se movía sobre mi polla de manera lenta y metiéndose solo la mitad. Mi mujer cada día me sorprendía más, si bien tuve que ser yo quien metiese en su cabeza las fantasías de hacer tríos, estaba claro que estaba llegando al máximo de su disfrute de la realidad. Se volvió a sacar la polla del coño, se llevó su mano al coño, le abrió y mirando a Julián a los ojos le preguntó si se iba a perder el probar eso. El llevó su mano hasta el interior del muslo sin llegar a tocar el coño, rozaba mi pierna mientras la acariciaba. Cogió mi mujer la mano que tenía en el coño y le dijo prueba, metiendole los dedos en la boca. Ahí el dijo, ábrete bien, agachándose y metiendo la cabeza en su coño, el cual empezó a comer porque ella empezó a suspirar y a decir que bien lo haces joder. El no paraba de comer mientras mi mujer cogió mi polla y al lado de su cabeza se puso a pajearme, diciéndome que lo estaba haciendo muy bien. Sentia mi polla rozando su cabeza mientras mi mujer cada vez gemia más, expresando que le estaba encantando, me está follando con la mano, no paraba de gemir, pidiendo más y Julián ahí le decía, te gusta, lo que te querías perder. Mi mujer le apartó y le dijo que siguiera chupando alrededor de mi polla los labios vaginales y se entretuvo con su clítoris, lo que dijo mi mujer que parase que se corría. Mi mujer se quitó de encima de mi y, sentándose al lado mío, este se acercó y empezó a pajearle con la polla prácticamente en la cara de ella. Me cogió la mano y la llevó a sus huevos, que cuando se los toque los tenía super duros y, ahí el explotó pidiendo que le comiese la polla, que le iba a reventar la polla. Se cogió la polla y se la restregó por los labios, sin ella hacer el intento de abrir la boca. Yo estaba en una burbuja, ya había certificado durante este verano la consolidación de hacer tríos más allá de nuestro amigo.
La cogió la cara con la otra mano y poniéndola en la mandíbula de ella, la dijo, vamos cariño, abre esa boquita, así, ves como te gusta, que gustazo ver cómo te entra, así preciosa, cometela. Se la estuvo comiendo durante 5 minutos en los que yo estuve jugando con su coño, ya no podíamos más, estábamos en el limite y queríamos corrernos, llevábamos cerca de dos horas metidos en la habitación y el placer nos superaba. Mi mujer dijo que necesitaba terminar y pasamos a la cama. Se colocó encima de ella y mi mujer le pidió de ponerse un preservativo. Me pidió cogerle uno indicandome que tenía en la maleta y la tenía en el baño. Estaba en ello cuando escuché a mi mujer decir "para joder, para para para, que haces, y entre tanto empezar a gemir". Al salir vi como el movía la polla a lo largo de su coño y cuando ella decía para, me enteré que era por qué la estaba metiendo el capullo. Se colocó el preservativo y volvió a la operación mientras ella le decía que fuera despacio. Se la fue metiendo y el no paraba de decir, mira como te entra, estás super húmeda y te la comes sin problema. Estaba metiendo y sacando despacio y hasta la mitad hasta que ella le dijo de repente, follame más fuerte, dame más, más, como entras joder, que gusto, como necesitaba follar. Lógicamente el se vino arriba y empezó a darle fuerte diciéndole, toma polla, como te entra, pensaba que te iba a costar más. Le paró y me pidió que la follase. Se puso ella encima y me empezó a follar moviéndose en círculo y no aguante ni 5 minutos. Julián mientras estaba acariciando a mi mujer. Se colocó encima de el y le hizo lo mismo que a mí, pidiéndole que le comiese las tetas. Mi mujer se llevó una mano al clítoris y Julián le amasaba y chupaba los pezones. Ahí empezó un diálogo guarro en el que ella le decía, "follame más deprisa, muevete, haz que me sienta muy zorra, así joder, más, que polla tienes cabron, soy tu puta, sigue, así" todo esto sin parar de moverse y levantarse para sacarla casi entera y el pegar trallazos. Julián ahí sacó el animal que llevamos dentro, la puso a cuatro patas, colocó el pollón y de un golpe se la metió, dándole rápido, en el que la decía, "así te gusta zorra, esto es lo que quieres, follarte con a una puta, mi puta, tocate así zorra, y zas, cachetada en el culo, no veas cómo chillaba la chica que te contaba antes, la puse como te tengo a ti, empapada y pidiendo más. Yo estaba viéndoles y tenía la polla de nuevo y se la iba a poner en la boca cuando explotó corriendose mientras el seguía traladrandola. Se sacó la polla y quitándose el preservativo mi mujer se tumbó y el empezó a correrse sobre sus tetas, restregando toda la corrida por sus tetas.
Esto es lo más que he hecho en mi vida, ha sido puro morbo y no se me ha bajado en ningún momento, sois la leche. Le dije que si se venía al día siguiente con nosotros a ver Logroño y tomar unas cañas y, así le contabamos como habíamos llegado a este punto de complicidad y libertad.
Estuvimos cenando y cuando terminamos, tampoco había mucho que hacer, por lo que nos pedimos una copa ya que no llevábamos prisa. Se nos acercó Julián preguntando que tal la cena y le ofrecí sentarse y tomarse algo con nosotros. Ahí ya le saqué que era separado, sus hijos ya en la universidad y que le gustaba mucho hacer viajes solo. La cosa siguió hablando de si tenía pareja, que alguna había tenido pero que después de una separación no quería ataduras y estaba bien así. Después de las historias que llevamos y, considerando que siempre me ha encantado hablar de sexo, le pregunté que si no echaba de menos el sexo, dejándome un poco cortado porque me contestó, seguro follo más que tú, descojonandose mi mujer. Nos contó que como vive en Madrid, y sale a menudo, no tiene problemas de ligues. El tío no era de gym, pero se mantiene bastante bien y físicamente aparenta menos de los 52 años que tiene. Nos contó que hace unas semanas empezó a hablar con una chica de unos 30 años y que la tía no paraba de tirarle la caña, nunca le había pasado con una chica tan joven comparado con su edad. Fue en un pub de copas y el estaba con un amigo, y le fue comiendo la oreja hasta que se fueron camelando y terminó liándose con ella en el pub. Estás historias me ponen muy cachondo, es como lo difícil, prohibido y es un morbo total. Justo ahí estaban terminando de recoger y decidimos irnos. Nos dijo que si subíamos a su habitación y nos tomábamos algo, que era pronto y nos podían subir bebidas aun. Como estábamos muy bien con el, dijimos que si, así nos sigues contando la historia, sacándole una sonrisa. Su habitación tenia un sofá de dos y otro individual, por lo que nos sentamos mi mujer y yo en el doble y el en el otro. Le pregunté si fue a más o se quedó en unos besos en el pub a lo que nos comentó que fue mucho más, que le daba coma contarlo más estando mi mujer. Ahí fue cuando mi mujer le dijo que alomejor le sorprenderiamos nosotros si le contáramos. Siguió diciendo que la chica le pegaba unos morreos que había olvidado como eran, que le tenía a tope y que llegado un momento le dijo que iba al servicio. Se fue con el y cuando llegaron como estaba libre el de hombres, se metieron juntos en el mismo urinario. Ella se puso a mear (el dijo orinar) y se fijó en el paquete y no se calló, preguntó si la tenía grande que el bulto era muy gordo. Ahí nos decía que el se vino arriba y dijo que si quería verla, sacándola por la cremallera y enseñando la. Ella se quedó parada diciendo que vaya pollón. Ahí le pregunté y nos dijo que sin alardear, no la tiene muy larga pero que de gorda no le entra en un vaso de tubo. Conociendo a mi mujer y la racha que llevábamos, seguro se la estaba imaginando, lo que no sé es en qué modo. El nos reconocía que esa situación no era habitual en su edad, se ligaba de otra manera, se iban a su piso y ahí si se desmelenaban, pero meterse en un servicio a mear con su ligue no era algo que hiciese todos los días. Siguió diciendo que ella seguía alabando su polla, poniendo su mano en ella, que no había visto algo tan gordo nunca. Yo estaba caliente con lo que estaba contando y mi mujer creo que igual, porque empecé a acariciar su pierna y no me quitó la mano. El siguió diciendo que se puso a mear porque no podía más mientras ella se colocaba el vestido. Cuando terminó y se la sacudió, ella le dijo, date la vuelta que te la voy a limpiar.
Me estás poniendo cachondo cabron, me salió solo, diciendo mi mujer que le estaba gustando, que siguiese. El nos decía que le daba corte seguir porque lo siguiente es más fuerte, y tampoco nos conocía, animándome nosotros a seguir, era una historia para luego terminar follando nosotros en nuestra habitación. El siguió contando que ella se sentó en la taza y le pasó la lengua por todo el tronco y se la metió de golpe, haciendo una mamada que nunca me habían hecho, pues me llenaba la polla de saliva y la disfrutaba y lo demostraba, porque cada vez que la sacaba decía que suerte he tenido. La paró y dijo de salir que había gente fuera quejándose, por lo que se recompusieron y ahí el ya se vino arriba, la dijo que si se iba con el a su casa que estaba a 15 minutos en coche, que lo tenía cerca del pub. En el coche la empezó a acariciar la pierna y llevarla hasta su entrepierna, momento que ella abrió las piernas sin problema. Estaba viendo que Julián tenía un bulto de caballo y yo igual, no paraba de acariciar cada vez más seguido y profundo a mi mujer. Nos dijo que vendita juventud, tenía el coño encharcado, pues llevaba las bragas totalmente mojadas. Ahí me atrevi a pasarle el dedo medio cerca del coño de mi mujer, pues llevaba un vestido por encima de la rodilla y aunque no abrió las piernas, vio mis intenciones. Nos contaba que ahí el la pasaba la palma de la mano por todo el coño diciéndola que si estaba tan mojada por el. Nos sabes lo que me pone estar con un tío de tu edad, y la polla que tienes, llevo super mojada desde que la vi. Cuando llegaron al parking de portal y aparcaron, según salieron, la cogió y la agachó, sacándose la polla y diciendo que ahora iba a saber lo que es un tío de 52 años. La puse a comerme la polla en el mismo parking y no veas cómo lo disfrutaba ella, la tía tenía experiencia, porque lo hacía de maravilla. Joder, me ponéis más vosotros que la historia que os cuento. Lo dijo porque mi mujer había subido la pierna izquierda a mi pierna derecha, se le veía toda la braga mirando a Julián y yo, no estimulando pero si acariciando tipo cosquillas toda la zona del coño. Fue a llamar a recepción para echarnos otro cubata y sería el cuarto, íbamos cargados, de ahí la inhibición de los actos. Mi mujer estaba venida arriba y se lo hice saber, es que me pone mucho la situación, escucharle, sentir su mirada, le has visto el paquete. No decías un finde tranquilo, que querías parar un poco, pero ella me dijo que no estaba diciendo hacer nada, simplemente disfrutar un poco, ja, contesté yo. Cuando se volvió a sentar nos dijo de quitarse la ropa y ponerse cómodo, quedándose en calzoncillos y poniéndose una camiseta diciendo que si queríamos podíamos hacer lo mismo. Le había bajado el paquete, aún así, como era un slip tipo braga le hacía un buen paquete. Siguió contando que llegaron al ascensor, el ya con la polla fuera y que ella, se subió la pierna en el apoya manos del ascensor y le dijo, comeme el coño, no puedo más, cogiendo las bragas, echándolas a un lado y metiéndola el dedo índice y medio a la vez. Paró el ascensor, se abrió, la tapé la boca y cuando se cerró la empecé a follar con los dos dedos literalmente, no veas cómo gemia y me pedía más, estaba el coño encharcado. Cuando paré, lleve los dos dedos a la boca y se los comió sin decir nada. En ese momento yo estaba semi frotando a mi mujer y el nos estaba viendo. En ese punto estábamos todos cachondos pero sin atrevernos a más, pues Julián tenía la polla a tope, y se la magreaba de vez en cuando. Quieres que le enseñé tu coño a Julián, no contestando pero tampoco negándose. Julián contaba que la llevó al sofá, la colocó en cuatro y empezó a pasar la lengua a lo largo del coño por encima de la braga. Ella suspiraba y rogaba con un sigue, más, así, me encantaba lo descriptiva que era. Metí las manos por cada lateral de la braga y al llegar al medio, estiré y las abrí por la mitad, gimiendo cuando sintió lo que hice. Eché saliva sobre su coño y empecé a pasar la lengua. Olía a sexo, no mal, a sexo puro, tenía mucho flujo, era una pasada. Eché la braga a un lado y la empecé a brotar el coño mientras ella suspiraba sin parar de mirar el paquete de Julián, que esté al ver en qué momento estábamos, se tocaba el paquete haciéndose una paja lentamente. Mi mujer le pidió que siguiese, apuntando que era complicado así. Estuve comiendo su coño y culo sobre unos 10 minutos en los que ella se terminó corriendo en mi boca. Yo tenía la polla como ahora a reventar, pensando que ya había acabado todo, me sentó en el sofá y, poniéndose de rodillas, se puso a chuparme los huevos y a hacerme una paja. El cabron se sacó la polla para pajearse bien, su polla, no era larga, no llegará a 12 cm, que tampoco es que sea mini, pero como es tan gorda y venosa, parecía más pequeña. Le dije a mi mujer que si la veía, y me dijo, vaya pedazo de polla, no mentia, aprovechando a preguntar si quería probarla, contestando, quiero la tuya, levantandose para quitarme el pantalón. Julián flipaba y sin parar de moversela nos dijo que nunca habia tenido una situación así, puro morbo joder, lo que mi mujer le contestó, sigue y disfruta. Echó un trago al cubata y relató que le hizo una comida de huevos que se metis los dos a la vez, y la cabrona, mientras hacía eso me pasaba un dedo por el ano. Le pregunté si nunca se lo habían hecho, y me dijo que si, pero nunca con una mano en la polla, los huevos en la boca y otra mano estimulando el ano. Me sacó la polla y empezó a chuparla sin prisas y mirando a Julián en todo momento, quien se levantó y de pie siguió pajeandose. Seguía con la historia y mientras mi mujer no paraba de chupar, decía que la llevó a la habitación y que poniéndose un preservativo, la abrió de piernas y se la metió despacio, pues por experiencia siempre les dolía al principio. Dirigiéndose a mi mujer la dijo, no veas cómo gritaba, como pedía más, poniéndose encima y se puso a follarme literalmente saltando sobre mi. El cabron cada vez se acercaba más a nosotros, pero no se atrevía ir a más, lo que si decía era que esto era mejor que la historia que estaba contando. El se estaba viniendo arriba, con el espectáculo que estaba viendo, seguía relatando mientras ya no paraba de pajearse y acariciarse los huevos, que la puso a cuatro patas y empezó a metérsela despacio pero que ella pidió que la diese más fuerte. Tenía un coño parecido al tuyo le decía a mi mujer, no veas cómo follaba la tía. Mi mujer se puso de espaldas a mi y se colocó la polla y fue bajando lentamente mientras suspiraba. Me recosté para tener mejor posición para empujar mientras ella se empezaba a mover. La comía el cuello y le preguntaba si estaba cachonda y me decía que le encantaba su polla. La zorra de mi mujer le preguntó si tenía el coño tan mojado como ella y ahí Julián entró a pescar porque dijo que tendría que tocarlo y ella le contestó que por el sonido podría comprobarlo, acercando el más y se agachó, poniéndose casi pegada la nariz, diciendo que el olor era espectacular. Yo tenía la cabeza de mi mujer con la mía y me impedía ver, pero ella me decía que se había agachado, y que ahora les estaba mirando. Ella respiraba cada vez más fuerte, joder, a lo que pregunté y me dijo que estaba acariciando el costado derecho y estaba subiendo y bajando. Nosotros estábamos follando sin prisas, su coño cada vez sonaba más y mi polla entraba y salía con más facilidad. Al tener mi mujer la cabeza apoyada en mi parte derecha, me impedía moverme, pero me daba un morbo tremendo que me fuese ella comentando o escuchar sus suspiros. Me nombró por mi nombre diciendo joder, me acaba de rozar con un dedo el pezón derecho, joder que gusto, pasando su cabeza al otro lado para que pudiese ver, viendo como le frotaba el pezón. Paré de metérsela y me centré en tocarle la teta izquierda, haciendo lo mismo Julián. La estábamos amasando las tetas como si de elegir fruta se tratará. Julián bajó la cabeza y se puso a lamer el pezón mientras con la mano le pellizcaba. Sentí como mi mujer movía el brazo derecho y escuché a Julián berrear, viendo con mis ojos como empezaba a tocarle los huevos, de muy buen tamaño, pero sin llegar a ser colganderos. Ella seguía encima de mi dándome la espalda, sentada en mis piernas con la polla rozando su coño, mientras Julián había conseguido jugar con las dos tetas, repitiendo que estaba gozando mucho. Su polla no había bajado ningún centímetro, mi mujer seguía acariciando sus huevos pero sin ir a más. Le pidió que siguiera contando la historia y el, decía que la chica le follaba de tal manera que se movía como una serpiente sin prisas, mientras el la comía las tetas como estoy haciendo ahora contigo le decía, mientras juntaba ambas y pasaba la punta de la lengua por los pezones y las tetas viendo como mi mujer se derretía aprovechando el para decirle, pero ella tenía el pollón entre sus piernas. Debías estar gozando mucho, contestando que lo estaba gozando más ahora. Yo había desaparecido de la conversación pero no sabéis lo que ponía escuchar todo. Julián siguió diciendo que la chica era muy experimentada pues sus movimientos y forma de follar, disfrutaba al máximo y se veía perfectamente que disfrutaba estar con una persona mayor que ella. Mi mujer cogió mi polla, la volvío a colocar en el coño y le dijo, así te follaba, pero está vez volvió a alargar el brazo pero para cogerle la polla, empezando a pajearle volviendo él a atacar sus tetas, pero está vez diciendo que si sentía dura su polla, contestando ella que estaba super dura y que nunca había tocado algo tan gordo, pero no sabía si podría entrar en ella. Nunca nadie me había puesto la polla tan dura, mira que he follado con tías calientes, pero esto es lo más, nunca había vivido nada parecido. Nunca habías fantaseado con un trio, contestando el que nunca lo hubiese imaginado hacerlo real. Le dijo si le gustaría comerle el coño mientras yo la follaba, contestando que era algo muy fuerte pues en algún momento podría chupar mi polla. No tengas prejuicios y disfruta, nosotros ya hemos pasado esa etapa y disfrutamos mucho. Era una conversación de barra de bar pero follando, pues el preguntó si no era la primera vez que hacíamos algo así y dijimos que no. El no paraba de decir "esto es muy fuerte" mientras mi mujer seguía con tocándole. Era algo que estábamos haciendo sin prisas, pues ella se movía sobre mi polla de manera lenta y metiéndose solo la mitad. Mi mujer cada día me sorprendía más, si bien tuve que ser yo quien metiese en su cabeza las fantasías de hacer tríos, estaba claro que estaba llegando al máximo de su disfrute de la realidad. Se volvió a sacar la polla del coño, se llevó su mano al coño, le abrió y mirando a Julián a los ojos le preguntó si se iba a perder el probar eso. El llevó su mano hasta el interior del muslo sin llegar a tocar el coño, rozaba mi pierna mientras la acariciaba. Cogió mi mujer la mano que tenía en el coño y le dijo prueba, metiendole los dedos en la boca. Ahí el dijo, ábrete bien, agachándose y metiendo la cabeza en su coño, el cual empezó a comer porque ella empezó a suspirar y a decir que bien lo haces joder. El no paraba de comer mientras mi mujer cogió mi polla y al lado de su cabeza se puso a pajearme, diciéndome que lo estaba haciendo muy bien. Sentia mi polla rozando su cabeza mientras mi mujer cada vez gemia más, expresando que le estaba encantando, me está follando con la mano, no paraba de gemir, pidiendo más y Julián ahí le decía, te gusta, lo que te querías perder. Mi mujer le apartó y le dijo que siguiera chupando alrededor de mi polla los labios vaginales y se entretuvo con su clítoris, lo que dijo mi mujer que parase que se corría. Mi mujer se quitó de encima de mi y, sentándose al lado mío, este se acercó y empezó a pajearle con la polla prácticamente en la cara de ella. Me cogió la mano y la llevó a sus huevos, que cuando se los toque los tenía super duros y, ahí el explotó pidiendo que le comiese la polla, que le iba a reventar la polla. Se cogió la polla y se la restregó por los labios, sin ella hacer el intento de abrir la boca. Yo estaba en una burbuja, ya había certificado durante este verano la consolidación de hacer tríos más allá de nuestro amigo.
La cogió la cara con la otra mano y poniéndola en la mandíbula de ella, la dijo, vamos cariño, abre esa boquita, así, ves como te gusta, que gustazo ver cómo te entra, así preciosa, cometela. Se la estuvo comiendo durante 5 minutos en los que yo estuve jugando con su coño, ya no podíamos más, estábamos en el limite y queríamos corrernos, llevábamos cerca de dos horas metidos en la habitación y el placer nos superaba. Mi mujer dijo que necesitaba terminar y pasamos a la cama. Se colocó encima de ella y mi mujer le pidió de ponerse un preservativo. Me pidió cogerle uno indicandome que tenía en la maleta y la tenía en el baño. Estaba en ello cuando escuché a mi mujer decir "para joder, para para para, que haces, y entre tanto empezar a gemir". Al salir vi como el movía la polla a lo largo de su coño y cuando ella decía para, me enteré que era por qué la estaba metiendo el capullo. Se colocó el preservativo y volvió a la operación mientras ella le decía que fuera despacio. Se la fue metiendo y el no paraba de decir, mira como te entra, estás super húmeda y te la comes sin problema. Estaba metiendo y sacando despacio y hasta la mitad hasta que ella le dijo de repente, follame más fuerte, dame más, más, como entras joder, que gusto, como necesitaba follar. Lógicamente el se vino arriba y empezó a darle fuerte diciéndole, toma polla, como te entra, pensaba que te iba a costar más. Le paró y me pidió que la follase. Se puso ella encima y me empezó a follar moviéndose en círculo y no aguante ni 5 minutos. Julián mientras estaba acariciando a mi mujer. Se colocó encima de el y le hizo lo mismo que a mí, pidiéndole que le comiese las tetas. Mi mujer se llevó una mano al clítoris y Julián le amasaba y chupaba los pezones. Ahí empezó un diálogo guarro en el que ella le decía, "follame más deprisa, muevete, haz que me sienta muy zorra, así joder, más, que polla tienes cabron, soy tu puta, sigue, así" todo esto sin parar de moverse y levantarse para sacarla casi entera y el pegar trallazos. Julián ahí sacó el animal que llevamos dentro, la puso a cuatro patas, colocó el pollón y de un golpe se la metió, dándole rápido, en el que la decía, "así te gusta zorra, esto es lo que quieres, follarte con a una puta, mi puta, tocate así zorra, y zas, cachetada en el culo, no veas cómo chillaba la chica que te contaba antes, la puse como te tengo a ti, empapada y pidiendo más. Yo estaba viéndoles y tenía la polla de nuevo y se la iba a poner en la boca cuando explotó corriendose mientras el seguía traladrandola. Se sacó la polla y quitándose el preservativo mi mujer se tumbó y el empezó a correrse sobre sus tetas, restregando toda la corrida por sus tetas.
Esto es lo más que he hecho en mi vida, ha sido puro morbo y no se me ha bajado en ningún momento, sois la leche. Le dije que si se venía al día siguiente con nosotros a ver Logroño y tomar unas cañas y, así le contabamos como habíamos llegado a este punto de complicidad y libertad.