Tuya

TUYA

Nuevo miembro
Desde
4 May 2025
Mensajes
4
Reputación
16
Llevas unos días mal durmiendo y se te nota el cansancio al llegar el medio día, estamos en agosto y detestas tanto calor, en esto somos totalmente polos opuestos. Comes algo rápido y te acuestas un rato, necesitas dormir y cuando llego a casa te veo totalmente relajado y descansando, me encanta verte y últimamente anhelo mucho tenerte conmigo y aunque para mi con el aire hace frío me desvisto quedándome solo con el tanga y tumbandome a tu lado pero sin llegar a tocarte para dejarte descansar. Apenas pasan unos segundos antes de que notes mi presencia a tu lado por lo que aun dormido me abrazas y atraes hacia ti, haces que el mundo se reduzca a tus brazos y no importe nada más.

- La cama sin ti no es tan cómoda.
- Calla y vuelve a dormirte.

Notar como aprietas mi cuerpo contra el tuyo hace que pierda el frío al instante, besas mi cuello y te respondo besando tu mano, la cual acaba descansando sobre mi pecho desnudo y nos sumimos en una profunda siesta.

No es que sea demasiado larga pero te permite descansar y a mi gozar de tus brazos. Noto que estás empalmado contra mi culo y aunque aún estamos medio dormidos la temperatura de la habitación empieza a subir y me acerco todavía un poco más a ti.

- Eres mala
- Y tú eres mío

Hago sutiles movimientos circulares rozandome contra ti y pudiendo notar como cambia tu respiración, se que te cuesta creerlo pero tu voz y tus gemidos consiguen encenderme sin que me toques. Tengo toda la piel de gallina por el contraste del calor de tus manos a mi fría piel, me besas el cuello mientras me acaricias el pezon haciéndolo endurecer y no puedo evitar girar la cara buscando tus labios, no es la forma más cómoda de besarte pero no me importa con tal de hacerlos míos, empiezo besándote despacio, rozando el labio inferior con mi lengua y deseando que tú seas mío en todo el sentido de la palabra. Tu mano desciende por mi cuerpo hasta llegar a la goma de mi tanga pero no me lo quitas, simplemente lo retiras un poco y como siempre notas que mi cuerpo ha respondido a ti como dueño suyo que eres.

- Cielo, me vuelves loca.

Empapas tus dedos de mi y te los llevas a la boca.

- Deliciosa.

Aprovecho para girar entre tus brazos y quedarme mirándote.

- Hola
- Hola. -Te respondo con una sonrisa

Me atraes como un imán, eres una droga de la que no quiero desengancharme, nos besamos con calma, sin prisa, disfrutando de cada segundo que no habíamos pasado juntos y tanto mi tanga como tu boxer desaparecen de nuestros cuerpos para volver a estar frente a frente. Llevas mi pierna sobre tu cadera y me acaricias desde el culo hasta la parte trasera de la rodilla, nuestras bocas son un nudo de lenguas y bufidos y llevas la punta de tu polla hacia mi coño y aunque no haces por entrar me haces la promesa de que cada milímetro estará en mi interior y no tardará demasiado, me rozas, me tientas y me provocas con una calma experta que no se de donde demonios sacas, aprovecho para acariciatela y restregarme contra ella. Mi humedad está por toda tu polla y aunque deseas entrar puede que no sea el mejor ángulo en este instante y me dedico a esparcir nuestra humedad por toda la longitud de esta.

De forma certera rotas hacia el lateral haciendo que acabe a horcajadas sobre ti haciendo que mi falsa creencia de poder sobre ti crezca. Te miro y estudio cada uno de tus rasgos, tus facciones y tu expresión, hoy no tengo ninguna prisa por follarte pero me consume el ansiedad de hacerte mío.

- Te necesito. -las palabras escapan de mis labios sin poder contenerme
- Sabes que no estás lista, no vas a poder meterte tu polla, sigues teniendo el coño muy apretado.

No ceso en mi empeño y te guio hacia mi interior, despacio, sintiéndote no tengo ninguna prisa mientras tus manos recorren toda mi espalda y aunque es verdad que de primeras no entras parece que mi cuerpo está totalmente hecho a ti y se moldea a tu grosor con una facilidad y rapideza asombrosa lo cual nos arranca un pequeño gemido.

- Eres mía, mi coñito siempre está dispuesto para mí.

Me hace gracia no puedo evitarlo pero esque es verdad, mi cuerpo esta diseñado para tu disfrute como si estuviera hecho a medida. Pequeños movimientos arriba y abajo, centímetro a centímetro vas entrando en mi interior hasta que das una estocada final entrando completamente en mi interior, eso nos hace gemir en los labios del otro, me separas y aprietas las nalgas y conforme me recupero de tu embiste retomo el movimiento esta vez teniéndote de por completo en mi interior y con movimientos lentos y circulares lo que hace que tu hagas impuso con tus propias piernas y me lleves la mano al pecho. Te incorporas y te quedas sentado, así es casi más placentero, puedo tenerte más cerca y mis manos pasan a tu espalda haciendo que nos acompasemos en nuestras subidas y bajadas haciendo que nuestro placer llegue a ser doloroso y nuestras ansias van apoderandose de nuestra cordura.

Me repatea como se ha iniciado esto, no he podido lamerte y me gusta hacer que te corras tu primero con mis caricias,con mi lengua y prestando el 100% de mi atención en ti pero hoy las cosas han surgido diferentes. Puedo sacarte casi por completo de mí pero me quedo a la altura del glande y vuelvo a hacerte entrar en distintas profundidades. Cada vez noto que estoy más cerca de necesitar poder desahogarme y muy a mi pesar una de las veces te saco de por completo de mí, necesito relajarme y sin dejar que cambies de postura y arrodillada entre tus piernas disfruto de nuestro sabor, primero pasando la lengua por toda la punta, rodeandola, besandola y acariciandola, luego entreteniendome en ese punto tansensible para jugar con mi pendiente.

- Hostia mi niña, como te gusta devorar tu polla

Te miro y sonrio y te meto entero en el interior de mi boca provocando un espasmo irremediable.

- Quiero que disfrutes
- ¿Más?
- Mucho más, hasta que mi leche inunde mi boca.

Sigo lamiendo y succionando, provocando y tentando, llevándote a un orgasmo que ansío más yo que tú pero cuando noto como te contraes paro, te miro y te beso el tiempo justo para que mi tiempo de controlarte se me acabe y ahora eres tu quien está sobre mí, me mordisqueas el pezon mientras tus dedos hacen maravillas sobre mi clitoris, he aprendido a no resistirme a ti y sigues tu camino acabando con tu boca en el interior de mis muslos. La barba me roza y aunque no lo creí haces que este momento sea un verdadero placer que cada día me gusta más, me acaricias despacio con la lengua, degustas sin prisa y engulles a placer, mis nudillos están blancos de apretar el colchón y todos mis nervios están saturados de placer.

En ese instante paras y te alzas

- Girate

Te obedezco sin rechistar y noto como calculas el ángulo para entrar en mí, en un instante noto la presión de tu polla en mi entrada y sin ningún tipo de prisa empiezas a invadirme milímetro a milímetro, ya me he adaptado a ti pero aún así siempre me sorprendes, tu mano en mi cadera propina un pequeño azote mientras que la otra empieza a acariciarme.

- Joder cielo, estoy perdiendo el control. - no se como hemos llegado a esto pero siempre haces que me corra, hasta de la forma que nunca lo hice.

- Aguanta un poco más nena, déjanos disfrutar.

Intento hacerte caso pero esto es una deliciosa tortura así que empiezo a buscar yo la profundidad y la fuerza de tus embistes y eso hace que me lleve un azote ya no tan delicado y que busques unas cuantas estocadas mucho más duras haciéndonos gemir y bufar (los vecinos deben de estar hartos de oirme) y de golpe paras y te sales.

- Tumbate antes de que me arrepienta.

Vuelvo a provocar que me embistas y hace que sueltes un gemido más intenso.

- O te tumbas o hago que te corras en mi boca.

Decido hacerte caso pero antes de acomodarme te introduzco entre mis labios, lamo y hago con tu polla mi placer.

-Que cabrona eres

Me empujas hacia atrás y paso cada una de mis piernas por cada lado de tus caderas y tu en lugar de tumbarte sobre mi te quedas mirándome, me estoy muriendo de vergüenza me siento expuesta y aunque se que tú me miras de una forma distinta bajo la mirada pues mis miedos siempre están presentes.

- Mírame.

Llevas tus dedos a mi interior recogiendo parte de la humedad que has provocado, la llevas a tus labios y empiezas a masturbarte con mi jugo, haces que mi respiración se entrecorte de ver tu deseo.

Te colocas sobre mi y estoy deseando tenerte en mi interior pero tú hoy pareces haber detenido el tiempo. Me besas, me derrites entre tus labios y mis muslos cada vez te aprietan más, no quiero que el momento acabe, necesito que seas siempre mío. Tu boca me tortura los labios, el cuello y todo lo que encuentra a su alcance, el roce de tu polla empieza a ser doloroso por la necesidad.

- Por favor, por favor... ¡follame!
- ¿Me estás suplicando?

No te lo digo pero si lo gesticulo, sí, te estoy suplicando. Buscas una mejor posición y clavas sutilmente tus rodillas en mis laterales lo cual es genial para que yo pueda abrazarte con mis piernas y entras de una sin ningún problema provocando que del placer me medio incorpore contra tu pecho y tú te hundas en mi cuello. No voy a dejarte salir de aquí, no sabes cuanto he deseado esto y lo que me haces sentir, relajas la postura y el movimoento, la forma de besarnos es mucho más profunda, acarició tu lengua con la mía, te clavo las uñas en la espalda y con mis pies aprieto tu cadera para que no quepa ni aire entre nosotros. Esto es mucho más sentimental que pasional, has hecho que mi mundo cambie y el sexo ahora es algo fundamental, tu movimiento es lento y exquisito pero ya no puedo aguantar más y entre gemidos y la falta de aire que me provoca estar besándote noto como mis muslos empiezan a temblar.

- Por favor cielo no pares.

Te tomas mi súplica como una orden y estallo, mis muslos tiemblan y mi coño se contrae a tu alrededor haciendo que seas tú quien empieza a perder el control y tus gemidos son más guturales. Noto cada una de tus oleadas de placer mezclándose con las mías y como cada chorro que emites calienta mi interior.

TUYA
 
Maravilloso relato. No he podido para de leer. Y eso no es sencillo. Muy intenso y cotidiano. Inevitable las ganas de follarte.

Me encanta tu nick.

Te leo.
 
Llevas unos días mal durmiendo y se te nota el cansancio al llegar el medio día, estamos en agosto y detestas tanto calor, en esto somos totalmente polos opuestos. Comes algo rápido y te acuestas un rato, necesitas dormir y cuando llego a casa te veo totalmente relajado y descansando, me encanta verte y últimamente anhelo mucho tenerte conmigo y aunque para mi con el aire hace frío me desvisto quedándome solo con el tanga y tumbandome a tu lado pero sin llegar a tocarte para dejarte descansar. Apenas pasan unos segundos antes de que notes mi presencia a tu lado por lo que aun dormido me abrazas y atraes hacia ti, haces que el mundo se reduzca a tus brazos y no importe nada más.

- La cama sin ti no es tan cómoda.
- Calla y vuelve a dormirte.

Notar como aprietas mi cuerpo contra el tuyo hace que pierda el frío al instante, besas mi cuello y te respondo besando tu mano, la cual acaba descansando sobre mi pecho desnudo y nos sumimos en una profunda siesta.

No es que sea demasiado larga pero te permite descansar y a mi gozar de tus brazos. Noto que estás empalmado contra mi culo y aunque aún estamos medio dormidos la temperatura de la habitación empieza a subir y me acerco todavía un poco más a ti.

- Eres mala
- Y tú eres mío

Hago sutiles movimientos circulares rozandome contra ti y pudiendo notar como cambia tu respiración, se que te cuesta creerlo pero tu voz y tus gemidos consiguen encenderme sin que me toques. Tengo toda la piel de gallina por el contraste del calor de tus manos a mi fría piel, me besas el cuello mientras me acaricias el pezon haciéndolo endurecer y no puedo evitar girar la cara buscando tus labios, no es la forma más cómoda de besarte pero no me importa con tal de hacerlos míos, empiezo besándote despacio, rozando el labio inferior con mi lengua y deseando que tú seas mío en todo el sentido de la palabra. Tu mano desciende por mi cuerpo hasta llegar a la goma de mi tanga pero no me lo quitas, simplemente lo retiras un poco y como siempre notas que mi cuerpo ha respondido a ti como dueño suyo que eres.

- Cielo, me vuelves loca.

Empapas tus dedos de mi y te los llevas a la boca.

- Deliciosa.

Aprovecho para girar entre tus brazos y quedarme mirándote.

- Hola
- Hola. -Te respondo con una sonrisa

Me atraes como un imán, eres una droga de la que no quiero desengancharme, nos besamos con calma, sin prisa, disfrutando de cada segundo que no habíamos pasado juntos y tanto mi tanga como tu boxer desaparecen de nuestros cuerpos para volver a estar frente a frente. Llevas mi pierna sobre tu cadera y me acaricias desde el culo hasta la parte trasera de la rodilla, nuestras bocas son un nudo de lenguas y bufidos y llevas la punta de tu polla hacia mi coño y aunque no haces por entrar me haces la promesa de que cada milímetro estará en mi interior y no tardará demasiado, me rozas, me tientas y me provocas con una calma experta que no se de donde demonios sacas, aprovecho para acariciatela y restregarme contra ella. Mi humedad está por toda tu polla y aunque deseas entrar puede que no sea el mejor ángulo en este instante y me dedico a esparcir nuestra humedad por toda la longitud de esta.

De forma certera rotas hacia el lateral haciendo que acabe a horcajadas sobre ti haciendo que mi falsa creencia de poder sobre ti crezca. Te miro y estudio cada uno de tus rasgos, tus facciones y tu expresión, hoy no tengo ninguna prisa por follarte pero me consume el ansiedad de hacerte mío.

- Te necesito. -las palabras escapan de mis labios sin poder contenerme
- Sabes que no estás lista, no vas a poder meterte tu polla, sigues teniendo el coño muy apretado.

No ceso en mi empeño y te guio hacia mi interior, despacio, sintiéndote no tengo ninguna prisa mientras tus manos recorren toda mi espalda y aunque es verdad que de primeras no entras parece que mi cuerpo está totalmente hecho a ti y se moldea a tu grosor con una facilidad y rapideza asombrosa lo cual nos arranca un pequeño gemido.

- Eres mía, mi coñito siempre está dispuesto para mí.

Me hace gracia no puedo evitarlo pero esque es verdad, mi cuerpo esta diseñado para tu disfrute como si estuviera hecho a medida. Pequeños movimientos arriba y abajo, centímetro a centímetro vas entrando en mi interior hasta que das una estocada final entrando completamente en mi interior, eso nos hace gemir en los labios del otro, me separas y aprietas las nalgas y conforme me recupero de tu embiste retomo el movimiento esta vez teniéndote de por completo en mi interior y con movimientos lentos y circulares lo que hace que tu hagas impuso con tus propias piernas y me lleves la mano al pecho. Te incorporas y te quedas sentado, así es casi más placentero, puedo tenerte más cerca y mis manos pasan a tu espalda haciendo que nos acompasemos en nuestras subidas y bajadas haciendo que nuestro placer llegue a ser doloroso y nuestras ansias van apoderandose de nuestra cordura.

Me repatea como se ha iniciado esto, no he podido lamerte y me gusta hacer que te corras tu primero con mis caricias,con mi lengua y prestando el 100% de mi atención en ti pero hoy las cosas han surgido diferentes. Puedo sacarte casi por completo de mí pero me quedo a la altura del glande y vuelvo a hacerte entrar en distintas profundidades. Cada vez noto que estoy más cerca de necesitar poder desahogarme y muy a mi pesar una de las veces te saco de por completo de mí, necesito relajarme y sin dejar que cambies de postura y arrodillada entre tus piernas disfruto de nuestro sabor, primero pasando la lengua por toda la punta, rodeandola, besandola y acariciandola, luego entreteniendome en ese punto tansensible para jugar con mi pendiente.

- Hostia mi niña, como te gusta devorar tu polla

Te miro y sonrio y te meto entero en el interior de mi boca provocando un espasmo irremediable.

- Quiero que disfrutes
- ¿Más?
- Mucho más, hasta que mi leche inunde mi boca.

Sigo lamiendo y succionando, provocando y tentando, llevándote a un orgasmo que ansío más yo que tú pero cuando noto como te contraes paro, te miro y te beso el tiempo justo para que mi tiempo de controlarte se me acabe y ahora eres tu quien está sobre mí, me mordisqueas el pezon mientras tus dedos hacen maravillas sobre mi clitoris, he aprendido a no resistirme a ti y sigues tu camino acabando con tu boca en el interior de mis muslos. La barba me roza y aunque no lo creí haces que este momento sea un verdadero placer que cada día me gusta más, me acaricias despacio con la lengua, degustas sin prisa y engulles a placer, mis nudillos están blancos de apretar el colchón y todos mis nervios están saturados de placer.

En ese instante paras y te alzas

- Girate

Te obedezco sin rechistar y noto como calculas el ángulo para entrar en mí, en un instante noto la presión de tu polla en mi entrada y sin ningún tipo de prisa empiezas a invadirme milímetro a milímetro, ya me he adaptado a ti pero aún así siempre me sorprendes, tu mano en mi cadera propina un pequeño azote mientras que la otra empieza a acariciarme.

- Joder cielo, estoy perdiendo el control. - no se como hemos llegado a esto pero siempre haces que me corra, hasta de la forma que nunca lo hice.

- Aguanta un poco más nena, déjanos disfrutar.

Intento hacerte caso pero esto es una deliciosa tortura así que empiezo a buscar yo la profundidad y la fuerza de tus embistes y eso hace que me lleve un azote ya no tan delicado y que busques unas cuantas estocadas mucho más duras haciéndonos gemir y bufar (los vecinos deben de estar hartos de oirme) y de golpe paras y te sales.

- Tumbate antes de que me arrepienta.

Vuelvo a provocar que me embistas y hace que sueltes un gemido más intenso.

- O te tumbas o hago que te corras en mi boca.

Decido hacerte caso pero antes de acomodarme te introduzco entre mis labios, lamo y hago con tu polla mi placer.

-Que cabrona eres

Me empujas hacia atrás y paso cada una de mis piernas por cada lado de tus caderas y tu en lugar de tumbarte sobre mi te quedas mirándome, me estoy muriendo de vergüenza me siento expuesta y aunque se que tú me miras de una forma distinta bajo la mirada pues mis miedos siempre están presentes.

- Mírame.

Llevas tus dedos a mi interior recogiendo parte de la humedad que has provocado, la llevas a tus labios y empiezas a masturbarte con mi jugo, haces que mi respiración se entrecorte de ver tu deseo.

Te colocas sobre mi y estoy deseando tenerte en mi interior pero tú hoy pareces haber detenido el tiempo. Me besas, me derrites entre tus labios y mis muslos cada vez te aprietan más, no quiero que el momento acabe, necesito que seas siempre mío. Tu boca me tortura los labios, el cuello y todo lo que encuentra a su alcance, el roce de tu polla empieza a ser doloroso por la necesidad.

- Por favor, por favor... ¡follame!
- ¿Me estás suplicando?

No te lo digo pero si lo gesticulo, sí, te estoy suplicando. Buscas una mejor posición y clavas sutilmente tus rodillas en mis laterales lo cual es genial para que yo pueda abrazarte con mis piernas y entras de una sin ningún problema provocando que del placer me medio incorpore contra tu pecho y tú te hundas en mi cuello. No voy a dejarte salir de aquí, no sabes cuanto he deseado esto y lo que me haces sentir, relajas la postura y el movimoento, la forma de besarnos es mucho más profunda, acarició tu lengua con la mía, te clavo las uñas en la espalda y con mis pies aprieto tu cadera para que no quepa ni aire entre nosotros. Esto es mucho más sentimental que pasional, has hecho que mi mundo cambie y el sexo ahora es algo fundamental, tu movimiento es lento y exquisito pero ya no puedo aguantar más y entre gemidos y la falta de aire que me provoca estar besándote noto como mis muslos empiezan a temblar.

- Por favor cielo no pares.

Te tomas mi súplica como una orden y estallo, mis muslos tiemblan y mi coño se contrae a tu alrededor haciendo que seas tú quien empieza a perder el control y tus gemidos son más guturales. Noto cada una de tus oleadas de placer mezclándose con las mías y como cada chorro que emites calienta mi interior.

TUYA
Qué gran debut.

¿Te repatea porque no has podido degustar como a ti te hubiese gustado el rabo de tu hombre? Enloquecerle con tu lengua y escuchar como te suplica que pares? Seguro que se te hace la boca AGUA, al ver su nabo ante ti.

Seguiré con atención, porque intuyo que habrá nuevas entregas.

Enhorabuena!!
 
Última edición:
Qué gran debut.

¿Te repatea porque no has podido degustar como a ti te hubiese gustado el rabo de tu hombre? Enloquecerle con tu lengua y escuchar como te suplica que pares? Seguro que se te hace la boca AGUA, al ver su nabo ante ti.

Seguiré con atención, porque intuyo que habrá nuevas entregas.

Enhorabuena!!
Exactamente, no hay mayor placer que saber hacer gemir a tu pareja hasta el punto de hacerle perder el control, que desee parar su propio placer para que sea el vuestro y que el pendiente de tu lengua sea vuestro único juguete

Mi boca es agua desde que el está presente!

Gracias por los animos
 
Exactamente, no hay mayor placer que saber hacer gemir a tu pareja hasta el punto de hacerle perder el control, que desee parar su propio placer para que sea el vuestro y que el pendiente de tu lengua sea vuestro único juguete

Mi boca es agua desde que el está presente!

Gracias por los animos
"Mi boca es agua desde que él está presente". Esto que dices no puede sonar mejor. Tan bien como lo cuentas. Sabe él que estás escribiendo aquí?
 
Maravilloso relato. No he podido para de leer. Y eso no es sencillo. Muy intenso y cotidiano. Inevitable las ganas de follarte.

Me encanta tu nick.

Te leo.
Que esas ganas nunca falten! Gracias por regalarme unos instantes de tu tiempo para leerlo

No hay nada mejor que poder sentir que tu cuerpo pertenece a otro y ser TUYA

Espero repetir pronto
 

📢 Webcam con más espectadores ahora 🔥

Atrás
Top Abajo