Hoy es tarde de fútbol así que haces planes con tus amigos, os vais al bar a disfrutarlo un rato pues la liga está llegando a su fin y estáis deseando ganarla.
Es hora de la siesta y las mujeres casi que no estamos ni invitadas así que me viene de perlas para hacer un rato el vago en el sofá esperando a que vuelvas eso sí, aun a riesgo de molestarte me paso el rato mensajeandote diciéndote que acabas de salir de casa pero que ya te estoy echando de menos, eso provoca en ti una sonrisa, crees que estoy loca pero es un punto de locura que hace que tu corazón se apriete al leer mi nombre en la pantalla "♡mi loba ♡", como han cambiado las cosas entre nosotros!
Se me esta haciendo la hora y media del partido eterna por lo que me pongo unas mallas y una camiseta de manga corta típica de decathlon en color rosa, vamos a provocarte un poquito y te mando una foto "estar en casa sin ti es una tortura".
Sé en el bar que estás y apenas le quedan 20 minutos al partido, vais ganando sobrados así que no me lo pienso dos veces y voy para allá, reviso donde estas sentado y me pongo en un ángulo donde se que tú me ves pero tus amigos no y empiezo a tentarte y mensajearte "Perdóname por venir pero mis labios te extrañan eso si, no te muevas de tu mesa hasta que acabe el partido, no he venido a molestarte", ves como me paso los dedos por los labios, te miro y juego ligeramente con el pendiente, poco despues vuelvo a escribirte" estoy chorreando el tanga, te necesito", ahí se nota que tu estómago se te ha encogido por la necesidad y tu mirada es incapaz de separarse de mí, haces que sonría y vuelva a escribir " el tanga va a juego con la camiseta". Ese mensaje hace que te de igual el final del partido, te levantas, vienes directo a mí y me besas, me besas con esa pasión tan tuya que hace que arda en deseos y me desespero por tenerte. Pienso en arrastrarte al cuarto de baño, me está consumiendo el deseo y tú lo notas, sabes que estoy ardiendo pero esperas paciente a que decida que hacer y nos vamos, ese baño debe de estar demasiado sucio y se que no voy a poder controlar mis gemidos, te decepciona un poco pero me sigues sin rechistar cuando te cojo de la mano y te llevo hacia la calle.
Cuando llegamos al portal ya no puedo más, te beso, ardo en deseos de besarte y me arrancas un gemido de la garganta, nos metemos en el ascensor y empiezo a abrir los botones de tu camisa sin separar mis labios de los tuyos mientras tus manos me acarician el pecho por debajo de la camiseta y me aprietan contra ti para que pueda percibir el tamaño de tu excitacion. Una vez llegamos a la planta correspondiente no consigo meter la llave
- Como se nota que aquí el que la mete soy yo.
Sonrio.
- Esque tu eres demasiado machito y no te dejas meter nada. Además eso de que seas de tercera edad y las canas hacen que tengas más práctica. - como me gusta hacerte de rabiar cuando apenas pasas los cuarenta-.
- Que tonta eres! Tercera edad te voy a dar yo a ti - me réplicas con ese acento tan tuyo que me vuelve loca.
Abres la puerta, me arrastras hacia dentro y me aplastas entre la puerta y tu cuerpo, me rio, haces que esa parte más infantil de mí esté presente.
Me sigues besando y acariciando sobre la ropa. Joder! Parezco una quinceañera desesperada por el chico que le gusta y no sabe controlarse. Consigo deshacerme de los botones de tu camisa que me quedaban, desabrocho tu vaquero maldiciendo porque ir en chándal de vez en cuando no te vendría mal, me separo de tus labios y te llevo hacia la pared más próxima, me arrodillo ante ti, se que preferirías sentarte pero no puedo esperar más, bajo tus pantalones y te miro la polla aun metida en el boxer .
- Me echabas de menos siempre ahí encarcelada.
Resoplas ante mi comentario, te acaricio sutilmente provocandote un ligero espasmo y te miro a ti mientras bajo el boxer dejándote totalmente desnudo a mi merced. Empiezo dándote pequeños besitos, recorriendo toda su longitud y llegando a los testiculos, lamiendolos y metiendomelos en la boca mientras mi mano empieza a acariciarte
- Joder niña, como me pones.
Sustituyo mi mano por mi lengua recorriendo desde la base hasta la punta haciendo una parada en esa marca verde que nos recuerda a nuestros inicios para que mi pendiente pueda jugar un rato, ya no gimes, ahora bufas, se que tú no llegas a tocarme pero solo de oírte estoy al borde del abismo y tengo que frenar no por ti si no por mí si no te montaré antes de que te corras y no te aguantaré demasiado tiempo.
Parece que lees mi mente y conforme notas que me separo haces que me levante sin dejarme rechistar has leído mi cuerpo tan bien como yo y me besas, vamos hacia la cama sin esperar que directamente me incline sobre ella invitándote a follarme desde ese ángulo que tanto te gusta, sigo apretada pero tras un par de embistes consigues hacerme fondo haciendo que se oiga el rebote de tu cuerpo contra el mío, aceleras, aceleras mucho y haces que apriete el colchón mientras tus manos aprietan mi cadera y dan más de un azote dejandome tatuados tus dedos marcando un ritmo veloz hasta que empiezas a descontrolarte y decides frenar y salir de mí un instante.
- Túmbate - tú no sabes pedir las cosas, directamente las ordenas.
Sin pensarlo demasiado te engaño para no dejar que seas tú el que esté arriba.
-A mí no me de ordenes señor.
Mis manos recorren los rizos de tu pecho hasta llegar nuevamente a tu polla y empiezo a masturbarte lento y esparciendo bien la mezcla de nosotros que la rodea. Te lamo un par de veces para recoger nuestro sabor en mi lengua y me pongo a horcajadas sin llegar a dejarte entrar estoy demasiado caliente y podrías hacer que me corra antes de tiempo pero si me rozo contigo, te veo morderte el labio y eso me da una sutil idea.
El morbo y la excitación es tal que llevo mis dedos bajo tu escrutinio paseándose desde tu pecho, hacia tu cadera, llegando a mi muslo, subiendo hasta mi ingle y recogiendo parte de mi excitación en ellos, no quito mis ojos de tu expresión.
Consigo quedarme a pocos centímetros de tu boca, toco tus labios y después los míos. Eres un animal me coges por la nuca y me pegas a tu boca, el beso sigue excitandome, muerdo tu labio, me separo y entras entero de una haciendo que gima y esconda la cara en tu cuello.
- Joder con el que la tiene normalita.
Subo y bajo unas pocas veces. somos un lío de gemidos y bufidos sin control así que te saco de mi cuerpo. Me alejo de tu boca y retrocedo hasta tener nuevamente tu polla entre mis labios, te la chupo con ansiedad, te meto todo lo que puedo y tus manos ayudan presionando mi cabeza, intentas acariciarte, te miro, te ríes y se te escapa un gemido sabes la inseguridad que crea que me ayudes en esta situación así que la apartas y las levantas en señal de rendición, presionas la almohada con la cabeza al chupartela con mayor intensidad.
- Niña por favor sube y mete tu polla dentro de mi coño para que podamos corrernos juntos.
Dios palabras mágicas no hay nada que desee más pero te miro y no te escucho intensifico los movimientos de mi boca sobre MI polla notando cada movimiento de tus venas y tentandote a correrte.
- ¡Cariño, te he dicho que subas! - que sexy eres dando ordenes!
Vuelvo a montarte, sin miramientos, de una, rápido, con un beso en el que dejo claro lo mucho que te deseo. El orgasmo empieza a contraer tus facciones y no te conformas con follarme, empiezas a masturbarme, claro no vayas a correrte tú sin mí, eso descontrola mis gemidos que altera los tuyos. Correrse contigo es ambrosía de los dioses, me haces la boca y el coño agua, no se que he hecho para merecerte, vuelvo a besarte sin sacarte de mi y sigo con sutiles movimientos en la cadera, no pienses que he acabado contigo pero necesito recuperar un poco de aire y no hay mejor oxígeno que el que absorbo de tu cuello. Esto hace que todo vuelva a empezar, los besos, las caricias, el sexo, los gemidos, tenemos una larga noche por delante.
TUYA
Es hora de la siesta y las mujeres casi que no estamos ni invitadas así que me viene de perlas para hacer un rato el vago en el sofá esperando a que vuelvas eso sí, aun a riesgo de molestarte me paso el rato mensajeandote diciéndote que acabas de salir de casa pero que ya te estoy echando de menos, eso provoca en ti una sonrisa, crees que estoy loca pero es un punto de locura que hace que tu corazón se apriete al leer mi nombre en la pantalla "♡mi loba ♡", como han cambiado las cosas entre nosotros!
Se me esta haciendo la hora y media del partido eterna por lo que me pongo unas mallas y una camiseta de manga corta típica de decathlon en color rosa, vamos a provocarte un poquito y te mando una foto "estar en casa sin ti es una tortura".
Sé en el bar que estás y apenas le quedan 20 minutos al partido, vais ganando sobrados así que no me lo pienso dos veces y voy para allá, reviso donde estas sentado y me pongo en un ángulo donde se que tú me ves pero tus amigos no y empiezo a tentarte y mensajearte "Perdóname por venir pero mis labios te extrañan eso si, no te muevas de tu mesa hasta que acabe el partido, no he venido a molestarte", ves como me paso los dedos por los labios, te miro y juego ligeramente con el pendiente, poco despues vuelvo a escribirte" estoy chorreando el tanga, te necesito", ahí se nota que tu estómago se te ha encogido por la necesidad y tu mirada es incapaz de separarse de mí, haces que sonría y vuelva a escribir " el tanga va a juego con la camiseta". Ese mensaje hace que te de igual el final del partido, te levantas, vienes directo a mí y me besas, me besas con esa pasión tan tuya que hace que arda en deseos y me desespero por tenerte. Pienso en arrastrarte al cuarto de baño, me está consumiendo el deseo y tú lo notas, sabes que estoy ardiendo pero esperas paciente a que decida que hacer y nos vamos, ese baño debe de estar demasiado sucio y se que no voy a poder controlar mis gemidos, te decepciona un poco pero me sigues sin rechistar cuando te cojo de la mano y te llevo hacia la calle.
Cuando llegamos al portal ya no puedo más, te beso, ardo en deseos de besarte y me arrancas un gemido de la garganta, nos metemos en el ascensor y empiezo a abrir los botones de tu camisa sin separar mis labios de los tuyos mientras tus manos me acarician el pecho por debajo de la camiseta y me aprietan contra ti para que pueda percibir el tamaño de tu excitacion. Una vez llegamos a la planta correspondiente no consigo meter la llave
- Como se nota que aquí el que la mete soy yo.
Sonrio.
- Esque tu eres demasiado machito y no te dejas meter nada. Además eso de que seas de tercera edad y las canas hacen que tengas más práctica. - como me gusta hacerte de rabiar cuando apenas pasas los cuarenta-.
- Que tonta eres! Tercera edad te voy a dar yo a ti - me réplicas con ese acento tan tuyo que me vuelve loca.
Abres la puerta, me arrastras hacia dentro y me aplastas entre la puerta y tu cuerpo, me rio, haces que esa parte más infantil de mí esté presente.
Me sigues besando y acariciando sobre la ropa. Joder! Parezco una quinceañera desesperada por el chico que le gusta y no sabe controlarse. Consigo deshacerme de los botones de tu camisa que me quedaban, desabrocho tu vaquero maldiciendo porque ir en chándal de vez en cuando no te vendría mal, me separo de tus labios y te llevo hacia la pared más próxima, me arrodillo ante ti, se que preferirías sentarte pero no puedo esperar más, bajo tus pantalones y te miro la polla aun metida en el boxer .
- Me echabas de menos siempre ahí encarcelada.
Resoplas ante mi comentario, te acaricio sutilmente provocandote un ligero espasmo y te miro a ti mientras bajo el boxer dejándote totalmente desnudo a mi merced. Empiezo dándote pequeños besitos, recorriendo toda su longitud y llegando a los testiculos, lamiendolos y metiendomelos en la boca mientras mi mano empieza a acariciarte
- Joder niña, como me pones.
Sustituyo mi mano por mi lengua recorriendo desde la base hasta la punta haciendo una parada en esa marca verde que nos recuerda a nuestros inicios para que mi pendiente pueda jugar un rato, ya no gimes, ahora bufas, se que tú no llegas a tocarme pero solo de oírte estoy al borde del abismo y tengo que frenar no por ti si no por mí si no te montaré antes de que te corras y no te aguantaré demasiado tiempo.
Parece que lees mi mente y conforme notas que me separo haces que me levante sin dejarme rechistar has leído mi cuerpo tan bien como yo y me besas, vamos hacia la cama sin esperar que directamente me incline sobre ella invitándote a follarme desde ese ángulo que tanto te gusta, sigo apretada pero tras un par de embistes consigues hacerme fondo haciendo que se oiga el rebote de tu cuerpo contra el mío, aceleras, aceleras mucho y haces que apriete el colchón mientras tus manos aprietan mi cadera y dan más de un azote dejandome tatuados tus dedos marcando un ritmo veloz hasta que empiezas a descontrolarte y decides frenar y salir de mí un instante.
- Túmbate - tú no sabes pedir las cosas, directamente las ordenas.
Sin pensarlo demasiado te engaño para no dejar que seas tú el que esté arriba.
-A mí no me de ordenes señor.
Mis manos recorren los rizos de tu pecho hasta llegar nuevamente a tu polla y empiezo a masturbarte lento y esparciendo bien la mezcla de nosotros que la rodea. Te lamo un par de veces para recoger nuestro sabor en mi lengua y me pongo a horcajadas sin llegar a dejarte entrar estoy demasiado caliente y podrías hacer que me corra antes de tiempo pero si me rozo contigo, te veo morderte el labio y eso me da una sutil idea.
El morbo y la excitación es tal que llevo mis dedos bajo tu escrutinio paseándose desde tu pecho, hacia tu cadera, llegando a mi muslo, subiendo hasta mi ingle y recogiendo parte de mi excitación en ellos, no quito mis ojos de tu expresión.
Consigo quedarme a pocos centímetros de tu boca, toco tus labios y después los míos. Eres un animal me coges por la nuca y me pegas a tu boca, el beso sigue excitandome, muerdo tu labio, me separo y entras entero de una haciendo que gima y esconda la cara en tu cuello.
- Joder con el que la tiene normalita.
Subo y bajo unas pocas veces. somos un lío de gemidos y bufidos sin control así que te saco de mi cuerpo. Me alejo de tu boca y retrocedo hasta tener nuevamente tu polla entre mis labios, te la chupo con ansiedad, te meto todo lo que puedo y tus manos ayudan presionando mi cabeza, intentas acariciarte, te miro, te ríes y se te escapa un gemido sabes la inseguridad que crea que me ayudes en esta situación así que la apartas y las levantas en señal de rendición, presionas la almohada con la cabeza al chupartela con mayor intensidad.
- Niña por favor sube y mete tu polla dentro de mi coño para que podamos corrernos juntos.
Dios palabras mágicas no hay nada que desee más pero te miro y no te escucho intensifico los movimientos de mi boca sobre MI polla notando cada movimiento de tus venas y tentandote a correrte.
- ¡Cariño, te he dicho que subas! - que sexy eres dando ordenes!
Vuelvo a montarte, sin miramientos, de una, rápido, con un beso en el que dejo claro lo mucho que te deseo. El orgasmo empieza a contraer tus facciones y no te conformas con follarme, empiezas a masturbarme, claro no vayas a correrte tú sin mí, eso descontrola mis gemidos que altera los tuyos. Correrse contigo es ambrosía de los dioses, me haces la boca y el coño agua, no se que he hecho para merecerte, vuelvo a besarte sin sacarte de mi y sigo con sutiles movimientos en la cadera, no pienses que he acabado contigo pero necesito recuperar un poco de aire y no hay mejor oxígeno que el que absorbo de tu cuello. Esto hace que todo vuelva a empezar, los besos, las caricias, el sexo, los gemidos, tenemos una larga noche por delante.
TUYA
