Un breve relato mochilero: El Takanakuy

Rebeca Inwardly

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Hola. Este texto es un poco tocho pero verás que es ameno y emocionante, y probablemente te sorprenderá.

He tenido la suerte de disponer del tiempo y la oportunidad de viajar por bastantes países. Hoy por hoy apenas me puedo permitir un viajecito al año y ya no me voy a la aventura, digamos que me hice mayor y tengo una familia de la que preocuparme por su seguridad. Pero reconozco que he llegado a ser bastante temeraria e inconsciente. Suerte he tenido, si. No lo digo porque si, muchas veces rememoro y pienso que tengo un ángel de la guarda... o una flor en el culo porque he salido de unas cuantas que a posteriori, desde la frialdad, me ha dado temor.

Y esta mañana viendo YouTube sobre MMA vs Kung Fu, me acordé de esto que conocí en su dia en directo y que me dejó ojiplática. Lo tenía por ahí en una esquina de mi cabeza y no lo había vuelto a rememorar. Pero el caso es que se ma ha ocurrido youtubearlo y... tará! resulta que hay canales dedicados y un montón de videos sobre este asunto, lo cual me ha entusiasmado y me he dado cuenta de que engancha. Mucho, cuidado pues :p



El Takanakuy

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Supongo que algunos ya lo conoceréis, Pero para el que se encuentre con esto de nuevas, ya le digo que se va a sorprender y a echar unas risas. O no. Quiero descubriros una tradición andina que se llama: Takanakuy.

Pero dejadme antes que os cuente como llegué hasta esta tradición porque es curiosa la historia, es bonita y trataré de hacerla corta y entretenida.

Yo solía viajar con mochila, juntaba muchos días entre vacaciones y permisos y compraba solamente un billete de ida, me montaba un mochilón enorme con todo lo que iba a necesitar y marchaba con un destino claro pero sin un rumbo fijo... y sobre la marcha solía ir decidiendo como me movía y lo que quería ver, con muchos cambios de planes, muchos problemas a veces, otras me dejaba llevar, o me sugerían, me invitaban.... tengo miles de anécdotas de decenas de países.

Aquel año solo podía juntar un mes entero corrido en fechas navideñas, y como mis navidades por aquel entonces eran una mierda siempre, con mis padres peleados y mi familia deshecha, pues me encantó la idea de irme a Perú y vivir allí la navidad en soledad (y resultó que pasé la navidad más acompañada y bulliciosa de mi vida). Estás loca! estás loca!... como siempre me decían mis hermanos... cualquier dia te pasa algo por ahi y no sabremos... bla bla bla.

Del vuelo a Lima desde Madrid con la extinta Air Madrid no voy a hablar, porque de 30 dias de viaje, esa ida fue lo peor, "empezó todo bien, no? " :D

Si hubiera interés, podría crear un hilo sobre viajar con mochila, consejos e historias. Porque tiene sus claves. Aquí abajo os muestro el contenido de mi mochila a Perú:

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😂 ...bueno digamos que es una imagen basada en hechos reales, como aquellas pelis de sobremesa.

Perú en si mismo, y durante un mes entero da para varios posts, así que aquí no hablaré de todo lo que se puede ver allí, o comer, o como es trasladarse en servicios públicos... es apasionante, pero hoy quiero mostraros solo el Takanakuy.

El caso es que llevaba ya unos días por Peru, había ido de Lima hacia el sur, mi intención era recorrerlo circularmente, subir al huascarán, visitar el Titikaka, ver macchupicchu y subir al norte, Chiclayo, el amazonas... bueno, lo conseguí, me salió bastante como quería. En ese recorrido hacia el sur pasé por Nazca, Paracas, Pachacamac, Ica y digamos que el inicio hacia los andes implicaba pararse en Arequipa porque empezaba el proceso de aclimatación de altura y porque me interesaba conocer esa ciudad.

Y coincidió con las fechas de nochebuena y Navidad así que me quedé un poco "atrapada" en Arequipa, lo cual estaba muy bien porque es una pequeña ciudad con todos los servicios, segura, gente amable, agradable clima y buena comida. Digo atrapada porque los festivos no había casi servicios de larga distancia y los pocos que había tenían todas las butacas vendidas y aunque mi pretensión era pasar la navidad en aguas calientes, desde Cuzco y ver macchupichu esos días, bañarme en las aguas termales y cenar en el pequeño hotelito que hay allí siempre lleno de mochileros... pues no pudo ser, porque ya llevaba retraso y no se podía esprintar, por lo que comento de las lineas de bus. Es lo que ocurre cuando vas moviéndote sin un plan cerrado.


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En Arequipa me acogió una señora que era un amor, me vio en la plaza de armas un poco perdida y me ofreció su casa, solía alquilar una sola habitación a mochileros jóvenes y cuando se quedaba vacante se iba a "pescar" a la plaza, era un encanto, se acercaba gentilmente con un pequeño album de fotos y reseñas escritas de otros viajeros, era como una suerte de prematuro y manuscrito trip_advisor :), no era un hospedaje oficial, solo una habitación muy cómoda, podías usar su ducha y ella preparaba las comidas que quisieras, fundamentalmente el desayuno. Todo por muy pocos soles. Digamos que se convirtió en mi mamá peruana durante unos días. Lamentablemente esta señora falleció hace un par de años, ya muy mayor, según me contó su hijo por una infección pulmonar. Y estoy segura de que Dios debe de tenerla a su lado preparando anticuchos con sabor celestial, porque era todo honestidad y puro amor. Se me inundan los ojos juerr, y esto debía de ser divertido Rebeca!!!!

Reconozco que estaba algo inquieta por las fechas, porque aquella señora me tenía en su casa, y bueno, eso eran fechas para estar en familia, no? Pues si, Así era, y Cecilia tenía una familia enorme! Así que me dice: "Oye Rebeca, yo confío en ti y este ya has visto que es un barrio seguro y los vecinos van a cuidar de ti, pero yo tengo que irme con mi hijo a su casa, a pasar la nochebuena y el día de navidad con mi familia, que vienen todos. Así que te puedes quedar sola o venirte con nosotros."
Y yo me quedé sin saber muy bien que responder, porque ninguna de las ideas me atraía, quedarme sola en aquella casa enorme en un suburbio de Arequipa no me hacía ninguna gracia, y marchar de "parásito" a pasar una festividad íntima con esa familia... pues tampoco.

- " Vente Rebeca, que a mi mamá le hace mucha ilusión tenerte con nosotros, y los chiquillos lo van a pasar muy bien contigo" - Me dijo el hijo poniendo su mano en mi hombro.

Yo contesté que no quería ser una molestia y entonces Cecilia sentención con una risotada.


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La Navidad en Perú se celebra por todo lo alto, es un evento muy familiar pero importante y la gente gasta, el dispendio en decoración, fiestas, comida y ROPA! no es pequeño, no... y bueno, a mi me pilló allí con mi ropa de mochilera donde no había metido nada elegante ni adecuado para esa cena, tampoco estuvo nunca en mis planes, ni lo pensé camino de Cerro Colorado donde se reuniría la familia aquella noche. Menuda cagada Rebeca :(

Así que celebré la nochebuena con la familia de mis anfitriones, vestida como Dora Exploradora y rodeada de más de 20 personas que iban como si cenaran con el capitán del Titanic. Al principio fue bochornoso, un poquito, sobretodo porque no le entré muy fácil a una nuera que me miraba de arriba abajo todo el tiempo :D Pero bueno, Cecilia me sentó junto a ella y me trató como a su hija, fue un momento hermoso. Cecilia era una mujer muy parecida a Mercedes Sosa, la cantautora de maravillosas melodías, no puedo evitar acordarme de ella cuando alguna canción suena o leo sobre esa mujer de tanto coraje, como Cecilia al fin y al cabo. Y sobretodo porque (no llores otra vez Rebe, zorra) le encantaba una canción que se la escuché una vez, ella se ponía su musiquita y yo me embelesé escuchando esto lejano, entre las paredes de su casa.

Dejo aquí mi canción favorita, a tu memoria Cecilia ❤️ Gracias por todo cielo.


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La cena fue espectacular, una colección de platillos típicos que eran unos más sabrosos que otros, el pan era recién horneado con leña, Cecilia hizo sus maravillosos anticuchos a la brasa y su nuera mayor, la anfitriona preparó auténticos manjares que no recuerdo la mayoría, pero comí ceviche, una sopa alucinante que repetí a posteriori, de madrugada :p , patatas a la huancaína inolvidables, una especie de carne mechada sobre unas tortillas que bueno... bffff. Y los postres, ay dios, que dulces! Picantones recién fritos, que crujían dulces con un corazón tierno y jugosamente caliente, aromas de canela... y alfajores de una crema que era como dulce de leche pero tibio y delicioso.. y lo llamaban manjar!!!! me decían: quieres manjar? y yo: otro más? :D

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El resto de la noche que fue larga y divertida, entre villancicos locales, historias, chismes y juegos con los críos que durante un rato me tuvieron tirada en el suelo enseñándome cada uno sus juguetes y sus cuentos, sus libretas... todos demandaban mi atención y estuve por ellos, tan agradecida. Aquella es la única noche en toda mi vida donde he vivido el espíritu navideño, el de verdad, el que en occidente quieren cargarse. Y lo viví con una familia a la que no pertenecía, por puro altruismo, por amor al prójimo, puro y auténtico amor fraterno. Es imposible no llorar esos recuerdos, estoy tan agradecida a Cecilia y su familia, por todo.

El desayuno se sirvió temprano, nadie durmió más de la cuenta la mañana de navidad, el mismo pan delicioso de la tarde anterior, que era una rodaja enorme, con un queso blanco que no recuerdo como lo llamaban, como una especie de queso burgos fresco pero más denso, con choclo, que es una mazorca de maíz enorme, mantequilla, café y mate de coca. El mate de coca es la mejor bebida estimulante que he probado nunca, una bendición.
"Nos vamos a la villa a disfrutar de los festejos" me anunciaron.

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El gentío era abrumador, todo un caos de músicas mezcladas, ruidos de claxons, gente que gritaba en español ininteligible, más música, un speaker que vociferaba en algún lugar y su voz rebotaba en el valle. Era Navidad y se celebraba Takanakuy, algo de lo que nunca escuché hablar antes, ni después de mi viaje tampoco.

Muchísima gente entre gradas, la ladera, sillas de plástico y de pie, alrededor de un campo de hierba y todo muy caótico... pero con su propio orden natural, allí todos sabían lo que tenían que hacer, y aquello me hacía mucha gracia. Pronto me invitaron a un agua ardiente que debía de beber, pues necesitaba tener suerte, me quedaba largo viaje, así que Cecilia se puso muy seria cuando en un principio reusé "no bebo alcohol". Que no? Dos vasos me pimplé :D :D:D


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Y todo aquel ambientillo, mi mate de coca, mi falta de sueño, el agua ardiente y aquel espectáculo pintoresco que no me podía creer... esto es cierto???? me entró una risa que no me podía parar, y no era apropiado porque aquella ceremonia es algo serio, es el momento en el que viejas rencillas se resuelven a puñetazos, da igual, sexo o edad, la gente ser revienta la boca con los puños, patadas y como sea... hay un arbitrio y control para que nadie se haga más daño de la cuenta, eso si, pero las trompadas se escuchaban, y yo, borracha, con cada torta me descojonaba. Y bueno, había gente allí que eran como gestores de aquello y llevaban máscaras de colores, otros llevaban pájaros muertos en la cabeza, sombreros, y me miraban, unos se reían, otros me miraban muy serios.

Cecilia me abrazó contra ella, me tomó la cabeza y ocultó mi rostro en su cuello, con su cabello, y musitaba cosas que no entendía, pero se reía, ella se reía conmigo, porque su cuerpo bailaba al ritmo de mi risa, de mi respiración.

Y daría todo por volver a vivir aquello allí, con ella, exactamente como lo viví.



Pero mejor que lo veáis... vais a flipar :D

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❤️Rebeca​
 
Hola. Este texto es un poco tocho pero verás que es ameno y emocionante, y probablemente te sorprenderá.

He tenido la suerte de disponer del tiempo y la oportunidad de viajar por bastantes países. Hoy por hoy apenas me puedo permitir un viajecito al año y ya no me voy a la aventura, digamos que me hice mayor y tengo una familia de la que preocuparme por su seguridad. Pero reconozco que he llegado a ser bastante temeraria e inconsciente. Suerte he tenido, si. No lo digo porque si, muchas veces rememoro y pienso que tengo un ángel de la guarda... o una flor en el culo porque he salido de unas cuantas que a posteriori, desde la frialdad, me ha dado temor.

Y esta mañana viendo YouTube sobre MMA vs Kung Fu, me acordé de esto que conocí en su dia en directo y que me dejó ojiplática. Lo tenía por ahí en una esquina de mi cabeza y no lo había vuelto a rememorar. Pero el caso es que se ma ha ocurrido youtubearlo y... tará! resulta que hay canales dedicados y un montón de videos sobre este asunto, lo cual me ha entusiasmado y me he dado cuenta de que engancha. Mucho, cuidado pues :p



El Takanakuy

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Supongo que algunos ya lo conoceréis, Pero para el que se encuentre con esto de nuevas, ya le digo que se va a sorprender y a echar unas risas. O no. Quiero descubriros una tradición andina que se llama: Takanakuy.

Pero dejadme antes que os cuente como llegué hasta esta tradición porque es curiosa la historia, es bonita y trataré de hacerla corta y entretenida.

Yo solía viajar con mochila, juntaba muchos días entre vacaciones y permisos y compraba solamente un billete de ida, me montaba un mochilón enorme con todo lo que iba a necesitar y marchaba con un destino claro pero sin un rumbo fijo... y sobre la marcha solía ir decidiendo como me movía y lo que quería ver, con muchos cambios de planes, muchos problemas a veces, otras me dejaba llevar, o me sugerían, me invitaban.... tengo miles de anécdotas de decenas de países.

Aquel año solo podía juntar un mes entero corrido en fechas navideñas, y como mis navidades por aquel entonces eran una mierda siempre, con mis padres peleados y mi familia deshecha, pues me encantó la idea de irme a Perú y vivir allí la navidad en soledad (y resultó que pasé la navidad más acompañada y bulliciosa de mi vida). Estás loca! estás loca!... como siempre me decían mis hermanos... cualquier dia te pasa algo por ahi y no sabremos... bla bla bla.

Del vuelo a Lima desde Madrid con la extinta Air Madrid no voy a hablar, porque de 30 dias de viaje, esa ida fue lo peor, "empezó todo bien, no? " :D

Si hubiera interés, podría crear un hilo sobre viajar con mochila, consejos e historias. Porque tiene sus claves. Aquí abajo os muestro el contenido de mi mochila a Perú:

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😂 ...bueno digamos que es una imagen basada en hechos reales, como aquellas pelis de sobremesa.

Perú en si mismo, y durante un mes entero da para varios posts, así que aquí no hablaré de todo lo que se puede ver allí, o comer, o como es trasladarse en servicios públicos... es apasionante, pero hoy quiero mostraros solo el Takanakuy.

El caso es que llevaba ya unos días por Peru, había ido de Lima hacia el sur, mi intención era recorrerlo circularmente, subir al huascarán, visitar el Titikaka, ver macchupicchu y subir al norte, Chiclayo, el amazonas... bueno, lo conseguí, me salió bastante como quería. En ese recorrido hacia el sur pasé por Nazca, Paracas, Pachacamac, Ica y digamos que el inicio hacia los andes implicaba pararse en Arequipa porque empezaba el proceso de aclimatación de altura y porque me interesaba conocer esa ciudad.

Y coincidió con las fechas de nochebuena y Navidad así que me quedé un poco "atrapada" en Arequipa, lo cual estaba muy bien porque es una pequeña ciudad con todos los servicios, segura, gente amable, agradable clima y buena comida. Digo atrapada porque los festivos no había casi servicios de larga distancia y los pocos que había tenían todas las butacas vendidas y aunque mi pretensión era pasar la navidad en aguas calientes, desde Cuzco y ver macchupichu esos días, bañarme en las aguas termales y cenar en el pequeño hotelito que hay allí siempre lleno de mochileros... pues no pudo ser, porque ya llevaba retraso y no se podía esprintar, por lo que comento de las lineas de bus. Es lo que ocurre cuando vas moviéndote sin un plan cerrado.


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En Arequipa me acogió una señora que era un amor, me vio en la plaza de armas un poco perdida y me ofreció su casa, solía alquilar una sola habitación a mochileros jóvenes y cuando se quedaba vacante se iba a "pescar" a la plaza, era un encanto, se acercaba gentilmente con un pequeño album de fotos y reseñas escritas de otros viajeros, era como una suerte de prematuro y manuscrito trip_advisor :), no era un hospedaje oficial, solo una habitación muy cómoda, podías usar su ducha y ella preparaba las comidas que quisieras, fundamentalmente el desayuno. Todo por muy pocos soles. Digamos que se convirtió en mi mamá peruana durante unos días. Lamentablemente esta señora falleció hace un par de años, ya muy mayor, según me contó su hijo por una infección pulmonar. Y estoy segura de que Dios debe de tenerla a su lado preparando anticuchos con sabor celestial, porque era todo honestidad y puro amor. Se me inundan los ojos juerr, y esto debía de ser divertido Rebeca!!!!

Reconozco que estaba algo inquieta por las fechas, porque aquella señora me tenía en su casa, y bueno, eso eran fechas para estar en familia, no? Pues si, Así era, y Cecilia tenía una familia enorme! Así que me dice: "Oye Rebeca, yo confío en ti y este ya has visto que es un barrio seguro y los vecinos van a cuidar de ti, pero yo tengo que irme con mi hijo a su casa, a pasar la nochebuena y el día de navidad con mi familia, que vienen todos. Así que te puedes quedar sola o venirte con nosotros."
Y yo me quedé sin saber muy bien que responder, porque ninguna de las ideas me atraía, quedarme sola en aquella casa enorme en un suburbio de Arequipa no me hacía ninguna gracia, y marchar de "parásito" a pasar una festividad íntima con esa familia... pues tampoco.

- " Vente Rebeca, que a mi mamá le hace mucha ilusión tenerte con nosotros, y los chiquillos lo van a pasar muy bien contigo" - Me dijo el hijo poniendo su mano en mi hombro.

Yo contesté que no quería ser una molestia y entonces Cecilia sentención con una risotada.


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La Navidad en Perú se celebra por todo lo alto, es un evento muy familiar pero importante y la gente gasta, el dispendio en decoración, fiestas, comida y ROPA! no es pequeño, no... y bueno, a mi me pilló allí con mi ropa de mochilera donde no había metido nada elegante ni adecuado para esa cena, tampoco estuvo nunca en mis planes, ni lo pensé camino de Cerro Colorado donde se reuniría la familia aquella noche. Menuda cagada Rebeca :(

Así que celebré la nochebuena con la familia de mis anfitriones, vestida como Dora Exploradora y rodeada de más de 20 personas que iban como si cenaran con el capitán del Titanic. Al principio fue bochornoso, un poquito, sobretodo porque no le entré muy fácil a una nuera que me miraba de arriba abajo todo el tiempo :D Pero bueno, Cecilia me sentó junto a ella y me trató como a su hija, fue un momento hermoso. Cecilia era una mujer muy parecida a Mercedes Sosa, la cantautora de maravillosas melodías, no puedo evitar acordarme de ella cuando alguna canción suena o leo sobre esa mujer de tanto coraje, como Cecilia al fin y al cabo. Y sobretodo porque (no llores otra vez Rebe, zorra) le encantaba una canción que se la escuché una vez, ella se ponía su musiquita y yo me embelesé escuchando esto lejano, entre las paredes de su casa.

Dejo aquí mi canción favorita, a tu memoria Cecilia ❤️ Gracias por todo cielo.


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La cena fue espectacular, una colección de platillos típicos que eran unos más sabrosos que otros, el pan era recién horneado con leña, Cecilia hizo sus maravillosos anticuchos a la brasa y su nuera mayor, la anfitriona preparó auténticos manjares que no recuerdo la mayoría, pero comí ceviche, una sopa alucinante que repetí a posteriori, de madrugada :p , patatas a la huancaína inolvidables, una especie de carne mechada sobre unas tortillas que bueno... bffff. Y los postres, ay dios, que dulces! Picantones recién fritos, que crujían dulces con un corazón tierno y jugosamente caliente, aromas de canela... y alfajores de una crema que era como dulce de leche pero tibio y delicioso.. y lo llamaban manjar!!!! me decían: quieres manjar? y yo: otro más? :D

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El resto de la noche que fue larga y divertida, entre villancicos locales, historias, chismes y juegos con los críos que durante un rato me tuvieron tirada en el suelo enseñándome cada uno sus juguetes y sus cuentos, sus libretas... todos demandaban mi atención y estuve por ellos, tan agradecida. Aquella es la única noche en toda mi vida donde he vivido el espíritu navideño, el de verdad, el que en occidente quieren cargarse. Y lo viví con una familia a la que no pertenecía, por puro altruismo, por amor al prójimo, puro y auténtico amor fraterno. Es imposible no llorar esos recuerdos, estoy tan agradecida a Cecilia y su familia, por todo.

El desayuno se sirvió temprano, nadie durmió más de la cuenta la mañana de navidad, el mismo pan delicioso de la tarde anterior, que era una rodaja enorme, con un queso blanco que no recuerdo como lo llamaban, como una especie de queso burgos fresco pero más denso, con choclo, que es una mazorca de maíz enorme, mantequilla, café y mate de coca. El mate de coca es la mejor bebida estimulante que he probado nunca, una bendición.
"Nos vamos a la villa a disfrutar de los festejos" me anunciaron.

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El gentío era abrumador, todo un caos de músicas mezcladas, ruidos de claxons, gente que gritaba en español ininteligible, más música, un speaker que vociferaba en algún lugar y su voz rebotaba en el valle. Era Navidad y se celebraba Takanakuy, algo de lo que nunca escuché hablar antes, ni después de mi viaje tampoco.

Muchísima gente entre gradas, la ladera, sillas de plástico y de pie, alrededor de un campo de hierba y todo muy caótico... pero con su propio orden natural, allí todos sabían lo que tenían que hacer, y aquello me hacía mucha gracia. Pronto me invitaron a un agua ardiente que debía de beber, pues necesitaba tener suerte, me quedaba largo viaje, así que Cecilia se puso muy seria cuando en un principio reusé "no bebo alcohol". Que no? Dos vasos me pimplé :D :D:D


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Y todo aquel ambientillo, mi mate de coca, mi falta de sueño, el agua ardiente y aquel espectáculo pintoresco que no me podía creer... esto es cierto???? me entró una risa que no me podía parar, y no era apropiado porque aquella ceremonia es algo serio, es el momento en el que viejas rencillas se resuelven a puñetazos, da igual, sexo o edad, la gente ser revienta la boca con los puños, patadas y como sea... hay un arbitrio y control para que nadie se haga más daño de la cuenta, eso si, pero las trompadas se escuchaban, y yo, borracha, con cada torta me descojonaba. Y bueno, había gente allí que eran como gestores de aquello y llevaban máscaras de colores, otros llevaban pájaros muertos en la cabeza, sombreros, y me miraban, unos se reían, otros me miraban muy serios.

Cecilia me abrazó contra ella, me tomó la cabeza y ocultó mi rostro en su cuello, con su cabello, y musitaba cosas que no entendía, pero se reía, ella se reía conmigo, porque su cuerpo bailaba al ritmo de mi risa, de mi respiración.

Y daría todo por volver a vivir aquello allí, con ella, exactamente como lo viví.



Pero mejor que lo veáis... vais a flipar :D

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❤️Rebeca​
Qué vidas más interesantes has vivido y lo bien 1ue lo relatas cómo si hubiera estado 😍
 
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