Un trio bisexual en una noche de octubre

La visión de dos diosas del sexo lamiéndose las vaginas, excitadas como gatas bajo un sol de primavera era conmovedora y sensual. La hermosa polla de Miguel recobraba toda su vitalidad, dulce, tersa, invitadora. Cambié la piel de Sandra y Andrea por la suavidad pesada de los testículos de Miguel, grávidos y obscenos entre mis dedos.

Él abrió sus piernas para facilitar mis caricias. Me miró, apretó mis pezones entre sus dedos y abrió la boca como para decir algo, pero no pudo articular palabra porque mi lengua ya estaba dentro de ella buscando con la punta su garganta. Me abrazó y rodamos sobre las chicas hasta que él quedo encima de mí y sentí toda la dureza de su extraordinaria verga restregándose en mi pubis.

Sandra, siempre atenta, había tomado el tubo de crema lubricante y extendió una buena cantidad en mi ano y en el glande de Miguel. Y con un movimiento hacia arriba de mis caderas coloqué la punta de su polla en la entrada de mi culo y conseguí metérmela unos centímetros. Paré un momento para disfrutar de ese placer inenarrable que se siente cuando una verga dura y caliente entra despacio en el ano venciendo los músculos que lo rodean. Centímetro a centímetro la divina polla de Miguel entraba en mi culo y me llenaba de un fuego y placer sexual que me ponían a un permanente borde del orgasmo mientras yo abrazaba su espalda y perdía la noción del espacio y el tiempo al ritmo de su penetración.
 
Avanzando el la noche y satisfaciendo los cuerpos, sigue que se pone bueno
 
Mientras Miguel me penetraba, Andrea se sentó sobre mi cara y empecé a lamer su dulce coño aún manchado del carmín de Sandra. El olor de su sexo me embriagaba y el suave tacto del dorado piercing de su clítoris bailando en la punta de mi nariz me excitaba tanto como la polla de Miguel follándome el culo sin piedad.

Aunque parecía imposible, mi excitación con la follada que me estaba regalando Miguel seguía subiendo y me abrazaba con más fuerza a las caderas de Andrea mientras mi lengua viajaba arriba y debajo de su divina rajita.

Al cabo de un tiempo, las embestidas de Miguel se aceleraron e hicieron más violentas, lo que me indicaba que se iba a correr. Dejé de lamer el coño de Andrea y me concentré en el inminente orgasmo de Miguel. Una de las cosas que más gozo me provocan es sentir el mágico momento, sagrado e irrepetible, cuando una una verga dura derrama todo semen dentro de mi culo. Así que agarré fuertemente las nalgas de mi empotrador para que no saliera de mi interior en el momento de correrse.

Le miraba a sus ojos, vidriosos de lujuria, cuando se tensaron todos los músculos de su cuello y sentí como su polla brutal se vaciaba en mi culo en una explosión de semen como la que sólo un chico de diecinueve años puede tener.

Con la verga de Miguel aun arrojando borbotones de esperma en mis entrañas, Sandra se apoderó de mi pene, completamente duro y dispuesto, para masturbarme. Correrme en las manos de Sandra mientras aún tenía la polla de Miguel moviéndose dentro de mí y el divino coño de Andrea en mi boca resultaba una experiencia sublime de placer obsceno y libidinoso que en aquel momento me pareció inigualable para el resto de mi vida.
 
Nos quedamos dormidos los cuatro abrazados en mi cama y cuando desperté los jóvenes se habían marchado y Sandra se vestía con prisa.

- Se nos ha hecho tardísimo, David. Voy a llegar tarde al trabajo – me decía mientras intentaba introducir la mayor parte de sus enormes pechos en un sujetador azul que se resistía a ser abrochado.

Yo aquel día iba a teletrabajar en casa y no tenía tanta prisa en levantarme tras la agitada noche anterior y permanecía en la cama, sintiendo aún el semen de Miguel en mi culo y el olor del coño de Andrea en mi nariz. Sandra, ya vestida, se acercó, me dio un beso en la boca y otro en el glande de mi verga.

- Adiós, David. Llámame pronto – y cerró la puerta tras de sí.

No la volví a verla más. Al salir de mi portal y cruzar la calle, un Audi 4 que aceleró a una velocidad excesiva para evitar el rojo de un semáforo la atropelló y dejó su cuerpo muerto y ensangrentado en frente de la ventana de mi habitación.
 
FIN

Muchas gracias a todos los que en algún momento habéis pasado por aquí

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David777 dijo:
Nos quedamos dormidos los cuatro abrazados en mi cama y cuando desperté los jóvenes se habían marchado y Sandra se vestía con prisa.

- Se nos ha hecho tardísimo, David. Voy a llegar tarde al trabajo – me decía mientras intentaba introducir la mayor parte de sus enormes pechos en un sujetador azul que se resistía a ser abrochado.

Yo aquel día iba a teletrabajar en casa y no tenía tanta prisa en levantarme tras la agitada noche anterior y permanecía en la cama, sintiendo aún el semen de Miguel en mi culo y el olor del coño de Andrea en mi nariz. Sandra, ya vestida, se acercó, me dio un beso en la boca y otro en el glande de mi verga.

- Adiós, David. Llámame pronto – y cerró la puerta tras de sí.

No la volví a verla más. Al salir de mi portal y cruzar la calle, un Audi 4 que aceleró a una velocidad excesiva para evitar el rojo de un semáforo la atropelló y dejó su cuerpo muerto y ensangrentado en frente de la ventana de mi habitación.
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Upssss q cortada de royo David, es en hechos reales ?
 
tetebix dijo:
Upssss q cortada de royo David, es en hechos reales ?
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Bueno, algunas personas con las que he estado sí se parecen bastante a algunos protagonistas. Y alguna experiencia parecida he tenido, pero no así exactamente.

¡Algo hay que dejar a la imaginación!
 
Me gusta imaginar que a alguien, chico o chica, en algún momento del largo relato, sin esperarlo, algo se ha excitado en su cabeza. Y si se ha masturbado y se le ha cruzado algo de esto, pues mejor.
 
Última edición:
Nos ha encantado la historia a mi mujer y a mi! Nos ha dado para tres sesiones de sexo (o sea en tres días) :)
Al igual podrías relatar el funeral, cómo el novio, la madre, los amigos... Vienen todos a la bacanal del entierro hehe... Nosotros encantados con la siguiente historia ;)

Gracias!!!
 
Gracias por lo que dices. Me encanta colaborar a este tipo de cosas, y sobre todo que el relato tenga interés sexual tanto para ellos como para ellas porque está escrito con esa intención a pesar de que va más allá de la heterosexualidad normativa (o a lo mejor precisamente por eso).
 
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