No sé si esto encaja bien en el tema de este post, pero creo que sí. Mi experiencia es de hace unos 15 o 16 años, así que igual el lugar ha cambiado, pero un verano por aquel entonces, cuando estaba en la universidad, participé en un campo de trabajo con otros chicos y chicas de distintos lugares de España. Nos alojábamos en un pueblo muy pequeño, en el que el ayuntamiento habilitó un edificio comunal para que durmiéramos allí las semanas que duró el campo de trabajo. El edificio disponía de lavabos, pero no de duchas, así que al acabar nuestra jornada de trabajo todas los mediodías acudíamos a una especie de parque a la entrada del pueblo en el que había un cobertizo con duchas. El lugar era una zona de acampada libre y habían construido ese cobertizo con baños y duchas para los que allí pararan. La cosa es que el cobertizo era único, no había uno para tíos y otro para tías, y las duchas no eran cabinas, sino que simplemente se separaban unas de otras por unas mamparas lateras lo suficientemente grandes para que no vieras las partes íntimas al de la ducha de al lado, pero las mamparas no llegaban hasta el techo, sino a la altura de cabeza o poco más, de modo que te podías asomar por encima sin mucho esfuerzo. Tampoco tenías puerta, de modo que al salir podías ver perfectamente a los de otras duchas. Y repito que aquello era un cobertizo y excepto una pared que lo separaba de los baños y otra enfrente que era la propia roca del monte, no tenía más. Alguien incluso podría ver algo desde fuera del cobertizo.
Normalmente nos duchábamos por turnos, las chicas primero y los chicos después, pero creo recordar alguna ocasión en que nos metimos mezclados, pero todos (sobre todo ellas) muy pudorosos y bien tapados con la toalla hasta estar bajo la ducha. Sí que recuerdo una ocasión en que, una tarde, yo y otra chica bajamos a otro pueblo a comprar unas botellas para un botellón que íbamos a celebrar esa noche y al volver, como habíamos sudado tanto por el calor, decidimos ducharnos. Uno al lado del otro, solo separados por una mampara no demasiado grande. No le vi nada, pero qué morbazo me dio la situación.
En fin, no sé qué habrá sido de aquel lugar, supongo que si sigue igual se usará poco por ser lugar poco transitado y más que nada en verano.