Ana&Marcos
Miembro muy activo
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Normalmente no sentimos atraídos por las personas que nos resultan familiares, próximas, atractivas y que no son recíprocas. Un conocido cercano, un compañero de trabajo, un familiar ...puede cumplir bastantes de estos requisitos y facilitar la aventura o relación sexual.
Pero no es lo mismo tener cierto tonteo con alguien cercano, del trabajo o un desconocido que pasar a mayores. Los cuernos psíquicos, fantasear e imaginar son gratis y muy común en cualquier pareja. Otra cosa es dar el paso y hacer realidad esa fantasía.
Llegado a este punto lo mejor es hablar de esa fantasía con nuestra pareja, libremente y con total confianza para llegar a un acuerdo de complicidad y evitar malestar y malentendidos.
En nuestro caso fue con un compañero de trabajo de ella. El contacto diario fue creando un clima de confianza y de confidencias que se convirtió en un caldo de cultivo para acabar encontrando algo más que un compañero...
Mi mujer me confesó libremente que fantaseaba e incluso tonteaba con uno de sus compañeros y después de hablarlo tranquilamente decidí consentir que ella cumpliera su fantasía a cambio de que me fuera contando todo, añadiendo complicidad y muchísimo morbo a nuestra relación como pareja.
Que opináis?
Cual es vuestra experiencia?
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Normalmente no sentimos atraídos por las personas que nos resultan familiares, próximas, atractivas y que no son recíprocas. Un conocido cercano, un compañero de trabajo, un familiar ...puede cumplir bastantes de estos requisitos y facilitar la aventura o relación sexual.
Pero no es lo mismo tener cierto tonteo con alguien cercano, del trabajo o un desconocido que pasar a mayores. Los cuernos psíquicos, fantasear e imaginar son gratis y muy común en cualquier pareja. Otra cosa es dar el paso y hacer realidad esa fantasía.
Llegado a este punto lo mejor es hablar de esa fantasía con nuestra pareja, libremente y con total confianza para llegar a un acuerdo de complicidad y evitar malestar y malentendidos.
En nuestro caso fue con un compañero de trabajo de ella. El contacto diario fue creando un clima de confianza y de confidencias que se convirtió en un caldo de cultivo para acabar encontrando algo más que un compañero...
Mi mujer me confesó libremente que fantaseaba e incluso tonteaba con uno de sus compañeros y después de hablarlo tranquilamente decidí consentir que ella cumpliera su fantasía a cambio de que me fuera contando todo, añadiendo complicidad y muchísimo morbo a nuestra relación como pareja.
Que opináis?
Cual es vuestra experiencia?
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