LustySatyr
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En el año 1997, la marca Picaflor aterrizó en Latinoamérica para crear su propia cadena televisiva, como ya existía en los canales por cable de Estados Unidos. Reconocida gracias a su revista para hombres, Picaflor se había convertido ya en los 90 en un enorme emporio erótico que movía cientos de millones de dólares cada año. En su necesidad de expansión, los directivos entendieron que crear canales televisivos en cada región del mundo era una prioridad. Y eligieron Latinoamérica por su gran capacidad de penetración en un sector que estaba todavía germinando en muchos países, el de la producción televisiva. A lo largo de los años, Picaflor TV Latinoamérica se convirtió en un referente gracias también a su alianza con el grupo Boccina, que hacía las veces de productora y enlace en Iberoamérica. Siendo uno de los grupos más potentes de la región, Boccina aupó a Picaflor TV como una de las marcas más importantes del sector. Con contenido erótico tanto exportado como de producción propia, el canal se convirtió en toda una joya, por la profesionalidad de sus encargados.
Estas producciones estaban a la altura de lo que los norteamericanos podían disfrutar, y además, las modelos y actrices escogidas lo daban todo en la pantalla. Durante la primera década de los 2000 se creó un ambiente absolutamente inmejorable para el desarrollo de proyectos propios, con una libertad que pocas veces se puede encontrar en el sector. Boccina permitía a los directores y guionistas fantasear, y nunca mejor dicho, con crear las escenas que siempre soñaron rodar. Producciones propias como las series que tenían mucho de humor, pero también de drama, incluso de telenovela pero, sobre todo, tenían ese punto sensual que las hacía increíblemente seguidas, y que convirtieron a muchas de estas ficciones en inolvidables. Vamos a revisar aquí algunas de estas series.
Estas producciones estaban a la altura de lo que los norteamericanos podían disfrutar, y además, las modelos y actrices escogidas lo daban todo en la pantalla. Durante la primera década de los 2000 se creó un ambiente absolutamente inmejorable para el desarrollo de proyectos propios, con una libertad que pocas veces se puede encontrar en el sector. Boccina permitía a los directores y guionistas fantasear, y nunca mejor dicho, con crear las escenas que siempre soñaron rodar. Producciones propias como las series que tenían mucho de humor, pero también de drama, incluso de telenovela pero, sobre todo, tenían ese punto sensual que las hacía increíblemente seguidas, y que convirtieron a muchas de estas ficciones en inolvidables. Vamos a revisar aquí algunas de estas series.