La historia en general nos demuestra que el hombre siempre está buscando nuevas metas y objetivos, es lo que nos ha hecho siempre avanzar como sociedad desde el principio de los tiempos.
Como hombres siempre queremos dar un paso más, cuando conocemos a una mujer, queremos besaría, tocarla, después desnudarla y follárnosla, es nuestro camino natural y no termina ahí. Después intentas hacer con ella todo lo que está en tu imaginación y lógicamente cada avance es un triunfo personal y un sentimiento de satisfacción el ir sometiéndola a nuestros deseos.
Todos tenemos en mente esos momentos de triunfo y como nuestra excitación aumenta con el nuevo reto desbloqueado, pocas cosas son tan excitantes en el sexo que eso.
Personalmente uno de los más excitantes que recuerdo, es la primera vez que le provoque una arcada en una sesión de sexo oral y como ella se quejó pero siguió cumpliendo mis ordenes con los ojos brillantes, las manos en la espalda y mi mano en su nuca llevando todo mi miembro al interior de su boca hasta que controlo perfectamente su garganta.
A lo que quiero referirme es que durante toda la relación, vas rompiendo barreras y te encuentras con algunas infranqueables y ellas las marcan con bastante firmeza.
Cuando me preguntan que es lo que más me molesta del video se mi mujer con el chico, me transporto a la hora aproximada que estuve charlando con él mientras tomábamos un café antes de llevarlo a estar con ella.
Aunque ya habíamos hablado por correo muchas veces de lo que queríamos de una manera pormenorizada, ese tiempo e chico lo dedico a saber cómo era mi mujer en la cama y cueles eran esas barreras que no debía intentar atravesar porque la premisa fundamental era que ella estuviera cómoda y no tuviera que negarse a nada.
Ya me avisó que era un hombre muy dominante y que habitualmente advertía al marido de la situación para saber si tenía que modular ese rol o tenía el beneplácito del marido de explorar los límites de ella sobre el terreno.
Yo le expliqué a él porque lo había hablado con ella que era lo que no hacíamos y lo que para ella era incómodo de realizar aunque lo hubiera explotado conmigo, ahí estaban los límites y era mi.mujer las que los había marcado con el paso del tiempo.
El chico me dijo que no tenía problemas en en adaptarse pero que si le permitía sacar su lado dominante para ver cuanto era capaz de someterla, para mí no era una petición de poder saltarse en ningún momento los límites, pero dentro del juego quería que la experiencia fuera intensa y no quería limitar al chico.
Las líneas rojas estaban claras, pero evidentemente el chico tenía otra idea en la cabeza y era el escalar la cima todo lo que pudiera. Evidentemente si hablo de traición a la palabra dada por él no estaría mintiendo del todo, pero para un hombre el llegar al siguiente nivel y en una situación de tanta excitación no se le puede echar en cara.
El dolor a mí orgullo y amor propio llega cuando precisamente ahí, cuando duarnte el vídeo vas viendo que eo.camino conduce a acercarse al limite y que ella no levanta ninguna barrera aunque sea de una manera leve. Ves la seguridad de él y la relajación se ella abriendo cada puerta y te das cuenta que ese camino los has andado tú con mucha trabajo y el lo transita sin ningún esfuerzo.
El dolor de estómago se convierte en agudo y deseas algo que no va a suceder, que el se pare o ella lo haga, es algo que la gestualidad corporal se ambos te dicta desde el primer momento.
Es precisamente cuando pasa ese limite, el lo consigue y ves una mueca se satisfacción en su rostro y tu mujer se acomoda a la situación sin un gesto de contrariedad, es más intuyes una leve sonrisa mezclada con gemidos y gestos de placer, te quieres morir y la sensación de traición te supera hasta el dolor físico.
Eso desencadenó todo lo demás y me tuvo el cuerpo desencajado hasta que volví a verla y descargué sobre ella toda mi frustración.
Queda claro que el macho no conoce los límites y si los sabe va a intentar derribarlos, es la naturaleza del hombre y es algo que no sabía que tenía que manejar y asumir.
¿Todos los machos buscan llevar a la mujer a donde nunca lo ha conseguido el marido?...
¿Y están los maridos preparados para eso?
Yo estaba claro que no.
Un saludo.