Yo he jugado muchos años a futbol, pero solo he estado en el fisio con 2 lesiones que tuve. Una cuando tuve una rotura de fibras en el gemelo (nada que destacar de esta experiencia) y otra cuando tuve una lesión en la ingle. De esta si que hay algo que comentar.
Decir que la fisio del equipo, era justo de mi pueblo y era bastante atractiva. Siempre en mallas y marcando culazo. Yo, en esa época, tendría 17 años, vamos, un pardillo virgen todavía, pero siempre he tenido el cuerpo bastante desarrollado para mi edad. Siempre he aparentado más años. Tuve un total de unas 5 - 6 sesiones con ella. El primero, fue un drama, los siguientes ya fueron normales.
El tema es que la primera vez, no sabía que tenía que llevar puesto para el masaje. Un amigo me dijo que llevase calzoncillos slip y así no me haría desnudarme. También me pareció buena idea el hacerme una paja, para ir relajado. Pero se me torció la cosa. Empecé a masturbarme, pero con los nervios, no había manera de correrme. Al final, después de mucho tiempo intentando correrme, era la hora del fisio. No pude ni ducharme. Empecé a buscar los calzoncillos (siempre usaba boxers, llevaba años sin usar slips) y no encontraba ninguno de mi talla. Los slips que encontré, eran de cuando tenía 13 - 14 años y claro, desde entonces, había crecido yo y habían crecido mis partes íntimas. Pero no quedaba otra, tenía que ponérmelos. Por suerte, como no los usaba nunca, estaban como nuevos.
Al llegar, me preguntó que llevaba puesto, le dije que los calzoncillos. Me dijo que estaba bien, pero que la próxima vez, fuera con alguna pantaloneta de las de futbol también. Me ofrecí a ir corriendo, ya que llegaba en 1 minuto corriendo a mi casa, pero me dijo que no, que daba igual. Drama. Nada más empezar a mojar la zona con el aceite, primer roce de su mano con mi pene y eso empezó a coger vida. Por suerte, el slip que tenía a presión, ejercía de barrera para parame en una semi-erección. Yo estaba tumbado, me incorporé un poco y vi que desde mi perspectiva, se notaba bastante. Nada más acabar de poner aceite en la zona, ella se va (supongo q a limpiarse las manos o así). Tardó un par de minutos, así que aproveché para acomodarme bien el slip y conseguir que parara la erección. Tragamos saliva.
Nada más comenzar con el masaje, me empieza a mover la pierna de un lado a otro, para ver que posturas y zonas me dolía. De repente, noto como con su dedo, empuja mi testículo dentro del slip. ¡Oh no! se me había salido un huevo. Bueno, me empieza a dar conversación, que tal la escuela, que si ya salía de fiesta, bla bla bla, y sin darme cuenta otra vez me empuja huevo izquierdo al slip. Ni caso de nuevo.
Seguimos hablando. En seguida, de nuevo se para y me pregunta. "¿No tenías un calzoncillo más grande? Mira". Me incorporo y otra vez el huevo fuera

. Me dijo: "No se si el calzoncillo es demasiado pequeño o lo que guarda es grande. ¡O los dos! Pero está claro q no tapa nada". Le expliqué que como era de hace unos años y tal, me comentó ella misma "fácil que no te cabe, lo que te habrá crecido desde entonces". Para solucionar el problema, puso en mi calzoncillo una pequeña toalla de estas de mano. Y la verdad es que funcionó, algo.
Me dijo que pusiera la mano en la toalla, para que no se cayera. Solucionado el problema de que se me viera un huevo, siguió el masaje. Tengo que decir que ahí comenzó a meter los dedos fuerte en la ingle, y con el dolor que me hacía, la erección se me bajó. Lo peor era los momentos de "parón". De vez en cuando, mientras hablábamos, ella paraba durante un rato. En ese rato que no me hacía daño, mi pene comenzaba a coger vida. Decir también, que entre cambio de posturas y así, de vez en cuando se me olvidaba poner la mano y solía notar roces que tampoco ayudaban a que eso se mantuviera dormidito.
Acabando ya la sesión, hablando de la escuela, empezó a contarme como eran las clases de ella con un profesor que ahora era mi profesor. La historia se alargó un rato. Y lo peor es que tenía media mano apoyada en mi pene, por encima de la toalla. Claro. Eso empezó e levantarse enseguida y yo, rápidamente puse la mano quitando la suya de mi pene. "Uy, perdón", algo así dijo. Y siguió con su historia. Claro, mientras ella hablaba, yo notaba que mi pene ya estaba totalmente erecto. Y claro, se salía del slip. Al final, mientras ella hablaba, tuve que ir acomodándome el calzoncillo, sin que se saliese nada de la toalla. Muy difícil que no se hubiese dado cuenta.
Y entonces, dijo: "ale, ya hemos acabado". Puedes levantarte y ponerte el pantalón. Y se fue hacia una mesa. Aproveché q no miraba para levantarme rápido, acomodarme el rabo bien en el slip, aunque se notaba todo. Justo en eso, se gira y me pilla acomodándome todo el rabo. Quitó la mirada, hizo como una sonrisa incómoda y retiró la toalla. Se puso a quitar también el papel donde yo me había tumbado y a limpiar la tumbona. Mientras, yo me ponía el pantalón.
Antes de irme, en tono bromeando, me recordó que para el próximo viniera con una pantaloneta de futbol y con un slip de mi talla, para que no tener todo ahí "al aire", según sus palabras. Así que lo primero q hice al llegar a casa fue decirle a mi madre que me comprara unos calzoncillos.
Los siguientes días, fui vestido como ella me dijo. Además, antes de ir allí me masturbaba, así que no tuve malas experiencias con que se me empalmaba. En fin, que recuerdos.