Tu experiencia real mas surrealista

Kreach

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7 Ago 2023
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Pues me animo a abrir este hilo que creo que dará juego, para que contemos nuestra experiencia sexual mas surrealista, esa que si no te hubiera pasado a ti no te lo creerias, que crees que solo pasa en las peliculas...

Para predicar con el ejemplo empiezo yo con mi experiencia. Fue en una playa nudista de CS donde suelo ser asiduo. Recientemente había visto a una mujer de mediana edad con buen tipazo, muy delgada y tetas tersas, redondas y operadas. Siempre venía sola, se tumbaba, se ponía una gorra en la cara y se aislaba del mundo... Debido a eso siempre tenia a algunos babosos que se ponían al lado bien pegados porque ella no se enteraba de nada y ellos se ponían las botas mirando... Ademas ella solía colocarse en una zona de riscos, apartada de la zona donde se ponía la multitud.

El caso es que un día fui yo como siempre y al pasar por allí vi que estaba sola y no estaban los mirones de siempre así que bajé, puse la toalla por la zona y me desnude. En cuanto plante la toalla y me desnude empezó a mirarme sin quitarme ojo. Yo iba con mis gafas de sol tintadas que siempre llevo para que no se vea a donde miro. Al ver que no apartaba la mirada me levante y camine un poco por alrededor, metiendo los pies en el agua mientras la miraba. Ella ya no se cortaba y me miraba la polla directamente. Al notar eso a mi se me empezó a poner morcillona... Por lo que decidí volverme a mi toalla momento que aprovecho para hacerme un gesto y como no entendí le pregunte que quería decir.
Acto seguido me hizo otro gesto con la cabeza y le dije:
- ¿Que quieres que me ponga a tu lado?
Y me dijo:
- Quiero que nos vayamos a pasar un buen rato...
Yo estaba alucinando y le dije que no me lo esperaba y me dijo:
- Es que lo que estoy viendo no se puede dejar escapar...

Acto seguido me puse el pantalón corto y cogí mis cosas de valor, ella se tapo también y subimos al camino y de ahí nos apartamos a unos matorrales que había en la zona donde no nos veía nadie.
Me baje el pantalon corriendo con la polla durisima y me pregunto si podia chuparmela. Por supuesto le dije que si y empezo a mamar como una posesa. Luego se quito el bikini y empece a comerselo yo.
Me dijo que no quería follar pero por lo demás lo que quisiera y estuvimos mucho rato devorándonos mutuamente. Hubo un momento en que sonó el teléfono y lo cogió, era su madre. Le dijo que estaba dando una vuelta y que luego ya iría para allá.
Tras esto seguimos con el oral, se me corrio en la boca mientras se lo comia metiendole algunos dedos. Yo por el contrario no me corri, me cuesta muchisimo pero disfrute igual. Al final nos despedimos y cada uno por su lado.
La volvi a ver algun dia mas pero siempre rodeada hasta que dejo de venir por alli.
Luego me entere segun me contaron habituales de la playa que habia tenido esa experiencia con alguno mas. Al parecer su novio/pareja/marido le habia puesto los cuernos y queria vengarse... Y vaya si lo hizo!

Pues esa es mi experiencia, típica situación que solo ves en las películas porno como cuando viene el fontanero y que solo he contado a mi mejor amigo porque sabe que no le miento con estas cosas.. El resto seguramente creerían que me lo invento y que soy un fantasma.
 
Mi experiencia más subrealista ha sido este verano, una pareja de amigos de toda la vida me invitó a pasar el día en su chalet, piscina, barbacoa...
Fueron pasando las horas, cervecitas, gin-tonigs y al final terminamos hablando de sexo, mi amiga comentaba que ellos hacían sexo durante mucho tiempo seguido porque él aguantaba mucho y yo le dije que eso era porque ya llevaban mucho tiempo juntos y tenían monotonia, él enseguida dijo que no, que era un máquina follando y que aguantaba todo y más. Yo, por las cervezas y la broma, le dije , "Si yo te hago una mamada no aguantas ni 2 minutos", mi amiga calentita también por el alcohol salió con el "No hay huevos!", él no tardó un segundo en sacársela y allí me puse yo a chupársela a mi amigo delante de su mujer mientras esta cronometraba el tiempo, por supuesto se corrió en menos de 2 minutos, jajaja
 
Mi experiencia más subrealista ha sido este verano, una pareja de amigos de toda la vida me invitó a pasar el día en su chalet, piscina, barbacoa...
Fueron pasando las horas, cervecitas, gin-tonigs y al final terminamos hablando de sexo, mi amiga comentaba que ellos hacían sexo durante mucho tiempo seguido porque él aguantaba mucho y yo le dije que eso era porque ya llevaban mucho tiempo juntos y tenían monotonia, él enseguida dijo que no, que era un máquina follando y que aguantaba todo y más. Yo, por las cervezas y la broma, le dije , "Si yo te hago una mamada no aguantas ni 2 minutos", mi amiga calentita también por el alcohol salió con el "No hay huevos!", él no tardó un segundo en sacársela y allí me puse yo a chupársela a mi amigo delante de su mujer mientras esta cronometraba el tiempo, por supuesto se corrió en menos de 2 minutos, jajaja
¿No has pensado que quizás ellos estuvieran buscando esa situación? A mi me encantaría invitar a una amiga de mi mujer a casa y que terminara haciéndome una mamada y para implicar también a mi mujer proponerle que le comiera el coño a ella.
 
Pues yo hace ya unos años curre en un mcdonalds para pagarme los estudios.
Allí conocí a una chica que era una bomba sexual, nos compenetrábamos muy bien y los dos siempre estábamos deseosos de sexo cada vez que nos veíamos.
Teníamos una sala común donde comer y hacer los descansos, con 3 mesas como las que hay en el salón.

Total que una noche que yo cerraba y ella plegaba a las 12 nos cruzamos en la sala. Yo hacia mi descanso y ella terminaba su turno.

Comenzamos a hablar y mientras ella se puso a cambiarse ahí mismo hasta quedarse en ropa interior. Fue verla tan sexy que la puse encima de la mesa y la folle ahí mismo aun a riesgo de que entrara cualquier empleado.
Antes de correrme se puso de rodillas para comérmela y dejo que le llenara todo el pecho.
Es sin duda el mejor recuerdo que guardo de ese curro xD
 
Yo tuve una experiencia rara y surrealista siendo chaval. Un sábado quede con unos amigos del barrio con la esperanza de que estuviera una chica que me molaba. Cuando llegué estaba su hermana que me entró a cuchillo y le di bola. Cuando estaba la cosa calentándose mucho me mordió en el cuello y me aparté un poco pero pensé que se le había ido la mano. El caso es que empezó a morderme en cuanto podía y yo me agobié y acabé inventando un cumpleaños familiar o algo así y quiso acompañarme. Me costó un huevo quitármela de encima. Una semana más tarde me encontré con su hermana en la discoteca y me saltó: qué tal la semana pasada con mi hermana? Os lo pasasteis bien? Y yo cortado no sé ni por dónde salí. Mis amigos se chotearon mucho diciéndome que por salido me había ido con la hermana loca en vez de esperar a la maciza, pero para mi sorpresa me la encontré en el ropero a la salida y acabamos saliendo juntos y la acompañé a su casa que me pillaba de camino. Cuando me despedía le dije: Me voy que como nos vea tu hermana se va a mosquear con los dos. Y ella se me lanzó y me dio un morreo super guarro. Era tarde y estabamos medio bolingas por lo que faltó el canto de un duro para acabar follando debajo de su casa en la calle.
Efectivamente esa era la hermana maciza y la semana siguiente rematé la faena.
Para colmo de surrealismo, me la encontré en el cole de mis hijos años después, era profe de la pequeña. Nos saludamos cordialmente y nunca conté a mi ex que me había chiscado a la tutora de la niña.
 
Una de las experiencias más surrealistas, y por desgracia desaprovechadas que he tenido se dio hace tiempo, con 20 y pocos años y con la que era mi novia de entonces...

Estábamos en una playa solitaria, no muy lejos de la carretera pero lo suficientemente apartados como para que a nuestro alrededor no se encontrase nadie más.

No se muy bien porqué pero mi chica, la cual solía ser una asidua practicante del toples, decidió que ese día, ese momento, era el adecuado para desnudarse completamente, por la soledad que nos asediaba y que parecía favorecer cierta intimidad, quiero imaginar.
Estuvimos paseando por la playa y haciéndonos fotos, sobre todo yo a ella, aprovechando que el atardecer se encontraba a la vuelta de la esquina lo que permitía arrojar unas instantáneas especialmente bonitas. Su cuerpo, con el sol de fondo, desnudo, arrodillada en la arena, tumbada... en todas ellas salía bien.

Al rato nos retiramos hacia las toallas y nos volvimos a tumbar, y aquí, en ese momento es cuando empezó lo surrealista.

De pronto, dos chicos, que calculé en su día no tendrian menos de 30 y largos años, pasaron por delante de nosotros, por el camino empedrado que recorría la playa, a unos cuantos metros del comienzo de la arena sobre la que estábamos.

Siendo sincero, no me acuerdo que duda, cuestión o necesidad tendríamos en ese momento, pero, aprovechando la aparición de aquellas dos personas en aquel páramo tan inhóspito, me erguí un poco y, elevando un poco la voz, me dispuse a preguntarles algo.

Estos tíos, en lugar de responder desde donde estaban, a una distancia que calculo no sería menos de unos 10 o 15 metros, reaccionaron dirigiéndose directamente al lugar en el que nos encontrábamos.
Se pusieron delante de nosotros, y, no recuerdo a la perfección cómo procedieron, pero imagino que, por sentido común se dispusieron a responder a la cuestión que solo un segundo antes les había planteado a gritos.

Recuerdo que estaban muy cerca, de mí también pero sobre todo de mi chica, la cual permanecía desnuda y boca a abajo, con su cuerpo estirado sobre la toalla y, por ende, dándoles la espalda a ellos.
Aun así podía notar sin esfuerzo la extrañeza de la situación que se acababa de dar. Ya no era el hecho de que se hubiesen acercado directamente hacia nosotros, como un zorro a la caza de un conejo, sino que su estancia en aquel lugar comenzaba a alargarse lo suficiente como para comenzar a resultar extraña, sospechosa, incómoda.

Buscaban cualquier pretexto para alargar la conversación, mientras notaba como primero uno y después el otro no dejaban de mirar de reojo el cuerpo desnudo de mi chica, que tendido bajo sus ojos, esperaba tenso a que aquellos dos extraños decidieran de una vez que ya era hora de retirarse. Pero no fue así.

Al menos no hasta un buen rato después, cuando llegó un momento en el que el árbol del diálogo que estaban explotando comenzó a estar tan pelado que ya resultaba imposible para ellos seguir extrayendo más leña.

Ese fue el momento exacto en el que la cagué. No tuve ni las miras ni la madurez suficiente para apreciar el morbo tan brutal que allí se estaba gestando, del que todos y cada uno de los allí presentes éramos cómplices. Nadie lo insinuaba, ni mucho menos hacía el amago por aseverar su existencia, y precisamente en ello radicaba el embrujo, en aquello que nadie puede ver ni tocar pero que todos pueden notar.

Lo que tuve que haber hecho es darles pábulo, seguirles la corriente y la conversación durante todo el tiempo que ellos me brindasen, para que el cuerpo de mi chica, desnudo bajo el cálido sol de aquel mes de julio, fuese poco a poco dejando de tener secretos para ellos.

¿Y después?... Quien sabe.

Quizás en algún momento de la charla hubieran convenido su acomodo a nuestro lado. Tal vez más tarde, mi chica se hubiera dado la vuelta, a medida que la integración de aquellos dos desconocidos se hubiese cimentado.
Es posible que tras los prolegómenos, alguno de ellos propusiera darnos un baño, que yo rechazaría compartir, pudiendo ver así desde mi toalla a mi chica alejarse en dirección al mar, junto con esos tíos, unos hombres que no dudarían en tontear de la manera más banal, salpicándola, jugando a cogerla de la cintura con la amenaza de remojarla de una vez, y, finalmente, verlos alejarse paseando por la orilla, hasta perderles de vista en el horizonte.

Una oportunidad perdida, pero también un evento del que recibí un gran aprendizaje. No bajar nunca la guardia y tener siempre el morbo bien afilado, pues nunca sabes donde o quien puede ser el detonante de una historia maravillosa, que, años después en un foro, poder contar.


PD: Adjunto una foto de aquel día. Por contexto.
 

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Una de las experiencias más surrealistas, y por desgracia desaprovechadas que he tenido se dio hace tiempo, con 20 y pocos años y con la que era mi novia de entonces...

Estábamos en una playa solitaria, no muy lejos de la carretera pero lo suficientemente apartados como para que a nuestro alrededor no se encontrase nadie más.

No se muy bien porqué pero mi chica, la cual solía ser una asidua practicante del toples, decidió que ese día, ese momento, era el adecuado para desnudarse completamente, por la soledad que nos asistía y que parecía favorecer cierta intimidad, quiero imaginar.
Estuvimos paseando por la playa y haciéndonos fotos, sobre todo yo a ella, aprovechando que el atardecer se encontraba a la vuelta de la esquina lo que permitía arrojar unas instantáneas especialmente bonitas. Su cuerpo, con el sol de fondo, desnudo, arrodillada en la arena, tumbada... en todas ellas salía bien.

Al rato nos retiramos hacia las toallas y nos volvimos a tumbar, y aquí, en ese momento es cuando empezó lo surrealista.

De pronto, dos chicos, que calculé en su día no tendrian menos de 30 y largos años, pasaron por delante de nosotros, por el camino empedrado que recorría la playa, a unos cuantos metros del comienzo de la arena sobre la que estábamos.

Siendo sincero, no me acuerdo que duda, cuestión o necesidad tendríamos en ese momento, pero, aprovechando la aparición de aquellas dos personas en aquel páramo tan inhóspito, me erguí un poco y, elevando un poco la voz, me dispuse a preguntarles algo.

Estos tíos, en lugar de responder desde donde estaban, a una distancia que calculo no sería menos de unos 10 o 15 metros, reaccionaron dirigiéndose directamente al lugar en el que nos encontrábamos.
Se pusieron delante de nosotros, y, no recuerdo a la perfección cómo procedieron, pero imagino que, por sentido común se dispusieron a responder a la cuestión que solo un segundo antes les había planteado a gritos.

Recuerdo que estaban muy cerca, de mí también pero sobre todo de mi chica, la cual permanecía desnuda y boca a abajo, con su cuerpo estirado sobre la toalla y, por ende, dándoles la espalda a ellos.
Aun así podía notar sin esfuerzo la extrañeza de la situación que se acababa de dar. Ya no era el hecho de que se hubiesen acercado directamente hacia nosotros, como un zorro a la caza de un conejo, sino que su estancia en aquel lugar comenzaba a alargarse lo suficiente como para comenzar a resultar extraña, sospechosa, incómoda.

Buscaban cualquier pretexto para alargar la conversación, mientras notaba como primero uno y después el otro no dejaban de mirar de reojo el cuerpo desnudo de mi chica, que tendido bajo sus ojos, esperaba tenso a que aquellos dos extraños decidieran de una vez que ya era hora de retirarse. Pero no fue así.

Al menos no hasta un buen rato después, cuando llegó un momento en el que el árbol del diálogo que estaban explotando comenzó a estar tan pelado que ya resultaba imposible para ellos seguir extrayendo más leña.

Ese fue el momento exacto en el que la cagué. No tuve ni las miras ni la madurez suficiente para apreciar el morbo tan brutal que allí se estaba gestando, del que todos y cada uno de los allí presentes éramos cómplices. Nadie lo insinuaba, ni mucho menos hacía el amago por aseverar su existencia, y precisamente en ello radicaba el embrujo, en aquello que nadie puede ver ni tocar pero que todos pueden notar.

Lo que tuve que haber hecho es darles pábulo, seguirles la corriente y la conversación durante todo el tiempo que ellos me brindasen, para que el cuerpo de mi chica, desnudo bajo el cálido sol de aquel mes de julio, fuese poco a poco dejando de tener secretos para ellos.

¿Y después?... Quien sabe.

Quizás en algún momento de la charla hubieran convenido su acomodo a nuestro lado. Tal vez más tarde, mi chica se hubiera dado la vuelta, a medida que la integración de aquellos dos desconocidos se hubiese cimentado.
Es posible que tras los prolegómenos, alguno de ellos propusiera darnos un baño, que yo rechazaría compartir, pudiendo ver así desde mi toalla a mi chica alejarse en dirección al mar, junto con esos tíos, unos hombres que no dudarían en tontear de la manera más banal, salpicándola, jugando a cogerla de la cintura con la amenaza de remojarla de una vez, y, finalmente, verlos alejarse paseando por la orilla, hasta perderles de vista en el horizonte.

Una oportunidad perdida, pero también un evento del que recibí un gran aprendizaje. No bajar nunca la guardia y tener siempre el morbo bien afilado, pues nunca sabes donde o quien puede ser el detonante de una historia maravillosa, que, años después en un foro, poder contar.


PD: Adjunto una foto de aquel día. Por contexto.
Está buenísima tu chica. Enhorabuena ☺️
 
No sé si es la historia más surrealista pero fue una historia rara, morbosa y que me descubrió muchas cosas de como yo era en el sexo.

Ocurrió con mi primera novia (ambos 16 años). Nos desvirgamos juntos y lo hicimos todo juntos, incluido aprender como no tenía que ser una relación en cuanto a toxicidad. Fue en una Navidad, en mi pueblo. Lo que ocurrió es que yo salí con mis amigos y ella con sus amigas (eramos todos conocidos) al mismo garito. Cuando llegué me encontré que ella estaba con una blusa negra transparente y debajo un sujetador negro. Pese a que era muy sexy mi adolescente tóxico pensó que iba así para que la miraran y estuve toda la noche sin dirigirle la palabra.

A mitad de la noche vino, junto con dos amigas más, y me dijo que por qué no le hablaba. Y yo, ni corto ni perezoso, le dije que porque iba vestida como una puta. El revuelo que se formó fue tremendo, con sus amigas diciéndome de todo y al final salimos del bar y fuimos a su casa a hablar porque estaba sola, sus padres también habían salido. De camino yo iba pensando que me había jodido el día de Navidad por ir vestida así y ella seguramente pensaría que le había jodido el día por liársela de esa forma.

Tras llegar a su casa y estar discutiendo un buen rato con argumentos por mi parte absolutamente absurdos, me hizo algo que me haría varias veces más a lo largo de la relación (y que si queréis saber más situaciones me podéis pedir que os cuente) que era calentarme hasta que no podía más y se me olvidaba todo.

Me empezó a decir que si no me había puesto cachondo que enseñara un poquito, que ella no era una puta, que era mi puta... Y cosas así. Para colmo me dijo: "Pues llevo una cosa que es más de puta y que todavía no has visto...". Yo no daba crédito, llevaba tanga (que para mi y para ella era de putas por aquel entonces jaja). Llevas tanga? Le dije. "Si, era una sorpresa por si hoy querías follarme pero como estás enfadado..."

No aguanté más y empezamos a liarnos y a follar a saco. Me la follé con la blusa y el sujetador puestos y cuando me iba a correr me dijo que me corriera encima de ella asique le puse el modelito perdido. "Menos mal que no te gustaba, lo has dejado para tirarlo jajaja". Me dijo al acabar.

Y así se solucionó el conflicto...
 
Conocí a una chavala un Sábado cualquiera y ya entre semana watseando nos conocimos más y me dice que trabajaba de un Hotel/Restaurante MUY TOP de mi ciudad. Pensaba que sería camarera o algo similar y resultó ser la Chef de cocina, flipa!!!

La noche que la conocí hubo alcohol y más cosas xd y la cabrona tomó nota. Nos invito a 2 colegas y nos dijo que fuéramos a cenar y que ella se encargaba de que la factura no subiese y ya de ahí después fiesta. Y fuimos, y entramos con el rabo entre las piernas jajjajajaja

Nos dio paso a un reservado con apenas 2 mesas y ella misma nos atendió. Fue súper morboso verla con el atuendo de chef y aquella gorrita de lado y sonrisa picara... Los entrantes llegaron acompañados de unas lineas blancas sospechosas que se repitieron el los postres. No dejamos nada.

La esperamos a la salida y nos dimos un festival de aupa! Tanto que mi colega se durmió solo llegar a casa y no hubo ni opción a trío ya que a ella le iba todo. La follé bien y repetí varios findes hasta dejarla por no querer acabar estampado en una curva.

Lo curioso de aquella historia fue saber que hasta alguien con cierto renombre y 1 estrella michelin va de farla hasta el culo.
 
Conocí a una chavala un Sábado cualquiera y ya entre semana watseando nos conocimos más y me dice que trabajaba de un Hotel/Restaurante MUY TOP de mi ciudad. Pensaba que sería camarera o algo similar y resultó ser la Chef de cocina, flipa!!!

La noche que la conocí hubo alcohol y más cosas xd y la cabrona tomó nota. Nos invito a 2 colegas y nos dijo que fuéramos a cenar y que ella se encargaba de que la factura no subiese y ya de ahí después fiesta. Y fuimos, y entramos con el rabo entre las piernas jajjajajaja

Nos dio paso a un reservado con apenas 2 mesas y ella misma nos atendió. Fue súper morboso verla con el atuendo de chef y aquella gorrita de lado y sonrisa picara... Los entrantes llegaron acompañados de unas lineas blancas sospechosas que se repitieron el los postres. No dejamos nada.

La esperamos a la salida y nos dimos un festival de aupa! Tanto que mi colega se durmió solo llegar a casa y no hubo ni opción a trío ya que a ella le iba todo. La follé bien y repetí varios findes hasta dejarla por no querer acabar estampado en una curva.

Lo curioso de aquella historia fue saber que hasta alguien con cierto renombre y 1 estrella michelin va de farla hasta el culo.
Es que yo creo que precisamente en esos "altos circulos" donde mas se mueven esas substancias... Al final es el perfil de gente que tiene mas dinero para vicios
 
Es que yo creo que precisamente en esos "altos circulos" donde mas se mueven esas substancias... Al final es el perfil de gente que tiene mas dinero para vicios
Cierto, además el mundo de la cocina y sus horarios pico. Ya he conocido a varios que me lo afirman rotundamente. Se mueve mucho por ahí.
 
Pues yo hace ya unos años curre en un mcdonalds para pagarme los estudios.
Allí conocí a una chica que era una bomba sexual, nos compenetrábamos muy bien y los dos siempre estábamos deseosos de sexo cada vez que nos veíamos.
Teníamos una sala común donde comer y hacer los descansos, con 3 mesas como las que hay en el salón.

Total que una noche que yo cerraba y ella plegaba a las 12 nos cruzamos en la sala. Yo hacia mi descanso y ella terminaba su turno.

Comenzamos a hablar y mientras ella se puso a cambiarse ahí mismo hasta quedarse en ropa interior. Fue verla tan sexy que la puse encima de la mesa y la folle ahí mismo aun a riesgo de que entrara cualquier empleado.
Antes de correrme se puso de rodillas para comérmela y dejo que le llenara todo el pecho.
Es sin duda el mejor recuerdo que guardo de ese curro xD
Menuda experiencia, brutal!
 
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